¡Papá, quiero ser artista!
«No voy a aceptar una vida que no merezco» Maxine Minx
En el año 2022 Ti West estrenó de golpe y porrazo X y, su precuela, Pearl. Si bien entre ambas tan solo generaron poco más de 25 millones de dólares en la taquilla mundial, las dos entregas se convirtieron en películas de culto. De esta guisa, el director nacido en Wilmington (Delaware) se apresuró a poner la guinda al pastel con MaXXXime, cinta que sirviera para echar el cierre a su peculiar trilogía. “No vas a llegar a la cima haciendo películas de terror” espeta uno de los personajes de su último trabajo. West parece responder con aquello de obras son amores y no buenas razones. Tras llamar la atención desde muy joven con títulos como La casa del diablo o Cabin Fever 2, Ti West subió de nivel gracias a The Sacrament, historia sobre sectas inspirada en hechos reales. Esto le valió tanto para trabajar con celebridades como Ethan Hawke y John Travolta (El valle de la venganza, 2016) como para ser contratado en series de televisión. A lo largo de su carrera, West se ha puesto detrás de las cámaras en episodios de producciones como Wayward Pines, Outcast, El exorcista o, recientemente, Them e, incluso, delante de ellas (Tu eres el siguiente, de Adam Wingard).
A pesar de poder verse de manera unilateral, para disfrutar de MaXXXime en su totalidad es recomendable recordar lo acontecido en el resto de la trilogía. Un cruce de piernas componía la sugerente portada de X. Como bien indicaba el título, la pornografía estaba muy presente en una película que homenajeaba a La matanza de Texas. Con Jenna Ortega en el reparto, aunque desde el principio haya sido Mia Goth la absoluta protagonista de la trilogía, X nos situaba en un diminuto pueblo del citado estado sureño a finales de los setenta. Un pequeño grupo de jóvenes piensa abrirse camino en la industria del cine para adultos y nada mejor que la aparente tranquilidad de la América profunda a la hora de rodar sexo explícito. Sin embargo, no contaban con una pareja de ancianos que, a pesar de su avanzada edad, acaba con ellos uno a uno. En el duelo final, Maxine se enfrentaba con Pearl, quien envidiaba supinamente la juventud de la primera. Para sorpresa del espectador, ambos personajes estaban interpretados por Goth por lo que West conseguía un doble objetivo. Por una parte, volver a contar con la actriz londinense para la incipiente precuela sin que, por ello, confundiese al espectador y, por la otra, permitir el particular juego de los espejos que el director de Los huéspedes se guardaba para la entrega final.
Lo de que segundas partes nunca fueron buenas hace tiempo que quedó en entredicho. Desde luego que Pearl resultó estar, cuando menos, a la altura de su predecesora. Una Mia Goth descomunal encarnaba a la versión joven de Pearl en una época marcada por la gripe española y la guerra. Confinada en la granja familiar, en un paralelismo claro con la pandemia que acabábamos de vivir, la locura de Pearl iba in crescendo mientras soñaba con salir del pueblo para convertirse en artista. Aquello acababa como el rosario de la aurora para el entorno de la protagonista, incluyendo al personaje interpretado por David Corenswet (futuro Hombre de Acero en Superman: Legacy, de James Gunn).
Tratando de conseguir el más difícil todavía, West vuelve a cambiar de marco temporal para el cierre de la trilogía. Como ya hiciera Rick Remender en el arranque de Clase Letal, alejado de la edulcorada nostalgia ochentera que vivimos en la última década, Ti West opta por un contexto más opresivo: la administración Reagan. Si bien la acción transcurre (¡por fin!) en Hollywood, pronto advertimos que la ciudad de las estrellas no es más que una trituradora sin piedad. Recordando a Taxi Driver de Martin Scorsese (guiño a Travis Bickle incluido), Los Ángeles hace las veces de Nueva York como una gran urbe sucia, violenta, en la cuál las drogas y la prostitución imperan a sus anchas.
De hecho, ficción y realidad se dan de la mano al introducir como telón de fondo el caso de El Acosador Nocturno. Richard Ramírez, de quien tomó su apellido el bajista de Marilyn Manson, Twiggy Ramirez, fue un asesino en serie que acabó con la vida de, al menos, catorce personas. Como ya hiciera Quentin Tarantino en Érase una vez en… Hollywood, West combina la fórmula “cine dentro del cine” + serial killer de turno.
Mia Goth vuelve a meterse en la piel de Maxine Minx, única superviviente de la masacre vista en X. Pese a que sigue dedicándose al porno, Maxine aspira a convertirse en una actriz de prestigio. Deseo, frustración, ambición o destino son alguno de los ejes sobre los que gira esta trilogía. Maxine llama la atención en un casting y pronto es contactada para llevar a cabo un papel en La Puritana II, cinta de terror con la que espera arrancar su prometedora carrera. No todo el monte es orégano. Al más puro estilo Sé lo que hicisteis el último verano, Maxine comienza a recibir notas y cintas de vídeo. Alguien más sabe lo que ocurrió realmente en aquel pueblecito de Texas. Para tensar más la situación, nuevamente, sus amig@s más cercan@s aparecerán brutalmente asesinad@s. Calificada como nueva reina del grito, Goth está en las antípodas de la obsoleta damisela en apuros. Lejos de chillar y correr desnortada, el personaje interpretado por Mia Goth no tiene ningún tapujo en enfrentarse al mal que la acecha. No es casual que, en cierta escena, Maxine aplaste literalmente las pelotas de un violador. Un mensaje que, en Hollywood, no debiera pasar desapercibido.
Producida por A24, responsable de cintas como Hereditary o Midsommar, MaXXXine ha contado con un reparto de campanillas. Michelle Monaghan (True Detective) y Bobby Cannavale (El Irlandés) son los dos detectives que investigan los homicidios que giran alrededor de Minx. El omnipresente e infatigable Giancarlo Esposito (sempiterno Gus Fring de Breaking Bad) da vida al fiel agente de la protagonista mientras que Kevin Bacon encarna al detective privado que ha sido contratado por una enigmática figura que permanece en la sombra. Elisabeth Debicki (Tenet), otrora Lady Di en The Crown, es Elizabeth Bender, directora de cine y mentora de Maxine. Por último, Lily Collins (Okja) interpreta a una joven actriz en un brevísimo papel.
Maxine está dispuesta a lo que haga falta con tal de conseguir sus propósitos. Esto no quita para que tenga sus propios demonios. Las visiones con la vieja Pearl (bendito escenario de Psicosis), lejos de ser apariciones fantasmales que la atormenten, recuerdan a Maxine lo que puede pasar si no alcanza su meta y cae en el olvido. A pesar de un alocado tercer acto, que lastra el resultado final, MaXXXine posee los suficientes atractivos como para que los aficionados al género de terror (y nostálgicos del VHS) vayan a verla. MaXXXine cuenta mucho más de lo que parece y el homenaje al mundo del séptimo arte es XXXL.
LO MEJOR
+ La sobresaliente ambientación.
+ Su excelso reparto liderado por la genial Mia Goth.
+ Las múltiples referencias a películas grandes y pequeñas.
LO PEOR
– El último acto, aún con buenos momentos, resulta atropellado.
– El cierre no resulta del todo satisfactorio.
– No haber podido sacar más jugo de algunos de sus célebres secundarios.
Dirección - 7.5
Guión - 6
Reparto - 7
Apartado visual - 7.5
Banda sonora - 6.5
6.9
XXX
Gracias a una gran ambientación, Ti West homenajea a la industria del cine apoyado en un reparto de grandes nombres. Pese a lo interesante de su propuesta y las dos notables entregas precedentes, MaXXXine no culmina con nota alta como consecuencia de un último acto bastante atropellado.