V de Vigilantes: Contando cuerpos… GOONGALA!

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Acción a raudales, una buena colección de gánster, armas de fuego, agentes secretos, agentes dobles, artes marciales, tortugas ninja (o mejor dicho, tortuga ninja, en singular), Kevin Eastman (uno de los autores originales de las TMNT) en el guión y en los bocetos… y Simon Bisley en los lápices; esto es lo que contiene Bodycount. Lo que ofrece al gran público no es otra cosa que un buen rato de entretenimiento y un puñado de páginas y de viñetas repletas de acción a raudales.

En el “V de Vigilantes” de hoy hablaremos de esta miniserie de 4 números publicada en los años noventa por Image, que se basaba en una antigua cabecera de Eastman y Laird: Raphael and Casey Jones. En el texto de hoy también se mencionarán los orígenes de este peculiar personaje aliado de las tortugas: un vengador callejero, un vigilante enmascarado irascible, quizá incluso más iracundo que la tortuga mutante de la cinta roja. Comencemos por ahí, empecemos por el principio.


Máscara de hockey, palos y bates

Arnold “Casey” Jones es un personaje creado originariamente por Kevin Eastman y Peter Laird como secundario dentro de su serie de las tortugas ninja. Al igual que las propias tortugas, Casey es un autoproclamado vigilante que recorre las calles de la ciudad para hacer valer la ley y el orden. Fue pensado como una parodia de los personajes de estas características que poblaban los tebeos de superhéroes; en un principio, incluso pensaron llamarlo “el hombre del bate” o “el hombre bate” (Batman o Batboy) porque sus armas favoritas, las que más usaba, eran bates de baseball.


“Queríamos que fuera un personaje sencillo, alejado de lo heroico, no el típico vigilante del estilo Marvel”, explica Eastman en uno de los bocetos incluidos en su libro Teenage Mutant Ninja Turtles. Artography. En ese mismo libro se aprecia el proceso creativo de Casey Jones, así como todos los cambios que sufrió hasta que lograron, entre los dos (Eastman y Laird), definir los rasgos característicos que ahora conocemos: un tipo melenudo y desaliñado, armado con todo tipo de desvencijados palos y bates deportivos y un máscara de hockey tapándole la cara. Primero pensaron en ponerle una gorra de baseball que hiciera juego con todo el conjunto, aunque al final se decidieron por la máscara.

“Mi parte favorita de este personaje proviene de Pete, del momento en el que sugirió que él usara una vieja bolsa de golf para transportar sus armas. Era una idea genial”, asegura el cocreador. Entre esas armas de Casey se encuentran bates de baseball, palos de golf, palos de cricket y palos de hockey.


Hasta ese momento la máscara de hockey estaba asociada, además de a ese deporte, lógicamente, a Jason, el asesino en serie de la saga Viernes 13. Éste fue un guiño más de los creadores de las tortugas a los lectores, una transposición conceptual, un intento de hacer creer, mediante lo icónico y lo visual, que Jones era un enemigo, el villano de la historia, cuando era un aliado en potencia. Es Raphael, la tortuga ninja de los sais, quien lo conoce primero, quien lucha con él en una micro serie que llevó por título Me, Myself and I.

“La idea de hacer una Micro Serie de un solo número nació del concepto popular de Mini Serie de cuatro números que ya llevaba introducido en la industria del cómic desde hacía mucho tiempo. Pensamos que era una gran idea, un excelente camino para centrarnos en una de las tortugas cada vez, en enfocarlas por separado, para revelar así más sobre sus caracteres personales”, cuenta Eastman en su citado libro.

La aventura de Raphael comienza con un enfrentamiento con su hermano Michaelangelo. Después de eso decide salir al exterior a tomar un poco el aire. En las calles es testigo de un robo y se inmiscuye en el mismo momento con la intención de enfrentarse a los ladrones. Es entonces cuando otro nuevo jugador entra en escena: Casey Jones. El enmascarado tiene la misma idea que la tortuga y también pretende dar caza a los ladrones. Enseguida sus caminos se cruzan, al igual que cruzan algo más que palabras. Entre golpes los dos aprenden a respetarse y comprenden que, independientemente de sus apariencias, los dos son parecidos y buscan los mismo. Desde ese momento Raphael gana un nuevo amigo y el cómic de las tortugas un nuevo personaje.

“Ése fue el principio de mi historia de amor al narrar aventuras de ‘Casey y Raph’ y Casey se convirtió en el segundo humano en ser personaje oficial del círculo interior de las tortugas ninja y sus apariciones posteriores serían importantes”, añade.

Y sería importante porque empezó a sentir un interés romántico por el primer personaje humano amigo de las tortugas, April O’Neil. Además, las apariciones de Casey siempre se correspondían a momentos clave de la trama, como cuando el clan del pie, con Shredder a la cabeza, atacan la casa de April. Después de aquello todo el grupo se muda a la granja de la abuela de Casey a recuperarse de sus heridas y a trazar un nuevo plan de ataque contra sus enemigos.


Casey es un personaje extremadamente violento, sobre todo al principio y durante la época de Mirage, aunque a medida que pasa el tiempo se va suavizando (al igual que se afianza su relación con April). Casey Jones ha aparecido en la serie de televisión clásica sobre las tortugas, la de 1987, al igual que en la versión moderna, la serie de 2003, en la que es personaje regular casi desde el principio. También aparece en tres de las cuatro películas de las tortugas: en la primera y en la tercera de imagen real y en la cuarta, la de animación del 2007. En las de imagen real Casey Jones está interpretado por el actor Elias Koteas y en la de animación le prestó su voz Chris Evans. Cabe mencionar que Casey no aparece en Las Aventuras de las Tortugas Ninja, los cómics de Archie, quizá debido a su carácter violento y el público al que iban dirigidos esos tebeos, que eran mayoritariamente niños.


Aunque Casey Jones interactúa con las cuatro tortugas, con Splinter, con April, incluso con Shredder, con quien realmente siempre tendrá una relación de compañerismo y de amistad es con Raphael. Las sinergias entre estos dos personajes son tan estupendas que ellos solos tenían potencial para protagonizar sus propias historias. Y lo hicieron en Bodycount.


Raph y Casey; Casey y Raph

Antes de Bodycount Kevin Eastman se une a Rick Veitch para realizar una miniserie de dos números con la cabecera Casey Jones. Veitch había sido invitado anteriormente a participar en alguna historia de las tortugas ninja y él se decidió por esta aventura de Casey en solitario que llevó por título North by downeast. La trama era algo ridícula y el héroe de la máscara de hockey tuvo que enfrentarse a una raza de gente cangrejo que habitaba en el océano. Es uno de los llamados “cómics de Eastman y amigos”, al igual que Bodycount, que realizó junto con Simon Bisley.


Ésta es una miniserie de cuatro números que iba a llevar por título Casey Jones y Raphael y que comenzó bajo en amparo de Mirage en 1994, pero que no se terminaría hasta dos años después, en 1996, cuando los derechos de las tortugas ninja se integraron, gracias a Erik Larsen (uno de los fundadores de Image) que era gran fan de los personajes, en la compañía y en el mundo Image. Las tortugas encontraron una nueva “casa” en la que aparecería nuevo material y también se reeditarían algunos materiales antiguos. Bajo la cabecera Bodycount apareció, primero en grapa, en formato de miniserie de cuatro números, a partir de marzo de 1996, y luego en tomo recopilatorio, en diciembre de ese mismo año, el antiguo título Casey Jones y Raphael. En España, esta miniserie ha sido publicada en dos formatos diferentes, actualmente Norma Editorial tiene a la venta un tomo con la historia íntegra, mientras que también se publicó en 1997 por Planeta DeAgostini en grapa “World Comics).


Bodycount es obra de Kevin Eastman, que ha escrito y bocetado las páginas, y que ha contado con la colaboración de un ‘ayudante’ muy especial, encargado de ‘rehacer’ el grafismo sobre los bocetos de Eastman: Simon Bisley”, especifica Trajano Bermúdez en el texto de acompañamiento del primer número de los individuales.

El dibujante británico hace aquí lo que mejor sabe, lo que ha demostrado en Slaine y Lobo, y dibuja personajes con deformidades colosales en las proporciones, esos personajes prácticamente caricaturescos que tan bien se le dan. La espectacularidad de cada una de las viñetas hace patente que este es un cómic «palomitero» (en caso de existir este concepto trasladado del cine), un tebeo disfrutable, divertido y repleto de acción.


Eastman plantea, a priori, una historia sencilla de vendetta, aunque la trama se va complicando ligeramente debido a la multitud de personajes que van haciendo acto de presencia. A Bisley se le percibe libre, ya desde el primer momento, desde el comienzo con una pelea en un bar, hace uso del espacio que le permite la página para transmitirnos la acción.

Para él la estructura de las viñetas es completamente abierta (alterna splash pages con viñetas minúsculas), en función de las necesidades va organizándose en su labor de narrador visual. El aparente caos narrativo (que en el fondo es un caos controlado) ayuda al espectáculo sangriento de vísceras, disparos, peleas, laceraciones, chichones y mutilaciones.


Este espectáculo recuerda al cine de acción en general y al de John Woo en particular (incluso el villano de la función se llama Johnny Woo Woo). Un tebeo frenético que hay quien se ha atrevido a comparar a las películas de Sam Peckimpah, Guy Ritchie o Quentin Tarantino… Lo verdaderamente perturbador, a la par que disfrutable, es ver cómo encajan los protagonistas, el detective privado (vigilante enmascarado) Casey Jones y la tortuga ninja Raphael.


Casey se mueve como pez en el agua en esta sórdida aventura que le viene como anillo al dedo. Los fans del personaje descubrirán pequeños detalles sobre su personalidad que se intuían, como su gusto por las princesas desvalidas (especialmente si tienen ojos bonitos… y son perseguidas por matones de la mafia) y su odio ante las armas de fuego (un sentimiento que va más allá de que no le gusten). El Casey Jones de Eastman y Bisley es más duro, menos macarra, aunque igualmente harapiento, leal y combativo que las versiones de Eastman y Laird, de las series de dibujos y las películas.

Raphael aparece dibujado en esta ocasión como una masa de músculos completamente monstruosa (una terrorífica y enfadada tortuga mutante), además de ser feísimo y estar siempre a la defensiva, de mal humor y sin ganas de hacer nada. En cambio, sí hay una cosa que está dispuesto a hacer: ayudar a su amigo Casey en lo que necesite. El Raph de este cómic deja de lado sus míticos sais y empieza a experimentar las sensaciones relativas al uso de armas de fuego de gran calibre…


La dama en “apuros” que ocasiona toda la historia es Midnight, una guerrera y asesina a la que persiguen sus antiguos compañeros de armas porque creen que les ha traicionado. El encargado de darle caza y de matarla es Johnny Woo Woo, un terrible asesino oriental de manos robóticas que nunca falla en su trabajo. Raphael y Casey se ven envueltos en la historia, se encuentran, por casualidad, en medio del enfrentamiento y se posicionarán del lado de ella, intentando conseguir que escape de sus perseguidores.

Bodycount es un cómic hilarante y violento,112 páginas repletas de casquillos, sangre, patadas, explosiones y acción. Eastman se encuentra muy a gusto escribiendo a sus dos personajes favoritos de entre los muchos que conformaban el mundo de las tortugas ninja, mientras que Bisley se luce con los dibujos de esta historia de violencia sin freno.


Esta mini serie está repleta de cadáveres (no podía ser de otra forma en una cabecera llamada Número de muertos) y buena parte de la escabechina fue llevada a cabo por el tipo de los bates de baseball; el lunático de los palos de hockey; el desharrapado vigilante nocturno de la máscara; aquel tipo que una noche se encontró con lo extraordinario, con una tortuga gigante, ninja y malhumorada. Desde ese momento sus caminos se unieron y los que disfrutamos de esa unión hemos sido, al final, los lectores.

Al igual que las tortugas, Casey Jones siempre se lanza a la refriega entonando su grito de guerra… esta vez no iba a ser diferente…

GOONGALA!


Nos leemos.

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Héctor Caño
21 julio, 2010 9:23

XDDDDD
 
hay que ver cómo te gustan las Tortugas Mutantes, Diego ^_^

César
César
21 julio, 2010 9:28

Buenos días Diego, como siempre darte la enhorabuena por el artículo, está genial!!! 😀
Una cosilla nada más, hay una errata en el texto, el deporte al que te refieres varias veces en el artículo es el HOCKEY, con H y no con J, palabra admitida incluso por la RAE… con J no está admitida en el castellano y serían los jinetes que montan los caballos en las carreras.
Un abrazo y nos leemos  😉

Juan
Juan
21 julio, 2010 11:10

Grandísimo. Que recuerdos me ha traido el artículo, joer. Tendré que pilarme las ediciones que me faltan de las Tortugas que sacaron hace unos años…

_Carmen_
_Carmen_
21 julio, 2010 13:22

Es una pena que ya no hagan secundarios de lujo tan grandes como lo es Casey Jones…

Askani
Askani
21 julio, 2010 13:23

Huy que recuerdos…. Yo tengo la serie de bodycount que publico ¿Image?. Siempre me ha gustado el estilo de Bisley a los lapices. Para los que no lo conozcan pillaros el Slaine que hizo este hombre con Pat Mills unos dibujos impresionantes de verdad.

billyboy
billyboy
Lector
21 julio, 2010 15:29

Awui n ZN me poneis siempre los dientes largos con los comics de las tortugas ninja y lamentablemente nunca e visto ninguno,ni en el salon del comic que ya es decir,vermeos si alguna vez tengo suerte y consigo hacerme con uno de estos tomos,porque ahora tengo ganas de tomos con cierto aire adulto y violento para distraerme un rato.

Zetchbell
Zetchbell
21 julio, 2010 15:55

GRAN articulo sobre uno de mis personajes favoritos del mundo del cómic. ¡Gracias! 🙂

Number H
Number H
Lector
21 julio, 2010 19:07

ESte comic siempre me parecio la leche. Y era de esos comics que dejaba a mis amigos con 12 o 13 años para que fliparan alla en los 90. Les decia algo asi como, Estas tortugas ninja si que molan. Ademas en mis ratos libres dibujaba a otros personajes de las tortugas en plan Bisley. Un comic que me marco y me alegra que alguien coincida conmigo en que era la poya.-

Yota
Lector
21 julio, 2010 22:52

Coño! yo hablé de esta limited hace relativamente poco en mi blog, que coincidencia, aunque este post deja en pañales al mio por supuesto.
 
genial trabajo!

Armin Tamzarian
Autor
21 julio, 2010 23:27

Lo mejor que nos ha regalado el personaje de Casey Jones es poder ver a Elias Koteas con peluca interpretándolo en las Tortugas Ninja 1 y 3

ozoneslayer87
ozoneslayer87
22 julio, 2010 6:47

Me encanta leer acerca de las TMNT; un digno reportaje para tan tremendo personaje…siempre recuerdo una escena de la serie de 4kids donde Casey llega con un tostador reclamando para que se lo arreglen jajaja

Go!
Go!
22 julio, 2010 9:34

Casey Jones es cojonudo, y Elías Koteas siempre será «Mira, Casey Jones» cuando sale en Mentes Criminales, CSI o donde sea, jajajaja!
 
DALES DURO, CASEY!!!

Tiegel
Tiegel
22 julio, 2010 12:40

Cómo es posible que me haya metido a leer un artículo de Bodycount y que haya terminado con ganas de releer los tomacos de las Tortugas ninja donde salen las imágenes antiguas que has puesto? Lo del viaje al futuro y al pasado (cerebus incluido), los triceratops, el regreso del descuartizador…

Armin Tamzarian
Autor
22 julio, 2010 13:09

Casey Jones es cojonudo, y Elías Koteas siempre será “Mira, Casey Jones” cuando sale en Mentes Criminales, CSI o donde sea, jajajaja!
 
Bueno, para mí será antes que Casey Jones el Capitán Staros de La Delgada Línea Roja o el Vaughan del Crash de Cronenberg, pero aceptamos barco de todas formas.