V de Vigilantes: Bibliografía especializada (IV)

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A lo largo de estos meses, en esta columna se han ido citando diversos libros que considero de cabecera. Obras de autores (españoles y extranjeros) que han dedicado parte de su labor docente, investigadora, analítica… o simplemente teórica a hablar de los cómics, a pensar en ellos y a abordarlos desde varios puntos de vista. Como os avance en la primera de las columnas dedicada a la bibliografía especializada, era necesario hacer algo para compilar todas esas obras; una especie de guía que, sin ser demasiado extensa, sirviera para que todos pudiéramos hacernos una idea sobre lo que trata cada libro, de qué ámbito provienen sus autores y cuáles son los puntos fuertes (y débiles, si los tiene) de cada obra.

Hoy aparecerán aquí las dos fichas de otras dos obras de referencia. Os recuerdo, queridos lectores, que a la hora de enfrentarme a este tema pensé que lo mejor sería crear una especie de ficha, de cada ejemplar, donde aparezcan su título, su autor, su editorial, el año de publicación y el lugar (son datos básicos para luego buscarlos), algunos datos biográficos de sus autores y una reseña explicativa de sus índices y discursos.

Continuamos en esta ocasión con Javier Coma y volvemos a encontrarnos con unos viejos conocidos: Luis Gasca y Román Gubern. Los dos libros siguen sendas diferentes, pero son tremendamente recomendables para hacerse una idea completa del fenómeno del cómic; un fenómeno que está cada vez mejor considerado en los ámbitos más académicos, teóricos y comunicativos (a parte de los sociales, donde también está cada vez mejor visto).

El ocaso de los héroes en los cómics de autor

Autor: Javier Coma

Editorial: Ediciones Península

Barcelona, 1984

Nº de páginas: 221

El ocaso de los héroes en los cómics de autor es el primer libro en idioma castellano que trata con detenimiento importantes aportaciones internacionales de los cómics contemporáneos, centrándose sobre todo en sus creadores. Son éstos, ahora, los que constituyen la nueva mitología narrativa dibujada”. Así versa en el propio libro y es ya un avance de lo que nos vamos a encontrar en su interior.

En 1984 Javier Coma recopiló varios de los artículos que había escrito para muchas revistas del medio (colaboraba con Totem, Zona 84, Comix Internacional, Metal Hurlant, Vértigo, Calibre 38, Rambla, Epic, La Oca…) y creó este libro bajo el amparo de la Ediciones Península con quienes ya había publicado varias obras. Aunque no fue una mera compilación, sino que le dio un sentido unitario a los artículos reestructurándolos e incluso escribiendo nuevos textos. “Mis anteriores libros sobre cómic han dejado sin tratar, o en el nivel de la breve referencia, múltiples aspectos de los cómics contemporáneos que, en cambio, sí he analizado con cierta regularidad mediante artículos en diferentes diarios y revistas, a veces bajo pseudónimo”, explica en el mismo libro.

La idea era sencilla pretendía desarrollar “una concreta y trascendental línea evolutiva de los cómics contemporáneos, no desde un prisma de catalogación histórica, sino bajo las perspectivas ofrecidas por determinados autores y determinadas obras con singulares importancia y significación”. En esta obra Coma se basa en que los personajes, los héroes, han quedado relegados a un segundo plano y ahora son los autores, los creadores de esos personajes, los guionistas y los dibujantes, quienes constituyen la nueva mitología de la narrativa dibujada. Parece que se adelantó un poco a su tiempo ya que el debate de la importancia de los personajes y los autores está aún, hoy en día, abierto y es de suma actualidad. Se me ocurren ejemplos de marketing brutales donde las estrellas de las colecciones ya no son los Cuatro Fantásticos, Lobezno o Batman, sino Millar, Hitch, Brubaker, Morrison…

Por consecuencia en las páginas de este libro se pasean a sus anchas nombres de reconocido prestigio y popularidad como Alberto Breccia, Hugo Pratt, Guido Crepax, Georges Pichard, Robert Crumb, Moebius, Richard Corben, Muñoz y Sampaya, Enki Bilal, Pierre Christin, Milo Manara, Gerard Lauzier, entre otros.

Las 221 páginas de las que consta esta publicación están divididas en doce capítulos independientes, aunque manteniendo esa idea global del protagonismo de los autores. Comienza con una introducción que denomina “El reemplazo de los viejos mitos”, donde explica detenidamente esa clave de la hegemonía de los autores frente a los personajes y lo hace utilizando símiles relacionados con el cine.

El resto de capítulos llevan por título: 1. Cómics frente al maccarthismo; 2. La gran aventura de argentina; 3. El zorro del desierto; 4. Ejercicios espirituales, eróticos y estéticos; 5. La nostalgia de un primitivo; 6. Esplendor en la yerba y gloria en las flores; 7. Pilotando hacia los humanoides; 8. Fantasías antiheroicas; 9. En busca del pasado perdido; 10. Leyendas de nuestro tiempo; 11. El espíritu errante, y 12. Rastros fantasmagóricos y machetazos en la espesura. En estos capítulos nos encontramos, desde las tendencias resultantes de la caza de brujas de McCarthur, hasta las más recientes tendencias europeas, pasando por los años 60 y el reconocimiento cultural del medio, el movimiento underground y el mayo del 68. Es un libro atípico, con mucho material analizado y muy bien documentado (Coma siempre se documentaba a conciencia para cada una de sus textos y de sus publicaciones).

Continuando con la premisa central de este mismo libro (los autores son los nuevos héroes del cómic) debemos hacer un alto en el camino para detallar un poco más al autor de esta obra. Javier Coma nace en noviembre de 1939 en Barcelona y cuando comienza su andadura profesional lo hace como publicista (también había terminado la carrera de Derecho), aunque no tarda mucho en destacar como ensayista, historiador y divulgador de la cultura popular norteamericana; siempre con un interés especial en el cine, la historieta, la novela negra y el jazz. Este autor, pionero en muchas de las líneas de investigación actuales sobre el cómic, y prolífico, ya que su obra abarca muchas áreas del conocimiento, relacionadas de algún modo, eso sí, fue clave en la difusión de la cultura popular norteamericana sobre todo durante la Transición.

Es autor de los libros Los cómics, un arte del siglo XX (1978), Del gato Féliz al gato Fritz (1979), La novela negra (1980), Espíritu de los cómics (1981), Y nos fuimos a hacer viñetas (1981), coautor de Luces y Sombras del cine negro (1981) y director de Historia de los cómics (1983), obra dividida en cuatro volúmenes coescrita con otros 42 especialistas de 14 países y a la que dedicaré un texto completo en un futuro no muy lejano… También fue colaborador del diario El País donde publicó el coleccionable Cómics clásicos y modernos (9187) y ha sido jurado de los Salones de Cómics de Lucca y Barcelona y asesor cultural del de Angoulême en más de una ocasión.

Para terminar con este libro me gustaría destacar un fragmento: “Existen diversas formas de reaccionar ante la contemporánea evolución creativa de los cómics. Si nos centráramos en España y en su pequeño mundo relativo a los textos escritos sobre la materia, admitiríamos como viable la posibilidad de adjudicar a dos de aquellas actitudes respectivos papeles de máxima notoriedad. La primera consistiría en calibrar la validez de los cómics actuales desde una sensibilidad “educada” en las lejanas lecturas infantiles de los “tebeos” editados para los niños durante el franquismo; […] La segunda actitud se caracteriza por su desvinculación de toda melancolía infantil (y, aún más, de todo apego a la niñez intelectual impuesta bajo la dictadura) y por el reanálisis, desde una sensibilidad adulta, de cuanto ha dado la narrativa dibujada a partir de su nacimiento a finales del siglo pasado”. Esta idea, que personalmente considero muy interesante, es una de las muchas que pueblan este magnífico libro.

Nos hallamos ante una obra compleja y variada en la que encontramos muchos trocitos de la esencia del autor; eso siempre es bueno. Saber que parte del alma del autor se quedó dentro del libro y que se transmite entre quienes lo leen. Aquí hay esa esencia tan particular que desprenden los textos de Javier Coma.

Diccionario de Onomatopeyas del Cómic

Autores: Luis Gasca y Román Gubern

Editorial: Cátedra (Colección Signo e Imagen)

Madrid, 2008

Nº de páginas: 428

“En España, hubo un modelo pionero para la investigación de la historieta que partió del teórico de la cultura popular Luis Gasca y de la fundación del fanzine Cuto en 1967”, explicaba Manuel Barrero en su intervención dentro de las I Jornadas de Cómic, Comunicación y Cultura, de las que surgió el librito reseñado y analizado la semana anterior.

Luis Gasca es el autor de esta otra obra, junto con su amigo y compañero de fatigas Román Gubern. Ya hemos mencionado en otras ocasiones algunas de sus virtudes, sus vidas y sus milagros, aunque nunca viene mal recordar. Luis Gasca tiene, incluso, un Centro de Investigación del Cómic en San Sebastián que lleva su nombre. Se trata de un coleccionista e investigador del noveno arte que ha dedicado toda su vida a lo que más le gusta: leer, hablar y escribir sobre cómic. Junto con Gubern ha escrito varias de las aportaciones más influyentes a la hora de estudiar el medio.

Román Gubern es uno de los autores decanos en la investigación del noveno arte y suyos son varios de los libros que mejor tratan el tema. Este historiador de los medios de comunicación de masas pone especial atención al cine y al cómic, como demuestra en muchos de sus escritos. Nació en Barcelona en el año 1934 y es el catedrático de comunicación audiovisual de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Autónoma de Barcelona. Sus estudios sobre cómic fueron pioneros en nuestro país. En ellos no puede dejar de lado su amplia formación audiovisual, como lo demuestra con el uso de una terminología combinada. En más de una ocasión hemos discutido por aquí que esto tiene tanto sus ventajas como sus inconvenientes.

En 2008 se volvieron a juntar los dos para construir un nuevo diccionario, esta vez uno sobre las onomatopeyas del cómic. Titánica tarea que se aprecia con un simple vistazo, cuando al pasar las 428 páginas que conforman el libro nos encontramos con multitud de imágenes, ejemplos y referencias detalladas. En este libro prácticamente hallaremos todas las onomatopeyas aparecidas en el noveno arte (o al menos muchos ejemplos de la mayoría), así como su significado más extendido. Es una obra esencial para los estudiantes y los investigadores del medio, pero también para los autores que quieran utilizar alguno de estos sonidos escritos o para los aficionados que deseen saber un poquito más sobre las onomatopeyas y sus diferentes apariciones en las viñetas. “No todas las representaciones escritas recogidas en este volumen corresponden, en rigor, a la definición estricta de onomatopeya, por lo que es obligado señalar desde ahora que en este libro hemos decidido seguir un criterio laxo, favoreciendo la inclusión a la exclusión y apropiándonos no sólo de las onomatopeyas puras, sino también de sus frondosos ‘entornos’”, explican los autores al comienzo.

Esta vez también haré un pequeño comentario sobre el formato ya que es de auténtico lujo. Cátedra ha editado este libro en su colección “Signo e Imagen” y lo ha hecho cuidando hasta el más mínimo detalle. El papel es de calidad, las imágenes están en color y en blanco y negro, siendo reproducciones fieles de las originales, y, además de tener un tamaño considerable (lo que facilita la lectura y el visionado de las imágenes), es de tapa dura, dotando al ejemplar de una fortaleza y una robustez acorde con su contenido (también contundente).

Antes de entrar de lleno en el diccionario propiamente dicho y comenzar por las onomatopeyas relativas a la letra “A”, Gasca y Gubern nos regalan una breve introducción (no más de seis páginas) donde explican a los lectores algunas características importantes de las onomatopeyas, así como su origen y su definición. “De un modo provocativo, Platón puso en boca de Cratilo, al polemizar con Hermógenes, la sorprendente afirmación de que las palabras participan de la naturaleza de las cosas que designan”, comienzan.

Como voy a dedicar un “V de Vigilantes” completo a las onomatopeyas (lo tengo pendiente, pero continuará la línea de los que ya escribí sobre la planificación, la viñeta, el montaje…) no me extenderé mucho más en esta obra, porque las ideas y las teorías que Gasca y Gubern explican en este libro serán parte fundamental de ese otro texto (que posiblemente vea la luz la semana próxima). Si quería, en cambio, añadir (y adelantar) una definición: “La onomatopeya es una figura retórica de dicción y, más precisamente, un icono acústico (o una “imagen acústica”, como propone Göran Sonesson), pues aspira a convertirse en traducción, oral y/o escrita, de los ruidos”.

Diccionario de onomatopeyas del cómic es un libro precioso y útil que puede leerse como mera curiosidad o como materia de estudio serio, aplicando luego estas categorías a otros análisis de diversos tipos, y, tanto de manera lineal (de principio a fin), como en consultas periódicas y esporádicas. Da igual cómo lo leas, estos dos grandes autores se mantienen en forma y han conseguido crear una obra amena, divertida, interesante y muy bien escrita.

Comentario

Con estos dos libros continuamos formando nuestra biblioteca especializada particular. Todos los libros que en ella colocaremos tendrán en común el formar parte de un corpus específico sobre teoría, divulgación e investigación. Libros que colocar, como dije la otra vez, en nuestras estanterías, junto a nuestros tebeos.

Me gustaría terminar hoy, como de costumbre, con un pequeño adelanto de las demás obras que iré reseñando y apuntando por aquí; además, vuelvo a invitaros a añadir vuestras aportaciones bibliográficas, y aprovecho para agradecer a todos los que ya han aportado las suyas. Continuo con la búsqueda.

El cómic: plástica y estética de un arte figurativo y cotidiano, de José Luís Cantero Pastor.

La Arquitectura de las Viñetas. Texto y Discurso en el cómic, de Rubén Varillas.

Apocalípticos e integrados, de Umberto Eco.

La Historia social del cómic, de Terenci Moix.

Semiótica de la Descripción en publicidad, cine y cómic, de Manuel García Pérez.

El noveno arte. De la mesa de dibujo a la estantería, de Alan McKenzie.

La narración gráfica, de Will Eisner.

Entender el cómic, de Scott McCloud.

Hacer cómics, de Scott McCloud.

Los Lenguajes del Cómic, de Daniele Barbieri.

De Yellow Kid a Superman: una visión social del cómic, de Jaume Vidal.

Leyendo historietas: estilos y sentidos de un ‘arte menor’, de Oscar Steimberg.

Atlas español de la cultura popular: diccionario de la historieta y su uso, de Jesús Cuadrado.

Cómic alternativo de los 90: la herencia del underground, de Óscar Palmer.

Nos leemos.

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José Torralba
25 noviembre, 2009 8:27

El Diccionario de Onomatopeyas del Cómic me pareció un libro excelente y muy curioso, pero echo de menos en él un poco más de esa profundidad que vemos en la introducción y que es para mí, de lejos, lo mejor del libro. Lo que viene después es un conocimiento precioso, curioso al máximo, pero muy específico evidentemente. Diría que es más una obra para connoisseurs ya formados en las generalidades de la historieta que de divulgación general… cualquiera puede leerlo, por supuesto, pero probablemente perderá el interés a medida que vaya pasando sus páginas y rara vez lo usará como obra de consulta. Es un libro técnico y de una subespecialización rara, a falta de una palabra mejor.

Álvaro Pons
Álvaro Pons
25 noviembre, 2009 9:55

Me permitiréis el punto de vanidad… 🙂
– Clásicos en jauja. Historia del tebeo valenciano de sus orígenes a 1965, de Pedro Porcel (Edicions de Ponent)
– Viñetas a la luna de Valencia, Historia del tebeo valenciano de 1965 a la actualidad, de Álvaro Pons, Pedro Porcel y Vicente Sorní.

José Torralba
25 noviembre, 2009 10:07

Ya tardaba Don Álvaro… su aportación me resultaba indispensable para completar y cohesionar bien este listado de lecturas. Si hay alguien que puede conocer unas cuantas ése es usted. ¡Bienvenido a bordo!

Cels McClane
25 noviembre, 2009 10:08

Espíritu de los cómics, de Coma, es una obra esencial.
Creo que no se ha reeditado, per debería.
Y si lo lees junto con Apocalípticos e integrados, de Eco, aprendes a leer mucho más allá de la simple viñeta.

Little Nemo's Kat
25 noviembre, 2009 16:45

Estupenda la labor que estás llevando a cabo, Diego. Te están saliendo unas fichas para conservar y releer, verdaderamente.

Allá va mi pequeña aportación bibliográfica al tema, para que añadas alguno más a la lista:

APARICI, Roberto               El comic y la fotonovela en el aula; Ediciones de la Torre: Madrid, 1992 (1989).

GARCÍA CÓRDOBA, Clemente    Los comics. Dibujar con imagen y la palabra; Editorial Humanitas: Barcelona, 1983.

GARCÍA SÁNCHEZ, Sergio              Sinfonía gráfica; Ediciones Glenat: Barcelona, 2000.

GASCA, Luis        Los comics en España; Editorial Lumen: Barcelona, 1969.

GUIRAL, Antoni   Terminología (en broma pero muy en serio) de los comics; Ediciones Funnies: Barcelona; 1988.

En próximas entregas te comento alguno otro, que tampoco se trata monopolizar los comentarios. Saludos y gracias por el repaso didáctico y el esfuerzo investigador.

Ziggy
Lector
25 noviembre, 2009 19:10

¿por qué al ver el nombre de Álvaro Pons me puse a pensar en Indiana Jones?
Por mi parte debo agradecer a Gasca la labor que ihizo y que facilitó mi egreso universitario. Esos dos fueron los pilares en que pude presentar mi trabajo final. Pero ceuando podré ller alguno de estos libros. QUizas dentro de algunos años.
Maldito fin de mundo donde vivo. Bonito, pero algo aislado.