The Promised Neverland, de Kaiu Shirai y Posuka Demizu

 

Edición original: Yakusoku no Neverland Nº 1 JAP (Shūkan Shōnen Jump / Shūeisha, 2016).
Edición nacional/ España: Norma Editorial (2018).
Guión: Kaiu Shirai.
Dibujo: Posuka Demizu.
Formato: Tomo manga con sobrecubiertas de 192 páginas.
Precio:4,00€ (Serie abierta).

 

«La vida en este lugar no es eterna.»

The Promised Neverland es una de las apuestas recientes más interesantes del catálogo manga de Norma Editorial. Esta obra, con solo ocho volúmenes publicados en Japón, se ha sumado a lista de los títulos más vendidos durante el pasado año y lo que llevamos del presente en el país nipón. No son baladí tampoco sus reiteradas nominaciones a los Manga Taishō, su reconocimiento a principios de este 2018 con el galardón Shōgakukan en la categoría shōnen y su inminente y esperada adaptación al anime. Es por ello que Norma Editorial ha confiado en esta licencia lanzando su primer tomo a un precio especial, siguiendo la misma estrategia que ha puesto en marcha en otros títulos publicados recientemente por la compañía como Yona, Princesa del Amanecer o Last Game. Esto nos deja poco margen para las excusas a la hora de acercarnos a esta obra escrita por Kaiu Shirai e ilustrada por Posuka Demizu, y publicada desde 2016 en la revista Shūkan Shōnen Jump de Shūeisha.

The Promised Neverland un thriller psicológico, con cierto componente dramático y con algunos elementos fantásticos. En su primer contacto la obra de Shirai y Demizu juega al despiste manejando un misterio que, como los terrenos del orfanato donde se sitúa el relato, tiene varios niveles y secretos que iremos descubriendo progresivamente. El protagonismo de la aventura recae en Emma, Norman y Ray, los tres huérfanos de mayor edad del orfanato en el que estos reciben junto a sus jóvenes compañeros los cuidados, atenciones y lecciones de una mujer a la que todos conocen simplemente como Mamá. Pero detrás de su pacifica vida, en el campo y aislados de la civilización, entre juegos, obligaciones cotidianas y exámenes diarios, se oculta algo sórdido y oscuro que obligará a estos niños a buscar respuestas y encontrar una manera de escapar del que consideraban hasta entonces su hogar.

Es a partir de esta sinopsis que Shirai y Demizu nos plantean un juego de inteligencias y estrategias contrapuestas, de una manera similar a lo que en su día Tsugumi Ōba y Takeshi Obata realizaron en Death Note. Las situaciones y las personalidades de sus protagonistas no tienen nada que ver con esta obra, pero si la manera en la que el misterio se retroalimenta a través del ingenio de los bandos en conflicto. La narración de Kaiu Shirai y Posuka Demizu tiene sus propias particularidades y en su trama nos van dando pistas sobre futuros giros y relevaciones. Es una manera de remarcar el camino que sus autores tienen frente a ellos, una forma de decirnos que en esta trama no cabe la improvisación y todo está medido para que la historia funcione al milímetro. El tiempo dirá si esto realmente es así, pues el principal hándicap de este tipo de propuesta siempre es el propio misterio que manejan.

The Promised Neverland nos atrapa con su planteamiento y sus personajes, más entrañables que realmente carismáticos. La cabecera logra mantener la intriga solo con sus diálogos y su sentido de la acción. La trama se maneja muy bien en los espacios cortos trasmitiendo muy bien las emociones de sus personajes y el clima cada vez más enrarecido por el que se mueve la historia. La narración resulta en todo momento ágil y rápida, avanzando por una trama en la que el misterio se bifurca a cada paso que dan sus protagonistas. Es este modus operandi la misma razón de ser de esta propuesta, por lo que solo podrá satisfacer a los lectores que gusten de este juego y sepan disfrutar más del trayecto que de su posible conclusión (que al menos en el caso de The Promised Neverland no parece que vayamos a ver en un futuro cercano).

En relación al apartado gráfico Posuka Demizu tiene un estilo con cierta familiaridad respecto al shojo clásico, con personajes de rasgos apacibles y miradas penetrantes. Esto hablando de los jóvenes protagonistas de la historia porque el resto de personajes presentan diseños orientados en otra dirección más oscura y macabra. El juego en el contraste que busca Demizu con sus lápices resulta sencillo y obvio, pero funciona a la perfección dentro de una narrativa en la que priman las viñetas pequeñas y los detalles ocultos de cara al lector. The Promised Neverland mantiene un buen equilibrio entre historia y dibujo, dando como resultado uno de los mangas más sorprendentes y adictivos de los últimos años. Estamos ante una historia que te seduce con una promesa, la de un enigma y unos personajes de los que necesitaremos saber más una vez nos hayamos atrevido a conocerlos.