Tras dos décadas, Cassandra Cain vuelve a ser la protagonista de la cabecera Batgirl
«Because I’m Batgirl. And no one, not even my mother, will ever take this from me»
Una nueva cabecera de Batgirl es una buena noticia, pues no teníamos ninguna desde la pasada Batgirls. En los últimos años hemos visto como el manto se ha repartido entre Barbara Gordon, Stephanie Brown y Cassandra Cain. Barbara fue la batgirl original y la que estuvo dos décadas como la única (bueno, siempre está Bette Kane, pero eso es otra historia).
En todo ese tiempo no tuvo una serie principal con su nombre, siendo relegada a tener secciones o apariciones regulares en series como Detective Comics o Batman Family. La primera serie regular de Batgirl fue con Cassandra Cain, donde comenzó guionizándola Kelley Puckett y que acabó con Chuck Dixon. Una serie juvenil que marcó un antes y un después, y que la nueva hornada de escritores fue la que conocieron y adoraron. Sin duda, fue una cabecera que tuvo muchas virtudes y que trataba temas de inclusión muy interesantes.
Si queréis leer este nuevo número uno, es importante que comprendáis la importancia de las historias contenidas en este primer volumen, aunque no lo hayáis leído. La acción y la narrativa parten de que conoces al personaje de Cassandra Cain y la mitología alrededor suyo. Ese es uno de sus principales defectos, pero también una de sus mayores virtudes. Tate Brombal quiere continuar aportado a la historia del personaje y no tiene miedo de utilizar, desde la primera página, a Lady Shiva y mencionar aquella vez que asesinó a su propia hija.
Uno de los conceptos más interesantes o potenciales del personaje está de vuelta: los cuadros explicativos del análisis del lenguaje del cuerpo. Por la concepción tan peculiar del personaje, los diálogos no son algo que vayan a destacar nunca con Cassandra Cain, ya que tiene un problema de aprendizaje del idioma hablado y escrito. Para suplir esto, nuestra ex asesina hace una lectura del lenguaje del cuerpo, de lo que ella es capaz de leer y el resto no podría, que aquí se muestra con cuadros de contexto escrito como diálogo interno. Un recurso muy interesante que se aprovecha de forma muy inteligente, dando agilidad a la narración con frases cortas y que consigue crear una identidad fuerte al cómic.
El planteamiento parte de que Shiva está siendo perseguida por algo que es capaz de hacerle frente con facilidad, una secta de asesinos, con su propio girito siniestro, poniendo en peligro la vida de todos sus allegados, incluida su propia hija. Cassandra, aún sin fiarse de ella en lo absoluto, acepta las palabras de su progenitora para proteger Gotham. No es un número que plantee una trama muy enrevesada, ni que prometa muchos giros a futuro, pero que si establece el tono y las intenciones de recuperar una de las obras de comienzos de los 2000 que sacudieron para siempre la forma de aproximarse a las series regulares juveniles.
Tate Brombal parece estar muy a gusto en sus series de DC All In, siendo Green Lantern Dark una muy buena sorpresa. Aquí ha entendido muy bien al personaje y la acción está también muy bien implementada. A pesar de no tener un primer número particularmente excitante, al contrario que con la anterior serie mencionada, este número tiene defectos que es mejor mencionar si pretendéis acercaros. Sin duda, algunos chistes y como están representados puede ser confuso. En cierto punto, el personaje llega a aparecer y desaparecer en solo dos viñetas para hacer la broma, quedando en la acción y tiempo del cómic una situación muy extraña.
El arte de Takeshi Miyazawa ha sido una sorpresa muy agradable. A pesar del tono parecido que puede tener esta serie con Ghost-Spider(Panini Cómics, 2024), el cambio de ambiente ha demostrado que puede entender mucho mejor los espacios de Gotham, con la profundidad y la acción más pesada. Mientras que sus diseños y acciones urbanas siempre han sido excelentes, aquí la narración durante y mediante acción y destacando sus splash page, tenemos nuevos puntos fuertes a considerar en su repertorio. Con Gwen era capaz de expresar muchísimo con la máscara, aquí lo hace con la disección del tiempo en los momentos de combate.
Estamos ante un cómic con muchas virtudes, algunos defectos, pero un futuro muy brillante. Un cómic que pide conocer al personaje de antemano, pero que sabe crecerse y darnos unas raíces muy fuertes que sabrán nutrir una etapa a largo plazo.
Lo mejor
• El cariño a Cassandra Cain.
Lo peor
• Lo demasiado continuista con la etapa de Puckett.
Guion - 8.5
Dibujo - 8
Interés - 9
8.5
Cassandra Cain no dirá mucho, pero si que reparte mucho