Ramón F. Bachs nos habla de Azrael

Ramón F. Bachs al habla

La primera vez que oí hablar de Azrael fue en la miniserie de O’Neil y Quesada La Espada de Azrael, y ya en ese momento me gustó el personaje. Un ser atormentado por su pasado (como Batman) con ímpetu justiciero (de nuevo como Batman), descendiente de un linaje de caballeros medievales pertenecientes a una secta pseudo-cristiana (ya no tan Batman…). En fin, era una oportunidad maravillosa de poder dibujar capillas, iglesias en ruinas y todas esas cosas que le harían caer la baba a Mignola, así que me entusiasmé mucho con el proyecto.

La visión del entorno y la trama en esta serie es un poco diferente a toda esa parafernalia medieval que tanto adoro. El guionista, Fabián Nicieza, construyó la historia tomando como referente las historias policíacas que tanto encajan con el hombre murciélago, mezclándolo un poquito con un toque de Dan Brown. La cosa es que esta vez Azrael es un ex policía atormentado por la terrible muerte de su hermano, hecho que sumado a su educación católica y la intervención de una organización secreta, hace que asuma el papel de Azrael y se disponga a adentrarse en un mundo de justicia y redención.

El método de trabajo que suelo utilizar es el siguiente: después de leer el guión entero y consultar las referencias necesarias, dibujo un pequeño bosquejo de cada página (y cuando digo pequeño, quiero decir pequeño, unos 6×3 cm.). Esta es la parte que más me gusta de dibujar cómics, ya que se trata de narrar sin las ataduras que comporta el acabado. Cuando estoy conforme con la composición y los ángulos de cámara, trabajo en lápiz azul sobre el original, al que luego añado el lápiz negro para definir los detalles y sombras definitivos.

Como costumbre, todos los números de Azrael empiezan con un pequeño flashback. La composición de esta primera página es similar a la primera de cada número de la colección, en las cuales se muestran momentos de la infancia de Michael Lane (Azrael) combinados con fragmentos del pasado de otros personajes. En este caso, el de White Ghost. El uso de dos tiras de tres viñetas cada una ayuda a crear una ilusión de narración paralela, acentuando en algunos momentos el parecido de lo que dibujo en las dos tiras, como por ejemplo, poniendo la mezquita y la iglesia (lo cual también ayuda a establecer y diferenciar los dos momentos en el tiempo).

Volvemos con un Azrael sometido a la voluntad de la secta de los ocho pecados. La página doble después del flashback inicial también es una constante en la serie, cosa que me encanta. Hay que decir que hubo una pequeña confusión con el sexo de Daystar, el segundo personaje por la derecha, ya que, aunque parezca una mujer, no lo es. Dada su ambigüedad angelical, puede parecer hombre o mujer… Flylord (el primero por la derecha) me parece muy interesante, como molaría una serie basada en él…
Las referencias para las estatuas del fondo son sacadas de números antiguos de Capitán Marvel / Shazam.

Amon y Tanimin visten a Lane con una nueva armadura que le da un aspecto más malvado / diabólico. Flylord le proporciona un nuevo yelmo. La idea era que ahora la imagen de Azrael fuera más demoníaca. Los protectores de los brazos de la nueva armadura están sacados de la serie de televisión Espartaco… idea del guionista. ☺

Por fin vemos al nuevo Azrael en toda su gloria rodeado por los otros integrantes del culto del octavo pecado, momento perfecto para una viñeta que ocupe la mitad de la página. La composición de la misma, con Azrael en una posición central rodeado por los demás refuerza la idea de que ahora es parte del equipo. De inmediato hacemos un zoom-in hacia sus ojos para dar paso a otro pequeño flashback en el que el joven Lane recibe los consejos del padre Calnahan.