Nunca me has gustado

Chester Brown convierte sus vivencias juveniles en un pedacito de obra de arte.

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Edición original: I Never Liked You (Drawn and Quarterly)
Edición nacional/ España: Astiberri Ediciones
Guion: Chester Brown
Dibujo: Chester Brown
Formato: Rústica con solapas; 200 páginas en blanco y negro
Precio: 18€

 

Siempre he pensado que Chester Brown era un artista dotado de una inteligencia fuera de lo común además de una especial sensibilidad. Y dicho así suena a que él estuviera retirado o muerto, pero nada más lejos de la realidad; lo que sucede es que esa sensación me ha acompañado desde que conocí a este autor canadiense hace ya muchos años hasta nuestros días.

Nunca me has gustado apareció originariamente entre 1991 y 1994 de forma seriada en los números 26 a 30 del comic book Yummy Fur, creado por el propio Brown. Luego fue compilada en formato novela gráfica en 1994, apareciendo en 2002 una segunda edición con pequeñas modificaciones y unas anotaciones finales, algo ya marca de la casa en Chester Brown. La edición de Astiberri recoge la versión de 2002.

Este cómic forma parte de la obra autobiográfica del artista, y recoge el testigo de su anterior trabajo del que bebe directamente: El Playboy. En ambos tebeos aparece un jovencito Brown; son relatos iniciáticos (aunque en El Playboy se decanta más por el “sexo”; mientras que en Nunca me has gustado tiene que ver más con el amor y las relaciones personales), y tienen composiciones de página parecidas. Y digo parecidas porque lo que hace Brown en Nunca me has gustado es evolucionar lo expuesto en su anterior tebeo dotándolo de más dinamismo, libertad y creatividad. La composición en este cómic es uno de los puntos fuertes del mismo. Al ser éste un relato autobiográfico basado en recuerdos de la infancia-juventud, tanto las viñetas como las páginas se nos muestran de forma anárquica y aparentemente desordenadas. Esto es un gran logro porque, si lo piensan, nuestros recuerdos no se nos muestran como certezas absolutas perfectamente ordenadas. Hay algo de confusión y caos al rememorar el pasado, y no solo por la imprecisión, sino porque también, a veces, modificamos cómo sucedieron determinados acontecimientos. Abundan los espacios en blanco que nos muestran con sencillez el paso del tiempo. Como podemos ver, Brown ejecuta a la perfección las elipsis.

Lo que realmente hace grande a este cómic es que dentro de su extrañeza y su particularidad es capaz de trascender y convertirse en un relato universal. Es decir, la incapacidad comunicativa y afectiva de un ser eminentemente introvertido, y que a priori nos podría parecer que su conducta es insólita y lejana, nos evidencia que las relaciones personales son mucho más complejas de lo que solemos pensar. No solo el personaje de Brown tiene carencias de este tipo; si se fijan, el resto de personajes de la obra también. El ensimismamiento y la soledad del artista no difiere mucho de la todos nosotros. Tal vez, la principal diferencia sea el grado, y en el caso de Brown puede que éste esté por encima de la media. Todo esto viene aderezado por una relación maternal poco convencional, pero una vez más, ¿las relaciones familiares son estrictamente convencionales? Gracias a la particularidad y singularidad ya mencionadas, Brown, a través de su propia experiencia personal y tocando temas ampliamente tratados con anterioridad por otros artistas, no se queda solo en la superficie; profundiza y universaliza su relato con maestría. Y todo lo hace con una aparente sencillez. Parece fácil, pero no lo es.

Mi recomendación no se centra solo en este cómic, sino que va más allá; Chester Brown es uno de los mejores artistas del noveno arte en los últimos 30 años. Tiene un puñado de obras geniales entre las que destaco Louis Riel y Pagando por ello. Memorias de un putero. Lo que echo de menos en esta obra autobiográfica es que Brown todavía no había conocido aquí a Joe Matt y Seth. Reconozco que este tridente de artistas “canadienses” (Joe Matt es en realidad estadounidense, pero vivió una temporada como inmigrante ilegal en Toronto) está compuesto por tres de mis autores de cómics favoritos, y, sobre todo, disfruto enormemente cuando realizan los mejores “crossovers” de la historia del cómic, es decir, cuando en el tebeo creado por un miembro del trío aparecen los otros dos como artistas invitados. Lo más gracioso del asunto es que siempre el creador del cómic en cuestión aparece como un tipo raro con problemas, y sus amigos como seres cabales. Y esto se va alternando en función de quién es el protagonista y quiénes son sus fieles compañeros de fatigas que lo acompañan durante el relato.

Un tridente de lujo

Nunca me has gustado es una gran obra que puede servir como punto de partida para adentrase en el mundo personal y artístico de este maravilloso autor nacido en Montreal. Toda su obra en formato novela gráfica ha sido publicada en España, así que el lector nacional tiene la doble oportunidad para, o bien iniciarse con Chester Brown sin ningún tipo de problema, o bien seguir completando su colección personal sobre tan genial autor.

  Edición original: I Never Liked You (Drawn and Quarterly) Edición nacional/ España: Astiberri Ediciones Guion: Chester Brown Dibujo: Chester Brown Formato: Rústica con solapas; 200 páginas en blanco y negro Precio: 18€   Siempre he pensado que Chester Brown era un artista dotado de una inteligencia fuera de lo…
Guion - 9
Dibujo - 9
Interés - 9

9

Introspectivo

Nunca me has gustado es un relato íntimo y minimalista que tiene la prodigiosa capacidad para trascender. Brown logra que lo difícil parezca fácil, en un tebeo que gana siempre con cada nueva lectura.

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