Yermo Ediciones, en su apuesta por presentar una línea de BD de temática histórica, ha editado dos propuestas de la editorial Delcourt englobadas bajo el título de Las reinas de sangre. Son historias de corte histórico protagonizadas por mujeres que llegaron a convertirse en reinas y que tuvieron vidas marcadas por las luchas de poder, la intriga, el sexo y la violencia. Mujeres que tuvieron que hacer frente a grandes dificultades y superar las convicciones de su época para poder ejercer el poder y decidir sobre su propio destino.
Las obras presentadas bajo este epígrafe comparten muchos elementos en común, empezando por su propia naturaleza de biografías noveladas en las que conviven hechos históricos documentados con situaciones que forman parte de la leyenda de los protagonistas y con situaciones imaginadas por los autores para enfatizar los elementos dramáticos e hilvanar un relato capaz de mostrar la convulsa vida de estas mujeres de forma amena para el lector. Ambas obras cuentan con un guión escrito a cuatro manos con participación femenina en el que se mezclan la experiencia en el mundo de la BD (Thierry Gloris, Arnaud Delalande) y una visión más sensible ajena al medio (Marie Gloris, Simona Mogavino). Además, en ambas obras el apartado gráfico está sumamente cuidado para recrear con precisión la época y el mundo en el que vivieron estas reinas de sangre. Dos obras con muchos puntos en común y un interés que va más allá de la simple recreación histórica.
Edición original: Alienor, la légende noire 1-3 (Delcourt).
Edición nacional/ España: Octubre 2014 (Yermo Ediciones).
Guión: Arnaud Delalande, Simona Mogavino.
Dibujo: Carlos Gómez, Erwan Le Saec.
Entintado: Carlos Gómez.
Color: Claudia Chec, José Luís Río.
Formato: Cartoné. 168 págs.
Precio: 36€.
Leonor de Aquitania (Alienor en su versión francesa) es una mujer fascinante que llegó a ser reina consorte de Francia e Inglaterra, participó en la Segunda Cruzada y fue madre de tres reyes de Inglaterra. Una mujer de carácter fuerte y pasional, obligada a casarse a los 15 años y convertida en reina de Francia poco tiempo después, su vida en la corte fue complicada desde el principio al tener que soportar los desprecios de su suegra y de Suger, el principal consejero real. Su carácter voluble y pasional contrastaba con el carácter frío de la corte francesa y su forma de ser fue considerada escandalosa en más de una ocasión. La relación con su marido, el rey Luís VII, fue complicada y llevó al país a vivir una época convulsa con luchas internas contra diferentes nobles que no compartían la visión del vasallaje de Leonor y que incluso llevo a enfrentar al pío Luís con el Papa de Roma. El conflicto entre ambos llegó a su momento culminante durante la Segunda Cruzada, cuando Leonor impuso su presencia en la expedición militar comandada por el rey que tenía por objetivo recuperar territorio santo y que acabó en fracaso. Los continuos conflictos y la falta de descendientes varones hicieron que su matrimonio con Luís VII acabara en nulidad, lo que le permitió recuperar sus territorios en Aquitania y volver a casarse con Enrique II con el que acabaría convirtiéndose en reina de Inglaterra.
Esta es la base real con la que Simona Mogavino y Arnaud Delalande construyen el fascinante relato de la vida de Leonor, una vida marcada por la pasión que puso la reina en todo lo que hizo y que la llevó siempre a luchar por lo que consideró suyo. Así lo reflejan los guionistas mostrando una Leonor que no duda en conspirar, engañar y seducir para conseguir y mantener el poder. En un mundo dominado por los hombres ella deberá aprender a manipularlos para que se plieguen a sus deseos. La virtud del retrato que realizan los escritores es que no se limitan a pintar a una mujer manipuladora con ansias de poder sino que enriquecen esa visión con matices que muestran a una mujer con una gran necesidad de sentirse viva y libre y que se ve obligada a reaccionar con vehemencia para no verse relegada a un segundo plano en su propia corte. Este carácter queda perfectamente reflejado en las relaciones que debe entablar con los hombres que se cruzarán en su vida como Luís VII al que manipula sin compasión, el abad Suger con el que establecerá un dura rivalidad política, su tío Raimundo que representa todos sus ideales románticos de juventud o el caballero Vicenzo al que manipula en más de una ocasión pero al que le une algo más que la pasión que siente por él.
Este volumen integral presentado por Yermo incluye los tres álbumes de la serie aparecidos hasta la fecha que repasan la vida de Leonor desde su matrimonio con Luís VII hasta el fiasco de la Segunda Cruzada. Los guionistas manejan con habilidad los hechos históricos y el resto de personajes reales que participaron en ellos y aprovechan las lagunas históricas para dar protagonismo a otros personajes para convertir la narración en un relato ameno e intenso que no da descanso al lector y que en ningún momento se hace pesado. Están especialmente bien cuidados los dos primeros tercios del relato en los que se narra el ascenso de Leonor en la corte, sus luchas de poder con sus rivales políticos y los conflictos bélicos que llevaron al rey a enfrentarse a algunos de sus vasallos. El último tercio, en el que se relatan los hechos relacionados con la Segunda Cruzada, resulta el menos equilibrado de los tres al intentar condensar gran cantidad de eventos relevantes lo que produce cierta sensación de precipitación en la resolución final del conflicto. De todas formas no deja de ser una lectura apasionante de unos hechos históricos sumamente interesantes.
El complemento perfecto para la historia de Leonor lo pone el argentino Carlos Gómez (con la ayuda de Erwan LeSaec) con un dibujo detallado, expresivo y lleno de fuerza que resulta ideal tanto para la reconstrucción de la corte francesa como para retratar los campos de batalla. Un brillante ejercicio de reconstrucción histórica, de corte clásico y formal, embellecido con los colores del español José Luís Río, y que suponen uno de los puntos más fuertes de esta obra.
Edición original: Les reines de sang – Isabelle 2 (Delcourt).
Edición nacional/ España: Noviembre 2014 (Yermo Ediciones).
Guión: Thierry Gloris, Marie Gloris.
Dibujo: Jaime Calderón.
Entintado: Jaime Calderón.
Color:Johann Corgié.
Formato: Cartoné. 64 págs.
Precio: 16€.
Isabel, hija de Felipe IV de Francia y esposa de Eduardo II de Inglaterra, es un personaje clave del siglo XIV que marcó la historia de ambos reinos y cuya turbulenta vida la hizo merecedora del apodo de la Loba de Francia, pasando a convertirse en una figura habitual de la literatura histórica que la suele representar como una especie de “femme fatale” medieval. Víctima del desprecio de su marido Eduardo II quien la humilló en más de una ocasión en beneficio de la familia Despenser, su inteligencia e interés por los asuntos de estado la convirtieron en un actor activo en el desarrollo de importantes conflictos de la época como la guerra entre ingleses y escoses o las disputas territoriales con Francia, que la llevaron a promover un golpe de estado para poner en el trono a su hijo en detrimento de su abusivo marido.
Cuando reseñamos el primer volumen de esta obra destacamos la excelente labor de Jaime Calderón en el dibujo y la habilidad de los guionistas para presentar a la protagonista y en hacer interesante un relato de intrigas cortesanas de corte histórico. En este segundo volumen se repiten las constantes de la primera entrega pero los guionistas se centran en los hechos más relevantes e intensos de la vida de Isabel en Inglaterra.
Vejada por su marido, que no duda en favorecer a su amante homosexual concediéndole las tierras que una vez fueron de su esposa, Isabel urde una serie de intrigas que provocan un motín entre los nobles ingleses para derrocar al rey. El motín fracasa y todos los participantes en la rebelión son ejecutados menos el amante de Isabel, Roger Mortimer quien encuentra refugio en Francia. Aprovechando la coronación de Carlos IV de Francia, Isabel se reencuentra con Mortimer y juntos pactan el matrimonio de Enrique, el hijo de Isabel, para obtener los fondos con los que sufragar una nueva campaña militar para destronar a Eduardo II y poner en su lugar al joven Enrique.
Una vez hecha la presentación del personaje y sus motivaciones, los guionistas tienen vía libre en este volumen para desarrollar el enfrentamiento entre Isabel y su esposo, una venganza a la que Isabel se vio obligada fruto de las humillaciones a las que había sido sometida. Una vez más los guionistas nos muestran a una reina implacable pero muy humana, que aun se debate entre su deber como reina y la necesidad de llevar a cabo una venganza que garantizará su futuro y el de su hijo.
Al igual que en Leonor, la leyenda negra, la recreación histórica que lleva a cabo el matrimonio Gloris es muy cuidada, prestando especial atención a momentos clave de la historia de Inglaterra y Francia, aunque también se toman sus licencias artísticas como en el desarrollo de la relación entre Isabel y Mortimer que sirve de detonante para la caída en desgracia de éste último cuando en realidad no hay evidencias históricas de ello. De todas formas, es en estos pasajes donde se muestra el lado más humano de la protagonista y donde los guionistas prestan más atención a los detalles, algo que se echa en falta en el resto de la obra ya que su desarrollo resulta algo atropellado en ocasiones intentando mostrar gran cantidad de eventos relevantes en poco espacio.
Por su parte, Jaime Calderón vuelve a demostrar que se encuentra en plena forma y que es uno de los dibujantes de relatos históricos más destacado que hay hoy en día. Su trazo preciso y rico en detalles ofrece una reconstrucción esmerada de los ambientes, ropajes y paisajes de la época y una caracterización notable de los principales personajes, con especial atención a Isabel. Su representación de la reina, sutil pero llena de fuerza hace justicia al retrato lleno de matices ofrecido por los guionistas.
Pues justamente ayer noche (madrugada más bien) terminé el de ‘Leonor’.
Como bien señalas, son dos obras con bastantes puntos en común y las sensaciones que dejan tras haberlos leído son bastante parejas haciendo difícil el destacar uno sobre el otro. Con todo, me gustó más ‘Leonor’ que ‘Isabel’.
Tal vez infuya, en parte, en que la historia de Leonor me es menos familiar; la de Isabel me resulta más conocida por haber leído las novelas de ‘Los reyes malditos’. Y creo que el tebeo de la primera resulta más… ágil y entretenido que el de la segunda. O esa sensación tuve, vamos, ya digo que el tono es bastante similar.
En cuanto al dibujo… Pues ninguno me ha encantado especialmente. Pero me gusta más el de Carlos Gómez en ‘Leonor’ (supongo que este es otro motivo por el que se me ha hecho más ameno este tebeo), aunque en el tercer álbum pega un buen bajón; como si se le hubiese echado el tiempo encima y tuviese que realizar las páginas aprisa y corriendo. De hecho, diría que las últimas páginas ni siquiera han sido entintadas. (Puestos a decir, diría también que Jose Luis García-López es una de las mayores influencias de Carlos Gómez. Pero esto ya son conjeturas mías)
En ‘Isabel’, Juan Calderón me ha gustado más que en ‘Los caminos del señor’. Pero es un dibujo que no acaba de entrarme del todo. Y mira que se debe pegar un curro de tres pares de cojones. Y parecería (y muchos pensarán así) que ese estilo de dibujo tan detallado y realista es el más indicado para un tebeo de este tipo; una historia de época que, además, es biográfica.
Pero, a mí, me deja casi indiferente, la verdad. Lo encuentro poco dinámico, incluso poco expresivo. Y a pesar de la limpieza de la línea y del trazo, tal profusión de detalle anquilosa el dibujo, en mi opinión. Quiero decir; claro que se agradece el esfuerzo por ser lo más preciso posible a la hora de retratar la época en cuestión pero tampoco (o, al menos, así lo creo yo) es necesario mostrar en todo momento, en todas y cada una de las viñetas, hasta el más pequeño detalle de la ropa, por ejemplo. Lo he comentado ya con anterioridad, pero me gustan más los dibujos que Calderón hace a lápiz (como ese de arriba de Isabel con el ave rapaz) que los que van en el cómic. Creo que el entintado no le favorece. Y el color empleado en el tebeo mucho menos.
Con esto del color… No me gustó nada el efecto empleado en el tercer tomo de ‘Leonor’ (que es el mismo que se puede apreciar en la portada del volumen) para representar la cota de malla. Parecía más una tela estampada que otra cosa.
Pues opino todo lo contrario, me gusta más el dibujo detallado de Jaime y el guión de Isabel que el de Leonor cuyo guión me ha defraudado y el dibujo lo encuentro más irregular con viñetas abocetadas , a mi el color en general no me ha gustado pero sobre todo en el segundo tomo de Leonor es penoso, oscuro y le hace un flaco favor al dibujante.
Me quedo con Isabel de largo.
Retranqueiro: Pues justamente ayer noche (madrugada más bien) terminé el de ‘Leonor’.
¡Dios, ¿Cuánto te gastas al mes en tebeos?! Porque hablamos de Molon, pero tu te lo lees todo.
Más quisiera que leérmelo todo. Pero gasto una pasta, sí.
Intento rebajar la dosis.
Si tuviera que escoger entre ambos, también me quedaría con Leonor, ya que me ha parecido más intenso que el de Isabel, aunque ambos son muy similares.
En cuanto al dibujo del tercer álbum, la diferencia puede estar en que Carlos Gómez no contó con la ayuda de Erwan Le Saec.
Los dibujos a lápiz de Calderón son una virguería. En los extras del segundo álbum aparecen unos cuantos y todos son una delicia de contemplar
Pero de lo que se encargaba Erwan Le Saec era del storyboard, ¿no? No del entintado. O, al menos, eso creo. Quiero decir; su ausencia puede notarse en la narrativa pero no en el acabado del dibujo.
Yo creo que al dibujante le pasó factura tener que encargarse de todo el dibujo y por eso parece que hay páginas que están menos acabadas que otras. Si te fijas en las fechas de publicación, pasó menos tiempo entre el segundo álbum y el tercero que entre el primero y el segundo
Bien puede ser así, sí.