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La Cosa del Pantano es uno de los personajes más queridos del Universo DC. Tom King (El Sheriff de Babilonia, Mr. Milagro) y Mark Russell (Los Picapiedra) son dos de los guionistas más prestigiosos de la actualidad. Len Wein es el creador de La Cosa del Pantano (Swampy para los amigos). Todos los grandes nombres de la historia del pantano se reúnen en este tomo (solo falta Alan Moore). Las expectativas son muy altas. ¿Estará el resultado final a la altura?
Rotundamente si. Este tomo se compone de tres historias. Tom King (quién ya había escrito a Swampy en esa otra joya que es Valiente y agraz) al guion y Jason Fabok (Liga de la Justicia) al dibujo se encargan de narrar la primera de ellas: Santos con pies de barro, una carrera campo a través y una lucha contra una ventisca helada protagonizada por Swampy y un niño.
Esta historia es descrita en la contraportada de la siguiente forma: “una de las mejores aventuras del personaje en décadas”. Quizá sea un poco hiperbólico, pero no deja de ser cierto.
Tom King hace gala de su ya proverbial talento al guion para componer una de esas (en apariencia) pequeñas fábulas alegóricas que tanto le gustan. Se saca de la manga otra genialidad narrativa (en este caso, un “luego” que puntea todas las viñetas) para condensar es una pocas páginas toda una experiencia vital: la muerte y el renacimiento. King sigue el mismo camino que ya han recorrido Will Eisner y Alan Moore.
Jason Fabok, un dibujante clásico al estilo americano, aporta al conjunto un gran dominio gráfico. Su fuerte es el dibujo académico (muy enfocado hacia la anatomía y la gestualidad), lo que le viene de perlas a la historia.
La segunda historia se titula El despertar de la primavera. Esta “escrita” por Len Wein y dibujada por Kelley Jones (Deadman, Batman: Vampiro), y es en realidad una pequeña curiosidad. Wein murió antes de poder completarla y lo que aquí se nos ofrece (a modo de homenaje) son las páginas dibujadas, con su peculiar estilo, por Jones.
Wein era un guionista de la vieja escuela, y acostumbraba (por lo que podemos ver en el guion de esta historia, incluido en el tomo) a entregar sus guiones sin que estos estuvieran cerrados por completo. Sin diálogos y sin cuadros de texto, es complicado saber hacia donde quería llevar Wein la historia (además, esta aventura estaba concebida como el primer número de una serie regular).
Aun así, El despertar de la primavera es un sentido homenaje al creador de este personaje mítico.
La caja con forma de corazón es una maravilla inesperada. Mark Russell es uno de los mejores guionistas con los que cuenta DC Comics, y aquí, ayudado por un impresionante Frazer Irving (lo más interesante del tomo gráficamente hablando), compone un pequeño cuento que es lo que siempre deberían ser las historias de Swampy: una fábula romántica, gótica y trágica.
Russel nos ha acostumbrado, con Los Picapiedra y otras obras, a un estilo de escritura satírico y ácido; pero aquí sorprende con una prosa muy cercana a Neil Gaiman.
La magia de los cuentos y la escritura se condensa en estas pocas páginas, que logran que nos enamoremos de una pareja inédita y lloremos por un monstruo que en manos de Irving es apenas una mancha verde con ojos.
Swampy es uno de los personajes más queridos del rico universo de DC Comics. Alan Moore entendió a la perfección que podía hacer grande al personaje (y por añadidura, lo que había hecho grande el género de terror desde Frankenstein), una idea que también han entendido los autores de este pequeño gran tomo: nosotros somos los monstruos.
Es una gran idea, si se la desviste de los adornos metafóricos, tópicos y cínicos, que pretenden reducir a la humanidad a una horda decadente de asesinos y violadores. Es una gran idea, si se la toma en un sentido individual y literal: cada uno de nosotros es un monstruo, un ser herido, atormentado y perseguido que, pese a todo, sueña con ser humano. Swampy es una gran idea, porque, además, puede fracasar y de hecho fracasa. Guillermo del Toro, otro gran conocedor de los monstruos, dijo en una ocasión que “los monstruos nos gustan porque nos reconcilian con nosotros mismos”.
Una gran idea que vertebra este gran comic.
La Cosa del Pantano: Santos con Pies de Barro
Guion - 9.5
Dibujo - 9
Interés - 9.5
9.3
Genial
Un maravilloso tomo protagonizado por un maravilloso personaje.
Bastante en desacuerdo con la reseña, reseña muy bonita ( como otro texto recomendandola en las novedades destacadas) pero las veo alejadas de lo que es el tomo en realidad. Historias muy previsibles. Bonitas y bien escritas pero de ahi no pasan. Mi valoracion del tomo no pasa d correcto pero bueno , menos mal que no lo pille tras leeros sobre el, que me hubiese costado recuperar la confianza en vuestras recomendaciones y os tengo cierta estima en este aspecto 😉
Fabok un 9 pero el resto un 5, en cuanto a las tramas están bien pero tampoco veo nada del otro mundo, lo he comprado por el dibujo de Fabok es un autor que me gusta pero que cuesta seguir con tanto salto de colección en colección y sin continuidad.
La historia de King y Fabok es la mejor del tomo, y aun así esperaba mucho mas de ella por tanto bombo que se le había dado. Las otras dos historias entretenidas sin más.
La historia de King y Fabok me ha gustado mucho. La de Wein y Jones… bueno, es un homenaje al autor y por eso tiene un pase el publicar su comic incompleto. Pero la última historia de Swampy enamorado en tiempo record y lo que le pasa, me parece muy poca cosa, sólo mejorada por las imágenes de Irving: ¿De verdad pretende emocionarnos en tan pocas páginas y con tan poco desarrollo? No, hombre, no.
Es un tomo irregular de apenas 96 páginas al que le han metido tapa dura y le han puesto un precio totalmente exagerado.
Resumen: 13 euros por 40 páginas buenas.
Básicamente.