Historias de Hiro-Natsumi
» Acabo de cenar con un ikemen, no podría ser más feliz. «
Hirayasumi es la última y más famosa de las obras de SHINZO Keigo que han sido publicadas hasta la fecha, consiguiendo la tercera posición en el prestigioso concurso Manga Taisho de 2022. Aquí ya nos había llegado antes material suyo por la editorial ECC con el tomo único de Holiday Junction y por Milky Way también la serie de Perdidos entre la hierba, la cual terminaron de editar este mismo mes. Así de reenganche, vamos con este autor y la sinopsis de su obra.
Tenemos a Hiroto, un chico que se mudó a Tokyo para buscar carrera como actor, tranquilo como las aguas del estanque en el que trabaja alquilando cañas ahora (le daban pavor las actrices guapas con las que trabajaba, meu pobre) y a Natsumi, aspirante a mangaka (en secreto) que se ha mudado con su primo para asistir a la universidad de arte. Hiroto heredó la casa donde viven ahora de una anciana que conoció por casualidades de la vida y con la que quedaba para compartir charletas y una cena dos veces por semana, arisca como buena obasan japonesa pero con un corazón de oro. Ambos protagonistas son de un pueblo de costa y ahora continuarán avanzando su metraje personal en la gran ciudad de Tokyo, buscando vivir con toda la calma y alegría que ellos y los demás consigan encontrar y fabricar.
En Hirayasumi vemos esta doble transición en sus protagonistas. Natsumi que está empezando la universidad en esa etapa post-adolescente donde no eres ni un joven ni un adulto, y Hiroto que ya roza los 30 años donde no es ni un adulto ni un joven. Ambos ven que el entorno cambia con estas edades; trabajos, hipotecas, metas laborales, matrimonio, hijos… Una vorágine de obligaciones y objetivos que enfrentarán de maneras muy dispares, apoyándose cuando puedan en los otros o en sí mismos.
Es más fácil identificarse y desear lo mejor a personajes que sean así de sencillos. No es una serie que difiera mucho de otros slice of life. Recuerda a El Caminante de TANIGUCHI Jiro, a las aventuras de Yotsuba (estas un poco más adultas, que en el segundo capítulo ya están de rave universitaria), a las relaciones que se establecen en Metamorfosis BL etcétera. Pero es que la vida al final es parecida para todos. Cambia el fondo y la forma de los personajes, pero todos estamos cortados con el mismo patrón de intentar lo mejor y buscar la felicidad y la calma. Su humor es simple y directo, los personajes van sin máscara ninguna y maravilla su sinceridad hacia la vida y las relaciones con otras personas.
El dibujo puede parecer sencillo al primer vistazo, pero la vivacidad que le da a los personajes ese trazo redondeado, donde todo está hecho a mano alzada como los dibujos infantiles y muchas veces con líneas abiertas es sorprendente. Tanto personajes como fondos tienen una belleza particular, donde los primeros se adornan con ropas siempre cambiantes y adorables, y a los segundos no le sobra detalle o algún elemento para relajar la escena y hacerla más armónica. Este efecto de sosiego en el dibujo lo consigue en las pozas de pesca fácilmente, pero también en una universidad a rebosar de estudiantes de todo tipo o en el tráfico tokiota nocturno.
Hirayasumi es disfrutar de un paseo con alguien, de una charla intrascendente que ameniza esa tarde de buen tiempo. Y que pueda que sus palabras terminen flotando en el viento y olvidarse, pero queda esa sensación de relax mental para seguir con los quehaceres de la vida. La misma serie nos lo dice. Y esa sinceridad para con tu obra y esa filosofía de vida se merece esta reseña y el hacer una merienda en condiciones, que tengáis buen día buenas gentes.
Lo mejor
• Un guion muy disfrutable en su conjunto, blandito al igual que sus entrañables personajes.
• El dibujo acompaña a la obra en su característica calma, aún teniendo lugar la historia en Tokyo.
Lo peor
• Es un historias de la vida al uso, con personajes corrientes y un desarrollo predecible, no tiene que ser algo malo pero algo tengo que poner.
Guión - 7.8
Dibujo - 7.1
Interés - 7.5
7.5
Tranquilidad y buenos alimentos
Para los lectores habituales o quienes busquen un remanso de paz, una historia bien hilada sin sobresaltos y unos personajes que ya quisiéramos de vecinos, Hirayasumi no decepciona ni un ápice.
