Edición original: Dent d’Ours 1. Max (Dupuis 2013).
Edición nacional/ España: Noviembre 2014 (Norma Editorial).
Guión: Yann.
Dibujo: Alain Henriet.
Color: Usagi.
Formato: Cartoné. 56 págs.
Precio: 15,00€.
Diente de Oso es el nuevo proyecto del veterano Yann (Yann Lepennetier), un ciclo argumental en tres volúmenes que retoma algunos de los temas clásicos del autor: la pasión por la aviación y el impacto de la guerra en las relaciones entre personas. En esta ocasión le acompaña el dibujante belga Alain Henriet.
Los tiempos en los que Yann era una de las grandes promesas del cómic francobelga gracias a sus aportaciones a la revista Spirou ya quedan lejos pero eso no le ha quitado ganas de trabajar al guionista que sigue desarrollando nuevos proyectos en géneros tan dispares como el humor, el histórico o el bélico. En este último género el guionista es donde ha dado rienda suelta a una de sus grandes pasiones, la aviación, que le ha servido de excusa para unas cuantas obras como Mezek (con Andre Juillard), El Gran Duque (con Romain Hugault) o la más reciente El piloto del Edelweiss (también con Hugault) todas ellas publicadas en nuestro país por Norma. Al margen de ofrecer momentos de lucimiento para los artistas que le acompañan en estas obras, Yann aprovecha esta temática y el escenario bélico en el que desarrolla sus historias para plantear otra de las temáticas habituales en su bibliografía más seria: el conflicto y el enfrentamiento entre personas que determinadas circunstancias se ven obligadas a ser enemigos en contra de su propia naturaleza. Todos estos elementos los volvemos a encontrar en la presente obra, Diente de Oso: Max, el primero de los tres volúmenes que forman este arco argumental.
A finales de 1944 y tras una peligrosa misión en el Pacífico, Max, un piloto de la marina de los USA de origen polaco es arrestado acusado de ser un espía nazi. Mientras está en la cárcel y es sometido a duros interrogatorios, Max rememora su niñez en Silesia (una región de Polonia con una importante presencia de población alemana) junto a sus amigos Werner y Hanna cuando los tres soñaban en convertirse en pilotos y como el auge del nazismo les obligó a tomar caminos separados debido a la condición de judío de Max. Ahora, años después, su relación con Werner y Hanna se puede convertir en el pasaporte de salida de la cárcel para Max, pero también puede significar el final de su larga amistad.
Yann construye un relato en el que sienta las bases de un terrible conflicto moral provocado por las dramáticas circunstancias que deben afrontar los protagonistas por culpa de un conflicto bélico que se aprovecha de los sueños e ilusiones de los individuos para llevarlos hasta situaciones extremas. El trío protagonista tiene el sueño común de convertirse en pilotos y para conseguirlo deberán tomar decisiones que marcarán su destino. Para unos implicará entrar a formar parte del movimiento nazi, lo que provocará el rechazo de su amigo judío que ve en ello una ofensa a su amistad. Para el otro supone luchar por un país que no es el suyo y que no dudará en usarlo para conseguir sus fines aunque le cueste la vida o su alma. Todo esto Yann lo va mostrando a través de una serie de episodios dedicados a explorar la amistad de Max, Hanna y Werner y como ésta se fue transformando debido a la influencia del entorno cada vez más hostil en el que se desarrolla. El guionista dedica su tiempo para desarrollar a los personajes y hacerlos evolucionar de forma coherente dentro de la trama aunque cae en bastantes tópicos y el gancho final que sienta las bases del drama del resto de la historia pierde fuerza por resultar bastante previsible.
Se nota que la obra ha sido concebida como una historia en tres actos, uno dedicado a cada miembro del trío protagonista, en el que este tomo juega el papel de presentación de los personajes y del conflicto que llevará al drama sobre el que gira toda la obra, pero eso es algo que juega en contra suyo. Yann hace gala de un estilo bastante descomprimido en el que dedica bastante tiempo a desarrollar los episodios que van conformando el relato y cuyo resultado final es un volumen con poca entidad propia más allá de la presentación de los personajes principales. Narrativamente, Yann maneja con acierto los saltos entre la acción situada en 1944 y la que trascurre durante la juventud de los protagonistas, encadenando los recuerdos de Max con las situaciones que experimenta durante su cautiverio, mostrando como el sufrimiento del personaje provocado por las injusticias lo debe experimentar por parte de los dos bandos implicados en el conflicto. Esta simetría, Yann también la utiliza en la misma estructura de la narración, utilizando sendas escenas de acción area que sirven para presentar las versiones adultas de dos de los niños protagonistas del relato central: una al principio para presentar a Max y otra al final para presentar a Hanna, escena esta última que sirve para justificar la base del terrible conflicto que enfrentará a los protagonistas en el siguiente volumen.
El apartado gráfico corre a cargo de Alain Henriet, un artista de trazo limpio y claro, en la mejor tradición de la escuela belga, que resuelve con solvencia y elegancia tanto las escenas de acción aérea como las dedicadas a recordar la infancia de los protagonistas, usando una narrativa clásica, con profusión de viñetas que complementan a la perfección el estilo descomprimido propuesto por Yann.
A pesar de no ser uno de los mejores trabajos de Yann, por su previsibilidad y falta de entidad propia como relato unitario, este volumen ofrece una caracterización de los protagonistas bien lograda y establece una situación lo suficientemente interesante como para dejar al lector con ganas de seguir leyendo para saber cómo sigue la historia. En Francia ya ha aparecido el siguiente volumen, aunque habrá que esperar un poco más para conocer el desenlace ya que el último volumen está previsto para el año que viene.
