Dan Didio – Algunas cosas buenas

Tras la noticia de la marcha de Dan Didio de DC Comics hemos querido hacer un repaso a su trayectoria como editor de la compañía. Ha sido más de década y media de un intenso trabajo que ha tenido una inmensidad de aciertos, siendo el responsable de grandes trabajos que han entrado en la historia de DC. También han sido muchos sus errores y decisiones llenas de controversia, algunas por romper con la tradición, otras por arriesgar al buscar nuevos públicos.

Si realmente su etapa como editor ha sido buena o mala es algo que depende de la subjetividad de cada uno, por lo pronto, los miembros del equipo DC vamos a opinar acerca de algunas decisiones editoriales u obras que fueron publicadas (desde una perspectiva muy personal y centrada en las sensaciones). Por supuesto, invitamos a todos los lectores a dejar sus impresiones sobre la noticia y el trabajo de Didio como editor y también escritor de DC en los comentarios.

Gustavo Higuero

En toda carrera profesional hay aciertos y errores. Es ley de vida de la propia imperfección inherente al ser humano, sea cual sea su condición. El error forma parte de nuestra efímera existencia y la sociedad parece estar solo dispuesta a puntualizar y maximizar siempre los tropiezos, las malas decisiones, los gazapos, los comportamientos erráticos, como si no existiera nada más. Y siempre existe algo más.

En 2004, Dan Didio pasó a ser el máximo responsable en DC Comics, dos años después de entrar a formar parte de su plantilla, y desde que el viernes se informó de su salida las conversaciones en redes y en esta misma página han sido todo un hervidero alrededor de su gestión y sus decisiones.

No se trata de defender a Didio, sino de hacer foco sobre los aciertos que bajo su mandato se manifestaron en forma de obras de singular factura, como Crisis de Identidad y Green Lantern Rebirth. Dos obras que vieron la luz ese 2004 y que vinieron a ser el cambio en la línea editorial de DC y toda una declaración de intenciones. Un mensaje que quedo muy claro para la competencia que vio como en DC llegaban nuevos vientos de cambio.

CRISIS DE IDENTIDAD

Esto no va de escribir una reseña. Esto va de sentimiento. Esto va de volcar en palabras las emociones que esta obra despertó en mi como lector y que resulta perfecta para ilustrar la breve reflexión del inicio de este texto. ¿Existen de verdad la buenas o malas decisiones?

Aquí fue editada por primera vez por Planeta, en tres números en grapa y en un formato atípico, más grande del normal, para maximizar el efecto de los espectaculares dibujos de Rag Morales. Recuerdo a la perfección como el interés por esta miniserie iba creciendo en mi interior y deseaba que llegara el momento de poder leerla. La publicidad y la información que nos llegaba hablando de la obra motivaba a encender los ánimos y a despertar un interés que rozaba la obsesión.

Y es que Crisis de Identidad es todo un viaje emocional de principio a fin. Leer esta obra y permanecer ajeno a lo que narra, sin sentir todo tipo de sensaciones, escapa a mi comprensión. Meltzer, del que luego buscaría referencias (lo habíamos podido leer con anterioridad en Green Arrow), logró jugar con todo mi bagaje emocional hacia muchos de los personajes con los que construye la historia. Ahí tenía a Elongated Man, del que hacía mucho tiempo que me había enamorado. Un idilio que empezó en al JLE, en los tiempos de Zinco, y del que 15 años más tarde no había podido escapar. Ahí estaba mi pequeño gran campeón, Atom, un genio que juega con el microverso y que es el culpable de que tenga una debilidad especial por los personajes que se hacen pequeños. Y ambos son brutalmente agredidos en esta obra que marca el cambio hacia héroes y villanos más oscuros.

Crisis de Identidad vino a ser la obra que introdujo de forma directa una serie de conflictos y situaciones pocas veces vistas antes en un cómic de superhéroes al uso. Todos sabemos que hay ejemplos de obras brutalmente sinceras y directas, pero aquí tenemos a los héroes que visten de vistosos colores, gritan a los cuatro vientos lo de la verdad y la justicia, tomando decisiones polémicas, cuestionables a nivel ético y moral, desmontándolos de tal forma que no quedan inservibles, sino que evolucionan abiertamente hasta el punto de que el propio Universo DC ya no volvería ser igual.

Con Crisis de Identidad sufrí mucho y lo sigo haciendo cuando encaró nuevas lecturas de la obra. Es un sufrimiento sincero, visceral, que remueve dentro emociones de todo tipo, pues es un cómic cargado de miserias, de dolor, de angustia y de esperanza… Una esperanza que se manifestaría a través de una conversación entre Hal Jordan y Oliver Queen y llegaría los lectores unos meses después bajo el emotivo título de Green Lantern Rebirth.

GREEN LANTERN REBIRTH

El año llegaba a su fin y en diciembre de 2006 llegaba a las tiendas el tomo que traía a España la obra de Geoff Johns y Ethan Van Sciver, con el regreso de Hal Jordan como Green Lantern tras el abandono del cuerpo en el ya lejano 1994 debido a la destrucción de Coast City a manos de Mongul. Se dio carpetazo a Parallax, se cerró el libro divino del Espectro, Johns trajo de vuelta a Hal de nuevo y no se limitó a hacerlo por el camino fácil, sino de la mejor y única manera, a través de un relato épico de renacimiento y redención.

Leer esa miniserie fue toda una catarsis para mí. No solo regresa Hal, sino que lo hacía el cuerpo de los Green Lantern y la franquicia regresaba al lugar que nunca debería haber dejado. Se acabo lo de un solo Lantern, Kyle, que por digno y merecedor del puesto, estaba cojo sin ese cuerpo sideral de policías portando el arma más poderosa del universo.

Esta obra me fascinó y me sigue fascinando por cómo se evita caer en los tópicos y se construye una trama llena de nuevos añadidos para fortalecer un concepto al que muchos ya daban por muerto y enterrado. Que usar le anillo cause dolor, que en función del portador los constructos sean de un tipo u otro, manifestando la personalidad de cada Lantern, que Hal sea definido como un hombre sin miedo y que eso a Batman le ponga de los nervios, el regreso de Gay Gardner que se despoja de su absurdo deambular por el Universo DC como Warrior… y el triunfo de la voluntad por encima de todo. ¿Es o no es para sentir escalofríos?

Es una historia escrita por un verdadero fan para los fans que necesitaban leer esta historia tanto como Johns escribirla. El sentimiento de agradecimiento que puede experimentar fue enorme al poder leer una historia que crea a sus propios mitos, que se aleja de querer ser otra cosa que no sea una gran historia. Aquí no hay metalenguaje, no es auto referencial a nada, no quiere quedar bien con la inmensa mayoría, aquí solo se cuenta una historia tan potente y directa que es imposible no sentirse abrumado de puro placer.

Estas son dos obras, de las primeras, que se publicaron en la era Didio que acaba de empezar hacía tan solo dos años antes. Dos obras que son dos pilares de DC hoy en día y que ese 2004 (USA) lo cambiaron todo para una editorial que renacía y una competencia que miraba atónita esa nueva forma de hacer comics. Didio asumió riesgos, acertó y fracasó, es algo indudable, pero ahí quedan esas obras que han marcado a toda una generación de lectores.

Pedro Paredes

Llevo un rato intentando comenzar este breve texto, pero no termino de dar con la frase exacta – los niños con fiebre, el pequeño preguntando que si el pokemon que tiene en la mano es acuático y la pequeña hojeando el Building Stories- así que perdonadme por iniciarla de este modo: ¡Acaso no nos lo hemos pasado bien estos años! ¡Acaso no hemos leído entre tanta chanza muy buenos cómics!

Recuerdo que hace poco un comentarista al escribir sobre una introducción en la que me refería al papel de Scott Snyder señalaba más o menos que hay demasiada oferta como para quedarnos con lo malo, y sobre estos años de Didio soy del mismo parecer. Es de imaginar que igual que lo ha habido en el pasado, en las próximas semanas se publicarán en diferentes medios retrospectivas sobre el paso de Didio y me sorprendería si en ellas el foco no iluminará lo negativo de su labor, lo cual esta correcto, pero del mismo modo creo que tampoco está mal tras tantos años de artículos y comentarios negativos el señalar un par de cómics e iniciativas realizadas en sus años como co editor en jefe que han sido muy buenas y acertadas.

Recuerdo escuchar hace años a Mikel Janin – creo que en una entrevista para Tomos y grapas – señalar que en cierto modo los new 52 fueron una buena idea e incluso necesaria ante el estancamiento en el que se hallaba el mercado de cómics de superhéroes. El problema, además de las historias y los cómics cancelados tras pocos números publicados, es que las ventas que subieron como la espuma rápidamente descendieron y descendieron. Y esa es una de las claves o de los problemas que Didio y Lee han debido enfrentarse durante la pasada década: ¿ de qué manera impulsar el interés por los cómics superheroicos y con ello sus ventas? Y la respuesta fue asumiendo riesgos, intentando innovar.

La salida hacia delante y sin frenos tras el batacazo de los new 52 fue la iniciativa DC You , la cual fue y será juzgada como negativa ¿Por qué? Bajas ventas y malos cómics. ¿Y nada más? Pues sí, si hubo algo más, en esa iniciativa se publicaron dos de los cómics que mas cariño tengo y que forman parte de mi lista de 10 mejores cómics de DC de la pasada década: Omega Men y Prez .

Pero además de ser grandes cómics, son la muestra perfecta del cambio de postura por parte de DC tras el derrumbe de ventas de DC You . Cómo todos bien recordareis, el debut – en solitario – de King y de Russell obtuvo buenas críticas pero malas ventas, y ante ello la decisión era clara: la cancelación. Los lectores lo intentaron impedir, pero solo lo lograron con Omega Men .

Rebirth significó muchas cosas – y tendría que haber significado muchas más – y una de ellas es el reconocimiento de los errores cometidos ¿Las ventas son importantes? Sí ¿Lo es todo? No.

Ante ello se buscó el modo de vender cómics pero también publicar cómics interesantes y diferentes. Y es ahí donde comienza la iniciativa Young Animal responsable de cómics fascinantes y muy disfrutables, que ni por asomo se podían leer en la mas directa competencia mainstream ni indie.

No sé si Young Animal fue idea de Didio o de Lee o de ambos dos, pero es de agradecer que DC diese la libertad a Way para esta mágica locura que es Young Animal . Por diferentes razones la atrevida Young Animal solo ha cumplido uno de sus tres objetivos: realizar cómics interesantes, atrevidos, que bien valían los tres dolares de su precio. Y lo han seguido haciendo hasta ahora, pues Doom Patrol:Weight of the world# es para mi una de las mejores colecciones del pasado año.

Los objetivos no cumplidos:

1)Buenas críticas pero ausencia en las nominaciones de los Eisner
2)Pocos seguidores y calado.

Como consecuencia de ello, todos aquellos lectores españoles que no leen en inglés se han perdido gran parte de los cómics ofertados por este sello y para ellos es como sino hubiesen existido, pero haberlos, haylos .

Riesgo, probar cosas nuevas, aprender de los errores, palabras que pueden ir en dirección de uno de los autores mas premiados de DC : Tom King. Pero claro, tras los premios a su trabajo en Marvel junto a Walta , era fácil darle una nueva oportunidad ¡pero tanto cómo para darle la colección mas importante del cómic superheroico! Sí, sí, el publico lo demandaba ¡y ahí otra muestra del cambio de postura en DC !

Pero dejemos a King tranquilo, aunque es uno de los mejores ejemplos de los aciertos del Didio de los últimos años – por cierto, no olvidéis que podemos verle en el final de una de las mejores maxi series publicadas en los cómics superheroicos en la última década ¡de algo será responsable el bueno de Didio !

Young Animal era una locura, pero más lo era publicar colecciones con los personajes de Hanna Barbera . Y ante ello, en DC no solo piensan en las ventas, sino en las buenas historias, por ello ¿a quién elegir para escribir una maxiserie sobre Los Picapiedra ? ¿Aquél que apenas ha escrito cómics y un año antes se le canceló la interesante y mordaz Prez ? ¿Una locura, no? Sí, pero con ello DC no solo publica una serie única y que no tiene comparación alguna en Image , sino que da libertad absoluta a uno de los guionistas mas atractivos de la última década.

Y no solo es Los Picapiedra , sino que después permiten que Russell escriba una de las mejores y más valientes miniseries, Exit Stage Left: The Snagglepuss Chronicles , su culmen junto a su Red Sonja de Dynamite .

En definitiva, escribo como fan, como fan de los cómics, y puedo decir que durante estos últimos años DC bajo el mando de Didio y Lee me ha ofrecido cómics muy interesantes, atrevidos, diferentes y que se hallan entre lo mejor del cómic superheroico de la última década. Sí, he de agradecer como lector las oportunidades dadas a dos de mis guionistas favoritos del cómic superheroico, pero también a grandes narradores gráficos como : Mikel Janín, Álvaro Martínez Bueno, Jorge Fornés, Fernando Blanco, Nick Derington…

Y termino del mismo modo que he comenzado, con toda la oferta de buenos cómics que hay, para que quedarnos con lo que no nos gusta, quedémonos y no olvidemos que en estos años también habido buenos comics y buenas ideas en DC

Nacho Pena

Posiblemente este fin de semana ha tenido lugar un suceso que ha marcado un antes y un después en la historia de DC Comics, la marcha de Dan Didio de la editorial. Mucho se ha hablado sobre la figura de una de las grandes figuras de la editorial norteamericana, en lo bueno y en lo malo, pero no se puede negar que bajo el mando de Dan se han vivido varias épocas de grandeza dentro de DC.

Desde el lanzamiento de Crisis de Identidad, que volvió a poner a DC dentro de las miradas del mundo del cómic y desde entonces aupó en varias ocasiones a la editorial a lo más alto de los puestos de ventas. La utilización de eventos como Crisis Infinita, Crisis Final o acontecimientos como 52 ayudaron a la reinvención de la editorial, que volvía a competir con Marvel comercialmente hablando y especialmente logró la tarea de que muchas personas comenzasen a descubrir su afición por la lectura con estos personajes. También muchos autores de prestigio comenzaron su andadura con la editorial bajo el mando de Dan: Andy Kubert, John Romita Jr., Matt Fraction, Kelly Sue DeConnick, Scott Snyder, Greg Capullo, Gary Frank, Brian Michael Bendis… Muchos de ellos han agradecido al presidente de DC lo que ha hecho por ellos en la compañía.

No deja de existir cierta controversia sobre cómo Didio pudo dejar en segundo plano líneas editoriales como Vertigo pero sin duda logró que la marca DC sea una de las más reconocibles del mundo del entretenimiento aunando los cómics de la continuidad tradicional, los de los proyectos de autor con Black Label y los de las líneas infantiles, también se ha aplicado al medio audiovisual.

Obviamente la decisión del cierre de Vertigo es algo destacable y es comprensible que pueda dejar pesar en el corazón de los lectores. Principalmente esta línea editorial ha dado varios de las mejores obras del noveno arte como Sandman o Y: El Último Hombre, pero en un mercado en el que Image se ha acabado consagrando como la editorial independiente por excelencia y que están surgiendo otras pequeñas editoriales de autor como Aftershock o TKO hay que ser consecuente y centrarse en el nicho de mercado que más beneficios le reporta a la editorial. Poco a poco DC Black Label puede que vaya encontrando su lugar como hogar de obras de autor: Por un lado los diferentes escritores y dibujantes pueden desarrollar obras con los héroes y villanos de la editorial con mayor libertad creativa y grandes fichajes como los de Joe Hill añaden prestigio al sello.

Los Nuevos 52 fueron otra decisión que a día de hoy puede ser amada u odiada pero Didio logro arriesgarse y apostar el todo por el todo. Algunos títulos tuvieron éxito, otros no, pero sin duda muchos nuevos lectores conocieron el universo DC gracias a estos títulos y a día de hoy siguen leyendo las aventuras de Superman, Batman y compañía. Para el recuerdo quedan etapas como el Batman de Scott Snyder y Greg Capullo, la Wonder Woman de Brian Azzarello y Cliff Chiang, el Superman de Grant Morrison o la etapa de Geoff Johns en Liga de la Justicia, que, inicialmente fue un back to the basics pero luego acabó adquiriendo entidad propia con conceptos como Maldad Eterna, La Guerra de Darkseid o la muy interesante redención de Lex Luthor.

También otros personajes que normalmente no tendrían espacio para brillar con series regulares tuvieron su momento con Los Nuevos 52, como Dick Grayson con la etapa firmada por Tom King, Tim Seeley y Mikel Janín, La Cosa del Pantano de Scott Snyder y Yanick Paquette, el Animal Man de Jeff Lemire o el debut de la Liga de la Justicia Oscura.

En general, puede haber decisiones editoriales más o menos cuestionables pero sería erróneo decir que bajo el mando de Dan Didio se ha apostado por el inmovilismo en DC Cómics cuando logró llevar a la editorial a un nuevo rumbo y las más elevadas cotas de popularidad en el Siglo XXI. Solo el tiempo dirá como será el nuevo rumbo que lleve a cabo su sucesor pero ojalá logre que los cómics de DC siga llegando a más aficionados.

Víctor José Rodríguez

Personalmente nunca he sabido dónde empieza el trabajo del editor y acaba el del guionista. Más allá del trabajo de selección, revisión, adecuación de textos y otras labores de marketing y difusión, no tengo claro si la calidad de una obra es culpa de quien la escribe o de quien da el visto bueno después de haber revisado el contenido. Entiendo que marca unas directrices y pone límites a lo que se puede o no hacer, caminos que explorar, tipo de contenido, etc. También entiendo que al ser el máximo responsable editorial, Dan Didio tuvo mucho que ver con la mayoría de decisiones finales sobre las historias, aunque cada serie o franquicia suele tener su propio editor, él estaba por encima de todos. Por ello, estas dos decisiones las achaco a su criterio y son las que más aplaudo.

– Quitar el calzón rojo del traje de Superman. Para mí, un total acierto. Aunque la prenda fue recuperada en 2018 con la llegada de Bendis a la compañía y la toma de posesión de los títulos de Superman, eliminarlo del nuevo traje presentado en 2011, con motivo del reboot de los New 52, fue un paso adelante. Se estaba presentando una nueva versión de todos los personajes del Universo DC, con modificaciones que actualizaban las biografías, los diseños y los caracteres a una nueva generación. Que esta decisión fuese buena o mala depende de gustos, pero yendo a un pequeño detalle, el de cambiar el traje del Hombre de Acero, fue un gran acierto.

Siempre me ha incomodado el detalle del calzón. No lo detesto, ni mucho menos, es una seña de identidad, pero siempre pensé que debía haber sido modificado hace mucho, porque la imagen que lo ligaba a un forzudo de circo, un tipo duro y varonil, ha quedado muy atrás en el ideario popular. Ya hablé de este tema cuando fue anunciado el regreso del calzón hace dos años. Y aprovecho para decir que, aunque me gusta el traje clásico, prefería entonces y lo sigo prefiriendo ahora, el nuevo sin el calzón, porque hubiera sido una continuación hacia delante de una buena decisión editorial.

Si Dan Didio tuvo mucho, poco o nada que ver con esa decisión tomada en 2011 de rediseñar el traje lo desconozco, pero sí que entiendo que fue una decisión aprobada por él. El aspecto de Superman con vaqueros en Action Comics me pareció muy valiente. El traje nuevo hecho con tecnología kryptoniana suponía un riesgo interesante y una renovación de la imagen bastante original. Incluso el vestido más adelante por el Superman pre-flashpoint de Rebirth de tela y con votas azules me gustaba. Daban una imagen renovada. No era un tema nimio, nunca me lo ha parecido. Aunque fuese algo meramente estético, me pareció muy valiente meterle mano al traje de superhéroes más universalmente conocido por todos. Fue una decisión valiente, renovadora, que estuvo bien tomada. Devolvérselo era algo fácil, volver al origen casi siempre lo es. Lo difícil es cambiar y buscar avances. Aunque no gusten a todos.

– Aquaman, de Geoff Johns. Sean Mackiewicz era el editor de la serie Aquaman al inicio de la misma durante la etapa de los New 52. Pero al estar Didio por encima entiendo que la renovación del personaje fue también, en parte, motivada por su visto bueno. Y este título fue uno de los mejores de ese reboot, además de ser uno de los mejores en la historia del personaje. Siete años antes de la llegada de la película protagonizada por Jason Momoa a los cines, Geoff Johns, un autor que ama al personaje, fue el encargado de escribir su serie y presentar una renovación del concepto del héroe venido del fondo del mar para salvar a los humanos que viven en la superficie, sin dejar de proteger los mares. Y lo hizo de maravilla.

La imagen de Aquaman ha estado, popularmente, muy atacada por las burlas de muchos que se quedaron con la interpretación que los estudios Hanna Barbera hicieron para la serie de animación Super Friends. La escena de Raj, personaje de The Big Bang Theory, disfrazado de Aquaman para Nochevieja y su «Aquaman es idiota» también han hecho que la opinión pública no se tomara en serio a este superhéroe. Pero Geoff Johns e Ivan Reis quisieron cambiar esto de una manera distinta a como lo hizo Peter David en su día. Con un aspecto duro, pero clásico, una actitud ruda, pero cercana al prójimo, desarrolló unas historias cargadas de acción, emoción y una reivindicación de la importancia del personaje.

Querer alimentar la impronta de uno de los héroes clásicos, creando además una serie paralela como Aquaman and the Others, dándole un equipo y un segundo título propio por primera vez en su historia fueron pasos muy importantes para el rey de Atlantis. Aunque solo durara once números, escritos por Dan Jurgens y dibujados por Lan Medina, la idea era muy buena y exploraba elementos interesantes, basándose en el Aquaman de Johns. Ayudar a este personaje, introducirlo de nuevo en la Liga de la Justicia con peso, dignificar sus historias y su universo personal, ayudaron a enriquecer el catálogo de DC y recuperar la calidad en un personaje necesario. Fueron buenas decisiones editoriales, sin duda.