Crisis de Identidad

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Edición original: Identity Crisis, Identity Crisis 10th anniversary edition
Edición nacional/ España: ECC Ediciones
Guión: Brad Meltzer
Dibujo: Rags Morales
Entintado:.Michael Bair
Color: Alex Sinclair
Formato: Cartoné, 288 págs. A color.
Precio: 28,50 euros

 

¿Existen las buenas o las malas decisiones?

Reflexionando desde un punto de vista estrictamente irracional podemos decir que así es. Cuesta poco pensar en alguna ocasión en la que podamos decir con certeza que tomamos la decisión acertada o por el contrario fue una de nuestras peores ideas. En cambio, si aplicamos un filtro más racional enseguida somos conscientes de que no existen las citadas buenas o malas decisiones. Recordar acontecimientos pasados, desde la perspectiva del tiempo, es lo que provoca esa distorsión de la realidad y nos induce al error de pensar que hubiéramos podido hacer las cosas de otra forma. Pero no es así. Las decisiones que tomamos vienen motivadas por esos casi cien mil pensamientos generados al día. Cada decisión está cimentada sobre lo que en ese momento tenemos a mano desde un punto de vista emocional y racional, con la información que poseemos o creemos poseer. Por tanto, decidir bien o mal escapa de nuestro control ya que es imposible poder determinar qué es lo correcto. Lo que hacemos está hecho y lo hicimos pensando que era lo mejor que podía hacerse. Mirar atrás y decir que fue erróneo tan solo puede ser el principio de un proceso de autodestrucción que si se nos va de las manos puede acabar como los acontecimientos que se narran en Crisis de Identidad.

Antes de hablar de este evento, si es que puede ser catalogado de tal forma, debemos hacer un acercamiento a la DC de aquellos días y ver su situación editorial.

En 2002 llegó Dan Didio a la editorial y con él llegaron debajo del brazo nuevas formas de hacer las cosas. La primera, tal vez la que pueda ser considerada como el punto de inflexión entre la DC de principios de siglo y la que tenemos hoy, sea la puesta en marcha de esta miniserie de siete números que vio la luz en el año 2004 y es sin duda alguna el proyecto de Didio que más éxito, tanto de público como de crítica, ha tenido. Su llegada a la editorial significó una escalada paulatina de ventas, con obras como Batman: Silencio, la citada Crisis de Identidad y finalmente Crisis Infinita. Un trío que obras que en las gráficas significaron todo un repunte hacia arriba en cuanto a ventas, así como un punto de inflexión en cuanto a la línea editorial de DC.

Con esta perspectiva de mover al fandom con obras capaces de no dejar indiferente a nadie, llega Crisis de Identidad, escrita por Brad Meltzer y dibujada por un Rags Morales en estado de gracia.

Brad Meltzer comenzó su breve carrera como guionista de comics en 2002 con un arco argumental de 6 números en la serie de Green Arrow tras el paso por la misma de Kevin Smith. Meltzer es ante todo un novelista. Escritor de diez novelas en las que mezcla inteligentemente política, espionaje, emociones y situaciones en las que los dilemas morales atenazan a los personajes. Con semejantes obsesiones no es de extrañar que en 2004 acometiera el que fuera su segundo trabajo en DC, la miniserie Crisis de Identidad.

Si nos detenemos en el título de esta miniserie, desde un punto de vista psicológico, estamos ante un periodo en el que una persona experimenta profundas dudas sobre si misma, así como soledad, vacío e incluso baja sensación de existencia. Se trata, por tanto, de una enorme pista de que vamos a encontrarnos una vez que afrontemos su lectura.

Crisis de Identidad es un viaje emocional. Desde el principio y hasta el final. Meltzer usa un desencadenante que activa la acción, que genera el conflicto y que permite que la historia se adentre de lleno en lo que de verdad nos quiere contar. Tan bien lo hace el guionista que consciente de que la mejor manera de mantener el interés por la historia es tener un misterio, no se conforma con uno, sino que crea más ramales paralelos que permitan apoyar, e incluso superar, al misterio que en apariencia es el principal.

Una de las principales bazas con las que juega esta historia es la caracterización de los personajes. Se ha hablado mucho y criticado que la actitud de los personajes no es consecuente a su forma de ser. Que es algo que no está en su propia naturaleza y que esto resta credibilidad al conjunto. Tal vez sea así, pero lo que está claro es que esta forma de enfocar a estos héroes es muy impactante porque los muestra como seres humanos cargados de emociones, capaces de hacer lo mejor y lo peor, sin importar en que crean o dejen de creer. Los seres humanos somos fieles a nuestros principios hasta que dejamos de serlo bien por agentes externos, situaciones concretas, evolución cognitiva o una simple revelación que nos permite descubrir que estábamos equivocados. Así de simple y así de complejo. Yo puedo ser de una cierta forma, traicionarme a mí mismo por la razón que sea y autoconvencerme de que lo hecho está bien hecho y que el fin justifica los medios. Nadie tiene mayor capacidad para el autoengaño que un ser humano.

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Y es que esta otra premisa es la que Meltzer quiere desarrollar cuando escribe esta historia. ¿Dónde está el límite? Ponerse una capa, llevar un arco, poder estirarse o poder volar, son cosas que pueden parecer muy atractivas, pero el estrés, el dolor, la pérdida y la soledad pueden ir arañando el alma hasta dejarla en carne viva y débil a la hora de enfrentarse al peor enemigo que puede tener un héroe enmascarado: el mismo.

Meltzer no juega a desmontar nada. Meltzer tan solo añade una nueva dimensión a personajes que ya de por sí son ricos en matices, sin pretender otra cosa que hacerlos evolucionar tanto a sí mismos, como a todos cuantos los rodean. Y es que al final siempre se trata de lo mismo, de confianza. Una vez rota, una vez que hay grietas, no importa cuánto se haga por volver a unir lo pedazos, siempre queda la marca, el recuerdo de lo que ocurrió. Crisis de Identidad no se publica con el afán de cambiar la manera de hacer y entender los comics. Crisis de Identidad no es un nuevo Watchmen. Crisis de Identidad es una nueva forma de entender a unos personajes que precisaban de un salto evolutivo que fuera mucho más profundo que un simple cambio de ciudad, uniforme o secundarios. Moore dejó a sus personajes inservibles, sino muertos, mientras que Meltzer llena el vaso emocional de estos personajes al elevarlos psicológicamente a otro nivel.

Meltzer dispone de siete números para crear este cambio y precisa de una aguda planificación a la hora de desarrollar los acontecimientos. Lo primero que tiene claro es que para retorcer a esto personajes ha de mirar hacia atrás, hacia al pasado, buscar un hueco y clavar le primer clavo que le permita agrandar esa grieta. Alguien ha muerto a manos de un desconocido asesino, en unas circunstancias desconcertantes y que despierta en la comunidad superheroica un sentimiento de profundo temor por todos sus seres queridos. A partir de este momento la acción corre en dos sentidos, paralelamente, ya que varios miembros de la Liga de la Justicia desvelan que en el pasado, movidos por un acontecimiento también deleznable, actuaron de forma poco ortodoxa y traicionaron todos sus principios.

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Por tanto, una vez sembrada la excusa para arrancar la historia, es cuando Meltzer se suelta y comienza a desarrollar las consecuencias humanas y emocionales que el desencadenante ha tenido en la comunidad heroica. Golpea al lector con fuerza cuando todo cuanto creíamos saber de ciertos personajes se cae como un castillo de naipes. Hacerlos caer del pedestal es la primera fase. La segunda es hacerlos revolcarse en el fango emocional del fin lo justifica todo y la tercera es ver como en medio de todo este desfile de mentiras y falsas creencias queda un hueco para la aceptación de los hechos frente a los acontecimientos.

Todo es un baile constante de emociones.

Meltzer entiende a la perfección a todos los personajes y hace uso de ellos es su justa medida. La historia quedaría muy resentida si hubiera optado por dar más protagonismo a la trinidad de DC, pero dejándolos en un segundo plano, apareciendo cuando deben aparecer, haciendo lo que hacen, consigue impregnar a la historia de un sabor amargo y ácido que se pega al paladar. Es como si la trinidad fueran los padres y los demás héroes los hijos que hacen una gamberrada a espaldas de sus progenitores.

Hay dos enormes y lapidarias frases que resumen lo dicho anteriormente y salen de los labios de Green Arrow cuando asegura que Superman escucha lo que quiere escuchar y Batman sabe lo que quiere saber.

Uno de los grandes aciertos de Meltzer son los diálogos. Sin ellos la historia hubiera sido una más del montón, pero con ellos consigue aportar toda la información al lector y además lo hace de forma tan contundente que cada frase, en sí misma, es lapidaria. En este caso el guion es bueno, pero los diálogos lo engrandecen y lo hacen llegar a cotas que de otra forma no hubiera sido capaz de alcanzar.

Llegados a este punto es necesario detenerse en el apartado gráfico de la obra. Rags Morales, un artista de trazo muy clásico, pero con un enorme talento para la narrativa, demuestra que puede hacer lo viejo novedoso al ser capaz de dar forma física a las emociones que precisa Meltzer para contar la historia.

Morales hace gala de una fuerza visual pocas veces vista. Tanto es así que no cuesta mucho decir que estamos ante su mejor trabajo. Su capacidad para coreografiar uno de los enfrentamientos más espectaculares que se han visto en un cómic es brutal. Todo se reduce a una sinfonía perfecta de armoniosos movimientos, mientras la información fluye entre los dibujos como un torrente silencioso.

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Hay que detenerse a admirar el dibujo. Cada trazo esconde matices que merecen la pena ser descubiertos. Ver como Morales retrata el dolor, la angustia, el odio, el miedo, la ira, el asco, el amor y la soledad no tiene precio. Es una delicia y todo un espectáculo visual. Y aun cometiendo algunos errores de perspectiva y proporciones, posturas complejas para un cuerpo humano, se le perdona todo por el conjunto de su trabajo.

Y al final llega el desenlace, el momento que el lector lleva persiguiendo desde la primera página, para darse cuenta que no importa quién sea el asesino o que hicieron en el pasado esos héroes. Lo que importa son las consecuencias, las secuelas de lo que se ha experimentado y como eso afecta al Universo DC. No han hecho falta villanos cósmicos, choques de planetas, gemas todo poderosas, fracturas de la realidad o cataclismos siderales. Aquí no vamos a ver a héroes enfrentándose a amenazas de proporciones bíblicas, vamos a poder ver como una simple decisión hace que todo se tambalee en la vida de estos héroes con pies de barro.

Un cómic diferente que demuestra que se puede hacer mucho mirando atrás, añadiendo mitología a unos personajes que ya de por si acarrean toneladas de ella, para poder contar una buena historia. Un cómic que no deja indiferente a nadie, que molestó en su día, pero que fue capaz de remover al acomodado fan que no esperaba poder llegar a leer algo de semejante calibre. Un cómic potente, austero en planteamiento, de enorme eficacia en su resolución y con una implacable puesta en escena. Un clásico moderno por méritos propios que ahora, tras diez años desde su publicación, con la perspectiva del tiempo, podemos decir que se adelantó a su propio momento y nos adentró en ese lado oscuro que todos tenemos y que tampoco nos gusta ver y descubrir.

  Edición original: Identity Crisis, Identity Crisis 10th anniversary edition Edición nacional/ España: ECC Ediciones Guión: Brad Meltzer Dibujo: Rags Morales Entintado:.Michael Bair Color: Alex Sinclair Formato: Cartoné, 288 págs. A color. Precio: 28,50 euros   ¿Existen las buenas o las malas decisiones? Reflexionando desde un punto de vista estrictamente…
Guion - 9
Dibujo - 9.5
Interés - 9

9.2

Valoración

Una lectura intensa, con un desarrollo impecable y acontecimientos y consecuencias inesperadas para todo el Universo DC. Imprescindible. Poderosa muestra de como se puede construir, mirando al pasado, una historia hoy.

Vosotros puntuáis: 8.12 ( 29 votos)
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Pedro Pascual Paredes
12 diciembre, 2015 9:27

Estupendo artículo Gustavo, subscribo cada una de tus palabras sobre este comic. Yo seré de los pocos por este foro que no había leído Crisis de Identidad (ni tampoco Crisis en tierras infinitas, pero por poco tiempo), y entre los buenos comentarios que recibía y algunos artículos antiguos de zona negativa que lo ensalzaba, me anime a comprarlo ¡y que buena compra! Obra que son duda alguna se puede releer y hallar cosas nuevas. Comic super heroico llevado a otro nivel.
Por mi experiencia si he señalar que para apreciarlo al máximo se ha de tener un conocimiento previo del universo dc (en mi caso como lector joven de comics, si lo hubiese leido hace dos años, en mi inicio como lector, sin duda me hubiese gustado, pero no podria haberlo disfrutado al máximo, puesto que me habría perdido un montón de cosas por desconocimiento de la historia de los personajes)

Raúl López
Admin
12 diciembre, 2015 9:37

Excelente reseña de la que es una de mis historias favoritas del universo DC, la habré leído como mínimo una docena de veces y aun me sigo emocionando como con la primera lectura.

Alfeizar
Alfeizar
Lector
En respuesta a  Raúl López
14 diciembre, 2015 17:42

Me pasa lo mismo.
No dejo de verlo como un comic estilo Marvel en DC.

frankbanner49
frankbanner49
Lector
12 diciembre, 2015 11:47

¿estaria hickman pensando en esta miniserie cuando trató el tema del capi y los iluminati ?.

TigreHobbes
TigreHobbes
Lector
En respuesta a  frankbanner49
12 diciembre, 2015 23:37

no lo creo. Tampoco creo que se haya leido Crisis en Tierras Infinitas ni Multiversity. !-D

Sergio Aguirre
En respuesta a  frankbanner49
13 diciembre, 2015 1:28

Bien visto. Y, me pregunto yo, ¿estaría pensando a su vez Meltzer en el Escuadrón Supremo de Mark Gruenwald? Siempre me ha dado la impresión de que han sido tres ideas encadenadas.

La verdad es que bien pensado, tampoco Gruenwald inventó nada nuevo del todo: en los pulps clásicos que Doc Savage realizaba operaciones quirúrgicas sobre los cerebros de los criminales para rehabilitarlos . Tema del que, por cierto, se hacía eco incluso Truman Capote en A sangre fría.

billyboy
billyboy
Lector
12 diciembre, 2015 13:22

Me encanto sobre todo que casi todo el protagonimso caiga en Green Arrow,ademas me encanta sobre todo una cosa que dice de la liga lo de «quizas la JLA te enseñe lo que es el legado,y los Titanes lo que es una familia,pero la liga te enseña a luchar»,fantastico.

Alan Scott
Lector
En respuesta a  billyboy
12 diciembre, 2015 14:03

Perdon la correcion infima, pero quisiste poner JSA y pusiste JLA. Concuerdo que es un frase que pinta a cada grupo de cuerpo entero.

billyboy
billyboy
Lector
En respuesta a  Alan Scott
12 diciembre, 2015 15:02

Si,perdon señor Alan Scott,efectivamente era la JSA,no se en que estaba pensando (si es que estaba pensando XD) cuando lo escribi 🙂

frankchalmers
frankchalmers
Lector
12 diciembre, 2015 13:23

Vamos que si estaba pensando, je, je, je… De aquí ha robado todo hijo de vecino, igual que Hickman ha robado también de Crisis en Tierras Inifnitas.

Un Dark and Gritty realmente bien entendido y realizado. Un auténtico clásico el de Meltzer. Un tebeo del que no se puede despegar la nariz desde que lees la primera página. A ver cuando DC recupera el tiempo perdido y nos regala un día de estos otro cómic de esta importancia.

dhaldon
dhaldon
Lector
12 diciembre, 2015 15:58

Aunque es una historia que me encanta y le reconozco su importancia, no puedo evitar que me deje con un mal sabor de boca la forma en que insinúa (o dice claramente) que Batman y Superman prefieren «mirar hacia otro lado» y no ensuciarse las manos ante las decisiones cuestionables que hay que tomar y lo dejan a los miembros «menos importantes» del grupo.

No sólo deja en muy mal lugar a los dos grandes sino que, en el caso del segundo, va en contra de todo lo que este representa. Reconozco que es necesario para que la historia funcione , pero es una suspensión de la realidad demasiado grande y que me saca de la historia cuando pienso demasiado en ello.

Alan Scott
Lector
En respuesta a  dhaldon
12 diciembre, 2015 18:02

Yo eso siempre lo pense por otro lado. Desde mi interpretacion, Superman y Batman, privilegiaban la unidad del grupo y sobre todo lo que simbolizaban. Si se hicieran publico las cuestionables decisiones tomadas por la JLA, es muy probable que crecieran las dudas y estaria puesto bajo la lupa cualquiera de sus intervenciones,sin el respaldo de la poblacion la JLA no tiene razon de existir. ¿Es esto razon suficiente? Sigo creyendo que no.

Alan Scott
Lector
12 diciembre, 2015 16:05

Gracias por la reseña. Este fue el primer cómic que lei que no fuera de Batman en su momento y me hizo amar a Oliver Queen. Sigo considerando, como en su momento, que el desencadenante de lo que hace el grupo podría haber sido el otro. Al igual que en tu reseña comparto que los diálogos son lo mejor del cómic, hay una coleccionen ENORME de frases para el recuerdo. Sin dudas se nota el cariño que le tenia a Oliver porque de hecho le reserva a él las mejores y más polemices frases. Por otro lado creo que en entintado merece una mención y también obviamente reconocer que quizás pocos trabajos posteriores de Morales estuvieron a la altura de esta obra -sobre todo por cohesión mas allá de sus errores-.

flashpoint
flashpoint
Lector
12 diciembre, 2015 17:27

Yo encontré que fue una jugada muy interesante de DC porque con esto dejaba atrás los problemas de continuidad y volvió su universo mucho mas interesante.
No obstante el cómic en si era algo confundo para quienes no estaban al tanto de la continuidad de dicho universo y sus personajes.
Aunque como lectura es muy intervenida y el vuelco a la historia aun mas.
Algunos dicen que la idea de Meltzer era poner a Atomo como villano pero que Didio cambio la historia. Hay que recordar que los dos últimos numeros tardaron en salir.
Conclusion. Buen cómic cuyo potencial se aprovecho bastante correctamente por DC.

mac
mac
Lector
En respuesta a  flashpoint
13 diciembre, 2015 4:18

Tu comentario más parece sobre Infinite Crisis, que sobre Identity Crisis, pero bueh…

flashpoint
flashpoint
Lector
En respuesta a  mac
13 diciembre, 2015 6:28

jajaja para nada. Es en este cómic donde aparecen referencias a los hechos de pre-crisis que llevaron a Crisis Infinitas. Tiene una relación directa.

mespinpe
mespinpe
Lector
12 diciembre, 2015 17:32

Hombre, me alegra las unánimes críticas positivas que está recibiendo la reedición de éste cómic. Cuando se publicó recuerdo una cierta división de opiniones. A mi, a mis veinti-cuantos éste cómic (y Ultimates Vol. 2) me reengancharon durante una buena temporada al cómic de superhéroes del s. XXI. Me hizo sentir algo muy parecido a lo que me hicieron sentir los 4f de Lee-Kirby o Crisis en tierras infinitas en la pre-adolescencia. Con eso creo que ya lo he dicho todo. Y dibujazo de Morales.

AlexPB
AlexPB
Lector
12 diciembre, 2015 17:35

Yo tengo las tres Crisis, Tierras infinitas, Identidad e Infinita, pero esta és la mejor de todas, todas. Está muy bien narrada, muy bien dibujada y deja por el fango a los hipócritas de Superman, Batman y el resto de autoproclamados heroes que deciden dejar de lado todos sus ideales y buenas intenciones cuando algo tan simple y execrable como una violación les ocurre a uno de ellos. El asesinato, o más bien homicidio imprudente, no es más que un MacGuffin para dejar todo esto al descubierto. A partir de ahí vemos como a pesar de sus poderes y habilidades son tan vulnerables como cualquiera de nosotros ante los crímenes más, desde su punto de vista, insignificantes. La mejor sequencia el combate que Deadstroke sostiene contra la liga y la humilla. La mejor viñeta cuando Deadshot, el Rey Reloj y los otros salen de rositas del juzgado. Esas sonrisas lo dicen todo.

De nuevo muy bien llevada, concebida y mostrada. Bravo.

Juan Iglesia Gutiérrez
12 diciembre, 2015 20:25

Gran reseña! Una obra que disfrute muchísimo en su momento y que podría decir que me reenganchó al género.
Para mi Arrow es el verdadero prota de la historia, aunque parece que sólo oficia de narrador. Creo que es la aventura de la Liga en la que mejor caracterizado está. La escena cuando habla con Wally y este le dice «¿Por eso os lleváis mal Katar y tú? Creía que era por política» Y Ollie responde «No me estas escuchando. Siempre ha sido por política» creo que es uno de los mejores diálogos de la serie. La dinámica fragmentada del grupo y el choque generacional con Wally y Kyle esta muy bien reflejado.
Y por supuesto creo que esta obra hizo muchísimo por rehabilitar a la JLA clásica y volver a ponerla «de actualiadad».
En cuanto al dibujo, debo decir que nunca me convenció la manera en la que Morales dibuja a Superman.
Creo que esta obra y Torre de Babel son de las mejores del grupo y sin duda las que mejor uso hacen de los personajes.

TigreHobbes
TigreHobbes
Lector
12 diciembre, 2015 23:40

Creo que el combate con Deathstroke puede estar en mi top ten de peleas favoritas. Incluso top five.
Cuando a un cómic le pides la perfección es que es muy bueno, y éste lo es. Y sus fallos y polémicas lo hacen aún más grande.
Ojalá siguieran haciendo tebeos así de malos e imperfectos!

mac
mac
Lector
13 diciembre, 2015 4:26

Comparto casi todo lo dicho en el artículo. Identity Crisis, que en su momento fue criticada, realmente es una de las mejores historias de DC de todos los tiempos.

Nunca me molestó la insinuación de que Supes y Bats miran para otro lado, pues sólo es eso: insinuación (puede o no ser verdad; son básicamente palabras de Oliver, quien también acusó en su momento a Hal Jordan de ser racista).

Quizás el mayor desacierto de Indetity Crisis fue la prolongación de las disputas internas tras la miniserie; las cuales se extendieron hasta Infinity Crisis y, sin resolverse, básicamente desaparecieron tras One Year Later. Fueron dos años de tensión en DC, lo cual le valió las críticas negativas por ser «gritty». Pero no es culpa de Indetity Crisis, sino de la sobreexplotación de sus consecuencias.

Siempre me pareció que la mejor época de DC fue 2000/2006 (2000 en términos generales) y su punto más alto, la propia Identity Crisis. Todo se fue al diablo a partir de Countdown…

Felicitaciones por el artículo!

Saludos 😉

Daniel Gavilán
13 diciembre, 2015 14:53

La Crisis de Identidad es un cómic al que no se le puede negar su importancia histórica y que lo que sabe hacer bien lo hace francamente bien, logrando momentos de demoledora carga emotiva. Aun así, para mi siempre ha habido dos detalles que la enturbian hasta el punto de no permitirme disfrutarlas del todo como son: a) Un disparatado final excesivo en su búsqueda del melodrama puro que termina siendo un lastre más que una guinda en el pastel. b) Que tras el éxito, Meltzer y DC creyeron ver un filón, dando rienda suelta a un desmadrado abuso de la pornografía emocional y el grimm and gritty encabezada por la Liga de la Justicia del propio autor. Meltzer pudo ser el «Bendis» -entiéndase como el Bendis que puso los Vengadores en el epicentro de Marvel, no sus defectos- de DC y nunca terminó de cuajar, sospecho que por toda la melaza turbia de culebrón que inyecto a lo bruto de en sus historias y que continuó con sus sucesores hasta alcanzar los límites de desmadre con aquel Cry for Justicie en el que la fórmula se les fue completamente de las manos

Dultyx
Dultyx
Lector
13 diciembre, 2015 15:08

Identity Crisis me pareció una psada. El retrato de los personajes, efectivamente la trama pero los diálogos enalteciendo el contenido de la misma, y el dibujo soberbio. Dicho lo cual, quiero sacar a relucir algo que ya dije en otro post acerca de los conflictos entre superhéroes, sólo que ahí lo critiqué, y aquí lo reconozco como algo adorable. mLa discusión entre los súpers es perfectamente coherente, el motivo está muy currado y la resolución y desarrollo me parecen excelentes.

pelayo
pelayo
Lector
13 diciembre, 2015 15:31

Creo que también sería importante valorar una cosa: Meltzer y su Crisis de Identidad, al igual que Bendis y su Daredevil, Straczinski y su Spiderman -su primera parte, claro-, o Whedon y su Astonishing X-Men son buenos ejemplos de que invitar a profesionales de otros medios o áreas -novela, cine, Tv, comic indi, etc-, que se sabe que son grandes fans de los supers pero que nunca los han tocado, es una buena manera de traer savia nueva a un sector bastante endogámico, aportando un enfoque diferente y rompedor, parece como si esos autores hubieran fraguado esas historias en su interior durante años al margen de los devenires de la continuidad. Puede que no sean buenos para desarrollar 5 años de historias en una serie, pero si se concentran en su historia soñada pueden petarlo. (La excepción sería Orson Scott Card: su Ultimate Iron Man no había por dónde cogerlo).

flashpoint
flashpoint
Lector
En respuesta a  pelayo
13 diciembre, 2015 20:15

Orson scott card ni siquiera es buen escritor. Recuerda haber leído sus obras hace ya unos 15 o 20 años y reeler su Juego de Ender y siempre me parecieron malas obras. Nunca entenderé porque le dieron el Hugo.
En todo caso esto de traer escritores de afuera siempre es bienvenido mientras hagan buenas historias.
El asunto esta que Crisis de Identidad es un proyecto heredado cuya trama estaba planificada por DC de antemano y que Meltzer desarrollo de manera notable.

dhaldon
dhaldon
Lector
En respuesta a  flashpoint
13 diciembre, 2015 21:14

Decir que el autor del Juego de Ender es mal escritor es como poco, atrevido. Hay obras que justifican toda una carrera y este es uno de esos casos, aunque estamos de acuerdo en que el resto de su obra no esta a la altura (o sea directamente mala)

Harry Ruiz
Harry Ruiz
Lector
27 septiembre, 2020 7:39

Es el primer cómic de DC que leí, eso fue en el 2007 aproximadamente. Hoy 2020 lo volví a leer y no deja de estremecerme. Es muy absorbente y refleja que los super aun son humanos.