Grandes Tesoros Marvel. La Patrulla X: Hijos del Átomo.

Rescatamos esta reseña que hicimos en su día de la obra de Joe Casey y otros aprovechando su reedición en formato Gran Tesoro.

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Edición original:X-Men: Children of the Atom 1-6 USA.
Edición nacional/ España:Panini Comics.
Guión:Joe Casey.
Dibujo:Steve Rude, Michael Ryan, Paul Smith y Esad Ribic.
Entintado:Andrew Pepoy.
Color:Paul Monts.
Formato:Tomo en tapa dura con sobrecubiertas, 160 páginas.
Precio:40 €.

 

Orígen. Una palabra que cuando está referida al género superheroico suscita tanto expectación como miedo. El origen es aquello que define al superhéroe en cuestión; y por ello, debe resultar impactante, demoledor, y a la vez, plasmar unos ingredientes lo suficientemente potentes como para que justifiquen el qué, cómo y quién del personaje, pero sobre todo su por qué. Y es que, no en vano, la historia de origen es aquella que no solo justifica las razones que llevan al vigilante a luchar por la justicia en detrimento de sí mismo, si no que será aquella historia a la que la editorial volverá en innumerables ocasiones por diversas razones, ya sea para actualizar conceptos, para justificar por la vía de la continuidad retroactiva la aparición de nuevas tramas y personajes, o, simplemente, por mero guiño al lector.

Sin embargo, y como bien apuntó Julián M. Clemente al inicio de su introducción a este tomo del extinto y muy recomendable coleccionable Marvel Héroes, si revisamos y repasamos los orígenes de los distintos superhéroes de Marvel o DC tal y como fueron concebidos en la edad de oro o a la de plata de los cómics (a la que pertenecen la mayoría de los títulos clásicos de Marvel), recibiremos una ejemplificativa lección de historia del cómic. Y es que, esos orígenes de personajes, anclados la mayoría de ellos, si no circunscribimos a Marvel Comics en la década de los sesenta, en poco más de diez o doce páginas, nos presentan al personaje principal antes de conseguir sus poderes, señalan el accidente o catalizador que lo convierte en un ser especial, y se presenta al villano que será, probablemente, su némesis definitiva o, al menos, uno de sus enemigos acérrimos.

Es lo que ocurría con los primeros números de Spider-Man, El Increíble Hulk, Iron Man, e incluso de Los Vengadores, que peleaban entre ellos y se reunían para combatir al enemigo común, a Loki, en tan sólo un número. Sin embargo, esa no era si no hija de la época que le vio nacer, en un momento histórico en el que los cómics vendían un entretenimiento que se caracterizaba por su ligereza e inmediatez, constituyendo un medio para contar historias que todavía no había alcanzado ni madurez como arte, ni la etiqueta de cultura que tendría a partir de la década de los 70 y, desde luego, ya en los ochenta con la aparición de obras por todos conocidas como Wathcmen (Alan Moore y David Gibbons), Batman El Regreso del Caballero Oscuro (Frank Miller), Batman Año Uno (Frank Miller y David Mazzucchelli) etc.
Esa dinámica de resumir algo tan capital para los personajes como su origen en un mero puñado de planchas era como digo, algo que afectaba a la inmensa mayoría de títulos, pero que, desde luego, resultaba todavía más sangrante en La Patrulla X, sobre todo si cometemos el error culpable del que este redactor es consciente de valorar dichos cómics con los criterios artísticos actuales.

Hank Mcoy lidia con la histeria mutante a una edad muy temprana.

Y es que, en un solo número, se nos explicaba que existían los mutantes, que eran el siguiente paso en la escala evolutiva, que por eso mismo la humanidad los temía y que el Profesor Charles Xavier (telépata y mutante), cual Martin Luther King, luchaba por integrarlos en la sociedad. Por otro lado, se narraba que Magneto, como un Malcolm X comiquero, buscaba que los mutantes asumieran el dominio de la humanidad tal y como les estaba predestinado, forzando la extinción del homo sapiens y, por si todo eso fuera poco, se presentaba a esa primera clase de mutantes entrenados por Charles Xavier: Warren Worrington III (Ángel), Jean Grey (Chica Maravillosa), Bobby Drake (Hombre de Hielo), Hank McCoy (Bestia) y Scott Summers (Cíclope).
Es decir, de este modo, y haciendo un maravilloso uso de las técnicas narrativas del momento, Stan Lee y Jack Kirby condensaban toda esa batería de datos en el hoy mítico X-Men nº 1, con fecha de portada de Septiembre de 1963 que, a modo de guiño y de ejemplo de la comparativa entre las distintas maneras de contar el origen de un grupo de superhéroes con el paso de los años, se incluye en este tomo del Coleccionable Marvel Héroes.

El Ángel patrulla las calles, impartiendo justicia.

Pues bien, hecha esta introducción, pasemos a analizar, La Patrulla X: Hijos del Átomo, una miniserie de seis entregas que en entre Noviembre de 1999 y Septiembre de 2000, nos regaló una versión pausada y concienzuda de la formación de los X-Men oríginales, todo ello de la mano del escritor Joe Casey (Wolverine, Deathlock, The Incredible Hulk, The Flash, Adventures of Superman y, especialmente, Cable) y de los dibujantes Steve Rude (Nexus, Batman, Fantastic Four) que ilustra los números 1,2 y 3 de esta miniserie, Michael Ryan (Runaways, Mystic, New Excalibur) y Paul Smith (American Flagg!, Marvel Fanfare, The Spirit, Starman) que acometen juntos el dibujo del número 4 de la colección, y del croata Esad Ribic (Secret Wars, Ultimates) que se encarga de finalizar la serie con el dibujo de sus números 5 y 6.

Bestia se acepta a sí mismo.

La Patrulla X: Hijos del Átomo, aprovecha todas y cada una de las seis entregas en las que se divide, las cuales utiliza para contarnos paso a paso, cuál es la vida de cada uno de los personajes que componen esa Primera Clase del Instituto Xavier para Jóvenes Talentos, antes de que conocieran al famoso telepata y de que sus vidas cambiaran por completo.

Así, Scott Summers, antes de ser Cíclope es un joven introvertido y atribulado que es utilizado por un ladronzuelo del hampa para cometer crímenes, utilizando sus poderes para ello, sin que Summers se atreva a dejar dicha vida, toda vez que este criminal le ha facilitado las gafas con las que es capaz de abrir los ojos sin poner en peligro la vida de nadie.

Cíclope decide poner fin a su calvario.

Por su parte, Bobby Drake, es un chaval medio de instituto americano, sin muchos amigos, ni talentos especiales, con los clásicos dramas del adolescente marginado que comienza a experimentar extraños sucesos que bajan la temperatura de su cuerpo, ante la atónita mirada de unos padres que ni lo comprenden, ni tratan de hacerlo.

Warren Worrington III, por el contrario, es presentado como un vigilante que antes de conocer a Xavier, ya patrulla las calles, como un vigilante enmascarado, utilizando sus alas nada fáciles de esconder para ponerlas al servicio de los más desvalidos, viniendo de una familia rica en la que los abusos al más débil están a la orden del día.

Hank McCoy, en contraposición a Bobby Drake, resulta ser el paradigma del adolescente popular. Alto, guapo, muy dotado para los deportes… nada se interpone en el camino de un joven con muy buen fondo, pero que se deja llevar por la ola de adoración que le rodea en su instituto, tratando de no aceptar que sus habilidades deportivas, así como el tamaño de sus manos y pies, no resultan en absoluto cualidades normales para un humano.

Finalmente, Jean Grey, es la única que al inicio de esta obra ya conoce a Xavier, puesto que, como en los cómics originales, conoce al profesor desde pequeña, al haber sido Charles quien le ha enseñado a controlar sus poderes, diseñándose aquí una visión del personaje que, sin diferir en demasía de la clásica, ya nos muestra una joven fuerte e independiente que es totalmente consciente de lo que su condición de mutante supone y representa.
De este modo, se construye una interesante trama apta tanto para aficionados de los X-Men como para aquellos lectores que quieran leer algo sobre estos personajes y no sepan por dónde empezar, sintiéndose perdidos en una de las franquicias que más personajes, colecciones y formaciones distintas contiene.

En cuanto al dibujo, a pesar de que hasta cuatro dibujantes resultaron ser necesarios para poder alumbrar esta obra, el lector no percibe un baile excesivamente molesto o excesivo, todo ello, por supuesto, gracias al entintado de Andrew Pepoy y al coloreado de Paul Monts, que sirven como pegamento unificador de la serie, que cuenta con un dibujo en líneas generales bueno y cumplidor, haciéndose gala de líneas suaves y dinámicas por parte de Steve Rude (el que mejor trabajo desempeña en esta obra con la excepción de Esad Ribic, que se encarga además, de las portadas de toda la serie), Michael Ryan y Paul Smith, pero que desde luego alcanza sus cuotas máximas de calidad cuando en los dos números finales entra en escena Esad Ribic, quien en aquel momento, con su estilo tan particular y sobresaliente, desconocía que estaba llamado a hacer grandes cosas en La Casa de las Ideas.

En la reseña que dedicamos en su día a este tomo, hablábamos de como el mismo merecía su reedición por parte de Panini. Y es aquí donde entramos en polémica, y es que, como se suele decir, ten cuidado con lo que deseas. La reedición ha llegado, el cómic puede volver a ser adquirido tras casi diez años sin que ello fuera posible una vez que se dejó de publicar el exitoso Coleccionable Marvel Héroes, pero a un precio cuatro veces superior.

Sí, el mencionado coleccionable tenía un precio mucho más barato porque estaba pensado para ser vendido en kioscos y con un papel de calidad baja, como baja era la calidad de la encuadernación. Se pagaba exáctamente lo que valía el cómic en dicho formato y ni un euro más. La cuestión es que, habríamos entendido una reedición en formato por ejemplo, 100% Marvel HC, o dentro de la próxima línea Must Have, esto es, un tomo en tapa dura, a un precio de como mucho 15-20€. Pero no una miniserie que cueste 40 € y que, para colmo, en esta edición ofrece menos material que en la anterior, que incluía el X-Men #1 de Stan Lee y Jack Kirby, y un especial sobre Cíclope de Roy Thomas.

No terminamos de ver hacia dónde va este Grandes Tesoros Marvel que está publicando la editorial según directrices que sabemos vienen desde Italia, pero desde luego se encarecen obras clásicas de cómic a cambio de un papel que no es de una calidad especialmente resistente, y de ofrecer la obra en un formato grande que no siempre es necesario, como ocurre en este caso en el que la obra original fue publicada en un tamaño distinto y reducido que no era si no el original.

Si no tenéis este cómic desde luego que es muy recomendable su adquisición, pero debéis plantearosla muy mucho al estar obligados a pasar por un formato rematadamente e innecesariamente encarecido.

  Edición original:X-Men: Children of the Atom 1-6 USA. Edición nacional/ España:Panini Comics. Guión:Joe Casey. Dibujo:Steve Rude, Michael Ryan, Paul Smith y Esad Ribic. Entintado:Andrew Pepoy. Color:Paul Monts. Formato:Tomo en tapa dura con sobrecubiertas, 160 páginas. Precio:40 €.   Orígen. Una palabra que cuando está referida al género superheroico suscita…
Guión - 7
Dibujo - 7
Interés - 8

7.3

Nostálgico

Rescatamos esta reseña que hicimos en su día de la obra de Joe Casey y otros aprovechando su reedición en formato Gran Tesoro.

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shang chi
shang chi
Lector
19 octubre, 2018 16:10

Pues no sé pero en mi opinión Rude es bastante más que bueno y cumplidor y desde luego sus números son los mejor dibujados de largo

Matches_Malone
Matches_Malone
Lector
En respuesta a  shang chi
19 octubre, 2018 21:50

Totalmente de acuerdo. Steve Rude es un gran, y a menudo, olvidado artistazo.

Jesusy
Jesusy
Lector
20 octubre, 2018 15:27

Steve Rude hace un trabajo extraordinario, muy superior al del resto de dibujantes que participan en la miniserie y es el autor de las cuatro primeras portadas, Ribic se encarga sólo de las dos últimas.
Y decir que el lector no percibe al cambio de dibujantes me produce asombro, querrás decir que no lo percibes tú, Raúl, a mi se me cae el tebeo de las manos a partir del cuarto episodio, ya que Paul Smith, que no fue capaz de terminar un único episodio, no está en muy buena forma y Ribic estaba en los inicios de su carrera, lejos de su calidad actual.
Rude estaba dedicando una cantidad de esfuerzo tal al dibujo de la miniserie que pidió a Marvel que no la editara hasta no tener la mayor parte de la misma dibujada. Pero la editorial, entusiasmada con las páginas del primer episodio, las pasó a producción nada más recibirlas. Esto hizo que Rude abandonará la serie tras el primer episodio y que en las siguientes miniseries (Spiderman, Capitán América y Thor) bajara un poco el nivel de autoexigencia.
Pero esos tres primeros episodios de Children of de atom están entre lo mejor de su producción, por lo tanto entre lo mejor del mainstream súper heróico de las últimas décadas.

«desde luego alcanza sus cuotas máximas de calidad cuando en los dos números finales entra en escena Esad Ribic». Y dicho lo anterior, no puedo estar más en desacuerdo con esta afirmación.

Jesusy
Jesusy
Lector
En respuesta a  Jesusy
20 octubre, 2018 15:29

Quería decir que Rude abandonó la miniserie tras entregar el tercer episodio, no el primero. Perdón.

Jack Knight
Jack Knight
Lector
21 octubre, 2018 10:52

Me llama mucho la atención que prácticamente a ningún dibujante se le puntúa con menos de un 7 a poco que sepa empalmar dos líneas y se lleve Steve Rude esta nota.
Por favor, si es uno de los mejores dibujantes de siempre del cómic USA, lo que nos flipa a todos de artistas que lo están rompiendo en los últimos años como Chris Sammne o Ajá está muy en la línea de lo que hacía Steve Rude 35 años antes (con un dibujo que a día de hoy no ha envejecido ni un ápice, al revés, sigue siendo tan novedoso como cuando empezó). También muy presente en dos colosos como Bruce Timm o Darwin Cooke.

Que si, que cada uno tendrá su opinión y topo lo que queráis, pero una base de objetividad en cuanto a la reseña del dibujo debería existir (al margen de que luego uno pueda ser más de Jim Lee que de Bruce Tim).

Kubik
Kubik
Lector
21 octubre, 2018 17:55

Pues verás, Raúl… Lo cierto es que Joe Casey no inventó nada. Adaptaba muy libremente el origen de los X men que ya se contó en los cómics originales. Pero no en su número 1, sino en los números inmediatamente anteriores a la llegada de Neal Adams a la colección (lo de que Jean conocía a Xavier desde niña, por cierto, no procede de esa época, fue una retrocontinuidad introducida por Claremont muchos años después). Lo que ocurre es que la versión de Casey fue tan libérrima, se tomó unas libertades tan grandes e innecesarias, en la línea de lo que hizo Bendis con el orígen de Spiderwoman, que, como este último, ha quedado totalmente fuera de la continuidad, de modo que estos comics son los menos indicados para un nuevo lector que quiera introducirse en elmundo mutante. Aquellas historias sobre el origen de cada personaje acaban de ser reescritas y contadas de nuevo por Ed Piskor. Su versión, salvo algún pequeño error de continuidad (por desconocimiento del autor), SÍ es el orígen canónico del grupo.

Ogmadan
Ogmadan
Lector
27 marzo, 2020 16:14

Primera palabra del texto, y primera falta de ortografía. Para variar. Creo que me quedo ahí, una vez más. Es que ni queriendo, de verdad… Vaya despropósito. Que los redactores de una web de cómics no conozcan ni las reglas ortográficas de acentuación clama al cielo. Recomiendo menos escribir y más leer prestando un poco de atención para aprenderlas.

Raúl López
Admin
En respuesta a  Ogmadan
27 marzo, 2020 16:44

Tus dos últimas aportaciones a modo de comentarios han sido cuanto menos ofensivas e hirientes. Estamos haciendo un gran esfuerzo para en estos momentos en que cuesta estar centrado poderos ofrecer contenido con los que desconectar del día a día. Mensajes como el tuyo nos llevan a pensar si vale la pena este esfuerzo. Por favor, valora si tus palabras han sido las adecuadas, y un consejo, antes de escribir semejantes palabras piensa que buscas exactamente con ellas, igual te sirve también para aprender de ello.

Ogmadan
Ogmadan
Lector
En respuesta a  Raúl López
27 marzo, 2020 17:18

¿Ofensivas e hirientes? ¿Por qué exactamente? ¿Por resaltar un hecho absolutamente verdadero? Que las faltas de ortografía, erratas y otros errores son abundantes y continuos en los artículos es un hecho, y aunque quizás esta vez me haya sobrepasado algo en el tono, el que ni siquiera se corrijan esos fallos cuando se hacen ver también resulta hiriente y ofensivo hacia los lectores puesto que, al hacerlo, se les está ignorando y minusvalorando totalmente.

Y no, no es cuestión de los artículos de estos días. Esto viene de muy atrás, por lo que no es excusa. Y ojo, se agradece el esfuerzo, por supuesto. Pero una cosa no quita la otra, que esto se lleva advirtiendo desde hace mucho.

Por supuesto que, como lector y seguidor de esta web, he realizado comentarios constructivos, he dado felicitaciones a quien a correspondido, y he disfrutado como el que más. Pero cada vez se hace más complicado por estas cuestiones. Y el hecho de que no se tome nota y se pasen por alto sistemáticamente estas llamadas de atención suponen también una falta de respeto hacia los lectores, y hacen que a uno se le quiten las ganas de seguir leyendo, o que se deba elevar el tono en ocasiones para que a uno le hagan caso. Si no, como quien oye llover.

Y no me gustaría dejar de seguir esta página. De ahí los comentarios, y de ahí el malestar. Aquí deberíamos tomar nota todos, pero de verdad.

Justiciero Desmesurado
Justiciero Desmesurado
Lector
En respuesta a  Ogmadan
27 marzo, 2020 17:47

Como lector considero que NO se me está ofendiendo, hiriendo ni ofendiendo por que se cuele un error ortográfico o de tecleo en un texto. Es más agradezco el esfuerzo de los articulistas habituales e invitados en ofrecernos contenido variado, de clásicos y de actualidad en una de mis aficiones favoritas.

Pero si algún lector se siente así porque sus cotas de excelencia son tal que nunca se equivoca en su trabajo, le recomendaría que se comprara una revista, pague a sus redactores y en ese momento se de el lujo de exigir y predicar con el ejemplo, en vez de hacer comentarios tan sibilinos como mezquinos hacia una gente que de forma gratuita y desinteresada crean y comparten un proyecto que a otros nos interesa seguir.

Un saludo.

Ogmadan
Ogmadan
Lector
En respuesta a  Justiciero Desmesurado
27 marzo, 2020 18:12

A mí las faltas de ortografía continuas y erratas que denotan falta de revisión o de interés tampoco me ofenden en ese sentido. Pero sí siento que se me ofende cuando uno simplemente lo hace notar en alguna ocasión y se le ignora sistemáticamente.

Ya lo he dicho antes: no es una equivocación, ni dos. Tampoco son faltas de tecleo, sino faltas de revisión. Son muchas, y en la mayoría de artículos. Algunas bastante groseras, como ausencia o repetición de palabras que hacen que algunas frases sean directamente ininteligibles y que cueste realmente entenderlo, o algunas faltas de ortografía sangrantes y básicas.

Y, aún así, creo que se puede comentar con el simple propósito de que se pueda mejorar. No se trata de estar en el derecho o no de hacerlo. Estamos en una web pública en internet, y tanto unos estamos en el derecho de hacerlo notar, como otros de ignorarlo totalmente, como sucede. Y es entonces cuando elevo mi tono. Aunque reitero que quizás me he excedido algo en mi último comentario, y pido disculpas.

Por supuesto que yo me equivoco, en el trabajo y fuera. Pero también tengo oídos y disposición como para escuchar las críticas y tengo la pretensión de mejorar.

Una última matización al respecto: esto, como tú dices, no es un trabajo. Por lo que creo que no pasa nada por señalar lo que se puede hacer mejor. Pero sí es un contenido público y destinado a que otros lo lean y disfruten. Y como quiero seguir disfrutando este contenido que se supone está pensando para perdurar, tampoco pasa nada por señalar posibles errores que puedan subsanarse para que efectivamente este material quede para la posteridad con la menor cantidad de errores posibles.

Por cierto, Zonanegativa ha sido considerada durante años, y con todo mérito, la web de referencia en el mundo del cómic en castellano. Y no creo que lo haya sido precisamente por falta de autocrítica, así que no pasa nada porque se siga manteniendo un mínimo nivel de excelencia.

No hay que olvidar que esta es una web de contenido divulgativo y cultural. Y flaco favor se hace a la divulgación y la cultura con este tipo de errores y faltas. No se trata de hacer sangre, sino de señalar lo que debería ser.

Justiciero Desmesurado
Justiciero Desmesurado
Lector
En respuesta a  Ogmadan
27 marzo, 2020 18:45

A ningún adulto mentalmente sano y formado le molesta la crítica constructiva, pero no pidas a los demás lo que tú no das. Es tan gracioso como triste que exijas excelencia (hay que ser cursi) y aceptar tus criticas expresadas con total falta de respeto hacia un material que se te ofrecen gratuitamente personas que tienen vidas, trabajos, familias y obligaciones que atender y aún sacan tiempo para compartir un proyecto por amor al arte, y cuando a ti te señalan que tus formas no son las que deberían ser y distan de ser educadas y constructivas y respondas “¿Ofensivas e hirientes? ¿Por qué exactamente? ¿Por resaltar un hecho absolutamente verdadero?”. Así que revisa tu autoproclamada disposición a escuchar y acude al otorrino antes de presumir de esos oídos que tienes.

Consejos vendo que para mi no tengo. Lo siento por los que tengan que trabajar contigo porque si con esa toxicidad que trasmites piensas que eres constructivo tienen un problema (y tu, pero de otro tipo).

Raúl López
Admin
En respuesta a  Justiciero Desmesurado
27 marzo, 2020 19:59

El problema han sido las formas así que dada la situación que estamos viviendo pido respeto a todas las partes e intentar ser constructivos.

Ogmadan
Ogmadan
Lector
En respuesta a  Justiciero Desmesurado
27 marzo, 2020 22:18

Ya he explicado las razones en el mensaje anterior y he pedido disculpas por el tono, que no por el contenido, por lo que no me voy a repetir.

Ahora, que pretendas hablar de falta de respeto haciendo referencia a frases mías anteriores que de falta de respeto no tienen nada en absoluto, cuando tú estas llamándome directamente «cursi», tóxico, dando a entender que tengo un problema y juzgando mi entorno laboral por dos mensajes que he escrito… En fin, sin comentarios. Tus palabras hablan por sí mismas. Yo, desde luego, no he sobrepasado la línea de directamente faltar de forma personal a nadie. Pero no haré como tú, y no me referiré a ti en este caso.

En cualquier caso, y si te tranquiliza, por fortuna todo en mi entorno laboral funciona de maravilla, tengo un buen trabajo y total estabilidad, así que no es necesario que realices conclusiones exageradas sobre mí y mi vida en base a dos mensajes que has podido leer en una página de internet.

Imagino que ese sobrenombre de «Exagerado» no lo escogiste por casualidad, a juzgar por tus palabras.

Dicho esto, y como he comentado, no voy a entrar al juego de descalificaciones y juicios de valor personales como tú haces, porque como dice Raúl, no es el lugar ni lo correcto, ni llevan a ningún sitio. He dicho lo que tenía que decir.

Ya he pedido disculpas por el tono del último mensaje y las reitero. Pero ten muy claro que de eso a las faltas personales que has realizado hay un trecho, que yo no voy a sobrepasar por educación y por petición de Raúl tras tu comentario.

hammanu
hammanu
Lector
En respuesta a  Ogmadan
28 marzo, 2020 13:01

Me recuerdas a alguien de este clip Ogmadan:

https://www.youtube.com/watch?v=gzVa2XTP8UE

Enrique Doblas
Autor
28 marzo, 2020 10:17

Salvo por la batalla ortográfica final, estoy muchísimo más con los comentarios que con la entrada. RUDE ES DIOS, y Casey le mete más patadas a la continuidad que Bendis. En lo de la edición coincidimos todos, un robo.
Y aparte, quería decir que si, opinemos igual o no, con faltas o no, se agradece mucho la labor de Zona Negativa.

Justiciero Desmesurado
Justiciero Desmesurado
Lector
29 marzo, 2020 17:15

– Oooiiingggg pero que super fuerte lo del las faltas tío, y las notas ya ni te digo tío, joerrr tengo que leer los artículos poniendo caritas de asquito ya jo, tío de la cosita que me dan tío…

– Ya ves, jo tío, ¿Oye tío, hacemos un club de dengosos tío?,

– Ayyyy siiiii tío sí, ¡¡¡que diver!!! haciendo melindres todo el día por todo tío.