Colección Extra Superhéroes. Patrulla-X 3 Vísperas de destrucción

Reseña del tercer y último tomo dedicado a los cómics de la Patrulla X en los años inmediatamente anteriores a la llegada a Marvel de Joe Quesada

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Edición original: Uncanny X-Men 388-393 y Annual 2000, Cable 87, Bishop 16, X-Men 108-113 y X-Men: The Search Of Cyclops 1-4 USA (Marvel Comics, 2000-2001)
Edición nacional/España: Colección Extra Superhéroes. Patrulla-X 3: Vísperas de Destrucción (Panini Cómics, 2013)
Guion: Chris Claremont, Joseph Harris, Scott Lobdell, Joe Pruett, Robert Weinberg
Dibujo: Salvador Larroca, Leinil Francis Yu, Tom Raney, Thomas Derenick, Michael Ryan, Brett Booth
Entintado: Art Thibert, Lary Stucker, Nathan Massengill, Rick Ketcham, Ted Pertzborn, Scott Hanna, Mark Morales, Scott Elmer, Tim Townsend, Danny Miki, Dexter Vines, Norm Rapmund, Edgar Tadeo
Color: Richard Isanove, Jason Wright, Hi-Fi Design, Jung Choi, Liquid!,
Traducción: Lorenzo Díaz
Realización técnica: Forja Digital
Formato: Tapa blanda. 490 páginas. 21,95€

El (solo en parte) malogrado regreso de Claremont

«No tengo que hacer nada… salvo decirte adiós»

Decíamos en nuestra reseña del CES Patrulla X 2: El Fin del Sueño que el año 2000 traía consigo el retorno del Patriarca mutante a la que fue su casa durante 15 años. El lector despistado pensaría que esta tercera entrega sería la primera parte de la “controvertida” estancia de Chris Claremont en La Patrulla X y X-Men… pero no. Este volumen, que contiene los #388-393 de la primera colección y los #108-113 de la segunda, da un salto editorial en el tiempo prescindiendo de la mayoría de los números escritos por el guionista británico y enmarcados en la iniciativa Revolution. ¿Qué narices ha pasado?

En 1995, 4 años después de su conflictiva salida de Marvel y las colecciones mutantes, Claremont declararía en la revista Wizard que no volvería a escribir La Patrulla X ni aunque le pusieran delante 10 millones de dólares. 5 años más tarde, Claremont aceptó volver a escribir La Patrulla X y no hay pruebas de que Marvel le pagara más de 10 millones de dólares por ello. De nuevo en Wizard, el escritor afirmaría que “me hicieron una oferta que no podía rechazar. (…) El desafío era irresistible”. Él mismo reconocía que la presión sobre su persona iba a ser enorme. La Patrulla X ya no era un proyecto de personajes nuevos o marginales sino el título estrella de Marvel. Fuera por la presión o por otros condicionantes, lo cierto es que la segunda etapa de Claremont al frente de los mutantes se saldaría con un rotundo fracaso.

Tanto en La Patrulla X como en X-Men, la historia se centraría en unos nuevos villanos creados por Claremont (aunque presentados por Alan Davis en X-Men #99) llamados los Neo, una nueva raza de supermutantes, el supuesto siguiente escalón en la evolución posthumana. Los Neo nunca terminaron de cuajar, el estilo de escritura de Claremont no había apenas evolucionado desde los años 80 y los lectores se sintieron primero decepcionados y después frustrados. Aún más, al poco de volver Claremont a los mutantes, Joe Quesada era nombrado nuevo Editor en Jefe de Marvel. Quesada quería revolucionar la forma de hacer cómics en la Casa de las Ideas y el estilo de Claremont no podía condicionar una de las franquicias más importantes de la editorial. El nuevo editor declararía que los cómics de Claremont en La Patrulla X eran “ilegibles” y que habían sido incapaces de aprovechar el éxito de la película de Bryan Singer. Claremont fue “cesado” como guionista de La Patrulla X y X-Men apenas 10 meses después de su regreso a ambos títulos.

Es difícil que veamos reeditados estos cómics. En el texto introductorio al volumen, escrito por Bruno Orive, se indica que se han saltado la mayoría de los cómics de Claremont por una cuestión de calidad. No cumplían los mínimos para considerar ser reeditados. Por lo tanto, el tomo comienza con La Patrulla X #388 y la saga en cuatro partes El Fin del Sueño, considerada la mejor historia de la segunda etapa de Claremont. Caótica en su desarrollo y con aparente escasa coordinación entre los dibujantes de la historia, El Fin del Sueño cuenta el inicio de la campaña presidencial de Robert Kelly apoyada en un intenso mensaje anti-mutante, lo que llevará a la Hermandad de Mutantes Diabólicos a idear un complot para asesinarlo. La acción pasa de La Patrulla X a las series de Cable primero y Bishop después para finalizar en X-Men #108. De buen ritmo y con momentos de buena caracterización, El Fin del Sueño se disfruta como un relato antagónico a lo que Claremont había presentado hasta el momento: claramente dentro de la mitología y el tono de la/s serie/s.

No obstante, la despedida formal de Claremont tendrá lugar en X-Men #109, una historia pensada para cimentar las bases de Xtreme-X-Men, la colección que Quesada, graciosamente, le daría junto con Salvador Larroca para explorar la subtrama de los Diarios de Destino (concepto, de nuevo, creado por Alan Davis un par de años antes). La marcha del británico dejaría colgadas varias subtramas como el intercambio de poderes entre Jean Grey y Mariposa Mental o la tensión romántica entre Coloso y Pícara. El alejamiento de Kitty Pryde del grupo lo resolvería el nuevo guionista sin explicar nada. ¿Cuales serían las razones del fracaso según el propio Claremont? El escritor reconoce que las dos colecciones ni se diferenciaban lo suficiente ni se complementaban de forma coherente. También menciona problemas de entendimiento con el editor Mark Powers así como las ya clásicas interferencias editoriales como la obligación forzada de reunir a los dos grupos en una misma historia coincidiendo con el estreno de la película en cines.

¿Quién sería el nuevo guionista de los X-Men? Quesada ya tenía confirmados a Joe Casey en La Patrulla X y a Grant Morrison en X-Men, pero se hacía necesario un pequeño ínterin para, como comúnmente se conoce, dejar la casa limpia de polvo y paja para los nuevos inquilinos. El elegido para dirigir este ínterin sería nada menos que Scott Lobdell quien había dirigido (junto con Bob Harras) el destino de los mutantes entre 1992 y 1997, y que era recordado por los aficionados como un guionista, en el mejor de los casos, mediocre. Lo “mejor” de esta etapa transitoria es que NO se coordinó con los planes de Morrison quien, por ejemplo, quería usar a Coloso en su etapa pero Coloso no estaba disponible porque Lobdell lo mataría en La Patrulla X #390. La muerte de Coloso, una de las más anticlimáticas en la historia de los X-Men servía para cerrar la larga y en su mayor parte inútil subtrama del virus de Legado, metáfora del virus del SIDA en el universo Marvel que afectaba a los mutantes pero nunca a personajes importantes. Gracias al trabajo de Moira MacTaggert, la Bestia desarrolla un antídoto al virus pero que solo será efectivo si alguien se lo pincha y activa sus poderes, provocándole la muerte. Coloso, teniendo en cuenta no solo que el virus mató a su hermana sino que en los 90 los guionistas le hicieron sufrir como a un perro apaleado, decide sacrificarse por el bien de los mutantes. No esperéis más explicaciones de Lobdell. Se supone que Coloso muere y como por arte de magia los mutantes enfermos del virus en Genosha se curan… Joss Whedon tomaría nota y tampoco se molestaría en explicar prácticamente nada cuando devolviera a la vida a Coloso en Astonishing X-Men poco tiempo después. La resurrección de Coloso le roba su trascendencia y dramatismo al mejor número escrito por Lobdell, X-Men #110, donde Kitty escribe un elogio funebre realmente conseguido.

El siguiente bloque del tomo es la miniserie La Búsqueda de Cíclope, porque Morrison también quiere contar con Scott en su equipo (fundamental en el triángulo Scott-Jean-Emma que estaba ideando el escocés) y porque la “muerte” del héroe había sido un churro. En el tomo 2 ya mencionamos cómo la saga de los Doce terminaba con Apocalipsis y Cíclope fusionado en un solo ser para posteriormente desaparecer siendo dado por muerto por el resto de la Patrulla X. En la miniserie, a cargo de Joseph Harris y Tom Raney, varios personajes van en busca de ApocaCíclope, quien vaga amnésico por el norte de África. Realizada con profesionalidad, la historia no da para cuatro números y además finaliza con una resolución bastante facilona como es Jean Grey separando con sus poderes a Scott de En Sabah Nur.

Por último, este CES termina con la saga Vísperas de Destrucción, una historia realmente extraña, con un planteamiento muy radical: la tanto tiempo insinuada guerra total de los mutantes de Genosha dirigidos por Magneto vs el resto de la humanidad. Pero es Lobdell de quien estamos hablando por lo que la ejecución deja MUCHO que desear. En primer lugar, la saga tiene un prólogo (X-Men #111) narrado como si de un informativo de televisión se tratara. Después, parece que la Patrulla X ya no existe puesto que Jean Grey tiene que reunir a un grupo de secundarios para preparar el asalto a Genosha y salvar al Profesor X, secuestrado por Magneto. Este nuevo equipo de mutantes está formado por Dazzler, una hermana de Fuego Solar, ex-acólitos de Magneto y otros héroes por accidente. Por otro lado, Lobezno y Cíclope (ya de vuelta al ¿grupo que no existe?) se infiltran en Genosha por las alcantarillas. El enfrentamiento final entre los héroes y Magneto tiene lugar en una especie de Sambódromo en Genosha, presenciado por cientos de mutantes que, en ningún caso, saldrán a ayudar al amo del magnetismo, ni siquiera una especie de guardia con armadura y lanzas, ni siquiera cuando comience a perder la pelea. Como digo, una historia mal desarrollada y que muestra a Jean manipulando mentalmente a varios de los nuevos X-Men porque debe ser que los X-Men ya ni tienen que molestarse en diferenciarse de los villanos.

A nivel gráfico, tampoco nos encontramos grandes alegrías en el tomo. Salvador Larroca continúa su lenta evolución dentro del mainstream y se alza como lo mejor en cuanto a dibujo de todos los cómics aquí incluidos. De línea clara y estilo amerimanga, quizás peca de dibujar a Cíclope como casi un adolescente pero es el único artista que tiene aquí un storytelling mínimamente trabajado. Casi nada bueno puedo decir de Leinil Francis Yu, que solo destaca en el número dedicado a Kitty llorando a Coloso. El dibujo de Yu es tosco y sus expresiones faciales parecen rictus de cadáveres. En Vísperas de Destrucción la narración es caótica y discontinúa, los fondos apenas se esbozan si es que existen. Un despropósito.

En la rebautizada New X-Men, Morrison haría un necesario lavado de cara a la franquicia (sin olvidar al X-Force de Peter Milligan y Mike Allred). Este CES es el último clavo en el ataúd de los X-Men noventeros y que mejor para decirles adiós que Chris Claremont y Scott Lobdell.

Lo mejor

• El número con la despedida de Kitty

Lo peor

• La mezcla Lobdell-Yu

Edición original: Uncanny X-Men 388-393 y Annual 2000, Cable 87, Bishop 16, X-Men 108-113 y X-Men: The Search Of Cyclops 1-4 USA (Marvel Comics, 2000-2001) Edición nacional/España: Colección Extra Superhéroes. Patrulla-X 3: Vísperas de Destrucción (Panini Cómics, 2013) Guion: Chris Claremont, Joseph Harris, Scott Lobdell, Joe Pruett, Robert Weinberg Dibujo:…
Guion - 5.2
Dibujo - 6.4
Interés - 5.5

5.7

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Drury Walker
Drury Walker
Lector
23 octubre, 2022 12:35

Las alineaciones de Claremont un desastre, los diseños de uniforme horribles, las situaciones que siempre les sobrepasaban enemigos de larga trayectoria pero totalmente secretos en sus actividades reiterativas y sus relaciones impostadas. El ultimo arco de Lobdell transmite la fatiga de una franquicia agotada.

Una cosa si, con Larroca la cosa mejora (el numero de Xavier recordando su experiencia como medico militar) y Claremont es algo mas Claremont, pero sin llegar a lo que fue en ningun momento.

Creo que la franquicia tomo un camino irreversible cuando le hicieron la zancadilla a Joe Kelly. Tendria que venir Morrison a hacer lo que le diera la gana para que la cosa remontara. Se lo pusieron facil, la verdad.

Saludos!

Luisru
Luisru
Lector
24 octubre, 2022 10:28

Pues yo rompo una lanza por la «segunda venida» de Claremont. Está claro que dista mucho de ser una etapa redonda pero también se nota que el pobre aspiraba a una etapa muy larga y solamente planteó algunas ideas que se quedaron en boceto. Por ejemplo, a los defenestrados Neo, Mike Carey, en su aburridísima etapa, los calco en sus Hijos de la Cámara, que también ha usado Hickman. La desaparición de Kitty por lo menos sirvió para que Claremont escribiese lo mejor que ha escrito en su segunda etapa con los mutantes: la miniserie Mekanix. Desde luego, se nota la continua injerencia editorial (por ejemplo, el personaje de Boceto, que estaba destinada a ser una nueva Kitty Pryde y desaparece tras un único número) y los cómics se resienten por los dibujantes. Kubert es decente pero Yu es nefasto y algunos de sus sustitutos son todavía peores.

Lo que me parece de traca es que el editor español afirme que estos números no se van a reeditar por su ínfima calidad. ¿Y lo de Lobdell es mejor? Por favor. Su corta etapa es un clarísimo precedente de la de Rosenberg, en plan «voy a cargarme a media Patrulla de forma absurda porque me dejan hacer lo que quiera». Y también me parece mucho peor que ésta de Claremont la etapa previa de Seagle y Kelly, que no tenían ni idea de qué hacer los personajes y solamente parecieron algo decente porque veníamos de años de un Lobdell atroz. Y mira si se están reeditando sin problema.

Por último, lo de Morrison, aunque está claro que los mutantes necesitaban un revulsivo, al final recurrió a los mismos argumentos y situaciones clásicos de Claremont (Centinelas, Hermandad de Mutantes Diabólicos, Muerte de Fénix, Días del Futuro Pasado). Esto pasa todo el rato con la «franquicia» (qué horror que ahora se considere a estos personajes una franquicia, con el único objetivo de vender en lugar de contarnos buenas historias con ellos): viene un guionista que supone (o cree que supone) un revulsivo pero la cosa se desinfla a los pocos números. Pasó con Morrison, pasó con Bendis, acaba de pasar con Hickman y seguirá pasando una y otra vez, por lo menos hasta que incluso los fans más recalcitrantes le den la espalda a estos tebeos, que, por lo que veo, es lo que ocurre: https://brainstomping.com/2022/09/06/de-morrison-a-hickman-relanzar-para-volver-al-mismo-sitio/

Y perdón por el tochazo.