En los últimos años, los responsables de la famosa Shuukan Shônen Jump, de la editorial Shueisha, han tenido que asumir y lidiar con el cierre de algunos de sus buques insignias, de aquellas series que nos acompañaron a lo largo de muchos años, alcanzando un elevado número de tomos recopilatorios y consiguiendo imponerse con rotundidad en los rankings de mangas más vendidos. Este fue el caso de Naruto, de KISHIMOTO Masashi, Bleach, de KUBO Tite, y Kochikame, de AKIMOTO Osamu, que concluyeron tras un largo y exitoso paso por las páginas de la veterana revista y las librerías de todo el mundo, suponiendo un varapalo económico para las arcas de la compañía, que se vio privada de los elevados ingresos aportados por estas series. Pero además, este mismo año hemos visto concluir otras series como The Promised Neverland, Haikyuu!! o el fenómeno de Kimetsu no Yaiba, y lo que resulta aún más difícil de asimilar, es que en el horizonte se vislumbra el final de su serie más laureada y que más réditos económicos les ha aportado jamás, ya que ODA Eichiro ha anunciado que su One Piece se encuentra en su recta final.
Para afrontar esta situación, parece que en la editorial nipona han trazado un plan consistente en renovar su línea editorial, diversificando temáticas, tratando de abarcar al mayor público posible, apostando por series de un menor recorrido colocando tantas de estas series como les sea posible en los rankings de los mangas más vendidos cada mes. De esta manera, han elaborado un plan que se adapta a los cambios y necesidades planteados por los nuevos tiempos, que les permita afrontar y salir victoriosos del período de transición en el que se encuentren inmersos, de forma que se recuerden los próximos años como un nuevo período de prosperidad económica, sí, pero también creativa. Para ello, están basando su estrategia en desarrollar series de calidad como Dr. Stone, Jujutsu Kaisen o Chainsaw Man, la serie que hoy nos ocupa, además de apostar por el regreso de autores ya consagrados y apoyarse en el éxito de productos creados para el mercado digital, como Spy X Family o Jigokuraku.
Chainsaw Man es la nueva obra de FUJIMOTO Tatsuki, el autor de Fire Punch, obra publicada originalmente en soporte digital y reunida en ocho volúmenes recopilatorios, gracias a la cual cosechó un gran éxito de público y crítica, además de conseguir que se le abrieran sin ningún recelo las puertas de la editorial para publicar sus próximos trabajos. En esta ocasión nos plantea la historia de Denji, un muchacho solitario al que acompaña Pochita, un demonio con forma de perro de cuya cabeza sobresale una motosierra. Denji trabaja para una banda de mafiosos como devil hunter, cazando peligrosas criaturas naturales utilizando la motosierra de su acompañante, por los que obtiene una pírrica cantidad de dinero, ya que los mafiosos le restan los plazos y los intereses de una deuda contraída por su padre, quien se quitó la vida y dejó a su hijo como el responsable del pago.
La vida de Denji dará un vuelco cuando, en el desarrollo de una de sus misiones como cazador, debe hacer frente a un demonio zombi, que controla a todos los miembros de la banda para la que trabaja, quienes mutilan su cuerpo y el de Pochita. Sin embargo, a raíz de una antigua promesa, los cuerpos del humano y el pequeño demonio se fusionan, de forma que el protagonista desarrolla sierras mecánicas en sus brazos y su cabeza, convirtiéndose en una máquina de matar que despedaza a todos sus enemigos sin ningún miramiento. En entonces cuando hace acto de presencia Makima, una devil hunter que ofrece a Denji la posibilidad de entrar a formar parte de su organización, para que siga dando caza a los demonios que asolan el mundo, poniéndolo al cargo de Aki, otro cazador con el que desarrollará cierta rivalidad.
Fujimoto reincide en el buen hacer que ya demostró en Fire Punch, con la que comparte lazos en forma y fondo, gracias a un trabajo plagado acción desenfrenada, pero en el que también hay lugar para las inquietudes existenciales inherentes al ser humano, como la búsqueda de su lugar en el mundo, la soledad, la pobreza, la satisfacción de necesidades de afiliación, reconocimiento y autorrealización, etc. Sin duda, su dibujo es uno de los puntos fuertes de esta obra, gracias al ritmo narrativo frenético que consigue imprimir, a su malsano diseño de personajes y criaturas demoníacas y a los salvajes baños de sangre producidos por Denji a partir de su transformación, cuando la tinta se adueña de las páginas y da lugar a una descontrolada explosión de violencia gráfica.
Norma Editorial sigue el estándar para este tipo de series en su edición, tratándose de tomos de tamaño tankôbon (115×175 mm), de alrededor de 200 páginas, en rústica con sobrecubiertas, aunque cuenta con el inconveniente de no incluir las páginas originales a color. Se trata de una edición sencilla con una correcta relación calidad-precio, a la que no se le pueden achacar errores de traducción, maquetación o reproducción de los materiales, haciendo que la lectura resulte muy agradable. La serie cuenta a día de hoy con 8 volúmenes recopilatorios en Japón y continúa abierta.
VALORACIÓN GLOBAL
Guión - 7.4
Dibujo - 7.7
Interés - 7.1
7.4
Este primer volumen de Chainsaw Man sienta una bases interesantes y destaca tanto por su acelerado y coherente planteamiento, como por un grafismo explícito que da lugar a una obra violenta y atractiva.
Me animé a empezarla al ver que la recomendaban por aquí en los comentarios.
Al principio puede parecer que tenga poca sustancia, pero leída ya hasta los últimos capítulos publicados en Japón, la sensación no puede ser más distinta. A ver con qué salen ahora, deseando leerlo.
Sí, al principio puede parecer más vacía de lo que realmente es, pero a medida que avanza, Fujimoto va revelando nuevas capas de profundidad. Es una serie muy interesante.