Astro City: Vida en la gran ciudad

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Astro City es un sueño y comienza con un sueño. El hombre más poderoso del mundo sueña con que vuela libre en un cielo azul lleno de nubes, lejos del ruido y la furia de la lucha diaria. El estridente sonido del despertador le devuelve a la triste y estresante realidad. A salvar el mundo, un día más.

Kurt Busiek nació en Boston en Septiembre de 1960. Justo un año después, nacieron Los 4 Fantásticos. A partir de entonces, la vida de nuestro guionista se verá salpicada de serendipias superheroicas. Por ejemplo. A los 11 años, el mejor amigo de Kurt no estaba para nada interesado en los tebeos. Kurt le prestó algunos ejemplares de La Patrulla-X, y desde entonces germinó en aquel joven una pasión la narrativa dibujada que todavía hoy no se ha extinguido. Aquel joven se llamaba Scott, y con el tiempo acabaría convirtiéndose en Scott Mccloud.

Otra coincidencia curiosa. Busiek acabaría encontrando sus mayores éxitos profesionales gracias a una editorial que se dedicaba, conscientemente o no, a dinamitar todo lo que él más amaba: las historias de superhéroes simples, francas y sinceras, emblemas del viejo estilo americano.

El hombre de este artículo: Kurt Busiek.

Image fue fundada en 1993 bajo los auspicios protectores de las principales estrellas Marvel de la época. Estos artistas (Jim Lee, Todd McFarlane y Rob Liefeld entre otros) hicieron honor al nombre de la editorial, presentando unos tebeos articulados en torno a unas (por lo general horrendas) imágenes sucias, grasientas y barrocas, aupadas en lo alto del pedestal del vacío intelectual y del nihilismo americano estilo MTV.

Busiek encontró una manera de despuntar dentro de este complicado panorama creativo aliándose con Alex Ross y virando en la dirección contraria hacia donde apuntaban todas las tendencias (un «truco» que había utilizado Mark Waid unos años antes con Flash). Marvels se presentaba como la nueva égloga al «americano desconocido», a ese mítico «hombre de a pie» que contemplaba entre maravillado y horrorizado el ascenso y la caída de fastuosos ídolos americanos con pies de barro. Solo que en este caso, esos ídolos con pies de barro eran superhéroes.

Podría decirse que Marvels fue el principio del fin de Image, o de la Image que había triunfado hasta aquel momento. Los lectores giraron como veletas al viento y respondieron a esos «nuevos-viejos comics» mejor escritos, mejor dibujados y, por que no decirlo, más conservadores. A Image no que le quedó más remedio que diversificar su oferta comprando comics de autor que habían tenido cierto éxito en el mercado indy (Bone, Love and Rockets, Strangers in Paradise) y abriendo sus puertas a nuevos y talentosos escritores…escritores como el propio Kurt Busiek.

La portada del primer número de Astro City era toda una declaración de intenciones.

El origen de Astro City

Al habla los autores.

Dice Kurt Busiek: «Tras Marvels se discutió la posibilidad de hacer una secuela. No en el sentido estricto. Se planteó hacer una serie en la que se viajaría a distintos momentos clave de la historia del Universo Marvel, y se contarían las historias desde el punto de vista del hombre de a pie. Pero todos los editores querían meter mano. Así que pensé ¿por qué no lo hago por mi cuenta?».

Dice Brent Anderson: «Mi mujer es escritora, escribe fantasía, ciencia ficción, prosa, poesía… y fuimos a una convención de ciencia ficción. La mujer de Kurt, Anne, también es escritora y aficionada a la ciencia ficción. La única actividad relacionada con los cómics que iba a tener lugar en la convención de ciencia ficción era una charla con Kurt, a quien por entonces no conocía, y Marv Wolfman y Len Wein. Recuerdo que no había mucha gente, de hecho éramos muy, muy pocos, así que cuando llegó el turno de preguntas nadie dijo ni media palabra. Yo llevaba un par de años alejado del mundo del cómic pero había trabajado en él, así que le pregunté sobre el estado de la industria y cosas así. El caso es que cuando terminó la ronda de preguntas Kurt se dirigió hacia Marv y le preguntó: “Oye, ¿quién es ese tío del fondo que se cree que sabe de cómics?”. Marv le respondió: “Bueno, es Brent Anderson”, a lo que Kurt contestó: “Ah, por eso cree que sabe de cómics”. Así que Kurt se presentó una vez hubo terminado el encuentro y nos pusimos a hablar, me preguntó en qué andaba metido y me habló de un proyecto que tenía en mente: Astro City.»

Brent Anderson

No es de extrañar que Busiek se acercara de inmediato a Anderson. El artista neozelandés se había convertido en una especie de autor de culto, en primer lugar por haber dibujado Dios ama, el hombre mata, y en segundo lugar por haberse retirado del medio en plena explosión Image, cuando toda la vieja guardia del comic-book contestario de los 60 y 70 fue de repente barrida por los vientos de cambio.

Alex Ross, la otra pata del banco en Marvels y creador/dibujante de la futura Kingdom Come, se encargó de los diseños de personajes y de las portadas: «Astro City es el proyecto en el que he estado más tiempo involucrado, casi 20 años. Lo que más me gusta de la serie es que Kurt tiene una visión muy clara de hacía donde quiere llevar este proyecto.»

Algunos diseños de Alex Ross para la serie.

¿Por qué eligieron publicar en Image? Busiek al habla: «Nos pusimos en contacto con una serie de editoriales y varias de ellas estaban interesadas, pero con todas ellas había un problema u otro. Image no ofrecía dinero por adelantado pero daba una libertad absoluta. Acababa de recibir un buen cheque de derechos de autor por Marvels y tenía dos opciones: liquidar la hipoteca de la casa o poner dinero para que este cómic viese la luz. Lo pensamos y mi mujer me dijo: “Esta va a ser tu mejor oportunidad, así que en vez de pagar la casa vamos a intentarlo”. Fue una de mis mejores decisiones, desde luego.»

Galería de personajes

Dos consideraciones importantes antes de pegar un repaso a la galería de ilustres de la ciudad superheroica más famosa del mundo.
En primer lugar, unas palabras de Busiek: “Construimos personajes a partir de arquetipos ya establecidos. Por ejemplo, Samaritano es como Superman pero no porque sea una copia, sino porque representan el mismo arquetipo, el extraño que viene a salvarnos, el mesías de un lugar lejano. Otro ejemplo lo encontraríamos en el Confesor, que se parece a Batman, pero las diferencias entre ambos personajes son más abundantes que las similitudes. Queríamos personajes que encajasen en determinados perfiles: no queríamos a Batman en particular, queríamos un justiciero oscuro.”

En segundo lugar, hay que tener en cuenta que el personaje más importante de Astro City es…bueno, Astro City. Incluso el propio diseño del libro (que recuerda a un folleto o a una guía de viajes) nos lo recuerda.
Astro City es una ciudad compleja, vital y minuciosamente diseñada. Los siglos de historia acumulan pesos bajo sus adoquines, entre sus rascacielos, alrededor de sus monumentos y en la arquitectura de los barrios nombrados con los apellidos de grandes pioneros americanos.

Y ahora sí, con todos ustedes, la galería de ilustres habitantes de Astro City.

Samaritano es, como no podía ser de otra forma tratándose del trasunto de Superman, el eje alrededor del cual se articula el macrocosmos ficticio de Astro City. Como el kryptoniano, Samaritano trabaja como periodista en su identidad civil, y es el último superviviente de una civilización moribunda. Pero a diferencia de Clark Kent el mundo del que proviene Samaritano no es un planeta moribundo, si no un futuro lejano desaparecido en las mareas del tiempo.

Samaritano, el primer ciudadano de Astro City.

Justicia alada es la transposición de Wonder Woman dentro del mundo construido por Kurt Busiek. Sin embargo, esta superheroína si se dedica en cuerpo y alma a poner en práctica los ideales feministas, provocando el rechazo de los sectores más retrógrados de la sociedad. La relación sentimental que establecerá con Samaritano será fundamental en el devenir de la serie.

Victoria Alada, en el centro de la trinidad.

El Agente de plata es un homenaje a los carismáticos, arrogantes y valientes héroes de la Edad de Plata, una especie de síntesis de esos bravos vaqueros. En el centro de la ciudad de Astro City se levanta una estatua de El Agente, en cuyo pedestal puede leerse la inscripción «Para nuestra eterna vergüenza». Un presagio de lo que está por venir.

El Agente de plata, dibujado por Alex Ross.

Fanfarrón es, como su propio nombre indica, un fanfarrón. Sin embargo, muchos ven en este defecto un síntoma de una juventud que esconde mucho potencial.

Fanfarrón.

Jack caja de sorpresas, un superhéroe saltarín, bromista y urbano, se construye como un evidente homenaje a nuestro amigo y vecino Spiderman.

Jack caja de sorpresas.

La primera familia es una familia de exploradores espaciales (al estilo de Los 4 Fantásticos) formada por Rex, Astra, Nick, Natalie, Augustus y Julius.

La primera familia.

Por supuesto, estos no son ni mucho menos los únicos superhéroes de Astro City. Con el paso del tiempo y las entregas se irán añadiendo mas protectores disfrazados a esta galería

Astro City: Vida en la gran ciudad
 

Edición original: Kurt Busiek`s Astro City 1-6.
Edición nacional/ España: Astro City: Vida en la gran ciudad (ECC Ediciones).
Guión: Kurt Busiek.
Dibujo: Brent Anderson.
Formato: Cartoné, 192 págs. A color.
Precio:19,50€.

 

Bajo este título se recogen los seis números de la miniserie original publicados bajo el sello de Image. Vienen a ser un poco como la semilla del proverbial árbol.

Son seis historias auto-conclusivas. La primera de ellas se titula En sueños. Narra la historia del hombre con más poder y con menos tiempo del mundo. Con un uso maravilloso de la voz en off Busiek entronca con la larga lista de guionistas que han entendido que el mayor encanto de Superman es su mayor debilidad. Es decir, su enorme soledad. Como bien dijo Alan Moore, el hombre que lo tiene todo es el hombre que lo ha perdido todo, solo que a una escala que nosotros no podemos ni imaginar.

La segunda historia lleva por nombre Noticia bomba. En ella, el director del mejor periódico de Astro City le cuenta a su nuevo empleado como fue su primera semana como trabajador del diario. Es todo un homenaje a los héroes valientes, arrogantes y gentiles de la era del «Kennedy-man». Pero es también un canto a la juventud, a esa época de la vida donde (en palabras del protagonista) «tener un nuevo trabajo y una nueva novia en una nueva ciudad» es más que suficiente como para que cualquiera pueda comerse el mundo a mordiscos.

La tercera historia se titula Algo de conocimiento y cuenta la historia de un criminal de poca monta que siempre anda «con los ojos muy abiertos». Es esta «habilidad especial» la que hace que un buen día se tope de bruces con la identidad secreta de un misterioso luchador contra el crimen.

La cuarta historia se titula Talismán, y es una efectiva transformación del conflicto interno de la protagonista en conflicto externo. También es una emotiva reflexión acerca de las relaciones entre la magia y la ciencia, además de un homenaje a las creaciones de Kirby y Ditko.

Nuestra protagonista vive en un barrio asediado (pero también protegido) por oscuras fuerzas mágicas. Todos los días, toma el tranvía para ir a trabajar al centro de la ciudad, un lugar que ella percibe como un reino mágico y maravilloso que se levanta más allá de los muros de su casa. Pronto comprobará que todo el mundo, ya sea un superhéroe o un mago, necesita un talismán.

Un reflejo y una inspiración.

La quinta historia, Reconocimiento , se centra en la figura de un anciano que es mucho más de lo que parece. Las acciones de un temerario vigilantes le servirán para decidir si condena o no a la raza humana.

En la sexta historia, y para cerrar el tomo, volvemos a encontrarnos con la figura de Samaritano, esta vez como víctima de una conspiración…una conspiración que busca unirle en una cita con su compañera Justicia Alada. Y si Samaritano es Superman, Justicia Alada es evidentemente Wonder Woman. Una sosías de la mayor campeona de los comics que lleva sus ideales feministas hasta sus últimas consecuencias.

El lector que se atreva a adentrarse en estas páginas comprobara como de cierto es aquella expresión que dice que en Astro City, Busiek se atreve a romper tabúes que nunca habría podido romper con los iconos de Marvel o DC. Tabúes y frases puestas en boca de personajes que pueden ser polémicas, pero que nunca dejan de ser razonables.

Samaritano y Justicia Alada compartiendo una cita.

¿Qué hace de Astro City una obra maestra, una pieza tan importante para el género superheroico? Su estructura construida en base a pequeños relatos alegóricos, su apuesta por el intimismo o su maravilloso dibujo pueden tener una parte de la respuesta, pero no toda.

El gran triunfo de la cultura popular del siglo XX es (además de su difusión masiva gracias a los medios de reproducción modernos) su propia naturaleza, construida en torno a los ciclos de vida, crecimiento, muerte y reproducción de su público objetivo. La cultura popular no busca la inmortalidad, si no la pura emoción. Pero, un momento, ¿no son acaso los momentos de emoción pura la única inmortalidad a la que podemos aspirar legítimamente los hombres y mujeres de a pie?

Astro City es, ni más ni menos, que una muestra de hasta donde puede llegar un género al que se le deje crecer libre y sin trabas. Los comics de superhéroes llegando al terreno simbólico del cine y la música.

Busiek y Anderson consiguen trasladar estas ideas al terreno de los vigilantes superpoderosos. Como si de una vieja radio se tratase, los autores sintonizan la aventura, la diversión y la emoción con la necesidad de crecer, de evolucionar y de encontrar un lugar en el ciclo de la vida.

*Gracias a Raúl López por los extractos correspondientes a la entrevista que realizó a Kurt Busiek y Brent Anderson: Aquí.

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batallon
batallon
Lector
4 julio, 2019 23:44

Sin duda de los mejores comics que he leido. Y se disfruta mucho más si ya tienes bastantes años de leer comics. Ya que parece una isla de nostalgia, buenas historias y de dibujo que emociona… alejado del gore, los deux ex machina y demás trucos que nos cuelan para engancharnos a una serie.

Mr. Cesar
Lector
5 julio, 2019 10:11

Si bien es cierto que una serie tan larga tiene momentos de bajón, el nivel medio de «Astro City» es muy, pero que muy decente. Hay arcos como el de la Edad Oscura que no me gustaron tanto, pero el Volumen II está plagado de buenas y reflexivas (eso es lo mejor, que «Astro City» te hace pensar) historias. El arco del Confesor, el del tipo con la piel de acero que se parece a Robert Mitchum y el relato de Talismán son de mis preferidos, pero cuando más me gusta la serie es cuando el protagonismo recae sobre algún ciudadano anónimo de esta urbe y nos muestra, tal como haríamos nosotros mismos, su fascinación y repulsa hacia estos seres con extraños poderes y coloridos disfraces.

Save
Save
Lector
5 julio, 2019 18:03

» A Image no que le quedó más remedio que diversificar su oferta comprando comics de autor que habían tenido cierto éxito en el mercado indy (Bone, Love and Rockets, Strangers in Paradise)»

Que Image publicara Bone o Strangers in Paradise en períodos concretos no implica que las «comprara», más cuando estamos hablando de una editorial cuya filosofía se basa desde su fundación en que no es la propietaria de ninguna de sus series sino que estas pertenecen a los autores (aunque luego McFarlane se lo pasara por el forro con Gaiman o Lee vendiera Wildstorm a DC) La elección de palabras no podría estar más alejada de la realidad.

Y bueno, Loves And Rockets siempre ha sido publicada por Fantagraphics.

manolin
manolin
Lector
5 julio, 2019 20:33

Simplemente maravillosa