Robot Dreams

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2033
 

Primera edición: Septiembre, 2007.
Guión: Sara Varon.
Dibujo: Sara Varon.
Color: Sara Varon.
Formato: Rústica, 208 páginas.
Precio: $17,99.

 

Esta emotiva y encantadora novela gráfica sobre un perro y un robot nos muestra con conmovedores detalles cuán poderosas y frágiles son las amistades. Después de que una excursión a la playa en el Día internacional del trabajo deje al robot oxidado e inmovilizado en la arena, el perro debe volver solo a la vida que compartían. Pero los recuerdos de su amistad permanecen y, a medida que se suceden las estaciones, el perro intenta rellenar el vacío emocional dejado por la pérdida de su mejor amigo haciendo y perdiendo una serie de amistades, desde el muñeco de nieve que se deshace a los epicúreos osos homigueros. Pero para el robot, tirado y oxidado en la arena, el único consuelo de la soledad lo encuentra en sueños”.

En Mundo independiente intentamos ofreceros títulos de la más candente actualidad, de manera que cuando ayer anuncié que iba a escribir la reseña de una novela gráfica publicada por First Second Books o Scholastic, lo lógico habría sido reseñar alguna de las últimas obras de estas editoriales, quizás la ganadora del Eisner Anya’s Ghost de Vera Brosgol. Sin embargo, hoy me tomaré un respiro en las novedades para reseñar una obra que ya cuenta con un lustro a sus espaldas pero que es posiblemente una de las historietas más inteligentes, emotivas y psicológicamente complejas que jamás he leído. Y eso que es un título dedicado a un público principalmente infantil… Aunque tampoco es exactamente así…

Pero no adelanto acontecimientos, vayamos paso por paso.

Robot Dreams es una historia aparentemente sencilla que nos explica con todo lujo de detalles el devenir de dos personajes: un perro – que bien podría ser cualquier persona que conozcamos – , y su compañero de piso el robot, creado única y exclusivamente para ser su amigo – y que también podría ser cualquier conocido nuestro-. Un buen día, el robot sufre un accidente que lo deja inválido, y el perro decide abandonarlo y seguir con su vida. Sin embargo, la conciencia lo asalta una y otra vez de manera que es incapaz de formar nuevas relaciones y amistades. El robot, por su parte, intenta sobrevivir a su incapacidad evadiéndose de la realidad. Y seguramente eso es lo que alcanzan a comprender los niños, una narración protagonizada por un perro y un robot en la que se explica que las amistades van y vienen como el viento… y algunas dejan marcas dolorosas e imborrables.

Sin embargo, Robot Dreams no es sólo una historia para niños, por mucho que nos la quieran vender así. Esta novela gráfica es una de aquellas obras excepcionales que ofrecen diferentes niveles de lectura según la experiencia del lector. Así, una persona adulta no lee exactamente la historia de un perro y un robot, sino que descubre una analogía del comportamiento humano tan franca y sincera que no se limita a explicar los beneficios de la amistad. Al contrario, nos revela lo cruel y malvados que podemos ser en ocasiones. La lectura de Robot Dreams puede llegar a ser dolorosa. Tal como explica la autora, “el libro es sobre cualquier persona que alguna vez haya perdido o crecido ante una amistad. (…) Algunas veces en nuestras propias vidas, las cosas van sorprendentemente mal o evolucionan de una manera que no era la que queríamos o esperábamos. Espero que los lectores encuentren interesante ver cómo mis dos personajes sacan lo mejor de su mala situación”. Esta última frase es especialmente relevante porque es lo que diferencia a una novela adulta de una para todos los públicos. Esa visión positiva y esperanzadora de la amistad, a pesar de todas las penurias que pasan los personajes, seguramente no existiría en un libro de prosa. Tal como reitera la escritora, “El libro parece un poco melancólico y extraño. Pero los personajes aún se divierten en esos momentos desafortunados de sus vidas, aún en medio de la tristeza, justo como hacemos todos”.

Sobre el arte

Una de las cosas más relevantes de Robot Dreams es que es una novela gráfica prácticamente sin palabas. Aunque en ocasiones se encuentran rótulos, onomatopeyas u otros recursos literarios simples, lo cierto es que estamos ante una historieta en la que los personajes no hablan. No hay diálogo, sólo una sucesión de hechos. Y cualquiera que piense que eso hace que la novela gráfica sea más fácil de dibujar, se equivoca completamente. Intentad explicar lo que hicisteis ayer detalladamente pero sin abrir la boca, solo con las manos. ¿Verdad que es difícil? Pues Sara Varon se vale de todos sus recursos de dibujo para hacer que Robot Dreams sea lo más inteligible posible. De hecho, debe ser tan entendible que un niño de 4 ó 5 años debería ser capaz de abrir el libro y saber qué está sucediendo, aun sin alcanzar el significado de los mensajes ocultos que sólo podemos captar los adultos. ¿Consigue esta autora su cometido? Mucho más que eso. Varon emplea un dibujo aparentemente simple, pero que en realidad es sutil e inteligente. Nos desvela las emociones de los personajes con una facilidad pasmosa. Es capaz de explicar el devenir del tiempo gráficamente (aunque en este caso también utiliza el texto). Llega a un punto en el que emplea el recurso de los vacíos de página (es decir, páginas en las que el dibujo sólo ocupa una parte muy pequeña y el resto está en blanco) para decir algo. La última vez que vi algo parecido fue en un cómic de superhéroes en el que se utilizaba el blanco para destruir el universo. Nunca encontré a nadie que pudiese realmente expresar algo de esa manera… Y eso que he leído muchos tebeos en los que lo han intentado. Así que me saco el sombrero ante el minimalismo de Varon, ante su juego de colores y ante su composición de la página.

Y, como una imagen vale más que mil palabras, aquí tenéis unas cuantas:

Sobre la edición de First Second Books

Hay poco que decir en este tema porque ayer ya os hablé largo y tendido sobre todos los recursos que utiliza la editorial para vender sus tebeos a las escuelas. De hecho, tomé esta misma obra como ejemplo para explicaros cómo se plantean las programaciones de clase en las escuelas a partir de novelas gráficas. Así que si alguno está interesado os emplazo a que visitéis el artículo de ayer.

Otras opiniones

Por si acaso alguien duda de la credibilidad de mi reseña (por ser demasiado positiva), os dejo unos cuentos extractos de críticas que podéis encontrar aquí y aquí.

Abril de 2012, en Alien Bee: “Sólo puedo imaginar lo difícil que debe haber sido para Sara Varon orquestarla, porque explicar una historia basada únicamente en las imágenes, sin tener ninguna palabra, puede ser bastante complicado. Te tienes que asegurar de que el lector no sólo puede descifrar lo que está sucediendo, sino que también debe tener un claro entendimiento de lo que está sucediendo y por qué. (…) Eso tiene mucho que ver con leer entre líneas.”

Noviembre de 2007, en The Bulletin of the Center for Children’s Books: “Esta es una de aquellas obras difíciles de encontrar que realmente cualifica como una novela gráfica para todas las edades, con una historia sin palabras (…) rellenada con suficientes acontecimientos graciosos para divertir a los niños de primaria, y dulces observaciones sobre la mutable naturaleza de la amistad, pero que sólo se entiende por aquellos que han vivido suficiente tiempo como para haber perdido o ganado algunas amistades. Esta debería ser una compra prioritaria para las colecciones de novelas gráficas infantiles (…)”

Septiembre de 2007, en School Library Journal: “Este libro es como uno de esos juegos de mesa que pueden se apreciados por cualquier persona desde los 8 a los 80 años. Es una lectura rápida, pero permanecerá en el corazón de los lectores mucho después de finalizarla.”

Agosto de 2007, según Booklist: “El estilo de dibujo de Varon no es complicado, y sus colores son limpios y refrescantes. Y aunque la línea de la historia también parece simple, pone mucho énfasis en las emociones. La magistral representación que Varon hace de la conciencia culpable de Doc así como de los sueños de libertad de Robot, efectivamente mete a los lectores en una odisea de amistad, pérdida, encontrarse a sí mismo, y superarlo e ir hacia adelante. Usad este tebeo como prueba de que las novelas gráficas pueden pegar tan fuerte en los sentimientos como la mejor ficción juvenil”.

Julio de 2007, en Kirkus: “Una novela gráfica sin palabras proporciona una triste reflexión sobre la naturaleza de la amistad. (…) La resolución es psicológicamente ambigua, denegando a los lectores

Aviso de Spoiler

la satisfacción de una feliz reunión pero ofreciéndoles la más cruda realidad de que las amistades evolucionan y mueren – pero otras pueden reemplazarlas.

Ingenioso y lastimero a turnos, este es un placer atento y provocativo.”

Julio de 2007, según Library Journal: “Lineal y bonita, destrozada con ensoñaciones y fantasías, Robot Dreams es una pequeña y ‘simple’ historia de amistad y de dejarse ir. Las relaciones nunca se han reducido tan perfectamente. (…) Aunque sea difícil llamarlo ‘escribir’ cuando no hay ninguna palabra dirigida al lector, el entendimiento de Varon de lo que es la buena narrativa le sirve muy bien aquí. (…) Ella es una de esas artistas engañosamente simples.”

Junio de 2007, en Publisher’s Weekly: “Las historias episódicas de Dog son particularmente relevantes por la manera en que reflejan la tendencia humana de ‘probar cosas’ con la esperanza de cubrir alguna necesidad emocional; Robot es un avatar para todos los niños que se preguntan por qué no están recibiendo el amor que ellos creen merecer.”

Mayo de 2007, en Kirkus: “Robot Dreams es sofísticamente sencillo, con sutiles pistas en los gestos y en menor medida en los colores.”

Sobre la autora

Según la biografía oficial que se encuentra en la web de First Second Books, “Sara Varon es una estrella en alza en el mundo independiente: su simple, emotivo e instantáneamente adorable arte toca el corazón de la gente. Sus proyectos previos incluyen la novela gráfica Sweaterweather y el libro de ilustraciones Chicken and Cat (ganador del premio Silver Honor de Parent’s Choice de 2006). Originalmente de las afueras de Chicago, Sara ahora reside en Brooklyn, donde le gusta montar a bicicleta, ver películas y sacar a pasear perros”.

La verdad es que la biografía se ha quedado corta porque Sara ha hecho más cosas (tampoco tantas) después de Robot Dreams. En First Second Books ha publicado Cake Bake, una novela gráfica “sobre un cupcake que trabaja en una pastelería y desea viajar para conocer la masa de sus sueños – una pieza de delicia turca, vista en un libro de recetas que le enseñó su mejor amigo, una berenjena. ¡También incluye recetas! La gran sorpresa: en esta obra hay un montón de diálogo”. Además, Scholastic fue la encargada de sacar a la luz Chicken and Cat y más adelante se publicó una secuela: Chicken and Cat Clean Up.

Actualmente, Sara está trabajando en Odd Duck, una historieta protagonizada por una tal Theodora y su vecino Chad. En esta ocasión, Sara colabora con el guionista Cecil Castelluci. Y dicho esto, os dejo con una instantánea de la autora que podéis encontrar en su página web:

Sara con un ratón en la tienda de donuts Peter Pan en Greenpoint, Brooklyn, en algún momento de 2008.
Sara con un ratón en la tienda de donuts Peter Pan en Greenpoint, Brooklyn, en algún momento de 2008.

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Javier Agrafojo
6 febrero, 2013 13:34

Acaba de escalar a mi top10 de próximas compras.

elrulo
elrulo
Lector
6 febrero, 2013 20:59

 ¡Pa la saca!

acantarmexico
Lector
8 febrero, 2013 15:40

yo me apunto para mi nueva compra esta como chebere  http://www.acantarmexico.com