Viñetas desde o Atlántico 2011: Brais Rodríguez (exposición y entrevista)

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Con un poco de retraso según lo inicialmente previsto, el presente post servirá para poner punto y final a nuestra cobertura de Viñetas desde o Atlántico 2011, Festival de la Historieta de A Coruña del que este año nos hemos hecho eco desde una perspectiva principalmente fotográfica. Así que, tras nueve galerías destinadas a repasar las diferentes exposiciones organizadas con motivo de este evento, hoy toca centrarnos en la dedicada a A man do diaño (La mano del diablo), obra que permitió a Brais Rodríguez (Boiro, 1980) alzarse con el VI Premio Castelao de Banda Deseñada, concedido por la Diputación de A Coruña.

Para visualizar las fotos a mayor resolución, consultad nuestro Flickr

Una vez más recordamos que en esta entrada de Apocalipse de Porco, podéis encontrar la charla protagonizada por el colectivo Polaqia -del que Brais forma parte-, subida a Youtube con la diligencia habitual de Ghanito. Una comparecencia también resumida en la web oficial de Viñetas desde o Atlántico.

Por otra parte, y aprovechando que durante el salón coruñés se presentaron las ediciones en castellano (Astiberri Ediciones) y gallego (Demo Editorial) de La mano del diablo, propusimos al autor natural de Boiro la realización de la pequeña entrevista que, no sin antes agradecerle su tiempo y paciencia, os ofrecemos continuación.

Entrevista a Brais Rodríguez

David Fernández (D.F.).- En primer lugar, y aunque con mucho retraso –se falló en octubre de 2010–, felicidades por el VI Premio Castelao de Banda Deseñada concedido a A man do diaño (La mano del diablo, en su edición española). ¿Cómo y en qué momento nació la idea que dio pie a esta obra? ¿La desarrollaste expresamente para presentarla al Premio Castelao o esta posibilidad surgió con posterioridad?

Brais Rodríguez.- Un poco de todo. El concurso fue el detonante para llevarla a cabo, sentarme a dibujarla y no ponerme excusas. La idea realmente ya la llevaba bastante tiempo rumiando y surgió de la revisión de las historias cortas que vine realizando en fanzines, de los denominadores y los recursos comunes.

D.F.- La mano del diablo destaca por su mensaje antibelicista, por resaltar el sinsentido y el absurdo inherente a toda guerra. Pero te las apañas para que la historia no caiga en la sensiblería, la obviedad o la sensación de dar lecciones de moralidad al lector. ¿Fue este un aspecto que te preocupó de forma especial durante el proceso creativo?

Brais Rodríguez.- Supongo esto puedo suceder porque la finalidad principal no fue realizar una historia bélica. Mi intención era centrarme en los personajes, las situaciones y los ambientes. Me interesaba crear un escenario donde la violencia campase a sus anchas, que fuese algo casi normal. En cualquier caso no fue mi propósito conducir un mensaje moral.

Previa de La mano del diablo, publicada en la web de Astiberri Ediciones.
(haced click sobre las imágenes para ampliarlas)

D.F.- ¿Es la descontextualización cronológica y geográfica una opción deliberada para dotar al relato de una mayor universalidad? ¿Barajaste en algún momento la opción de especificar el tiempo y el lugar en el que se desarrolla la trama?

Brais Rodríguez.- No creo que la descontextualización pueda reforzar la universalidad del mensaje. Estoy convencido de que todos conocemos relatos, películas o cómics bélicos que desarrollan un mensaje universal a partir de lo particular. No quise centrarme en un conflicto particular por varias razones, pero la principal es que creo que recurrir a ello puede convertirse en una nueva capa de complejidad que no sentí necesaria. Por otra parte, el mensaje o la sensación que buscaba cuando empecé el cómic estaba más en consonancia con los aspectos formales y el resultado final en conjunto, y el extrañamiento que pudiese provocar una contextualización poco determinada me gustó.

D.F.- Los que conocemos tu trayectoria, estamos acostumbrados a seguir tus evoluciones en al formato de historias cortas, en buena medida debido a tu vasta experiencia en el campo fanzinero (Barsowia, Fanzine Enfermo, ARGH!, Dos Veces Breve, Carne Líquida, etc). Ante el reto implícito en la creación de La mano del diablo, ¿te topaste con algún aspecto relacionado con su extensión que te diera especiales quebraderos de cabeza?

Brais Rodríguez.- No es la primera vez que intento hacer algo largo. Con esto te digo que he tenido muchos problemas, y que poco a poco fui encontrando algunas soluciones, fijándome en nuevos recursos. El principal problema con el que me topé fue el del guión; tengo la mala costumbre de dibujar de modo intuitivo. Envidio a los dibujantes que de un modo metódico preparan un guión más o menos acabado antes de dibujar. Para este cómic decidí proponer una estructura básica, un esqueleto, un principio y un final. A partir de eso pude dibujar sin problema. En parte me gustó que el proyecto fuese una incógnita, que yo no supiese que sucedería hasta afrontar las situaciones.

Portada del Barsowia #9, Cartel das XXII Xornadas Ourense y cubierta del Dos veces breve núm. 14.
(haced click sobre las imágenes para ampliarlas)

D.F.- ¿Tuviste claro desde un primer momento los recursos y las opciones narrativas y compositivas de las que tendrías que echar mano para construir una atmósfera y un ritmo tan específicos? En este sentido, ¿encontraste algún referente especialmente interesante, no solo circunscrito al ámbito comiquero?

Brais Rodríguez.- Sí. Son elementos que ya me interesan desde hace tiempo, y que voy intentando reforzar. Creo que están presentes en mis historias cortas. Como decía, me interesaban más estos aspectos a la hora de realizar el tebeo que las cuestiones temáticas.

Los referentes en este aspecto son diversos. Me gusta la narración muda, o que no se sustenta con el texto, como Masereel, Ward, Coll, Jason, Soglow, Ott o Jano. En otros ámbitos hay diversas influencias, muchas veces subjetivas, como puede ser el caso de la música.

D.F.- Algunas de esas decisiones y opciones creativas son ya habituales en tu bibliografía: una planificación de página que alterna el 2×3 y el 2×2, el empleo de los silencios, el aparente hieratismo de los personajes –roto por sutiles pero significativos matices–, o la utilización de un recurso tan propio del lenguaje de la historieta como las elipsis. Señas de identidad que alimentan la sensación de que La mano del diablo es fiel y consecuente con tu trayectoria pretérita, pero también con la evolución, desarrollo y enriquecimiento de tu voz autoral. ¿De qué fuentes has bebido para la creación de ese universo personal tan característico? ¿Qué obras y autores han calado hondo en tu concepción del medio y en la de tus filias temáticas?

Brais Rodríguez.- Creo que en este aspecto tengo que señalar lo importante que fue haber coincidido, conocido y convivido en Pontevedra con otros dibujantes de mi quinta: Alberto Vázquez, Jano, Bernal Prieto, Diego Blanco, Roque o Miguel Porto, entre otros. Fue un ambiente muy positivo en el que yo aprendí muchísimo de ellos.

De modo personal, quizás los tebeos que más me han influido son varios. Además esto también va por épocas. En su momento me gustaron mucho Frank Miller, Sequeiros o Muñoz, también Blanquet, Paco Alcázar, Max o Crumb. Me han mostrado una cara del cómic, que aunque pudiese intuir, ellos abordaron de modo excepcional, ya sea desde el dibujo o la narración. Con el tiempo, descubrí a Chris Ware, a Seth o a Jim Woodring, por ejemplo, que a mi modo de ver cuidan muchísimo y dan protagonismo a las cuestiones narrativas.

De todos modos procuro no limitar las influencias al cómic. A grandes rasgos los medios en los que más me fijo son el cine y la pintura.

De izqda. a dcha.: David Rubín, Manel Cráneo (Demo Editorial), Brais Rodríguez y Laureano Domínguez (Astiberri Ediciones), durante la presentación de la obra.

D.F.- En La mano del diablo abordas de nuevo un tema recurrente en tu obra: la muerte. Pero en este caso optas por un enfoque mucho más realista, en detrimento de la carga metafórica y el simbolismo habituales…

Brais Rodríguez.- Si, es posible. Lo cierto es que me fascina la imagineria relacionada con esta figura. Es verdad que la usé varias veces, y que llega un momento en que puede resultar más adecuado insertarla de modo implícito, aunque presente.

D.F.- El pasado 12 de agosto presentaste las ediciones en castellano y gallego de esta obra, arropado por Laureano Domínguez (Astiberri Ediciones), Manel Cráneo (Demo Editoral) y David Rubín (amigo personal, colega en Polaqia y prologuista de la edición gallega). ¿Cómo viviste el proceso de desarrollo y diseño de ambas ediciones y qué sentiste al tener en tus manos tu primer libro monográfico?

Brais Rodríguez.- Debo agradecer a todas estas personas su profesionalidad y la confianza que depositaron en mi. A David por haberme ayudado a hacer posible la publicación y su apoyo constante. Por parte de las editoriales no tuve ni imposiciones ni complicaciones en el proceso de edición, más bien todo lo contrario, libertad para proponer ideas y todas las facilidades. Esto sumado a la experiencia de comprobar que el resultado final en ambas ediciones me parece excelente, hace que me sienta muy a gusto trabajando con ellos.

D.F.- Por otra parte, las ediciones de Astiberri y Demo no son exactamente iguales, ¿podrías comentarnos las diferencias existentes entre ambas, más allá de la portada, apreciable a simple vista?

Brais Rodríguez.- La principal diferencia está en la diferencia de páginas. Incluí en la edición de Astiberri más material e hice un remontaje de algunas partes. En la edición de Demo, por su parte, decidí mantener el tebeo tal como lo envié al concurso.

El autor, durante la sesión de firmas celebrada en Viñetas desde o Atlántico.

D.F.- Imaginamos que este mes de agosto ha sido realmente movido para ti, ya que además de presentar la obra, se exhibió una exposición de originales centrada en la misma, y estuviste presente en el Festival como miembro del colectivo Polaqia. ¿Cómo se vive este evento, teniendo en cuenta que tu carrera está íntimamente ligada a Viñetas desde o Atlántico, como punto de encuentro?

Brais Rodríguez.- Bien. Debo llevar 13 años viniendo a este festival, publicando fanzines o atendiendo stands, así que resulta raro ver de repente que tienes una exposición ahí.

D.F.- Ya para finalizar, ¿podríamos comentarnos cuáles son los proyectos en los que estás trabajando actualmente (y cuándo verán la luz)?

Brais Rodríguez.- Ahora mismo estoy trabajando en un proyecto sobre la relación de arte y locura, gracias a una ayuda de la fundación Arte y Derecho. De momento estoy empezando, así que no puedo decir mucho más.

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