Loki. Las muchas caras del dios del engaño

Recién estrenada la serie de Disney + protagonizada por Loki, aprovechamos para dejar un repaso a las distintas personalidades que ha vestido en cómic, a lo largo de su amplia vida editorial. Es un viaje lleno de giros, mitología y un poquito de maldad.

8
7213

Loki, el dios de las mentiras, artista del engaño. Nada como la redención de un villano para observar la capacidad de grises de un género como los superhéroes. El Loki del MCU, interpretado por Tom Hiddleston, ha seguido esa especie de senda que se conoce como el camino del héroe. Empezando en el lado malo de la vida, hostigando a su hermano Thor y liderando el primer intento de Thanos de hacerse con la Tierra, Loki aspiraba a reinar, porque era su glorioso propósito. Su paulatino acercamiento a su hermano provocó que se sacrificara por los suyos, en una senda que no tenía vuelta atrás. Pero los hados de los dioses son inescrutables, ya que el repentino viaje en el tiempo de los Vengadores le propició una puerta de atrás para volver a la vida, aunque sea fuera de los límites del tiempo y el espacio. Así se nos presenta la oportunidad de observar las renovadas andanzas de un dios del engaño en manos de la Agencia de Variación Temporal, un concepto muy Marvel, por otro lado. Todo eso lo tenemos en el show de Disney + que acaba de emitir su primer episodio y a lo largo de otros cinco más, veremos las aventuras del Loki a través de diversos escenarios históricos.

En ese batiburrillo de multiversos y líneas temporales que anuncia la serie televisiva, se apunta a que vamos a ver diversas versiones de nuestro querido dios de las mentiras. Algo que no sorprende al seguidor habitual del cómic, puesto que el gran Loki ha vestido diversos aspectos a lo largo de su vida editorial. Y a eso le prestamos atención, a partir de ahora. Vamos a repasar los diferentes Lokis que se han visto en las páginas de Marvel Comics. Su versión clásica, redomadamente malvada, la iteración femenina, el tiempo que fue un niño o cuando de nuevo dio un inesperado estirón. Todos ellos son Loki y todos ellos han dejado su sello, en la idiosincrasia del dios asgardiano, por lo que no está demás recordar el complejo sendero que ha llevado al hijo de Laufey a lo que es hoy en día. Pero antes de entrar en asuntos comiqueros, repasamos algunos aspectos básicos sobre la mitología en la que tiene sus fundamentos el personaje.

Loki, el dios nórdico del engaño

Hermanos lucharán,
y se darán muerte entre ellos,
y los hijos de las hermanas
romperán sus parentescos.
Duros tiempos para el hombre,
depravación rampante,
era de hachas, era de espadas,
escudos destruidos,
era de vientos, era de lobos,
hasta que el mundo se derrumbe;

Loki, dios de las mentiras y el engaño. Loki, hermanastro del poderoso Thor. Loki el astuto, el artero. Loki, hijo de gigantes de hielo. Loki, el asgardiano de dudosa lealtad. Todas estas ideas son reflejo del desarrollo que ha tenido el personaje desde los años sesenta en Marvel Comics primero, y en el Universo Cinematográfico Marvel, después. Pero, ¿se ajusta esa imagen a la realidad de los mitos nórdicos de los que se sirvieron Stan Lee y Jack Kirby para crear las aventuras del hijo de Odín y su martillo encantado?

En primer lugar, debemos recordar que la mitología nórdica, a la que pertenecen los personajes y las historias que vamos a referir a continuación, es un tipo de mitología basada en la costumbre y en las tradiciones que se pasan de padres a hijos durante años, décadas, siglos. En tiempos modernos, la asociamos a los países escandinavos y, más concretamente, a la imagen de los vikingos. Esto es así puesto que la mayor parte de esta mitología se desarrolló entre los siglos VIII-XII después de Cristo. Sería un error comparar una mitología con una religión moderna, como el Cristianismo o el Islam. Los dioses nórdicos tenían un estatus más parecido a lo que conocemos de los panteones griego y romano, con fiestas y conmemoraciones, supersticiones y ritos, pero sin textos sagrados como la Biblia que permitan conocer de primera mano los detalles de esta cosmogonía. Lo más parecido con que contamos son las conocidas como Edda poética, un conjunto de (como su mismo nombre indica) poemas recopilados en el siglo XIII; y la Edda prosaica, un libro de texto para enseñar poesía, escrito entre los siglos XIV-XVI que incluye la relación más completa de historias y personajes “clásicos” de la mitología nórdica. Ambos textos son de origen islandés, y son la fuente de donde proviene la mayoría de la información relativa al Loki mitológico.

En el inicio solo había dos reinos: Niflheim, reino de hielo, y Muspelheim, reino de fuego. Allí aparecieron Ymir, el primer gigante, y Audhumla, la conocida como vaca primigenia. De los lametones que la vaca Audhumla daba a un bloque de sal, nació Buri, el primer Æsir. Buri tuvo un hijo, Bor quien, a su vez, tuvo sus propios hijos: Odín, Vili y Ve. Los 3 hermanos, al matar al gigante Ymir, crearon el mundo tal y como lo conocemos. El universo, según la mitología nórdica, estaría conformado por nueve mundos: Asgard, Vanaheim, Jotunheim, Niflheim, Muspelheim, Alfheim, Svartalfheim, Nidavellir y, por último, Midgard, más conocida como la Tierra o mundo de los hombres. Los nueve mundos están conectados a través del Yggdrasil, que vertebra toda la creación y que además es fuente de sabiduría, por lo que los Æsir a menudo se reunirán junto a él. Junto a sus raíces, moran las Nornas o deidades femeninas del destino.

¿Y quiénes son los Æsir? Tras la creación del universo, las leyendas nórdicas hablan de dos razas de dioses, los Æsir y los Vanir. Los Aesir son los dioses más conocidos de la mitología nórdica. Æsir son Odín, Thor, Heimdall, Balder y, en algunos textos, también Loki. Sobre los Vanir hay mucha menos información disponible. Los más conocidos son Freyr y Freyja, hijos de Njord, que acabarán viviendo en Asgard como rehenes que permiten mantener la paz alcanzada después de la guerra entre los Æsir y los Vanir. Un tercer grupo en importancia sería el de los Jotun, popularmente conocidos como gigantes, que pueden igualmente casarse y tener hijos con los Æsir pero a la vez guerrear contra ellos. Precisamente si hablamos de conflictos, no podemos olvidarnos del Ragnarok, conjunto de sucesos desastrosos y batallas que incluyen la muerte de Odín a manos del lobo Fenrir, Thor y Jörmangand (“la serpiente del mundo”) matándose el uno al otro, o Surtur consumiendo la tierra con su fuego. El Ragnarok no es equivalente al Apocalipsis cristiano puesto que la cosmogonía nórdica es una basada en la narrativa de renovación ya que, tras la destrucción del mundo, surgirá uno nuevo en el que los hombres tendrán una segunda oportunidad.

En la mitología nórdica, Loki es considerado el dios del engaño. Pero los textos que nos han llegado contienen inconsistencias con respecto a su personalidad o incluso su filiación. Loki es el hijo de un Jotun, Farbauti, y de una Æsir, Laufey. Al ser la nórdica, una tradición patrilineal, la afiliación la da el padre por lo que Loki sería un Jotun antes de que Æsir. Sin embargo, parte de las fuentes disponibles le tratan como un Æsir de pleno derecho. Y, aún así, su relación con el resto de los Æsir será ambivalente. A veces les ayuda, a veces les engaña y se aprovecha de ellos. En ocasiones, los Æsir le desprecian; en otras, le ruegan para que les ayude. Loki tendrá varios hijos, siendo los más famosos: Fenrir, el lobo gigante; Jörmangand, la serpiente del mundo; y Hela, la reina de Niflheim, la tierra de la oscuridad.

Loki es descrito como el Dios del Caos. No rezas a Loki. Rezas a otros dioses para alejarlo de ti. Esta puede ser una de las razones por las que no hay constancia de que los vikingos le rindieran culto, como si hay pruebas con respecto a Thor. Loki causa estragos entre los Æsir, en un principio casi como un niño travieso. En uno de los relatos contenidos en las Eddas, Loki le corta el pelo, a traición, a Sif por la sencilla razón de que le divierte hacerlo. Su condición de díscolo, no necesariamente malvado, queda patente en la resolución de la historia, en la que Loki hace que unos enanos fabriquen una nueva cabellera para Sif hecha de oro puro. Los primeros mitos nórdicos describen a Loki como aliado de los Æsir, como cuando les ayuda a llegar a un acuerdo de paz con la gigante Skadi. Sin embargo, conforme los relatos de las Edda se van sucediendo, Loki cambia de estatus de aliado a adversario. En el poema «Lokasenna«, irrumpe en un banquete de los Æsir y comienza a insultarlos y burlarse de ellos, parando únicamente cuando Thor aparece y le amenaza físicamente. En el poema conocido como «Gylfaginning«, Loki engaña a Höðr, el hermano ciego de Balder, provocando la muerte del mismo Balder. Este asesinato llevará al resto de los dioses Æsir a castigar a Loki. Lo capturan y encadenan boca arriba a una roca, haciendo que, gota a gota, el veneno de una serpiente fuera cayéndole en los ojos. Cuando llegue el Ragnarok, Loki, convertido en enemigo declarado de los Æsir, liderará un ejército de las hordas de Hel que atacará Asgard y él mismo luchará ferozmente contra Heimdall, en una contienda a la que no sobrevivirá ninguno de los dos.

Loki es presentado como un hombre… casi siempre. En el poema «Thrymskvida«, Loki y Thor urden un plan para recuperar Mjolnir, robado por un rey gigante. Para ello, se disfrazarán de mujeres. En el texto, cuando Thor se viste de mujer, el poema sigue utilizando con él pronombres masculinos. En el caso de Loki, no. Al aparecer como mujer, el texto utiliza pronombres femeninos, indicando que la “transformación” de Loki es de naturaleza diferente o que, a diferencia del dios del trueno, él tiene la capacidad no de disfrazarse sino de “ser” una mujer. En otro poema, Loki se transforma en yegua y queda embarazado, dando a luz posteriormente a Sleipnir, el caballo de ocho patas de Odín. Loki, utilizando un lenguaje moderno, parece ser un personaje de género fluido, sin atarse demasiado a consideraciones absolutas sobre lo masculino o lo femenino.

Como resumen, Loki es representado, en las fuentes documentales que han llegado hasta nuestros días, como un dios bromista, astuto e inteligente; pero también como un dios cruel, vengativo y brutal. No aparece como un dios malvado en sí mismo y, desde su punto de vista, el ataque que dirige en el Ragnarok contra los Æsir está justificado habida cuenta del castigo que estos le infligieron, atándole a la roca y recibiendo el veneno de la serpiente. Una de las características más repetidas de Loki es su capacidad de cambiar de forma o de aspecto. En el conjunto de los poemas que forman la mitología nórdica, el personaje se transforma en mujer (varias veces), en salmón, en yegua, o en mosca. Esta habilidad para cambiar de aspecto será parte consustancial de su carácter traicionero.

La transformación marvelita del mito

Loki, hijo de Odín. Loki, hermano de Thor. Loki, hijo de gigantes de hielo. Loki aliado de Karnilla, la reina de las Nornas. Todo esto y otros muchos conceptos que asociamos al personaje de Loki tienen su origen en la etapa primigenia del personaje en Marvel, comandada por Stan Lee y Jack Kirby. Pero antes de entrar de lleno en esa etapa, tenemos que detenernos brevemente en una época aún más pretérita, mediados del pasado siglo.

Finales de los 40 y principios de los 50, una época oscura para el cómic de superhéroes. Tras el boom de la Golden Age, los gustos del público habían ido evolucionando y la oferta de cómics también lo había hecho. Así, una visita a un kiosko de la primera mitad de la década, nos presentaría una oferta tremendamente variada: cómics de terror, románticos, del oeste, humorísticos, etc. Una de las muchas editoriales de la época, Atlas (posteriormente, Marvel), publicaba una revista llamada Venus (1948 -1952) que mezclaba historias de amor con conceptos de fantasía y ciencia-ficción. Venus estaba protagonizada por la diosa homónima, considerada la deidad olímpica del amor y la belleza. Al tener una diosa como protagonista principal, la colección vería, en sus páginas la aparición de Thor y Loki. Pero, ¿qué Thor y qué Loki? El Dios del Trueno tan solo aparecerá en dos paneles del #12. Loki, sin embargo, tendrá más protagonismo en el #6, donde convencerá al señor del inframundo, Plutón, para que le deje marchar a la Tierra, donde será derrotado por Venus. Loki aparece representado como un dios menor, sujeto a la jerarquía del Hades y que viste con una especie de traje espacial de colores llamativos. No será este el único “pre-Loki”. Años más tarde, en 1957, un ya experimentado Jack Kirby (contaba por entonces con 40 años, nada menos) escribía y dibujaba el Tales of the Unexpected #17 dónde un hombre, en el lejano oeste, encontraba el martillo de Thor y lo usaba para su beneficio personal. Esto llamará la atención del Dios del Trueno que, aparentemente, viajará a la tierra para recuperar su martillo. En una viñeta veremos apenas un esbozo de Loki, al que Kirby dibujará con su identificativo casco con cuernos. De todas maneras, no era la primera vez que el Rey jugaba con estos conceptos, pues ya los había introducido en DC Comics en los años 40, creando un dios pelirrojo con martillo, en la colección Sandman, que recordaba cierta figura mítica.

Saltamos de nuevo en el tiempo, esta vez hasta agosto de 1962, momento en que se publica Journey into Mistery #83. En él tendrá lugar la primera aparición del Poderoso Thor, uno de los personajes más reconocibles de Marvel. Se ha comentado en numerosas ocasiones cómo la creación de Thor fue, en parte, una respuesta de la Casa de las Ideas a Superman, un tipo de personaje superpoderoso que hasta ese momento no había aparecido en la editorial. Y qué mejor como prototipo de Superman que un dios. La historia es de sobra conocida. El doctor Donald Blake entra en una cueva y encuentra un bastón que, al ser golpeado contra el suelo, se revela como el martillo Mjolnir y convierte a su portador en Thor. Las primeras historias del héroe bascularán entre la ciencia-ficción y los tropos más simples del cómic de superhéroes de la época: alienígenas, monstruos y comunistas.

Es en este entorno en el que tiene su primera aparición el Loki moderno. Su debut tendrá lugar en Journey into Mistery #85 convertido en árbol por castigo de los dioses “desde hace siglos”. Será Heimdall el que, involuntariamente, le liberará de su extraña cárcel y, lo primero que hará, será marchar a la tierra para enfrentarse a Thor. Inicialmente, no se expresa en el guion ni la idea de parentesco entre Thor y Loki, o que este último sea también hijo de Odín. En este su debut en el universo Marvel, se hablará de Thor y Loki solamente como enemigos “eternos”. Será en su siguiente aparición, Journey into mystery #88, dónde quedará establecido que Loki es hijo de Odín y, por lo tanto, hermano de Thor, nexo familiar que no se nombrará hasta uno de los Relatos de Asgard, concretamente en “Gigantes de la tormenta” de Journey into Mistery #100. En su primera apariencia, Kirby dibujará a Loki con una versión primigenia de su casco con cuernos y el color del personaje ya se asociará a su clásico código de colores verde y amarillo. Llama la atención cómo la reproducción de esta primera aparición en el Omnigold publicado por Panini, el color de su casco es presentado en color marrón, con los cuernos en blanco (salvo en algunas viñetas donde se representan en amarillo). El Rey tardaría tiempo, tres años nada menos, en encontrar un atuendo más acorde con la categoría que iba a adquirir el villano.

El Loki de Lee y Kirby (sin olvidarnos de otros miembros del staff Marvel a los que nos referiremos en breve) puede dividirse en dos etapas diferenciadas, Journey into Mistery #85-114 y Journey into Mistery #115-125, más The Migthy Thor #126-181.

El Loki que aparece en Journey Into Mistery #85-114 es un personaje claramente sacado del molde de villano de los cómics de aventura y superhéroes que se publicaron a caballo entre finales de los 50 y comienzos de los 60. Su única motivación es derrotar a Thor, entrando en un típico bucle en el que lucha contra el Dios del Trueno, es derrotado, Odin le castiga o lanza una reprimenda, Loki vuelve a enfrentarse a Thor y vuelta a empezar. Otros objetivos, además de derrotar y humillar a Thor, un poco porque sí, serían sembrar el caos en la tierra y hacerse con Mjolnir. De hecho, en sus dos primeras aventuras, el villano busca específicamente separar a Thor del martillo para revertir al héroe a su forma de Donald Blake. La dinámica de hermanos enfrentados no existe aquí. Son simplemente héroe y villano. Otro de los tropos más comunes en esta etapa es la de Loki utilizando a otros malvados para atacar a Thor, bien por permanecer “castigado” en Asgard, bien por el puro goce de hacer el mal. Hablamos de villanos como el mentalista Sandy (#91), o el Hombre Lava (#97), Zarrko el hombre del mañana (#101), la Encantadora y el Ejecutor (#103) o el Hombre Absorbente (#114). Las manipulaciones de Loki no solo tendrán como víctima a Thor sino a otros héroes, como será el caso de Hulk en una aventura que traerá como consecuencia la creación de los mismísimos Vengadores. Estamos hablando, de este primer Loki, como un personaje tan amenazador como ridículo, que se llama a sí mismo el Dios del Mal, que escapa de su cautiverio asgardiano transformado en culebra o abeja, que afirma poseer un “control remoto mágico”. Las historias serán, en su mayoría, aventuras intrascendentes como: – Loki atrayendo a Thor a Asgard para luchar contra él, afirmado que eso le dará ventaja (no sabemos realmente qué clase de ventaja es esa) en el #92; – Loki provocando que Mjolnir golpee a Thor en la cabeza y este crea que Loki es su aliado y se dediquen a aterrorizar distintas ciudades de la Tierra, hasta que otro golpe hace que Thor recupere el sentido, todo ello e el #94; – Loki secuestrando reiteradamente a Jane Foster (#108 y #114) o utilizando a otros villanos, como Cobra y Mr Hyde, para que ellos secuestren a la sufrida enfermera, en el caso de los #110 y #111. Uno de los momentos fundamentales en la evolución del personaje tendrá lugar en el #104, donde convence a Odín para que viaje a Midgard y le deje al mando de Asgard, lo que Loki aprovechará para lanzar contra la Tierra a las fuerzas conjuntadas de Surtur, el Demonio de Fuego, y Skarr, el Gigante de la Tormenta. Ya no estamos hablando únicamente de un villano genérico. Poco a poco, Loki ha ido creando una agenda propia, el deseo de ser el gobernante de Asgard, de adquirir más poder, de manipular y mentir para lograr sus objetivos, de acabar para siempre con su entrometido hermano.

La evolución de Loki va de la mano de la evolución de la propia colección. Al inicio de la andadura de Thor, en Journey into Mistery, tanto Stan Lee como Jack Kirby están saturados de trabajo. Stan Lee ni siquiera comenzó escribiendo la serie sino que trazaba los argumentos para que su hermano, Larry Lieber, se encargara del guion propiamente dicho. Otro de los autores que trabajaron sobre los plots de Lee fue el escritor de ciencia-ficción Robert Bernstein. Por su parte, Kirby dibujaría en solitario los #83-89 (en el #88 fue ayudado por Steve Ditko), dejando el trabajo después a Al Hartley, Joe Sinnott y Don Heck. Aunque el Rey dibujaría también el #93, parecía que esta era una colección que no le interesaba demasiado. Nada más lejos de la realidad. Lee y Kirby hablaban a menudo de Thor, de las inmensas posibilidades que les daba la rica mitología nórdica, de la cantidad de conceptos, historias, personajes con potencial que había en sus leyendas. Kirby, en particular, adoraba los mitos nórdicos y de su interés por los mismos queda como recuerdo la breve aparición de Thor y Loki en Tales of the Unexpected. La idea estaba clara. Había que ir abandonando la concepción de Journey into Mistery como un cómic de superhéroes más. Así, la inolvidable pareja decidió volver al título, esta vez a pleno rendimiento en Journey Into Mystery #97 y traían una sorpresa con ellos.

Desde ese número comenzó a publicarse un complemento llamado “Relatos de Asgard” en el que los autores contaban su versión de la mitología que rodeaba a Thor, desde la concepción del universo, introduciendo a los gigantes de hielo, el origen de Odín y, poco a poco, el resto de personajes que no son tan conocidos hoy en día: Balder el Bravo, los tres Guerreros, Lady Sif, Karnilla la reina norna, etc. Los Relatos de Asgard son fundamentales para entender la evolución de Loki. En el #112 se nos narra cómo Loki fue adoptado por Odín, y un número más tarde, en la primera aparición de la versión en niño de Thor y Loki, empezamos a atisbar las razones del personaje para odiar a su hermano. En estos números, vemos por primera vez a alguien de carne y hueso, que odia a su hermano por envidia, que se mete en problemas para, entre otras cosas, llamar la atención de una figura paterna autoritaria como la que ejemplifica Odín. Las historias principales de Journey into Mystery fueron poco a poco integrando esta mitología, abandonando casi por completo las aventuras anodinas anteriores y entrelazando las tramas de un número a otro, creando algunas sagas inolvidables.

Tras introducirnos a los orígenes de Loki, desde el Journey into Mistery #113 en adelante y hasta el final de la etapa de Lee y Kirby en la colección, veremos un villano mucho más desarrollado y carismático. Su principal objetivo en adelante estará claro. Derrotar a Thor es deseable, sí, pero lo fundamental es convertirse en el regente de Asgard. La “saga” más larga que tiene a Loki como principal antagonista tendrá lugar entre los #115-119, en los que el villano llevará a Jane Foster a Asgard haciendo creer a todo el mundo que ha sido cosa de Thor, una clara transgresión, ya que Odín lo había prohibido expresamente. De ahí en adelante, el Dios del Trueno buscará la manera de limpiar su nombre y demostrar que él no es el culpable de la llegada de Foster a Asgard, entre otras cosas enfrentándose al mismo Loki primero y al Destructor después; un combate este último en el que lo mejor es ver cómo Loki tiene que ayudar a Thor a derrotarle para evitar la ira de Odín. En #122-123, llevará al Hombre Absorbente a Asgard para que este se enfrente a Odín, consiguiendo Loki el cetro de su padre y autoproclamándose Rey de Asgard. Loki es derrotado porque el poder de Odín es innato y no pertenece al cetro, y posteriormente es desterrado de su hogar y lanzado al vacío del espacio junto con El Hombre Absorbente.

En el segundo anual (1966), Loki enviará su forma astral al cuerpo del Destructor, únicamente para ser derrotado de nuevo por su hermano. Dos años después, el personaje retornará con fuerza. En #147, Odín perdona a Loki y le trae de vuelta a Asgard haciéndole prometer que no volverá a cometer ninguna villanía (la estupidez de Odín es inconmensurable). Loki, inmediatamente, va a la Tierra a luchar contra un Thor al que el Padre de Todos ha quitado sus poderes. Odín, al ver cómo Loki también le desobedece y ha ido a Midgard, es despojado también de sus habilidades (#148). El Destructor le lanza un rayo y Loki desaparece, reapareciendo en Asgard en el número siguiente (#149), sin poderes y acudiendo a buscar ayuda en Karnilla, la reina de las Nornas, una de sus aliadas recurrentes en esta época. Loki, con sus poderes restaurados, más la ayuda mágica de Karnilla, roba el Mjolnir (#152) justo cuando Thor acaba de derrotar a Ulik. Thor y Loki se enfrentarán en una brutal pelea en #153 que incluirá a Loki interrumpiendo una operación de Blake a Lady Sif. Finalmente, la contienda solo termina porque son separados y obligados a dejar de pelear vía la mano de Odín. En #154, Loki tiene su primera gran oportunidad en años para gobernar Asgard cuando su padre se adentra en el Sueño de Odín y nuestro villano favorito se autoproclama, de nuevo, rey. Pero huye en #157 cuando Mangog irrumpe en Asgard. Algo parecido ocurrirá en la última saga con Jack Kirby (parcialmente) a los lápices. En #175, Loki ha reunido una coalición para tomar el poder en Asgard, coalición formada por demonios, gnomos, gigantes y trolls. Se hace con el anillo imperial y se convierte, una vez más, en rey de Asgard. Confrontado por Thor, Balder y Sif, Loki decide huir del reino pero no por causa de los héroes sino por la llegada a Asgard de Surtur (#176). A Loki no le importa que Asgard sea destruida siempre y cuando Thor sea destruido también. De nuevo, Loki abandonará a Asgard a su suerte, siendo la ciudad salvada de nuevo, cómo no, por Thor y Odín.

Al finalizar esta larga etapa, los fundamentos de la personalidad de Loki ya están claramente fijados. Hablamos de un personaje artero, manipulador y mentiroso, incluso con sus aliados (el mago Igron, después de ayudarle a huir de Asgard ante la llegada de Surtur, es traicionado y en pago por sus servicios es enviado como esclavo a las minas de los trolls en Asgard). Rabiosamente individualista aunque se vea obligado por las circunstancias a colaborar con otros. Desdeñoso con los humanos a los que gusta de engañar con sus trucos mágicos (uno de sus favoritos es jugar con el dinero, haciéndolo aparecer y desaparecer a voluntad, como mostrando que el verdadero poder no se encuentra en las monedas que usamos los terrestres). Una amenaza constante para Thor y sus aliados, obligados a superarle en fuerza ya que en inteligencia es el villano el que suele ir dos pasos por delante. Pero también un cobarde que ataca por la espalda y a traición, que no duda en huir si siente que tiene las de perder, una “serpiente” en la que no se puede confiar.

Los números de Stan Lee y Jack Kirby en Journey into Mistery y El Poderoso Thor son una colección de grandes momentos, una sucesión de personajes icónicos y la construcción de una leyenda que aún hoy perdura en los anales del noveno arte. Como decía el historiador Les Daniels, esta etapa pasó de ser un cómic de superhéroes a una saga espectacular. La saga de Thor Odinson. Y también la de Loki.

Por otra parte, de las etapas más comentadas, reconocidas y laureadas en la larga historia de las aventuras del Dios del Trueno nórdico, en la Casa de las Ideas, fue la que, entre los años 1983 y 1987, llevó a cabo el guionista y dibujante Walter Simonson. Primero como autor completo y luego en compañía del veterano Sal Buscema, el artista tenesiano firmó, contando las aventuras del poderoso Thor, la obra que habría de consagrarle entre los creadores más destacados de su generación, convirtiéndose aquella en la marca a batir para quienes asumieron posteriormente y con desigual fortuna, la tarea de ser cronistas de las andanzas del hijo rubianco de Odín.

Simonson nos presenta una historia con fuertes vínculos, literarios y visuales, con la mitología nórdica. Atrás queda el brilloso oropel de la Asgard de Lee y Kirby. Aquí tenemos a unos ases que están más próximos a sus contrapartidas de las leyendas escandinavas que a sus parientes en pijama, a los que se habían aproximado por obra y gracia de las exigencias del guion. Thor se ve sometido a duras pruebas y severos correctivos que harán de él un personaje más maduro, reflexivo e interesante, sin que por ello quede reducida, siquiera en un ápice, su bizarría. Sin embargo, hay que destacar que maese Walter consigue que nos interesemos más por el trasfondo asgardiano en el que se mueve el protagonismo, convirtiendo el mundo de los dioses y sus barrios aledaños en algo más que un repositorio de secundarios, aliados, enemigos o intereses románticos. Asgard nunca estuvo tan viva antes y, me temo, nunca lo ha estado posteriormente -con permiso de los experimentos de traerla a la Tierra- pero, en este punto, hay que indicar que el autor convierte la colección en una cabecera compartida, en un triángulo donde al vértice ocupado por Thor acompañan otros dos, ocupados por Balder el Bravo y por el protagonista de esta historia, el taimado Loki.

El hijo adoptivo de Odín que, prácticamente desde el inicio de las andanzas marvelianas de Thor, se había convertido en uno de sus principales y más contumaces oponentes. Aquí será un enemigo constante, pero va a estar muy alejado de los habituales histrionismos. Desde un principio, se nos presenta a un Loki mucho más taimado, astuto y, consecuentemente, peligroso. Simonson le da un aspecto gráfico muy alejado de los narigones que le obsequiaba Jack Kirby. Tenemos a alguien más atractivo e interesante, y así lo deja patente el autor cuando hace su primera aparición para encontrarse con Lorelei, la hermana de la Encantadora, la cual se acerca al hermanastro de Thor atraída por la fascinación de algo prohibido. Durante los siguientes cuatro años, Loki seguirá siendo un peligro para Asgard y continuará maniobrando para sentarse en el trono de Odín, tan pronto como éste desaparezca en la gran batalla contra Surtur, pero lo haré de forma más sutil, convirtiéndose en un oponente doblemente peligroso, sí, pero más ocurrente e interesante en sus maquinaciones. Loki maniobrará para alcanzar sus objetivos, usando su principal y más afilada arma: su ingenio. En ocasiones, tendrá que hacer circunstancial alianza con su detestado hermanastro; en ocasiones, hará lo posible por contribuir a agrandar las desgracias del tronador pero, en definitiva, nos deja un buen puñado de historias memorables en las que don Walter da una versión del personaje que, desde nuestro modesto punto de vista, sólo se puede comparar con la que aportaría Kieron Gillen, bastantes años después.

Esa importancia en las esencias de Loki otorgada por Walter Simonson será recogida por sus continuadores, empezando por Tom DeFalco y Ron Frenz, que convertirían al dios del engaño en una parte fundamental de la trama que llevaría a Odinson al exilio y de paso traería la conversión de Eric Masterson en el sustituto de Thor. Loki comenzaba a recibir más atención y así superaba el simple papel de ser el malo maloso de la película. Se preparaba para convertirse en protagonista, por derecho propio.

Loki se transforma en protagonista

Como se ha planteado al principio del apartado anterior, la mitología nórdica «made-in-Simonson» está fuertemente influida por el determinismo inherente al peso del destino en los relatos y leyendas originales. Loki es como es y hace lo que hace porque así está tejido el hilo de su hado, pero, en algunas ocasiones, se han presentado historias el propio personaje toma conciencia de su situación e intenta zafarse a su sino, transformándose en un personaje trágico, al no poder escapar de aquél. Veamos, pues, algunos ejemplos.

El primero lo encontramos en una miniserie -que Panini editó aquí en forma de novela gráfica- realizada por el guionista Robert Rodi y el ilustrador Esad Ribic. Estos autores nos llevan a uno de tantos universos alternativos, dentro del frondoso árbol de realidades alternativas que componen el multiverso marveliano. La premisa es una vuelta de tuerca al eterno conflicto entre Loki y Thor. Como tantas veces en la serie clásica, el príncipe de lo falso se hace con el poder en Asgard y su hermanastro está en su poder. En esta ocasión, el nuevo gobernante quiere asegurar su posición y evitar la repetición del ciclo sin fin de auge y caída, afanándose por encontrar una forma de romper ese círculo vicioso. Su búsqueda, cada vez más desesperada, es infructuosa: el usurpador del reino dorado está destinado a caer a manos del Dios del Trueno. Este anunciado final, más bien una sentencia, se extiende a todo el multiverso: allá donde hay una Asgard, Loki caerá a manos de Thor. No obstante, el dios de la mentira hará un último y arriesgado intento de cortar el hilo que le ata a tan funesto destino, casi al final de la miniserie.

Loki triunfante
Portada de la edición española del tomo recopilatorio de la serie

La miniserie presenta, como se ha dicho, una nueva versión de un argumento clásico, en la que, al contrario de lo que sucede en la serie regular -donde Loki es un elemento recurrente y de aparición constante- Thor apenas asoma por la historia. Sin embargo, su presencia se deja sentir a lo largo de la historia: su destino de héroe es el reverso de la condición villanesca de Loki y la asunción de este incontestable hecho le convierte en una amenaza semejante a la del anunciado enemigo de El desierto de los tártaros: no se sabe cuándo aparecerá, pero, aunque los años transcurran, llegará y ajustará las cuentas a su hermanastro. El deseo de zafarse de este destino llevará al hijo de Laufey y a nosotros con él a un viaje opresivo en el que, como en «El corazón del ángel», cada respuesta recibida le acerca más a un final del que quiere huir a toda costa.

Varios años después, serían Roberto Aguirre-Sacasa y Sebastian Fiumara los que toman el relevo para contar una historia en la que, una vez más, Loki se ve confrontado entre lo que es, lo que está llamado a ser y lo que querría ser. De nuevo, los autores toman varios pasajes de la mitología nórdica, ya adaptados en muchos casos al canon marveliano, para presentarnos una historia en la que Loki se presenta ante nosotros como una víctima de las humillaciones a las que le someten los ases, empezando por su propio hermanastro. Relatos tan conocidos como el origen de Mjolnir son presentados desde el particular punto de vista del dios del engaño, hasta el punto de que cuestionemos si se ha visto forzado por las circunstancias a tomar las decisiones que ha tomado. Ahora bien, si estamos hablando del maestro de la mentira ¿podemos fiarnos de lo que dice y piensa? ¿Se engaña y, de paso, nos engaña? Mientras tanto, cada capítulo de la miniserie acerca al reino de los ases al anunciado crepúsculo y al fin de los nueve mundos. El juego de verdades, medias verdades y mentiras que se entrelazan a lo largo de la historia nos presenta a un Loki más susceptible de empatía por parte de la parroquia lectora, ya que se aleja aún más de la tradicional imagen de villano taimado y despreciable.

Loki, por Sebastian Fiumara
Loki a juicio

Ambas miniseries se sitúan en realidades alternativas, de modo y manera que pueden jugar con la posibilidad de hacer cambios respecto de la línea principal y, aunque la segunda se considera canónica, tiene un complicado encaje, aún dentro de la elástica continuidad marveliana. En todo caso, sirven y bastante bien, para presentar el punto de vista de un personaje que, en los últimos años, ha empezado a moverse fuera del rol que, durante las décadas precedentes, tuvo asignado.

Si hay algo en la mitología nórdica en lo que se considera a Loki como protagonista es el Ragnarok. El eterno ciclo de muerte y resurrección del panteón asgardiano. El dios del engaño, a lomo de la Serpiente de Midgard, una de sus más apreciados vástagos, según la tradición, provoca la muerte de la totalidad de los dioses nórdicos: Odín, Thor, Sif, Heimdall…. cuando decimos todos queremos decir todos. Es algo que se ha trasladado a los cómics Marvel en contadas ocasiones, ya que se trata del fin de Asgard, tal y como la conocemos. La versión más atrevida se produjo durante el año 2004. Nos encontramos en los estertores finales de la etapa de Dan Jurgens en The Mighty Thor. En su megalomanía más egoísta, Loki había imbuido al Destructor con la energía del Elegido, un concepto cósmico que había utilizado Jurgens con asiduidad en su recorrido, lo que provocará un terremoto inesperado en el Reino Dorado.

El guionista sale en el Thor Vol. 2 #79 y le sustituye Michael Avon Oeming, creador multitarea que venía a cerrar este volumen del Dios del Trueno. Y para ello plantea un Ragnarok en seis partes, dibujado por Andrea DiVito, con gran protagonismo de Loki. El dios del engaño se rodea de temibles enemigos de Asgard, como Ulik, Mangog o Surtur. En este ciclo vemos una de las imágenes más chocantes que tenemos, acerca del hijo de Laufey, cuando Thor sesga su cabeza del cuerpo y se la lleva consigo en aras de poner freno a este Ragnarok, llegando a enfrentarse a los dioses arcanos que están por encima del mismo panteón asgardiano. Con todo, el temible hecho acaba produciéndose y el total de los habitantes de Asgard termina pereciendo, quedando sus esencias en una especie de limbo en el recuerdo. Larga vida al Reino Dorado y a sus regentes.

Loki se transforma en mujer

El dios de las mentiras estaba predestinado a provocar el Ragnarok. Como ya sabemos, este ocurrió durante la etapa de Michael Avon Oeming, que decidió cerrar el segundo volumen de Thor, en 2004, con la muerte de todos los dioses (Thor Vol. 2 #80-85). Eso incluía al propio Loki, algo que no importó a nuestro protagonista, ya que estaba implícito en su malvada naturaleza. Fin de la tragedia nórdica en varios actos. La colección del Dios del Trueno quedó en barbecho durante unos pocos años y no fue hasta la llegada de J. Michael Straczynski, en 2007, cuando Marvel decidió volver a apostar por reactivar la serie regular, con el inicio del volumen tres, acompañado de Oliver Coipel al dibujo. El creador de Babylon 5 tenía una idea muy interesante para volver a recuperar Asgard y su entorno.

Los hechos del Ragnarok terminaron con la muerte física de los dioses pero no espiritual. Las almas fueron desperdigadas por Midgard, quedando sepultadas bajo personalidades humanas. El #1 de ese tercer volumen nos muestra una nueva vuelta de tuerca entre la relación de Thor y su alter ego, Donald Blake, y como este último le sirve de cicerone para recuperar la consciencia de hijo de Odín, alzando de nuevo el martillo encantado, el buen Mjolnir. Con Thor despierto y dispuesto a recuperar a sus hermanos, comienza el resurgir de los habitantes de Asgard, sin un reino dorado, eso sí, donde instalarse. El hogar es donde estén sus habitantes, por lo que esa ubicación pasa a ser el pueblo de Broxton, donde la cada más abundante población asgardiana asienta su cuartel general, que a la larga supondrá un conflicto político que derivará en crossover editorial, conocido como Asedio.

La cuestión de fondo es que Thor debe recuperar a todos sus súbditos y así procede, poco a poco: los Tres Guerreros, Heimdall, Balder el Bravo…. eso incluye a su malvado medio hermano. En el #5 de la colección, Strac y Coipel nos presentan la vuelta de Loki, pero viene algo cambiado en su resurrección. Ahora adopta una apariencia de mujer. Según su propio razonamiento, su naturaleza de gigante de hielo le ha hecho alterar su esencia en el correspondiente renacimiento. A pesar del cambio físico, Loki mantiene su presencia ominosa, ladina, de la que el Dios del Trueno tiende a desconfiar. Debe cuidarse las espaldas ya que tiene las advertencias proferidas por Thor muy presentes; sin embargo, el hijo del rey Laufey decide ignorarlas y se nota que va a seguir su propia agenda.

La figura de Loki femenina permanecerá de secundaria durante la etapa de Straczynski. Su máxima aspiración será que sus conciudadanos confíen en ella, sobre todo, trabajando en esa vía, le interesa que Balder esté de su lado y así convertirse en su máxima consejera. Una visión intrigante la que nos dejaba el guionista, donde el aficionado Marvel era consciente de que el personaje no era trigo limpio.

En el #12 asistimos a una de las grandes revelaciones de la colección. Loki acude al cubil de Hela en Midgard, donde le solicita un favor. Le pide prestado el poder de la reina de Hel para poder atravesar el velo de las realidades y viajar al pasado, para consolidar su posición futura y de paso dar rienda suelta a ciertas vendettas personales. El gran golpe de efecto viene por parte de la Diosa de la Muerte, cuando esta confirma que ha reconocido el cuerpo que ahora mismo porta el taimado Loki y ese no es otro que el de Lady Sif. El hijo adoptado de Odín se siente seguro porque está convencido de que mientras habite el cuerpo de la amada de Thor, su hermano se verá imposibilitado a atacarle de manera física, a costa de no hacer daño a Sif.

La llegada de la Invasión Secreta nos obliga a hacer un parón. La realidad editorial es que Strac no estaba interesado en los eventos mandados desde arriba, por lo que la colección de Thor pasó totalmente de ello. Tuvimos una miniserie de tres números para ver la reacción de los asgardianos ante la invasión skrull, guionizada por Matt Fraction y dibujada por Doug Braithwaite, donde se unían los destinos de Thor y Bill Rayos Beta. El papel de Loki en esta trama era ensuciar la imagen del portador del Stormbreaker, ya que sabemos que la diosa del engaño tenía su agenda contra su medio hermano y no quería que nada que se interpusiera en sus planes. De todas maneras, la importancia del evento para nosotros radica en ver como Loki se une a la Cábala de Norman Osborn, en Secret Invasion #8. Este era un concepto de Brian Bendis donde el alter ego del Duende Verde se rodea de una serie de intrigantes elementos, capaces de mover los hilos en la sombra para lograr sus objetivos. El desarrollo de esta asociación, que incluía a Osborn y a Loki, pero también al Encapuchado, Emma Frost, Doctor Muerte y Namor, lo tuvimos en el one-shot llamado Secret Invasión: Dark Reign.

Ya hemos dicho que Straczynski no tenía mucha consideración en relación a los landscape que marcaba la editorial. Ahora, en pleno Reinado Oscuro, tiene su propio motivo para celebrar con la publicación del #600 de la colección (aún así, tenemos a los Vengadores Oscuros en este número conmemorativo). Una vuelta al volumen uno da lugar a un ejemplar muy especial, con más paginación, donde vemos las maquinaciones del Loki versión femenina. Recuperamos el viaje realizado a través de Hela, para ver la consolidación de su plan, al resucitar a Bor, el padre de Odín, que se enfrentará a cara descubierta con Thor, engañados ambos dos por magia mística. La lucha finaliza con la muerte de Bor, ante la presencia de Balder, regente de Nueva Asgard, y su fiel consejera, nuestra Loki. El castigo por tamaña afrenta es el destierro del Dios del Trueno; con un martillo y una confianza quebrada en el bueno de Thor, el camino quedaba libre para que Loki actuase sin ningún tipo de filtro o control.

Hacemos un parón en la cabecera del hijo de Odín, para pasar a otra colección coetánea. El #600 se publicó en marzo de 2009, justo el mes en que The Mighty Avengers sufría una alternancia de guionista. Hasta ahora territorio de Bendis, el título cambia de temática y tono con la llegada de Dan Slott. Nuevos integrantes del grupo, ahora liderado por Hank Pym, con clásicos como Yocasta, Mercurio o Hércules, y savia nueva, en las figuras de Estatura o la Visión II (Jonás, otra versión de Kang), extraídos de los Jóvenes Vengadores. El detalle a tener en cuenta es que Wanda Maximoff, la Bruja Escarlata, reaparecida después de mucho tiempo, es la figura que reúne al grupo, ante la amenaza del demonio Chthon. A partir de aquí, tenemos a la Bruja como personaje recurrente, siempre en la sombra, siempre esquiva, sobre todo para con su hermano Pietro. De momento, dejamos la narración aquí y volveremos en breve a los Poderosos Vengadores de Slott.

El #601 vemos el trabajo de alta política que maneja Loki. Una reunión con el Doctor Muerte nos muestra que las intenciones de la diosa del engaño era trasladar Asgard a territorio latveriano, alejándola del influjo del gobierno americano. Mientras, sigue jugando al gato y al ratón con su castigado hermano. Es ella misma la que confiesa a Donald Blake la situación de vida o muerte de Lady Sif, por lo que Thor recurre a la heroica (y de paso, al Doctor Extraño y su magia) para salvar a su amada. La vuelta de Sif comporta que Loki pierda su aspecto femenino y recupere su iconografía clásica, previa a los momentos de Asedio. Pero antes, volvamos a un hilo que habíamos dejado inconcluso.

En The Mighty Avengers teníamos una colección de tipo superheroico, con personajes como Hank Pym, Mercurio o la Bruja Escarlata, pero nada que recordase a aspectos relacionados con Loki. Pues bien, sí que es un elemento trascendental ya que

Aviso de Spoiler

Wanda no era ella misma sino que su imagen estaba siendo utilizada por la diosa del engaño para manipular a estos nuevos Vengadores. Técnicamente hablando, sus apariciones serán un aspecto recurrente durante el año y pico que duró el periplo de Dan Slott en este grupo secundario de vengadores. La disonancia viene porque Straczynski estableció en Thor Vol.1 602, con fecha de agosto de 2009, que Loki recuperaba la imagen arquetípica, mientras que Slott todavía la mantiene un tiempo más. Baste recordar que la imagen de la ilustración de Mighty Avengers #23, la que define el gran giro sobre la identidad de Wanda, es de noviembre de 2009, fecha de portada.

Ahí teníamos el influjo del malvado Loki, con su propios intereses puestos sobre la mesa, en el camino a Asedio, que él mismo se había encargado de trazar en la cabeza de un Norman Osborn cada vez más endiosado, nunca mejor dicho. La malvada deidad de las mentiras estaba dispuesta a enredar a estos Vengadores en su telaraña de artificios, pero Pym y su equipo supieron descubrir el pastel a tiempo, llegando a secuestrar al mismo Loki en persona, ya en su encarnación clásica y conocida. Esto provocó un conflicto entre Thor y los Poderosos Vengadores, que se tuvo que dirimir en el #34 de la colección de los Mighty Avengers.

Straczynski había clausurado su etapa en un Giant Size Finale, dejando claro que su historia sobre los personajes había quedado cerrada. Con ella nos ha dejado una de las imágenes más estimulantes del personaje, la Loki femenina, con esa sensación constante de peligro; sin duda, una interpretación genial en una etapa espectacular con el Dios del Trueno. La cuestión es que con la salida de Strac no se acaba la historia de Loki. Teníamos Asedio en ciernes, el gran evento de 2009, en el que tendría un papel muy relevante para comprender el entuerto. Este se centraba en la megalomanía de Osborn en conquistar, qué decimos, en subyugar Asgard, como síntoma de su poder. Un ataque a gran escala, con Hammer y los Vengadores Oscuros se preparaba, mientras que en la Cábala se aprecian claros síntomas de disensiones (Siege: The Cabal one-shot). Este ambiente tan aciago le tocó ser contado por Kieron Gillen, que se hizo cargo de los números del Dios del Trueno que entroncaban con el evento pergeñado por Brian Michael Bendis y Olivier Coipel.

En Asedio sufrimos nuevamente las intrigas de Loki. Es la mano en la sombra que mueve los hilos, el que instiga a Norman Osborn a llevar su gran obra a término, el asalto a Asgard. Todo está maquinado por el dios del engaño, pero hasta el mismo hijo de Laufey se dio cuenta de que el asunto fue una muy mala idea. La lucha entre las fuerzas de Asgard, a los que se unen los héroes del Universo Marvel, frente a los operativos de Osborn se descontrola cuando el Vacío se hace fuerte en la figura del Vigía. Loki, en uno de esos giros hacia las zonas grises, percibe que ha cometido un error de cálculo, puesto que su intención era hacerse con el trono, recogiendo las cenizas tras las batalla de turno. Pero es que ahora no va a quedar Asgard que gobernar, ya que el Vacío está destruyendo todo a su paso.

Es ahí cuando Loki saca su lado heroico, pidiendo ayuda a su padre para utilizar, por última vez, las piedras Norn. Un instante catártico en el que vemos al dios de las mentiras enfrentarse, con todo lo que tiene, contra el Vacío. Loki se sacrifica para que Asgard siga en pie, poniendo fin el evento. Asedio significó el último clavo en el ataúd en el Reinado Oscuro de Norman Osborn.

Loki ha caído. Desaparecido en el panorama tras la batalla contra del Vacío. ¿Es este el destino definitivo de nuestro protagonista? Para nada, Loki volvería en una nueva encarnación, en una serie que marcaría un antes y un después con el personaje.

Loki se transforma en niño

En el especial Marvel Comics #1000, Kieron Gillen y Doug Braithwaite nos ofrecieron una historia de una página titulada El viaje para homenajear el debut de la veterana colección Journey Into Mystery en 1952. En dicha página, distintas versiones de Loki se susurraban las unas a las otras las palabras “puedes escapar” en un ciclo interminable. Resulta muy curiosa esta lectura del personaje como alguien que se ha pasado la eternidad tratando de escapar y enlaza perfectamente con la época de su historia que vamos a comentar a continuación. En efecto, aunque él mismo se niegue a admitirlo, Loki ha pasado buena parte de su existencia tratando de escapar de la vida que le ha tocado vivir: un padre que no es su padre, un hogar que no es su hogar, un hermano que siempre gana en todas las comparaciones y que empequeñece sin esfuerzo hasta el mayor de sus logros; una vida, en la que, en definitiva, no le ha quedado más remedio que convertirse en el villano. Pero, quizá, por encima de todo, Loki ha intentado escapar de sí mismo; de su naturaleza retorcida y astuta, de su rencor y su envidia, de su incapacidad para encontrar la felicidad mientras que el resto de los asgardianos son felices. Loki ha intentado escapar de sí mismo en infinidad de ocasiones, fracasando siempre. Salvo en una ocasión. Una vez lo consiguió… al menos por un tiempo.

Marvel Comics #100 Loki

Los cimientos de esta curiosa época los colocó el mismo Kieron Gillen durante Asedio. En el one-shot Siege: Loki (recogido en el tomo Asedio: Campo de batalla publicado en su día por Panini), Kieron Gillen y Jamie McKelvie nos narraron las conspiraciones ocultas del dios de las mentiras mientras Norman Osborn y sus Vengadores Oscuros asediaban la ubicación terrenal de Asgard en Oklahoma. Fue entonces cuando Loki firmó un acuerdo junto al demoníaco Mefisto y a la diosa de la muerte, Hela. Mefisto recibió el control sobre las Dísir, antiguas y salvajes valquirias exiliadas en tiempos inmemoriales que habían sido esclavizadas por Loki, mientras que Hela, que se había visto despojada de su reino, recibió una porción del reino de Mefisto para gobernar. A cambio, Loki pidió que su nombre fuese borrado de los Libros de Hel. De esta forma, su alma podría escapar al destino de cualquier alma asgardiana, que consiste en pasar la eternidad en los salones de la muerte. Así, con este plan Loki consiguió escapar a su destino predeterminado y ser verdaderamente libre, aunque el coste fue muy elevado: como comentábamos en el apartado anterior, nuestro protagonista murió durante Asedio a manos del Vacío, el siniestro alter ego del Vigía.

Pese a sus pasadas villanías, Thor seguía echando de menos a su hermano perdido y se negaba a aceptar que había desaparecido para siempre. Ascendiendo a los cielos, gritó su nombre para convocarle, pues una parte de él sentía que aún estaba en alguna parte. Entonces, libre de los grilletes del destino, el alma de Loki renació en el interior de un muchacho, un trilero parisino llamado Serrure (“cerradura” en francés). Sucedió durante la etapa de Matt Fraction como guionista de las aventuras del Dios del Trueno. Thor voló hasta París y se encontró con el joven Serrure (Thor #617, de Matt Fraction y Pasqual Ferry), se presentó como su hermano y le ayudó a comprender su verdadera naturaleza, aunque el niño carecía de recuerdos sobre su vida pasada. Sin embargo, en sus sueños se veía a sí mismo llevando a cabo terribles acciones y eso le provocaba un gran temor. Aún así, aceptó el ofrecimiento de Thor, despertando lo que había dormido en su interior y volviendo a las ruinas de Asgard a su lado.

Thor Pasqual Ferry

Loki había renacido y, para alegría de su hermano, tenía la oportunidad de vivir una nueva vida para compensar sus antiguos crímenes. No obstante, los demás asgardianos no se mostraron tan amables con el niño Loki. El recién regresado Odín rechazó al muchacho nada más verlo, culpándole de la caída de Asgard y asegurando que sus manos estaban manchadas con la sangre de los dioses caídos. Aunque en el fondo reconocía el alma de su hijo en su interior, el Padre de Todos trató con frialdad y desprecio a Loki. Los demás dioses no fueron más amables. Sólo Thor salió en su defensa, pues para él era como haber recuperado a aquel compañero de aventuras que tuvo eones atrás, mucho antes de que el mal hiciera mella en su interior. Lo triste del asunto es que el niño Loki apenas había recuperado una pequeña fracción de sus recuerdos y carecía de los poderes que antes había ostentado su antiguo yo. El niño Loki era, en efecto, un niño normal y corriente. Quizá fuera bastante más despierto que otros retoños humanos, pero era un niño al fin y al cabo.

Cuando el ataque de los Devoradores de Mundos de Ano-Athox desplazó a cientos de refugiados de los Nueve Mundos hasta la Tierra, Loki ayudó a Thor a recuperar la semilla del Árbol del Mundo con la esperanza de que un nuevo Asgard renaciese de sus cenizas. Por desgracia, Galactus detectó la energía del poderoso objeto y envió a la Tierra a su heraldo, Estela Plateada, para reclamarlo. La negativa de Odín a entregar la semilla provocó una guerra entre Galactus y los asgardianos (The Mighty Thor Vol. 2 #1-6, por Matt Fraction y Olivier Coipel). Loki, temiendo por la vida de su hermano, pidió ayuda a las brujas Nornas para esconder la semilla lejos del alcance de Galactus, haciendo que el devorador se retirase del conflicto. Aunque su intervención fue recibida con ira y desconfianza por parte de Thor, tras recapacitar el Dios del Trueno le pidió perdón y le aseguró que seguía queriéndole. Puede que nunca confiase en él del todo, pero al menos le quería.

La llegada del evento Fear Itself (Miedo encarnado) volvió a poner patas arriba la ya complicada situación de los asgardianos. El regreso de Cul, el hermano olvidado de Odín, ahora conocido como la Serpiente, desencadenó una oleada de destrucción por toda la Tierra. Diversos seres superpoderosos recibieron martillos encantados por Cul, convirtiéndose en sus elegidos y enfrentándose a héroes como los Vengadores. Finalmente, el conflicto llegó hasta las ruinas de Asgard en Broxton, Oklahoma, donde Thor pareció morir durante su enfrentamiento final contra la Serpiente. Poco después, Odín recogió el cuerpo de su hermano y se marchó hacia un destino desconocido, abandonando a los asgardianos.

Journey Into Mystery Kid Loki

Fear Itself fue un momento trascendental para el niño Loki, que pasó a protagonizar su propia colección, la clásica Journey Into Mystery (Viaje al misterio), que transcurrió de forma paralela a los eventos narrados en la serie dedicada al Dios del Trueno. Kieron Gillen y Doug Braithwaite fueron los encargados de esta nueva Journey Into Mistery que, pese a retomar la numeración de la colección original, desde el principio se presentó como una propuesta fresca, novedosa, divertida y con aires indie. Sin embargo, su primer número también dejaba entrever cierto poso dramático. Tras resolver un acertijo, el niño Loki llegó hasta una extraña cámara en cuyo centro reposaba su viejo casco cornudo. Allí residía el espíritu de su antiguo yo, que esperaba regresar a la vida gracias al muchacho. Después de todo, aquella encarnación infantil también formaba parte de las maquinaciones que había urdido tiempo atrás durante el asedio a Asgard.

Negándose a formar parte del plan de aquel eco de su viejo yo, Loki rechazó la propuesta del espíritu, que se transformó en una urraca a la que bautizó como Ikol (obviamente, Loki al revés). La urraca parlante se convirtió entonces en compañera inseparable del niño Loki, asistiéndole en sus siguientes aventuras y recordándole constantemente que su destino era volver a convertirse en el viejo Loki tal y como había sido planeado. Pese a todo, el testarudo joven siguió pensando que podría escapar (Journey Into Mystery #622).

Su primera aventura en solitario resultó ser fundamental para el devenir de Fear Itself, pues la intervención del niño Loki fue la auténtica responsable de la derrota de Cul. Ayudado por Mefisto y por Hela, que temían que la llegada de la Serpiente amenazase también sus propios reinos, Loki viajó en busca del gigante de fuego Surtur para conseguir un fragmento de su Espada del Crepúsculo, un arma capaz de reescribir toda la creación. Con dicho fragmento en su poder, se adentró en el interior de la fortaleza de Cul ayudado por la armadura del Destructor y allí convirtió la esquirla de la espada en una pluma con la que reescribió un fragmento del pasado de la Serpiente. Aquel nuevo recuerdo apareció en la mente del villano durante su choque final contra Thor, distrayéndole durante un instante crucial y permitiendo al Dios del Trueno darle el golpe de gracia (Journey into Mystery #629-630).

Journey Into Mystery

Durante aquella aventura Loki conoció a un personaje que sería fundamental durante el resto de la colección: Leah, una doncella que servía a Hela, la diosa de la muerte (nótese que Leah es un anagrama de Hela). Dotada de cierta hechicería, Leah se convirtió en su ayudante y, poco a poco, en su confidente y mejor amiga. Puede que incluso algo más, aunque ella siempre lo negó con rotundidad. Es más, Leah fue quien inspiró a Loki la idea con la que resultó victorioso, pues aquel recuerdo que le otorgó a Cul fue el de una joven llamada… Leah. Esto tendría sus consecuencias en el futuro, pues las historias tienen sus propias reglas y el muchacho acababa de introducir a un personaje en una historia ajena que pronto se acabaría cruzando con la suya.

No mucho después, otro nuevo personaje se introdujo en la historia del niño Loki: un sabueso de Hel nacido a causa de sus manipulaciones durante su viaje en busca de Surtur. Loki recibió la misión de encontrar un hogar adecuado para la camada, pero el más violento de aquellos cachorros fue rechazado por todos aquellos a los que les fue ofrecido. Viendo en aquel ser algo de sí mismo, Loki decidió adoptar al sabueso y le otorgó el nombre de Thori en homenaje a su hermano (Journey into Mystery #632).

Journey Into Mystery

Pero la muerte de Thor aún pesaba sobre la conciencia del muchacho, que una noche fue atacado en su sueño con visiones en las que se veía a sí mismo como responsable del destino del Dios del Trueno. El causante del ataque había sido Daimon Hellstrom, el Hijo de Satán, que estaba investigando las misteriosas muertes de personas durmientes que se habían producido por todo el globo. La pista le había conducido hasta Loki, al que inmediatamente tomó como un villano. Al comprobar que aquel niño no parecía ser el viejo mentiroso que había conocido y que él también había sido atacado, Hellstrom se introdujo en los sueños de Loki, en donde aún quedaban restos del miedo extendido por los poderes de la Serpiente durante Fear Itself: alguien los estaba cosechando y ese alguien era Pesadilla, uno de los Señores del Miedo. Las muertes investigadas por Hellstrom se habían producido a causa de Pesadilla, que estaba cosechando los restos del poder de la Serpiente para fabricar una Corona del Miedo, un objeto de gran poder que le convertiría en el Señor del Miedo más poderoso del reino onírico.

Esta fue la premisa de El mito del terrorismo, el arco que transcurrió entre Journey into Mystery #633 y Journey Into Mystery #636. Descubierto el plan de Pesadilla, Loki y Leah trataron de despertar a todos los durmientes de su sueño para evitar que se utilizasen en la fabricación de la corona, pero aquella era una tarea demasiado grande para ellos. Ikol, la urraca, se burló de Loki porque estaba intentando hacer las cosas de la misma forma que Thor, cuando estaba claro que él no era el Dios del Trueno sino algo muy distinto: un mentiroso, un tramposo. Finalmente, el muchacho cedió a su naturaleza y tramó un engaño de una envergadura colosal. Primero extrajo el poder de Cul de su propio espíritu y se lo ofreció a Pesadilla, permitiendo que, pese a las protestas de Leah y Hellstrom, forjase la Corona del Miedo. Después avisó a los demás Señores del Miedo del plan de Pesadilla, enredándolos en una batalla eterna por la posesión de la corona sin que ninguno de ellos pudiese usarla nunca.

Journey Into Mystery

La conclusión de El mito del terrorismo es recordada por la forma en la que el guionista Kieron Gillen y el dibujante Richard Elson plasmaron el conflicto entre los Señores del Miedo: como si fuera un juego de tablero en el que era imposible ganar. Los Señores del Miedo controlaban el miedo y, por lo tanto, eran controlados por el miedo: su miedo a ser derrotados los mantendría bajo control, sin que el poder de la corona pudiese ser reclamado definitivamente. Pero, como todas las historias de Loki en Journey Into Mystery, esta también tendría ramificaciones inesperadas. Así son las historias, al fin y al cabo. No son fáciles de controlar.

Journey Into Mystery Fear Crown

Mientras Loki se enfrentaba a Pesadilla, la muerte del Dios del Trueno durante Fear Itself había sido aprovechada por la Reina Karnilla para lanzar un nuevo ataque contra los asgardianos: un hechizo hizo que los asgardianos se olvidaran de Thor y creyeran que el Dios del Trueno siempre había sido un impostor llamado Tanarus, que en realidad era su enemigo Ulik el Troll disfrazado. Nadie creyó a Loki cuando aseguró que aquel no era su hermano, por supuesto, así que tuvo que actuar en solitario para descubrir la verdad. El niño recurrió a Estela Plateada, que había permanecido en la Tierra tras poner fin a su servicio a Galactus, y, gracias a su ayuda, recuperó el martillo de Thor, que había adoptado su vieja forma de bastón de madera. Mjolnir rompió entonces el tejido de la realidad mientras buscaba reencontrarse con su amo.

Thor se encontraba a punto de ser devorado por el Demogorge, un destino al que se ven arrastrados los dioses olvidados, pero la llegada de Mjolnir le devolvió sus recuerdos y revitalizó sus poderes. Tras escapar de la muerte, puso rumbo a la Tierra para reclamar su título de Dios del Trueno. Para entonces el plan de Karnilla se había desvelado y sus trolls amenazaban la recién construida Asgardia. En ausencia de Odín, el triunvirato formado por las diosas Gea, Freyja e Idunn había reclamado el título de Madre de Todos y recurrido a los servicios de Tony Stark para levantar Asgardia de la Tierra y devolverla a su legítimo lugar en el firmamento. Thor llegó justo a tiempo para la batalla, que se saldó con la derrota del falso Tanarus y de la propia Karnilla. Una vez más, la intervención del niño Loki había resultado clave, pues había propiciado el renacimiento de su hermano y salvado tanto a los asgardianos como a los refugiados de los Nueve Mundos que hicieron de Asgardia su nuevo hogar (The Mighty Thor Vol. 2 #8-12). Era la tercera vez que Loki actuaba como el auténtico héroe en la sombra.

Journey Into Mystery

El pequeño tramposo continuó acumulando triunfos, aunque cada uno de ellos ponía a prueba la lealtad de los pocos amigos que le quedaban. El siguiente arco de Journey Into Mystery, Exiliado, supuso un curioso crossover entre la serie protagonizada por el niño Loki y la colección dedicada a los Nuevos Mutantes, que entonces escribía la pareja formada por Dan Abnett y Andy Lanning. Dentro de la franquicia mutante eran los tiempos de Regenesis, el escenario dejado por las consecuencias de Cisma, y un crossover con una cabecera vinculada al entorno de Thor parecía inusual. No obstante, siempre han existido vínculos entre Asgard y los Nuevos Mutantes, siendo el más evidente de ellos el hecho de que entre sus miembros podíamos encontrar a una valquiria: Dani Moonstar, más conocida como Espejismo.

Exiliado abarcó un número especial (Exiled #1), dos números de Journey Into Mystery (Journey Into Mystery #637-638) y otros dos de New Mutants (New Mutants Vol. 3 #42-43). Gillen, Abnett y Lanning, junto al dibujante Carmine Di Giandomenico, se encargaron de hilar esta nueva historia cuyo origen podía rastrearse hasta aquel lejano one-shot Siege: Loki, en el que el Dios de las Mentiras urdió un pacto a tres bandas con Mefisto y Hela. Como comentábamos al inicio de este apartado, Loki le cedió el control de las Dísir a Mefisto a cambio de un nuevo reino para Hela, para que así la diosa borrase su nombre de los Libros de Hel. Pues bien, tras un tiempo sirviendo a Mefisto, las Dísir habían escapado, por lo que el demonio se presentó ante Loki para chantajearle: si no encontraba la manera de devolverle el control sobre las legendarias asesinas, desvelaría la verdad sobre su pacto y todo el mundo sabría que seguía siendo el mismo mentiroso de siempre.

Exiled New Mutants Journey Into Mystery

Durante el posterior combate contra las Dísir, un hechizo lanzado sobre Loki y los demás asgardianos los convirtió en meros mortales viviendo vidas ilusorias. De esta forma, Loki se convirtió en un niño llamado Luke que vivía junto a su madre de acogida, Helen (Hela), y su hermana adoptiva, Leigh (Leah). Los Nuevos Mutantes intentaron que volviese a su verdadero ser y Luke, creyendo que todo era un juego, les siguió la corriente. Vistiendo un uniforme del equipo mutante, el muchacho fingió que sabía lo que estaba haciendo. Ikol le susurró entonces la forma de preparar un contrahechizo para liberar a los asgardianos, pero cuando lo llevó a cabo y los asgardianos regresaron a sus auténticas formas, también los hicieron las Dísir. Con las guerreras caníbales amenazando San Francisco, Thori mordió a Luke para que recuperarse al fin la memoria y volviese a ser Loki.

La única manera de solucionar aquel entuerto pasaba por romper la vieja maldición de las Dísir, que las obligaba a ansiar la carne de los dioses, cosa que Loki consiguió. Una vez levantada la maldición, juraron servir a Hela en el reino de los muertos… para gran disgusto de Mefisto, que se declaró enemigo de Loki y juró vengarse. Una vez más, el pequeño dios había salido triunfante, pero su victoria tendría consecuencias más adelante: Hela había perdido una mano en la batalla contra las Dísir y Mefisto amenazaba con acabar con él de una vez por todas.

Journey Into Mystery

Durante el siguiente arco, Los Dioses de Manchester (Journey into Mystery #639-641), el reino extradimensional de Otromundo empezó a ser atacado por extrañas ciudades mecánicas, por lo que recurrió a la ayuda de Asgardia. Aunque en principio las Madres de Todos denegaron la petición de Otromundo, la protesta de Thor les hizo cambiar de idea y enviar a Loki a investigar. Paralelamente, Hela le pidió a Loki que aprovechase su visita al reino para obtener el mítico Santo Grial, con el que podría sanar su mano perdida.

Las ciudades mecanizadas resultaron ser obra de los dioses de Manchester, un colectivo que traía la revolución industrial del nuevo mundo al tradicional Otromundo. Puesto que su poderío militar era superior, Loki supo que la única manera de debilitar a los dioses de Manchester era destruir los lugares de poder terrestres de los que se alimentaban. De esta forma, volar por los aires una central eléctrica en la Tierra podía debilitar sus ciudades mecanizadas. Esa misma estrategia sirvió también para mermar las fuerzas de Otromundo, obligando a ambos bandos a alcanzar un acuerdo. De ahí surgió otro de los momentos más recordados de la serie, en el que Loki y Leah se colocaban sendas máscaras de Guy Fawkes (sí, la misma máscara que aparece en la celebérrima V de Vendetta) para volar por los aires Stonehenge porque… “el simbolismo es importante”.

Loki Journey into Mystery

Con Otromundo forzado a una tregua y sus protectores distraídos, Loki se centró en la búsqueda del Santo Grial. Sin embargo, para que Hela pudiese recuperar su mano, Leah tuvo que sacrificarse. Antes de desvanecerse, la doncella de la diosa de la muerte le agradeció su amistad, dejando al niño Loki envuelto en lágrimas. Hela le preguntó entonces si conocía lo que decían las leyendas, que aseguraban que ella era hija de Loki, pero el pequeño dios no estaba de humor para acertijos. Furioso, al volver a Asgardia recriminó a las Madres de Todos por haberle enviado a esta misión en la que había perdido a la única amiga que había tenido.

Esto nos condujo hasta el evento titulado Everything Burns (Arde todo), un pequeño crossover entre The Mighty Thor y Journey Into Mystery que sirvió para poner fin tanto a la etapa de Matt Fraction como guionista del Dios del Trueno como a la de Kieron Gillen en la colección del niño Loki. Alan Davis y Carmine Di Giandomenico se encargaron de ilustrar esta historia que abarcó cuatro números de Thor (The Mighty Thor Vol. 2 #18-21) y tres de Journey into Mystery (Journey Into Mystery #642-644) , más un epílogo en cada cabecera. Aprovechando el evento, Gillen cerró todos los argumentos que había abierto, desvelando la compleja trama que había hilado y que relacionaba todas las historias del niño Loki hasta el momento de una forma asombrosa.

Journey Into Mystery

Cuando el mismísimo Árbol del Mundo estalló en llamas, quedó claro que Surtur volvía a amenazar a todo el universo. Incluso los dioses de Manchester habían empezado a utilizar el fuego de Surtur para alimentar sus antes debilitadas ciudades mecanizadas. Alguien estaba ayudando al gigante de fuego a aprovechar las maquinaciones urdidas por Loki y volverlas en contra de Asgardia, lo que hizo que las Madres de Todos ordenasen su arresto. El muchacho escapó y viajó hasta Muspelheim para encontrarse con Surtur, descubriendo que detrás de todo estaba Leah… pero no la Leah que conocía, no su amiga perdida: en realidad era el recuerdo de Leah que había implantado en la memoria de la Serpiente durante Fear Itself, que clamaba venganza por haber sido creada sin ningún contexto ni razón de ser, como una historia olvidada una vez cumplido su objetivo. Ella fue creación de Loki y, por tanto, todo era culpa suya.

Fingiendo que entendía la ira de Leah, Loki se puso de su lado y engañó a su hermano para que cayese en uno de los pozos de lava de Muspelheim. Mientras tanto, las fuerzas asgardianas fueron derrotadas. Con todo el mundo en su contra, hasta su mascota Thori, Loki engañó a Surtur para robar la sombra de su Espada del Crepúsculo, donde residía su poder, y huyó de Muspelheim. Por suerte, Hela pudo asistirle y, tras un breve viaje al pasado para dotar a Leah de la personalidad y las motivaciones que le habían faltado durante su creación, ella también decidió ayudarle en su arriesgado plan para derrotar a Surtur.

Thor, que se había hundido en la lava hasta llegar al mundo de los muertos, regresó justo a tiempo acompañado de los guerreros del reino de la muerte. Loki había perdido por completo su confianza, pero aún así le entregó la sombra de la Espada del Crepúsculo para que pudiese enfrentarse a Surtur en igualdad de condiciones. Luego se hizo pasar por Freyja con la ayuda de Leah, engañando a Odín para que volviese de su exilio y ayudase en el combate contra el gigante de fuego. Finalmente, Thor usó la sombra de la Espada del Crepúsculo en combinación con Mjolnir para destruir el cuerpo de Surtur y Odín abrió un portal para enviar sus llamas hacia otra dimensión. Poco después, Loki tuvo que justificar sus acciones ante las Madres de Todos. Tuvieron que perdonarle, claro. Pese a todas sus mentiras y manipulaciones, una vez más había salvado Asgardia.

Loki Thor Everything Burns

No obstante, las cosas estaban lejos de estar bien. Un herido Daimon Hellstrom se presentó ante el niño Loki para informarle de que durante su ausencia Mefisto se había apoderado de la Corona del Miedo que había creado para engañar a los Señores del Miedo y que ahora pretendía utilizarla para reunir un ejército que conquistaría primero el Infierno y luego todo el universo. Nuestro protagonista no tuvo más remedio que volver a donde empezó su viaje, al lugar en el que residía el espíritu de Ikol, el verdadero Dios del Engaño. Había sido él quien había informado a Mefisto sobre la corona y ahora la única forma de evitar su venganza era hacer que el objeto perdiese su poder. Puesto que estaba vinculado al espíritu del niño Loki, sólo existía una solución: debía ceder a la voluntad de Ikol, desapareciendo para que el antiguo Loki habitase su cuerpo tal y como había planeado desde el principio.

El devastador final del Viaje al Misterio que nos ofreció Kieron Gillen nos mostró al niño Loki despidiéndose de los amigos que había hecho por el camino. Para evitar que Leah acabase enredada en los planes del dios de las mentiras, Loki le pidió a Hela que la enviase a un pasado remoto donde no pudiese encontrarla. Así, la joven desapareció en contra de su voluntad, declarando su odio a Loki y dejándole destrozado. Una vez cumplida su petición, Hela le reconfortó asegurando que cuando pasase el tiempo Leah dejaría atrás su ira, implicando que ella misma era Leah, ya adulta. Después de todo, la leyenda que aseguraba que la diosa de la muerte era hija de Loki tenía razón… más o menos.

Kid Loki Thor

Loki se despidió después de su hermano Thor, pidiéndole que acabase con su vida si se volvía malo de nuevo, puesto que sabía que así es como acababan todas sus historias: con el mismo Loki desvelando que todo había sido un engaño y siempre había sido malvado. Sin embargo, Thor se negó, asegurando que siempre tendría fe en la bondad de su hermano y nunca se rendiría con él. Entre lágrimas, ambos se fundieron en un abrazo antes de que el niño Loki se encaminase hacia su final.

El pequeño dios volvió junto a Ikol y le preguntó cómo iba a terminar su historia. Este le contó que, cuando tomase su lugar, la Corona del Miedo se desvanecería, poniendo fin a los planes de Mefisto, y que todo el mundo tendría un final feliz. Sin embargo, el niño Loki supo que aquello era otra mentira, pues eso era lo único que podía hacer el Dios del Engaño: ser un mentiroso. Él, en cambio, había jugado a su mismo juego y había conseguido cambiar, por lo que él era el auténtico ganador. Entonces mordió a la urraca Ikol, devorando su carne y dejando que su espíritu entrase en él. Abrazando su antiguo casco cornudo, Loki se maldijo a sí mismo y a todo el mundo por su aciago destino, dejándonos con uno de los finales más trágicos y emotivos que se recuerdan. Su breve escapada de sí mismo había llegado a su fin.

Kid Loki Ikol

No obstante, Kieron Gillen aún no había acabado con el niño Loki tras la conclusión de su etapa en Journey Into Mystery. Acompañado por su colaborador habitual, Jamie McKelvie, Gillen recuperó al personaje durante el relanzamiento de los Jóvenes Vengadores (Young Avengers Vol. 2). Se trataba del viejo villano de siempre habitando su cuerpo infantil, pero por alguna razón seguía careciendo de sus antiguos poderes. De hecho, toda su posterior implicación con el equipo de héroes formaba parte de un retorcido plan para hacerse con la magia de Wiccan. Para ese fin, se puso en contacto con el parásito extradimensional conocido como Madre, poniendo en marcha los acontecimientos que reunieron de nuevo a los Jóvenes Vengadores.

Young Avengers Jóvenes Vengadores

Durante la posterior batalla contra Madre, Loki le pidió a Wiccan que le cediese sus poderes durante unos minutos y, una vez los tuvo a su disposición, escapó de allí abandonando a sus compañeros. Sin embargo, su antiguo yo, el niño Loki, se le apareció en visiones para recriminarle lo que había hecho. Algo de bondad debía quedar en su interior, pues decidió regresar para ayudar a los Jóvenes Vengadores y pasó los siguientes meses entrenando a Wiccan para su lucha final contra Madre. Lo que no sabía era que el parásito estaba recibiendo ayuda de quien parecía ser una Leah adulta tratando de vengarse y que también era responsable de las visiones del niño Loki que le habían asediado. Ah, y que también poseía sus poderes perdidos.

Para vencer a Madre, Loki pidió a Wiccan que le volviese adulto, adoptando una apariencia muy influenciada por el aspecto del popular actor Tom Hiddleston, el Loki cinematográfico. No obstante, la derrota definitiva de Madre dependió en última instancia de los Jóvenes Vengadores, pues Loki debía enfrentarse a Leah, que resultó ser la encarnación viviente de la culpa del propio Loki. Al aceptar la responsabilidad sobre sus propias acciones, asumiendo el asesinato de su yo infantil, tanto Leah como las visiones del niño Loki se desvanecieron y Loki recuperó su poder. Algo había cambiado dentro de Loki, pero seguía siendo Loki y nunca podría dejar de serlo, por lo que sabía que no podía continuar junto a los Jóvenes Vengadores. Se marchó durante la fiesta que celebraba la derrota de Madre, sin darles siquiera la oportunidad de llegar a perdonarle por sus acciones. Así comenzó una nueva historia, una nueva etapa de su vida que trataremos en el siguiente apartado.

Loki Young Avengers

Pero el niño Loki se resistió a desaparecer del todo. Cuando su contrapartida adulta necesitó la ayuda de la Valquiria Brunnhilde para prepararse ante la inminente guerra entre los reinos, creó un hechizo con la forma de su yo infantil. Este niño Loki, escondido en el interior de la Armadura del Destructor, ayudó a formar el grupo conocido como los Asgardianos de la Galaxia, en cuyas filas encontramos a personajes como la propia Brunnhilde, Skurge el Verdugo, el segundo Thunderstrike, Ángela y la rana Throg. Los Asgardianos de la Galaxia se enfrentaron al ejército de la pirata espacial Nébula para encontrar el arma que el Loki adulto tanto necesitaba y, una vez la obtuvieron, el niño Loki se desvaneció al haber cumplido la misión para la que había sido creado (Asgardians of the Galaxy #7, por Cullen Bunn, Matteo Buffagni y Stefano Landini). Este argumento conectaría luego con el evento War of the Realms (La Guerra de los Reinos), siendo la última aparición de la encarnación infantil del dios de las mentiras hasta el momento. Su historia, a día de hoy, está cerrada.

La evolución final de Loki

El Marvel Now! trajo consigo que Loki formara parte de una nueva alineación de los Young Avengers, obra de Kieron Gillen y Jamie McKelvie. El autor británico había sido el responsable de la etapa más relevante del personaje, con su aproximación a la versión infante del dios de las mentiras. Es en esa colección donde vimos el inesperado estirón de Loki, pasando de ser un niño a un muchacho bien parecido. La razón para tal cambio de rumbo la tenemos en la pantalla grande. El hijo de Laufey debutó en el cine en la primera cinta sobre el Dios del Trueno, dirigida por Kenneth Branagh, en el año 2011. En ella teníamos al actor Tom Hiddleston dando forma al medio hermano de Thor, en un papel que lo transmutaba, de manera definitiva, en uno de los aspectos más destacados de una película que, seamos sinceros, era más que mejorable. El impacto de Loki sobrepasó, por momentos, a la de la supuesta estrella principal.

Y no solo eso; tal como ocurrió en viñetas, por aquel lejano julio de 1963, Loki es el encargado de unir a los Vengadores, un año después. Más bien, sus arteras maquinaciones son la causa que un grupo de individuos tan diferentes e inclasificables se asocien, en aras de frenar los planes del malvado dios asgardiano. Hiddleston retornaba a su rol de dios de las mentiras y el efecto Loki se multiplicó exponencialmente, debido a que Los Vengadores de Joss Whedon se convirtió en una de las películas más taquilleras de todos los tiempos (y que no pare la fiesta, ya que en 2013 lo recuperamos de nuevo con Thor. The Dark World, en un papel de claro anti-héroe). Con un fenómeno fan en ascenso, acerca del dios de las mentiras, no tardaría mucho la editorial en adaptar el personaje en viñetas a la visión que tenía el común de los mortales, basada en sus apariciones a imagen real.

Estamos en marzo de 2014 y en la compañía regentada por Axel Alonso se dispone a dar el primer vistazo del próximo landscape, All-New Marvel Now! Para ello se dispone un cómic especial denominado Point One, en el que varios autores dejaban pequeñas pinceladas de lo que se venía, próximamente. En el citado one-shot, teníamos protagonismo de Loki, por lo que se aventuraba que había planes para el personaje. Guionizaba Al Ewing, que por aquellos entonces no era la estrella que asombra actualmente. El escritor británico venía de hacer colecciones secundarias, como los Mighty Avengers, fogueándose en el mercado americano. Dibujaba Lee Garbett, artista inglés que ya tenía un currículo en superhéroes, sobre todo en DC, y que venía a dejar su sello en Marvel.

En esta historia, breve preludio de algo mayor, veíamos a Loki, haciendo de las suyas, es decir, engañando, traicionando, estafando, en busca de un premio legendario, Gram, la espada mítica del primer héroe asgardiano, el llamado Sigurd. Nos muestra que el dios de las mentiras está ahora al servicio de la Madre de Todos, ese triunvirato formado por Gea, Freyja e Idunn, encargadas de regentar el Reino Dorado, en ausencia de Odín; es, en definitiva, un agente de Asgard.

Da comienzo así la siguiente serie regular con nuestro dios de protagonista, Loki. Agent of Asgard, escrita por Ewing y dibujada por Garbett (con ayuda de Jorge Coelho en algún fill-in). En ese propósito continuado de demostrar que es otra persona totalmente distinta al Loki canónico, el hijo adoptado de Odín está dispuesto a cumplir las misiones encomendadas, con tal de que se limpie su buen nombre, de una condenada vez.

Es indudable que esta nueva cabecera de Loki bebe de los acontecimientos recientes, vistos en Viaje al Misterio, pero Ewing sabe trazar su camino propio, demostrado que conoce los resortes del personaje (se proclama seguidor irredento de la etapa Simonson con el Dios del Trueno) y del Universo Marvel, en general. Para empezar, podríamos decir que estructura a número por misión; el principal cometido que le asignan, aparte de librar a Thor de un incómodo parásito, es la de recuperar a díscolos elementos asgardianos que se pasean por Midgard, entre ellos Lorelei y el primero de todos, el buen Sigurd. Con esto vamos conformando un plantel de secundarios mitológico de lo más interesante, a la que se añade Verity Willis, una humana con los poderes de detectar cualquier tipo de mentira. Esta creación de Ewing es el contrapunto perfecto para el dios de las mentiras y al final del día, se convertirá en su más preciada amiga, llegando a compartir piso y aventuras.

Como hemos avanzado, a pesar del carácter autoconlusivo de los números iniciales, se nota que el guionista tenía un plan, dejando signos inequívocos de ello, a lo largo de las páginas. Pero claro, cuando eres una colección secundaria y tratas con un personaje fuera de la almendra principal del Universo Marvel, a veces te toca lidiar con asuntos no deseados, optando por ajustar las tramas a los altos mandatos. Hablamos de los eventos editoriales. En verano de 2014 tuvimos Pecado Original, a cargo de Jason Aaron y Mike Deodato, con la salida a la luz de variados secretos bien guardados. Aaron, curiosamente el guionista encargado de la serie de Thor, había dejado fuera de la colección principal al príncipe del engaño, centrado en otras cuestiones. Pero para este evento, surgió la posibilidad de explicar mejor la posición de Ángela en el entorno compartido, personaje que Neil Gaiman había cedido a Marvel que desde el final de la Era de Ultrón llevaba pululando por diversas colecciones. Para ello se monta una miniserie específica de cinco números, como parte accesoria del evento (Original Sin. Thor & Loki. The Ten Realm #5.1-5), en la que se nos explica la existencia de un nuevo reino, Heven, y como Odín hizo de las suyas para ocultar su existencia, dejando patente que Ángela era medio hermana de Thor y Loki. Un enredo de familia a la altura de los mismos dioses, escrito por Jason Aaron y Al Ewing, a cuatro manos, y dibujada por el artista titular de la serie regular del dios de las mentiras, Lee Garbett, ayudado por Simone Bianchi. Por cierto, en esta aventura, y dado que ese mítico reino está poblado por mujeres de gran fortaleza, Loki recuperaría momentáneamente su forma de mujer.

La ausencia de Loki, durante esta escapada dimensional, molestó muy mucho a su compañera de piso, Verity, pero más a los lectores el saber que nos metíamos de nuevo en fregados que huelen a crossover. Sin tiempo, tras Pecado Original, le toca al turno a Axis, la historia en la que los villanos pasaban a ser héroes y viceversa, pensada y cocinada por Rick Remender en Uncanny Avengers, aunque al final terminó por ser algo más grande de lo inicialmente planeado. Ewing decidió incluir un par de ejemplares en el “Camino a Axis”, como preparación al evento, con una aventura sita en Latveria, con el Doctor Muerte como antagonista.

Lo más importante para Loki en Axis es que sufrió los efectos de la inversión. Con un papel destacado en los cómics de Rick Remender, el escritor Al Ewing prefirió contarnos la intrahistoria, los pequeños detalles, que se nos podían escapar, al ver una foto mayor. Así, observamos cómo es reclutado por parte de Magneto para ir a luchar contra el Cráneo Rojo en modo Onslaught, su asociación heroica con Amora y, sobre todo, su importantísimo papel para frenar a un Thor embrutecido, demostrando a sí mismo y al atónito personal, que es digno de portar a Mjolnir, ya que recordamos que en estos tiempos, tras las revelaciones de Original Sin, Thor Odinson ya no lo era, ni siquiera en su vertiente heroica, mucho menos transmutado en villano. Pena que el fin de Axis dejara este gran logro para Loki en una simple anécdota, dado que nadie ha sido testigo del hecho, lo que incluye a un Thor amnésico tras la recuperación de la inversión.

El equipo creativo lidiaba con Pecado Original, con Axis o con la vuelta de Odín, desplazando a la Madre de Todos del poder en el Reino Dorado, lo que alejaba a Loki de su influencia, debido a que el Padre de Todos no es muy amigo del dios del engaño. Eso no quiere decir que olvidaran su propia hoja de ruta, como bien demostraba que viéramos las historias de Verity, Sigurd y Lorelei, mientras que Loki andaba solventando la papeleta editorial. Ewing tenía su historia que contar y esa no es otra que la confrontación entre el nuevo y el viejo Loki. Es algo que sabemos desde su práctico inicio, la encarnación clásica, malvada a más no poder, todavía ronda por los calabozos de Asgard y pretende interferir, para lograr sus objetivos (por cierto, esa misma versión avejentada es la que vimos en Bucky Barnes. Soldado de Invierno, el título del antiguo sidekick del Capi ejerciendo de Hombre de la Muralla, el protector oficial de la Tierra). Esa lucha por la definición individual nos viene de los tiempos de Journey into Mistery, donde el nuevo Loki estaba muy preocupado de separarse de su iteración anterior, denominándose Ikol en el proceso. Ese choque entre el viejo Rey Loki y el joven Ikol es lo que define a la colección y cuando Ewing puede desarrollarlo, sin injerencias editoriales, los argumentos alcanzan cotas de calidad excelsas.

Lo vemos en un estadio tan temprano como en su #3, en el que asistimos a los planes del viejo Loki, sus manipulaciones sobre un Odín muy niño para ver los rastros de la maldad o la consolidación de Sigurd como ese gran héroe asgardiano. Pero también en su #10, un episodio basado en el diálogo entre dos hermanos que han vivido mucho; un Thor indigno y el joven Loki terminan colisionando precisamente por la esencia del dios de las mentiras. Son dos episodios soberbios, que demuestran la necesidad de libertad para un equipo creativo que tenía muy buenas ideas para con los personajes, a la vez que debían lidiar con la falta de ventas y los intentos de subirse a los eventos, para recabar algo de público.

La colección duró solamente diecisiete ejemplares por lo que era necesario acelerar el conflicto entre Lokis, algo que tuvimos entre los números que van del 11 al 13. Estamos ante el clímax del trabajo conjunto en la cabecera. Mitología, giros inesperados, tratamiento potente de personajes…..una ampliación del trasfondo referente al dios del engaño muy, muy apreciable. Y todo viene concatenado sobre una rueda de acontecimientos que se acabaron descubriendo gracias a Axis. Debido a la inversión de personalidades, provocada por el Cráneo Rojo, Loki no puede mentir, por lo que su propio interior le hizo soltar aquello que llevaba tiempo carcomiéndole por dentro. Es una revelación impactante, la primera de esta colección (que tendría otra de gran calado en su final), por lo que lo dejamos en spoiler, por si hay algún despistado en la sala

Aviso de Spoiler

el niño Loki fue asesinado por esta encarnación del dios de las mentiras, tomando su lugar en el panteón asgardiano…. “soy el crimen que no será perdonado”.

Esta sencilla confesión es la que provoca el enfado de Thor en el #10, la caída en desgracia y exilio en el #11, para terminar por ser apresado en las redes del viejo Loki, con consecuencias inesperadas y la vista puesta en un futuro apocalíptico. Nuestro protagonista retorna a la acción ocho meses después, de nuevo, con imagen renovada, porque ahora se autodenomina el dios de las historias. Cambio de tercio total por parte de Ewing y Garbett.

En aquellos momentos, ya se estaba moviendo el siguiente evento editorial, Secret Wars, un acontecimiento que desde las altas instancias editoriales nos advertían que iba a cambiar el panorama para siempre. Y lo cierto es que no se trataba de una simple fanfarria de mercadotecnia, sino que Jonathan Hickman planeaba destruir la totalidad del Universo Marvel y realidades adyacentes, para configurar una nueva. Esto daba lugar a que los autores se adhirieran a un movimiento conocido como The Last Days, si así lo deseaban, en el que se podía jugar a elevar las apuestas, sin consecuencias, ya que el entorno que conocíamos quedará destruido con la llegada de las Guerras Secretas. Loki, como no, formó parte de esta iniciativa.

Comienza el último ciclo de Ewing y Garbett con el personaje. Los últimos días de Loki, con la resolución de las tramas que se han ido dejando como pequeñas pistas, a lo largo y ancho de la andadura de la colección. Pero no solo del hijo de Laufey vamos a hablar; Asgard al completo, con Odín y Freyja a su cabeza, se van a involucrar en los acontecimientos. La llegada de las incursiones finales a la Tierra-616, pone en marcha el plan último del Rey Loki. El propio Padre de Todos es consciente de que este cataclismo cósmico no va a tener en cuenta sus raíces míticas, ya que los dioses antiguos, arcanos y que se creían ya desaparecidos, se le aparecen a Odín en sueños para avisarle de la mala noticia. El avejentado Loki, en cambio, mueve su ficha definitiva, al convencer a Hela y a Tyr para que se unan con sus ejércitos a su causa, atacar Asgard para la destrucción final, montado en Jormungandr, la temible serpiente de Midgard. Pero el joven Loki todavía tendrá un as en la manga. Cada vez más evidente que la ductilidad de su imagen no es la que conforma su ser, ya que le vemos cambiar de apariencia, de joven lozano a mujer, como el que se cambia de camisa, el dios de las historias quiere a su amiga con él, en el final de la existencia misma. Mientras trata de convencer a Verity Willis de sus intenciones (y para ello deberá llevara una acción tan extrema como matarla y darle una forma fantasmal, asociada a un misterioso colgante), conocemos la historia de la muchacha. Ewing se esfuerza en que sepamos de su pasado, el origen de sus poderes y que veamos la consolidación de una poderosa amistad entre el dios del engaño y la humana capaz de detectar cualquier mentira. Es un personaje muy asociado a esta etapa, ya que exceptuando el final del volumen tres de Loki, el más reciente con nuestro protagonista, no ha sido utilizada por nadie más en la editorial.

Como decimos, el nuevo Loki no va a dejar que el antiguo Loki se salga con la suya, haya destrucción total de la realidad o no. El Rey Loki huye de la batalla, tras ser engañado por su encarnación más joven, dejando al resto de dioses asgardianos haciendo lo que más gustan, guerrear unos contra otros, a la espera del eclosión final. El universo conocido desaparece; todo muere. Loki y Verity están en presencia de los dioses arcanos, en un punto de no existencia, pues están más allá del fin, en la nada más absoluta, mientras que Muerte está configurando su Mundo de Batalla. Ewing es un apasionado de los conceptos cósmicos, como bien demostraría en su paso por los Ultimates, y en el último número de la colección nos somete a una fábula meta referencial que le permite arreglar cualquier cabo suelto, además de dejar un cierre satisfactorio a la historia del dios nórdico.

Parece claro que Ewing apostó por un tipo de narración muy inteligente, tratando de reflexionar sobre la propia identidad, extrapolable a la experiencia personal de cada uno de los lectores. Según sus palabras, “Loki comenzó siendo una serie sobre estar ahí para ti, y me parece que se las ha arreglado para acabar así también. Echando la vista atrás, ha sido una serie sobre intentar ser mejor… y encontrar algún modo de cuidar de ti mismo a pesar de todo…”. Tal y como intuimos por esta declaración, el guionista, con esa contraposición entre el viejo y el nuevo Loki, trataba de mostrar que existe un camino de redención real, incluso para el villano más arrastrado. Y todavía nos quedaba el último giro inesperado….

Aviso de Spoiler

el llamado Rey Loki también acompaña al joven Loki y a Verity en el vacío absoluto, cuando se descubre que esa no era la encarnación clásica y malvada, la de siempre vaya, sino que estábamos en presencia del mismo Loki que teníamos al principio de la serie, disfrazado como una contrapartida antigua….»¡Lo hice todo!¡Todo lo que dijeron!¡Y ni quisieron dejarme ser nada nuevo! Solo…..solo querían al viejo Loki. Así que eso les di”.

Al Ewing y Lee Garbett cierran la serie posicionando al personaje no tanto alrededor de las mentiras, sino como un hacedor, un controlador de historias, insistiendo en el gran poder que pueden llegar a tener las palabras cuando se usan de manera sabia y eficiente. Tras esto, las Secret Wars, donde vimos a Loki en un pequeño papel en los Thor Corps de Jason Aaron, pero sin impacto en el evento general. Al ser parte de una realidad alternativa, no vamos a incidir más en ello.

A la vuelta de la problemática multiversal, y ya conformada una Tierra Primordial, Loki pasó a ser un secundario del volumen tres de The Mighty Thor, protagonizado por la nueva Diosa del Trueno. Con la Guerra de los Reinos al fondo, el hijo adoptivo de Odín trabajó como infiltrado en el Consejo Oscuro de Malekith y desde ahí tendría sus pertinentes relaciones con Jane Foster, en su papel de portadora de Mjolnir. Una manera de mantener activo el personaje hasta que tuviera su próxima oportunidad para brillar.

En 2016 tenemos nueva mini con el dios del engaño como protagonista. Vote Loki está más relacionada con problemática política del mundo real que con una búsqueda de idiosincrasia con respecto al hijo de Laufey. En ese año tocaba elecciones presidenciales en los States; tras cumplir la norma de no repetir por tercera legislatura, el presidente Obama dejaba su hueco a una Hillary Clinton reforzada tras su victoria en las primarias frente a Bernie Sanders. En el lado republicano, el magnate Donald Trump logró imponer su candidatura, optando desde el principio por un discurso extremo y agresivo. Se presagiaba una carrera presidencial dura y muy peleada, algo que al final acabó ocurriendo, con el recuento más ajustado de la historia del país, para determinar la victoria de Trump.

Como hemos dicho, el candidato republicano optó por un tipo de discurso ultra-conservador, lo que llevó a importantes personalidades a una campaña para movilización en el electorado, en aras de evitar un giro tan drástico en la nación. En Marvel, que le gusta retratar el mundo que hay fuera de nuestra ventana, vieron la ocasión ideal para posicionarse y dieron luz verde a un curioso experimento protagonizado por nuestro dios asgardiano. Vote Loki es el nombre de una miniserie de cuatro números, a cargo de Christopher Hastings, Langdon Foss y Paul McCaffrey, que se fue publicando durante del verano de 2016, previa a las elecciones de final de año. Hastings era una guionista que había trabajado las referencias meta de manera magistral en la Increíble Masacre-Gwen, por lo que parecía el guionista perfecto para elucubrar sobre la posibilidad de que un villano Marvel alcanzase la gloria de la Casa Blanca. Ahora, pasado el tiempo, sabemos que la realidad a veces supera a la ficción y Trump, a ese respecto, superó cualquier expectativa, pero veamos cómo se las apañó Loki en su campaña electoral.

Estamos prestos al inicio de una carrera para ocupar el despacho oval; en una sala repleta de periodistas, los candidatos están dispuestos a dar sus declaraciones cuando miembros de Hydra aparecen para silenciar a la democracia. Quiere la providencia que un héroe aparezca para salvar la papeleta y ese es Loki. De repente, se transmuta su figura en la de un salvador y su popularidad comienza a crecer, lo que le lleva a tener seguidores que le solicitan que se presente a las elecciones (recordamos que este proceder también fue utilizado con el Capitán América, en la etapa conjunta de Stern y Byrne). El dios del engaño acepta gustoso, por lo que pone en marcha su propia campaña, ayudada por su medio hermana, Ángela, y hostigado por Thor, la Diosa del Trueno.

En aquella sala repleta de periodistas teníamos a Nisa Contreras, alguien que detecta de manera inmediata que Loki no es trigo limpio. Creación específica para esta colección, se propone desenmascarar al dios de las mentiras, mientras tenga la libertad de escribir en su periódico, por lo que comienza un tira y afloja entre Contreras y la deidad, con objetivos muy distintos. Más allá de que la mini busque reflejar el pulso del momento, con críticas más o menos veladas a la política actual, Hastings utiliza sus recursos para volver a contarnos una fábula sobre la redención. Y la clave se encuentra en Nisa.

Cuando los superhéroes y los supervillanos se enfrentan en núcleos de población, muchas veces son los ciudadanos de a pie quienes sufren las consecuencias. Imaginen, por ejemplo, una lucha entre los Vengadores y Loki, de esas que de tanto en cuanto se producen en la ciudad de Nueva York. Edificios destruidos, coches inservibles, daños materiales por doquier… sí, tenemos a Control de Daños para arreglar los desaguisados y a la fundación Stark para que no falte el dinero; aun así, el incordio de quedarte sin casa, sin tus objetos del día a día, no es plato de buen gusto. Eso mismo le ocurrió a la familia Contreras cuando Nisa no era más que una niña, por lo que ésta siempre ha recelado de los hombres y mujeres con superpoderes.

Loki se presenta como candidato presidencial, tras un conveniente ataque de una organización terrorista, y la única que parece hacerle frente es una modesta periodista, que al final será la que propicie la caída del dios asgardiano, convirtiéndola en toda una estrella en la profesión…. casi parece un plan urdido por un genio del mal y del engaño, ¿verdad? Lo cierto es que va a resultar que los Laufeyson siempre tratan de pagar sus deudas.

Después de este pequeño recordatorio con el personaje, que tiene su aquel, pero que no indagaba en fondo y forma de lo que significa ser Loki, el dios del engaño y las historias, sus apariciones pasan a ser de secundario en otras colecciones, aunque teniendo en cuenta la preparación para su entrada en futuros eventos. Así, tras su fallida carrera política, su siguiente objetivo son las gemas del infinito, que vuelven a estar operativas. Lo vemos aparecer en los All-New Guardians of the Galaxy, cortesía de Gerry Duggan y Roland Boschi (números once y doce). También lo tenemos como parte importante del Doctor Extraño de Donny Cates, ya que determina que Stephen ha dejado de ser digno de portar el título de Hechicero Supremo, sustituyéndole en esa asignación, lo que provocará el cabreo de Extraño. Una última parada en los Vengadores de Jason Aaron, con una problemática con los Celestiales y tenemos a Loki dispuesto a colaborar en su siguiente gran ciclo.

Ese no es otro que las Guerras del Infinito (en plural, Infinity Wars, un evento cósmico datado en 2018). Los responsables de este argumento son Gerry Duggan y Mike Deodato, que aprovechando la relevancia de las piedras del infinito en la pantalla grande, trataron de darle un enfoque renovado a estos preciados artefactos. En toda esa vorágine cósmica, Loki es consciente de que Gamora está aglutinando suficiente poder para destruir el universo, por lo que opta por montar su propio grupo de salvadores, una suerte de vengadores cósmicos, una asociación bastante random que incluía a gente como Hulk, Kang, Emma Frost, Ms. Marvel, Adam Warlock o el Hombre Hormiga. Duggan posicionó a Loki como alguien importante durante el evento (Infinity Wars #1-6) y además le permitió ser el guía de un resucitado Lobezno, en un alargado epílogo a estas Guerras del Infinito.

Acabado un crossover editorial, Loki pasa al siguiente, uno que Jason Aaron llevaba preparando desde su desembarco en Thor, la Guerra de los Reinos (en su idioma original, War of Realms). Lo único es que, en esta ocasión, los acontecimientos no le fueron del todo propicios ya que fue devorado por su padre biológico, Laufey, en el primer número del evento. Perdemos a nuestro protagonista de vista, en el estómago del más importante gigante de hielo, mientras las hordas de Malekith invaden los diferentes mundos. En esa estadio entre la vida y la muerte, Aaron le dedica a Loki un número de la colección principal (Thor Vol. 5 #12), en el que nos hace un repaso de su pasado pero también se hace un vistazo al futuro de un dios de las mentiras tan cambiante como las historias que se cuentan sobre él. Finalmente, la lucha se resuelve a favor de nuestro Loki, pues consigue escapar del estómago de su padre, provocando la muerte de Laufey (War of Realms #6). En términos políticos, eso significa, ni más ni menos, que se convierte en rey legítimo de Jotunheim.

La Guerra de los Reinos se cierra con un one-shot especial, un número Omega, que recoge el landscape posterior al evento. Parte de esas páginas viene ocupada por una historia de Loki en la tierra de los Jotun. Los Gigantes de Hielo deben aceptar al nuevo rey, el bastardo de Laufey. Un grupo de ellos tiene un problema con Drff, un gigante que se ha quedado enano para el tamaño habitual de esta raza. Lo desprecian por lo que es. Este Drff se topa con el rey Loki y este se muestra comprensivo con el pequeño gigante de hielo, por lo que les da una lección al resto de su clan. A partir de ese momento, Drff se encuentra bajo la protección del monarca legítimo del reino; es más, se convertirá en el principal consejero de Loki.

Esta historia venía firmada por Daniel Kibblesmith y Óscar Bazaldúa. El primero es un escritor muy versado en el apartado cómico ya que sus principales créditos vienen por su colaboración con el late show de Stephen Colbert. No es un autor que haya tenido una amplia carrera en cómics. En Marvel se le conoce por la etapa de Loki, que vendría continuación, una mini serie que comparten Masacre y Pantera Negra, y el anunciado relanzamiento de los Nuevos Guerreros…. que nunca llega a producirse. Toda una papeleta para un escritor novel en el noveno arte hacerse cargo de un personaje como Loki. El mejicano Óscar Bazaldúa es un artista de amplia carrera en su país, que cada vez más está obteniendo asignaciones en el mercado americano, por lo que al menos, en el aspecto gráfico, la calidad venía asegurada.

Tal como se puede intuir, aquel argumento en el Omega de la Guerras de los Reinos era el preludio para una nueva serie regular, protagonizada por Loki, la última con la que cuenta el personaje, a día de hoy. Kibblesmith y Bazaldúa (con un fill-in de Andy McDonald en el #5) son los responsables creativos. Empezamos en Jotunheim, con un trono vacante, y un consejero, Drrf, asediado por los malcarados gigantes de hielo. El rey Loki es un gran héroe, por lo que decide pasar su tiempo en la Tierra, de las maneras más hedonistas. A tal nivel llega el desenfreno, que Loki debe acudir a su hermano, Thor, para que le saque de sus problemas con la justicia de la Tierra. El guionista nos va mostrando los distintos puntos sobre los que va a orbitar la serie: la relación con Thor, el villano de la misma, un Pesadilla con el que Loki tiene asuntos pendientes, la regencia de Jotun, el buen Drff… abre muchos frentes para desgraciadamente desarrollar prácticamente ninguno.

Aunque la serie consta de cinco ejemplares, podemos afirmar que la historia se desarrolla en cuatro. En ella tenemos conceptos muy interesantes, que se quedan desaprovechados por la falta de espacio. Destacamos los Libros de Loki y la Casa de las Ideas, donde los hijos de Eternidad (Entonces y Ahora) gestionan el caudal total del conocimiento, recogido en una ingente cantidad de libros. Repetimos, conceptos del todo interesantes que se pierden mientras que Loki batalla con Pesadilla, intenta unirse a los Vengadores o crea muñecos de nieve para que tomen las decisiones en Jotunheim.

El Dios que cayó en la Tierra”, título que Marvel ha otorgado a este ciclo, se nota que queda cortado, inconcluso, cuando el equipo creativo nos muestra una historia al final del #4, datada en el futuro, que ni siquiera llega a arrancar. Las malas ventas debieron frenar las ideas que se venían para la serie de Loki, por lo que el #5, dibujado por Andy McDonald, se conforma como un episodios autoconclusivo, con un dios del engaño preso en unas instalaciones gubernamentales mientras le cuenta viejas historias a una misteriosa interlocutora. Esa no es otra que Verity Willis, la mejor amiga de Loki pre-Secret Wars, que en este nuevo universo es toda una reportera de noticias. Ambos dos escapan de las instalaciones, como dos estimados socios, en otra trama sin resolver puesto que no se les ha vuelto a ver unidos en ningún cómic de la editorial.

Con esto llegamos a los estadios actuales del personaje, ya que el volumen tres de Loki cerró en enero de 2020. De momento, solo le queda resignarse a papeles de secundario en la compañía, mientras que en la pequeña pantalla se le augura un futuro arrebatador. En los cómics Marvel, le seguiremos a cualquier lado que vaya, ya sea como molesto incordio para su hermano Thor o como intrigante manipulador en las Poderosas Valquirias. Loki se ha ganado su puesto en lo que quiera, ya sea héroe, villano o ninguno de los dos; vestido como hombre, mujer, niño o jovenzuelo. Eso es algo que no se le va a poder arrebatar, por los siglos de los siglos, Loki continuará protagonizando historias, pues ha demostrado que no hay mayor poder que el don de la palabra. Y de eso, nuestro protagonista, tiene bastante para poder enseñar al resto de los mortales.

Subscribe
Notifícame
8 Comments
Antiguos
Recientes
Inline Feedbacks
View all comments
Knopfler
Knopfler
Lector
10 junio, 2021 17:13

Ovación cerrada por el trabajazo. Gracias!

Arturo Porras
En respuesta a  Knopfler
10 junio, 2021 22:23

Muchas gracias Knopfler, en nombre de todos los arriba firmantes.
Y bueno, ya sabemos que Marvel Studios no sigue los cómics a pues juntillas, pero estaría muy bien ir viendo a las diversas variantes, el niño, el anciano, la femenina, etc. A lo largo dela serie.
Un saludo!

Lord_Pengallan
Lector
10 junio, 2021 22:52

Felicidades por escribir tanto sobre Loki y no emplear nunca la palabra trickster, que es lo que es esa divinidad en la mitología y en la actualidad en el Universo Marvel.

Arturo Porras
En respuesta a  Lord_Pengallan
11 junio, 2021 11:07

Al menos no hemos utilizado la acepción el dios del troleo, como lo está haciendo Disney + en la publicidad de la serie aquí en España. Se nos debería conceder eso…..

Jaime Sirvent
Jaime Sirvent
Lector
En respuesta a  Arturo Porras
13 junio, 2021 19:53

No solo no habéis utilizado el término de dios del troleo(por lo cual os daré las gracias eternamente),sino que además en todo el artículo no hay ninguna palabra acabada en e,lo cual teniendo en cuenta la naturaleza cambiante de Loki en cuanto a género tiene un meritazo enorme.

Aparte de dar las gracias por la corrección gramatical,doy también ovación cerrada por el caudal de información tan completo sobre el dios de los ardides,tan ladino siempre él.

Dr Kadok
Dr Kadok
Lector
10 junio, 2021 23:20

Cada vez se van superando más con los informes…y su extensión!! Justo terminando toooodo el run de Aaron, me vino bien para saber lo previo (solo leí lo de Simonson hace eones) y lo que vino después graciasss

Arturo Porras
En respuesta a  Dr Kadok
11 junio, 2021 11:09

Gracias por sus felicitaciones, Dr. kadok, de parte de todo el equipo.
Nos gusta pensar que le hemos podido servir de ayuda a alguien. Así queda todo bien explicado sobre Loki.
Un saludo!!

billyboy
billyboy
Lector
21 junio, 2021 0:00

Viva el niño Loki ! , la mejor versión hasta hoy del personaje.

Ojala algún día lo devuelvan a los comics y se dejen tanto de imitar al Loki del UCM