20th Century Boys 2 (Kanzenban) Catarsis

Analizamos el segundo volumen de la edición definitiva de una de las mejores obras del género

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Edición original/ Japón: 20th Century Boys, Shogakukan 1999-2006
Edición nacional/ España: 20th Century Boys Kanzenban, Planeta Cómic 2017
Guión: Naoki Urasawa
Dibujo: Naoki Urasawa
Formato: Tomo doble A5, rústica con sobrecubiertas. 408 páginas en B/N.
Precio: 15,95 €

 

Muy lento. Demasiado. Pero Planeta Cómic ya ha publicado el segundo tomo de la edición kanzenban de 20th Century Boys. Cuatro meses después de que la editorial nos deleitase con la edición definitiva de una de las mejores obras del género, por fin podemos retomar el heroico esfuerzo de Kenji y sus amigos para detener los diabólicos planes de Amigo.

Acción y ritmo vertiginoso en un tomo (contiene dos volúmenes de la edición normal) que podríamos considerar «de transición». Naoki Urasawa afianza la trama planteada en los dos tomos anteriores y macera los posos de su historia a fuego lento, pero sin dejar de lado la lectura ágil y trepidante. Se nota que, durante la publicación original de la obra, se encontraba en un estado de gracia inconmensurable. Plena madurez artística en lo narrativo y lo artístico.

Poco a poco vamos despejando las incógnitas que rodean a la figura de Amigo, empapándonos cada vez más del peligroso y extraño alcance que su secta está alcanzando. En este tomo no sólo veremos a un protagonista que finalmente acepta el problema planteado y se dispone a afrontarlo con todas las energías, sino también a un villano omnipresente y temible.


Y es que la influencia de Amigo se hace cada vez más y más fuerte, no sólo en las vidas del grupo de amigos protagonistas, sino en todo el mundo. El libro de las profecías que escribieron Kenji y sus amigos se convierte definitivamente en el leitmotiv de la trama y en esta segunda entrega ya somos testigos de lo peligroso de su existencia.

Atentados, planes maquiavélicos, extrañas circunstancias que asaltan a nuestros protagonistas a cada salto de página… La investigación de Kenji sobre la auténtica identidad de su enemigo evoluciona a marchas forzadas y, cuando parece que por fin se van a despejar todas las incógnitas, todo se llena de niebla. Y precisamente ese desarrollo argumental es el protagonista de este segundo volumen, el de una investigación que puede y no quiere. La estela que ha dejado Amigo, si bien visible, no dice nada a nuestros protagonistas. Algo que narrativamente es frustrante para el lector, pero que indudablemente engancha. Puede, eso sí, que el autor llegue a redundar en esta mecánica, llegando al punto de que el propio lector asimile que la auténtica identidad del villano aún está lejos de ser descubierta.

Y hablando de personajes, estos primeros números también le valen al autor para ir desarrollando la historia personal de cada uno de ellos. Desde el compañero más secundario hasta el amigo más cercano a Kenji, todos los personajes van adquiriendo matices capaces de ganarse la atención y el cariño del lector.

Por otro lado, hace su aparición en la historia Otcho, uno de los personajes con más peso dentro de la trama. Él fue quien ideó las profecías junto a nuestro protagonista. Hasta ahora se hallaba desaparecido en un país extranjero, incluso se pensaba que muerto, pero Otcho se ve forzado a regresar y trae consigo un punto más a la historia. Muy interesante.

Otro de los personajes que va ganando importancia en estos primeros tomos es Yukiji, una mujer de armas tomar que forma un tándem estupendo con Kenji. Y en cuanto a personajes femeninos, poco a poco vamos intuyendo los pasos de la hermana desaparecida de nuestro protagonista, Kiriko, cuyo misterio es igual o mayor al de Amigo. Con todo ello tendrá bastante que ver Kanna, hija de Kiriko, que más adelante pasará a ocupar un papel muy importante dentro de toda la trama.

Momentos destacables de este segundo volumen:

Aviso de Spoiler

- La catarsis que sufre Kenji cuando ya no puede más, explotando y liberándose de toda la tensión que ha ido cargando desde el principio de la historia. Una transformación que se traduce en un desenfreno musical y casi orgásmico que dura toda la noche. Nuestro protagonista pasa de ser un testigo a ser un actor en toda esta historia. Y aún no hemos visto su lado más resolutivo.

– Este cambio en su actitud le llevará a querer pasar a la acción de manera precipitada y enfrentarse a toda una sala de conciertos llena de seguidores de Amigo. Y justo ahí se produce el primer encuentro adulto de nuestro héroe con su villano. En ese punto se revela un punto clave en la historia que despeja algunas dudas y crea muchas otras: Amigo dice ser el padre de Kanna (hija de Kiriko y sobrina de Kenji).

– Los atentados en Londres, el de Haneda (excelente truco de Urasawa) y el esparcimiento del virus por Osaka.

– El asalto y la destrucción de la tienda familiar de Kenji por parte de los seguidores de la secta. El pasado se quema y ya no hay vuelta atrás.

– El cliffhanger final, con nuestros protagonistas contra las cuerdas y el fin del mundo a la vuelta de la esquina.

En cuanto al apartado gráfico, el arte de Urasawa con 20th Century Boys va mejorando en paralelo al desarrollo de la trama, lo cual es mucho decir. Ya hemos mencionado que el autor se encuentra en la cima de su madurez, y se nota.

No vamos a decir nada nuevo sobre la edición de Planeta o sobre las virtudes generales de la obra que no hayamos dicho ya en la reseña del primer tomo publicada hace unos meses, tampoco en los especiales dedicados al autor o en el artículo sobre el contexto real en el que se basa el manga, pero nos reafirmamos en nuestra valoración: 20th Century Boys es una serie magnífica que ningún aficionado al género debería perderse. Una de esas obras destinadas a convertirse en todo un clásico que por fin está siendo editada en el formato que se merece.

¿Y tú, querido lector? ¿Es la primera vez que te acercas a 20th Century Boys o la estás revisitando? ¿Qué te ha gustado de este segundo tomo?

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Querubo
Querubo
Lector
19 julio, 2020 10:51

Buenas.
¿Os animáis a comentar el último tomo de la serie?
Recientemente editaron 21th century boys en este formato kanzenban, y Urasawa modificó el final original con un epílogo y añadiendo una escena.
Y es precisamente esa escena, un diálogo en la azotea, la que o bien cambia completamente lo contado en los 11 tomos anteriores, o bien es un error de traducción. Ambas opciones me extrañan, pero no sé cual de los dos es.
Un saludo.

SesguitO
SesguitO
Lector
En respuesta a  Querubo
19 julio, 2020 11:52

Hola! El problema de comentar lo q dices es cómo hacer para no destripar todos los tomos anteriores al q no se lo haya leído. Por lo que he leído el final se quedó tan en el aire que tuvo q hacer este anexo y aún así hay muchas interpretaciones. No hay una opción clara. Si buscas por Google hay foros que siguen diciendo respuestas sin aclararse. Yo saqué una conclusión y amigos sacaron otra. En fin..

Querubo
Querubo
Lector
En respuesta a  SesguitO
19 julio, 2020 15:00

Eso cierto.
Es complicado de comentar sin spoilers.
Pero es que me ha dejado tan descolocado el nuevo final, no el tomo de 21th century boys en sí, que lo considero necesario porque el cierre en falso de 20th century boy no tenía ni pies ni cabeza, sino la modificación que ha hecho en las nueva edición kanzenban, modificando a mi parecer completamente la obra.