Academia X: Espíritu de Adolescencia
«¿Sois los nuevos estudiantes? Os enseñaré la escuela»
Hablar de los Nuevos Mutantes es hablar de Chris Claremont, es hablar de Bob Mcleod y de Bill Sienkiewicz, es hablar de un clásico marvelita imperecedero que nos hace recordar con no poca nostalgia uno de los mejores cómics de la historia de la Casa de las Ideas. Por eso, cualquier obra que trate de emular a aquellos Nuevos Mutantes, será siempre vista con recelo por el fandom, compuesto por unos lectores que cogeremos el monóculo y el bisturí y analizaremos cada giro argumental y a cada personaje con una precisión milimétrica, siempre por qué no decirlo, con cierta mezquindad y con no poca injusticia.
Y es que, ¿No resulta una desfachatez atreverse a realizar otra colección de los Nuevos Mutantes? La respuesta es un rotundo no. Todos las colecciones, al igual que todos los personajes Marvel son herramientas en el plano literal de una editorial que los utiliza como tal, como los activos de propiedad intelectual y generadores de ganancia económica que son, constituyendo en el plano ficcional una rica veta de la que siempre se pueden sacar interesantes recursos, llegando en muchas ocasiones, a encontrar oro.
En el caso de los Nuevos Mutantes del matrimonio de guionistas formado por Nunzio DeFilippis y por Christina Weir, cuya primera andanza editorial analizamos aquí con ocasión de su recopilación en tomo por Panini Cómics, estamos ante una serie que, si bien hace inevitables guiños a los Nuevos Mutantes clásicos que todos recordamos, y a la mítica etapa de Claremont, Mcleod y Sienkiewicz encuentra su propio camino, contando una historia propia e independiente de aquella y dejándonos clara una cosa: Los Nuevos Mutantes de Claremont encarnaban el espíritu de la adolescencia de la década de los ochenta, por lo que no son válidos para contar una historia adolescente en la primera década del Siglo XXI, y no solo porque sus personajes hayan madurado en la ficción.
Esto es algo que ya se dejó manifiestamente claro en la previa experimental que fueron sus Nuevos Mutantes y que se reafirma sin ambages en Academia X, en este primer tomo de dos en los que se recopilará todo el recorrido de estos personajes en su serie propia.
La diferencia estriba, no solo en que en Academia X los guionistas ya están familiarizados con las criaturas que han creado, si no que cuentan con dibujantes más solventes que antes, y que se salen de aquella Next Wave imitadora de un manga con el que Marvel no terminaba de dar con la tecla correcta en esa Neo Marvel de principios de Siglo que buscaba su lugar imitando estilos y maneras de hacer cómic de otras áreas distintas a la habitual.
De este modo, Randy Green, Staz Johnson y Michael Ryan, sin ser grandes artistas resultan mucho más solventes que lo que vimos en el tomo anterior con Keron Grant, Mark A. Robinson, Carlo Barberi, Khary Randolph o Joshua Middleton entre otros, contando también con una libertad creativa mayor, al no estar obligados a enclavar su estilo en ese manga impostado con el que tenían que trabajar sus predecesores.
Pero ¿Qué nos cuenta este primer tomo de Academia X? Ni más ni menos que el reflejo luminoso y terrenal de los Nuevos Mutantes de Grant Morrison en esa Escuela Xavier que acoge a dos centenares de alumnos y que ahora es ya un instituto en toda regla en el que sus miembros viven dramas propios de su adolescencia, tratados con una naturalidad y una cercanía a la realidad que es lo que hace que esta serie pase de anodina a muy recomendable.
Así, Prodigio, Elixir, WallFlower, Danza del Viento y Ruina, los pupilos de Danielle Moonstar a los que conocimos en el tomo anterior, continúan con su adaptación al uso de sus poderes y al paso a la madurez tratndo de emular a los Nuevos Mutantes de antaño, mientras se construye una rivalidad con Alud, Mercurio, Infernal, Ícaro y otros adolescentes tutelados por Emma Frost que tratan de imitar a los que fueran los Infernales de la mutante con poderes telepáticos y diamantinos.
De este modo, toda trama, toda aventura irá siempre orientada a los amoríos o falta de los mismos desplegados entre los distintos personajes, y, sobre todo, a dejarnos bien claro lo que es ser adolescente: Creerte superior y mejor a la generación que te precede y que ha olvidado en su adultez lo que es correcto, en un sistema de normas que carece de sentido desde el punto de vista de los personajes teen con lo que juegan los escritores.
Tan es así, que este tomo cierra con un cliffhanger que no es si no el típico y esperable de una serie adolescente de esta clase: Orientado a los escarceos amorosos de los personajes y no al hecho de que una gran amenaza se cierna sobre la Escuela Xavier.
Dejemos que sean otros los que se enfrenten a dichos problemas, puesto que esos Nuevos Mutantes bastante tienen con los suyos.
Lo mejor
• La forma de entender la adolescencia.
Lo peor
• Algunos personajes están un poco desdibujados.
Guión - 7
Dibujo - 7
Interés - 7
7
Nuzio DeFilippis y Christina Weir, junto a varios dibujantes continúan la epopeya adolescente de sus nuevos mutantes.
Esta fue mi primera toma de contacto con los X-men, así que le tengo mucho apego al trabajo de DeFilippis y Weir
Buen comic, agil y entretenido, y buen uso de los Nuevos Mutantes que coincido que no pueden volver a sus gloriosos ochenta pero aquí de tutores hacían buen papel.
Tiene mi bendición.