ZNPodcast #59 – Reseñotrón diciembre 2019

¿Novedades? ¿Reseñas? No, ¡es el Reseñotrón de Zona Negativa! Con las mejores reseñas navideñas de diciembre de 2019.

¡Bienvenidos al Reseñotrón de Zona Negativa! En este mes nos ponemos un poco navideños y os recomendamos obras que nos despiertan el espíritu jovial. Los tiempos y tebeos son los siguientes:

00:00:15 – Introducción
00:02:30 – Uncanny X-Men #143, en Marvel Gold. La Imposible Patrulla-X 2. Días del futuro pasado
00:08:21 – Canción de Navidad
00:15:07 – Lobo Paramilitary Christmas Special USA, en Lobo: El último Czarniano
00:23:27 – Intermedio
00:26:35 – Fábulas #56, en Fábulas: Edición de Lujo – Libro 7
00:32:09 – Corto Maltés: El día de Tarowean
00:39:39 – Batman Noel
00:49:48 – Despedida

Colaboradores: Gustavo Higuero, Fer García, Diego García y Nacho Teso.

Suscríbete a nuestro podcast en iVoox, Spotify y búscanos en plataformas como Apple Podcasts y Google Podcasts.

Artículo anteriorReseñas DC: Batman: Detective Comics #16, 17 y 18
Artículo siguiente#ZNCine – Las noticias de la semana #3 Diciembre 2019
Empecé con series animadas como 'Spider-Man y sus Asombrosos Amigos' y el 'Spider-Man' de los 90. En las viñetas, mis primeros números fueron unos 'Marvel Team-Up' de Bill Mantlo, Chris Claremont y John Byrne. A eso le siguió Gerry Conway en 'Amazing Spider-Man', con la muerte de Gwen Stacy. El asunto continuó con los 'X-Men de Claremont' desde que se afianzan en Australia, y fui creciendo acompañado del 'Ultimate Spider-Man' de Bendis, cuyos 'Nuevos Vengadores' me abrieron al resto del actual universo Marvel. La Casa de las Ideas es mi sitio, y actualmente disfruto del 'Venom de Cates/Stegman', el 'Immortal Hulk de Ewing/Bennett', 'Daredevil de Zdarsky/Checchetto'... y de cualquier buena serie que me haga recordar por qué disfruto con esto de los cómics.
Nacido en Barakaldo en 1977 donde sigo viviendo. Descubrí los cómics en una librería de barrio con Tintin, Asterix, SuperLopez y los personajes de Ibáñez. En 1989 descubrí los superheroes de la mano de Stern y Buscema con el numero 73 de la edición de Forum de Los Vengadores. A estas lecturas se fueron incorporando la novela gráfica y el manga, de los cuales, a diferencia de los superheroes, nunca me cansé. Todavía sueño con ser agente Espacio-Temporal y de Planetary, con visitar mundos de fantasía con el señor T., Philemon, Lord Morfeo, Arale y Thor. Viajar con Reed, Ben, Susan y Johnny al futuro y pasear por el cuartel de la Legión. Recorrer la antigua Roma con Alix y una cantimplora de poción mágica. Buscar Mú, perderme en un viaje al corazón de la tormenta, contemplar el Olmo del Cáucaso mientras paseo por un Barrio Lejano leyendo El almanaque de mi padre. Conseguir beber la sangre del Fénix. Leer, al fin, algún articulo de Tintín y de Fantasio sin que me molesten los absurdos inventos de Gastón. Perderme por las murallas de Samaris, mientras de la pirámide flotante de los inmortales cae John Difool. Enamorado de la chica de los ojos rojos y de Adele. Y cabalgar hacia el amanecer con Buddy Longway, Red Dust y el teniente Blueberry. Con un poco de humo azul en los labios...
Abandoné la Logia Negra y llegué a la ciudad de Málaga en 1984. Mis primeras lecturas fueron los clásicos francobelgas y los cómics de un ratón y unos patos que, años más tarde, gobernarían un vasto imperio. Devoré tiras de prensa, hasta que un niño con cola de mono apareció en mi televisor buscando unas bolas mágicas y el manga me atrapó. Pasé años en blanco y negro, pero los superhéroes llenaron mi vida de mallas y capas de colores. Sobreviví a la Era Hiboria en compañía de un bárbaro y su espada salvaje. A finales de los 90 sentí vértigo, el arenero me llevó al mundo de los sueños y caí en los oscuros abismos del underground. Viajé en el tiempo a través de la banda de Moebius, desde el salvaje Oeste al Largo Mañana. Un mago de Northampton me contó grandes historias y su hijo calvo me dio setas alucinógenas. En Italia probé el fumetto y un marinero maltés me llevó hasta la Pampa argentina, donde tuve mi último recreo antes de conocer al hombre eterno. He estado en Camelot en los días del Rey Arturo, en el planeta Mongo y en las letras del Oceáno Atlántico. En mis aventuras siempre estuve acompañado por un asombroso grupo de profesionales españoles. Los escritos del maestro Eisner me revelaron los secretos de un nuevo lenguaje y ahora solo veo el mundo en viñetas... Cómic camina conmigo.
Mi primer coqueteo serio con los comics puede datarse en el año 1988, en Zaragoza, concretamente en el recreo del colegio, mirando el primer número de la serie Millenium de DC. Aquello lo cambió todo. Quería tener el segundo número y el tercero... y como dice el dicho: el resto es historia. 5000 comics después y toda una vida entre viñetas seguimos a pie del cañón.
Subscribe
Notifícame
0 Comments
Inline Feedbacks
View all comments