Para hacer más completo el repaso a las adaptaciones al medio audiovisual de la célebre creación de Mike Mignola hemos decidido no quedarnos sólo en las tres realizadas para la pantalla grande, ya reseñadas en la entrada Hellboy: Las Películas en Imagen Real, y vamos a dedicar un segundo especial para dar nuestra opinión sobre las dos películas de animación protagonizadas por “Anung-Un-Rama” llegadas después del estreno de la primera cinta para el cine dirigida por Guillermo del Toro. Esta maniobra de estrenar largometrajes o series de televisión de manera paralela o posterior a las versiones dirigidas a las multisalas no es nueva y se lleva utilizando en Hollywood desde hace décadas. En esta entrada intentaremos evaluar si las dos dedicadas a Hellboy merecieron la pena y son dignas de revisión y recuperación.
Como ya comentamos en la entrada dedicada a reseñarla Hellboy (2004) no fue un gran éxito de taquilla, pero su recaudación suficiente para acercarla a gran parte del público generalista y satisfacer, mayoritariamente, a los fans del cómic de Mike Mignola que acogieron con positividad el proyecto. De esta manera con el paso de los años la primera película protagonizada por Ron Perlman y dirigida por Guillermo del Toro se ganó el favor del fandom y el título de obra de culto. Seguramente esta prematura reivindicación del material supuso el motivo para que los responsables del film de 2004 se asociaran con Starz Media y Film Roman y de manera conjunta diseñaran la primera, de varias, cintas animada para el canal Cartoon Network. Con la idea de mantener esta nueva historia dentro del canon del film en imagen real se solicitaron los servicios de Guillermo del Toro y Mike Mignola como productores creativos y Ron Perlman, Selma Blair y Doug Jones pusieron voz a sus contrapartidas en dibujo animado. El resultado fue Hellboy Animated: Sword of Storms, inicio de una trilogía que, al igual que su hermana mayor, nunca llegaría a culminarse.
Aventurando la decisión que tomarían Guillermo del Toro y Mike Mignola dos años después en Hellboy 2: El Ejército Dorado, Hellboy Animated: Sword of Storms no está inspirada directamente en ningún arco protagonizado por el personaje en los cómics, pero sí parte de una idea original de Mike Mignola. El guionista y director Tad Stones, máximo responsable detrás de la obra, y sus colaboradores en la escritura (Matt Wayne) y la realización (Phil Weinstein) desarrollan una historia localizada, principalmente, en Japón para contar el relato de dos demonios hermanos, Trueno y Relámpago, que después de mantenerse encerrados durante siglos en un pergamino vuelven a nuestra realidad poseyendo el cuerpo de Mitsuyasu Sakai, un profesor experto en folclore nipón. El caso es asignado a los miembros de la Agencia de Ivestigación y Defensa Paranormal (AIDP) y del mismo se ocuparán Hellboy, Abe Sapien y una Liz Sherman cada vez más preocupada por su incapacidad para controlar sus, cada vez más peligrosos, poderes piroquinéticos.
Hellboy Animated: Sword of Storms es un producto fallido desde su misma concepción y estructura, dejando entrever bien pronto sus primeras carencias. Como ya hemos mencionado esta película animada pertenece al mismo universo que el film en imagen real rodado por Guillermo del Toro en 2004, pero como obra unitaria debería recurrir a flashbacks o algún recurso parecido con la intención de contar el origen de su personaje principal y los secundarios más relevantes. Sin pararse sus responsables a pensar que los potenciales espectadores consumidores del film pueden no haber visto su precuela en imagen real localizan la historia en un microcosmos ficcional ya establecido en el que hay que subirse en marcha de manera abrupta y poco orgánica, sólo pudiendo aferrarse al prólogo de pocos segundos localizado antes del título del film, del todo insuficiente. Ciertamente este no es el mayor problema del largometraje, ya que otros más graves imposibilitan el buen discurrir del relato planteado por Mike Mignola, Tad Stones y Matt Wayne por culpa de una contrastada ineficacia a la hora de dar consistencia a la narración y los hechos en ella acontecidos.
Aunque todo lo narrado a lo largo de los 75 minutos de metraje de Hellboy Anitamed: Sword of Storms es deudor del imaginario visual desplegado por Mike Mignola en la cabecera homónima de Dark Horse Comics con un universo repleto de demonios, monstruosidades y demás criaturas sobrenaturales son perceptibles varias carencias a la hora de plantear una historia con verdadero punch para enganchar al espectador y una vez la trama se bifurca en tres la alternancia entre unas y otras termina por menoscabar la solidez expuesta en el prólogo de la cinta, el pasaje más eficiente de la misma. La subtrama focalida en Hellboy se sigue con cierto interés, pero la más endeble de Abe y Liz y sobre todo la disparatada e innecesaria de Kate Corrigan y Russell Thorne, con «momento Disney» de vergüenza ajena, dinamitan la cohesión y la estructura de un producto disperso y redundante. Ni siquiera las secuencias de acción o más dinámicas consiguen ejecutar alguna situación memorable de cara a una platea que recibe el material con indiferencia y, en ocasiones, hasta aburrimiento.
De la animación tampoco podemos sacar demasiado partido. Más allá de su deuda con el amerimanga, las series de superhéroes de DC Comics ideadas por Bruce Timm (Batman, Superman, La Liga de la Justicia) o las nacidas del trazo y la impronta de Genndy Tartakovsky (Samurai Jack) el diseño de personajes y localizaciones de Hellboy Animated: Sword of Storms no se alejan de los de cualquier otra serie animada protótipica de televisión. Con esto no afirmamos que la animación sea reprobable en manera alguna, ya que ha sido ideada dentro de los estándares de calidad mínimos para lucir con elegancia y eficiencia en pantalla, pero salvo en algún momento muy puntual no destaca en ningún momento. A ello habría que sumar una luminosidad y tono alegre que poco o nada tiene que ver con los profundos claroscuros y el tenebrismo goticista del cómic de Mike Mignola, aunque en ese sentido ni siquiera las aproximaciones de Guillermo del Toro o Neil Marhsall, esta última la que estaría más cerca de lograrlo, consiguieron ser 100% fieles con el peculiar y genuino universo secuencial del autor de Drácula de Bram Stoker.
Hellboy Animated: Sword of Storms, que al igual que su continuación nunca vio la luz en nuestro país en formato doméstico o emisión televisiva, supuso un deficiente tanteo de terreno para crear un microcosmos animado protagonizado por Hellboy cuya naturaleza rudimentaria y procedimental asentó unas bases poco sólidas sobre las que seguir construyendo ficción de calidad inspirada en el cómic de Mike Mignola. Un guión endeble, un tratamiento de los personajes demasiado superficial y una realización simplemente cumplidora hicieron el resto para que la primera aventura televisiva de “Anung-Un-Rama” se revelara como un producto bastante intrascedente y olvidable. Por suerte con la siguiente entrega Revolution Studios y Starz Media aprendieron de sus errores y consiguieron facturar un producto mucho más competente, siguiendo el mismo patrón, pero cambiando a varios miembros del equipo técnico y ciñéndose más a la viñetas. A Hellboy Animated: Blood & Iron, estrenada un año después, dedicaremos mejores palabras que a esta «Espada de Tormentas» que no produce más que algún que otro chubasco de escasa importancia.
Un año después del estreno de Hellboy Animated: Sword of Storms Cartoon Network emitió una segunda entrega titulada Hellboy Animated: Blood & Iron con la que continuar la propuesta establecida en 2006 para llevar al personaje del creador de Bogavante Johnson al medio televisivo. Libremente inspirada en el famoso arco argumental Despierta al Demonio, el segundo de larga duración de la cabecera original, y partiendo de nuevo de una historia de Mike Mignola y Tad Stones esta vez fue Kevin Hoops quien se encargó del guión. La dirección fue asignada a Victor Cook y Ron Perlman, Selma Blair o Doug Jones repitieron poniendo voz a sus personajes. Sumándose a ellos el gran John Hurt ofreciendo la suya al profesor Trevor Bruttenholm, rol al que dio vida en imagen real tanto en Hellboy (2004) como en una breve aparición de Hellboy 2: El Ejército Dorado (2008). El resultado, sin llegar en ningún caso a la excelencia, es muy superior al de su predecesora convirtiéndose en una decente tv movie capaz de extrapolar bastantes de los hallazgos y características del universo cinematográfico y secuencial del personaje nacido en Dark Horse Comics.
Hellboy Animated: Blood & Iron deja de lado la autoindulgencia y desgana de Sword of Storms llegando incluso a tomar algunas decisiones narrativas bastante arriesgadas para un producto dirigido a todos los públicos. Para empezar podemos afirmar que Hellboy no es el protagonista de la película, sino un «secundario de lujo» dentro de la misma. Es el profesor Trevor Bruttenholm el personaje más importante de este relato planteado como una precuela, ya que, como recordamos, el personaje de John Hurt moría a manos de Karl Ruprecht Kroenen en Hellboy(2004) film con el que comparte cronología y acontecimientos previos. Otro acierto mayúsculo es que mientras en Sword of Stroms tres subtramas paralelas se ensamblaban de manera torpe y descompensada en Blood & Iron son dos líneas temporales diferentes las que convergen a la vez de manera orgánica, cohesionada y dando pie a una retroalimentación capaz de enriquecerlas desde un punto de vista narrativo y conceptual.
La historia está centrada en un nuevo caso relacionado con hechos acaecidos en la juventud del profesor Trevor Bruttenholm y en el que se vio envuelta la condesa húngara Erzsebet Ondrushko, una vampira centenaria que tras vender su alma a la diosa Hecatte mató a más de seiscientas jóvenes para bañarse con su sangre y así conseguir la juventud eterna. Este personaje, claramente inspirado en la condesa Elizabeth Bathory, sirve como excusa para que la película vire hacia un tono más oscuro, tenebrista y deudor del terror más propio de la pluma y el trazo de Mike Mignola en las historias en papel protagonizadas por Hellboy a lo largo de los años. De hecho no se eluden pasajes algo más violentos en los que la sangre fluye sin cortapisas, nada que pueda asustar al espectador infantil actual, pero lo suficientemente explícito como para alejarlo un poco del tono más neutro de Hellboy Animated: Sword of Storms dando a entender que sus responsables buscan más complicidad del receptor adulto y conocedor de la temática vampírica.
La animación sigue los mismos patrones estéticos que en Sword of Storms, pero gracias a una labor artística minuciosa y una realización más dinámica esta luce mucho mejor en pantalla. Los guionistas y el realizador aprovechan que el contexto ficcional al que se aferran ya se estableció en la anterior aventura y son capaces de enriquecer o hacer más creíbles a los personajes a pesar de contar con menos protagonismo y metraje en pantalla. La rima entre las dos líneas temporales, el acabado estilístico diferenciado entre ambas, el perfil de los personajes aclimatado con más acierto al relato o los pasajes de acción llegando en un par de ocasiones a ejecutar alguna secuencia memorable dan señales de una notable mejoría con respecto a la primera entrega. Pero en lo concerniente a los personajes pareciera como si Blood & Iron hubiera sido diseñada como un homenaje al personaje de Trevor Bruttenholm y los escritores hacen todo lo posible para engalanar todo lo referido a su pasado y presente convirtiéndolo en la piedra angular del largometraje mientras John Hurt nos deleita con su inconfundible y añorado timbre de voz.
Desgraciadamente cuando se llevaba a cabo un salto de calidad bastante notable de la primera a la segunda película lo que iba a convertirse en una futura trilogía se vio truncada y nunca llegamos a verla completa. Pero este binomio formado por Sword of Storms y la presente Blood & Iron no cayó en saco roto y su repercusión fue lo suficientemente fuerte como para que Dark Horse Comics llegara a publicar tres tomos inspirados en esta díptico dentro del título Hellboy Animated dando continuidad a sus tramas. The Black Wedding, Judgment Bell y The Menagerie se publicaron entre enero y diciembre de 2007 con dos arcos argumentales por recopilatorio y contando entre sus guionistas y dibujantes con Jim Pascoe, Rick Lacy, Fabio Laguna, Jason Hall, Nate Piekos y el omnipresente Tad Stones que ya colaboró en la realización y escritura de las dos versiones animadas de Hellboy para la televisión. Una pena que esta nueva vertiente audiovisual del personaje no saliera adelante porque contenía un potencial que nunca pudo llegar a desarrollarse y vista la recaudación de la última película en imagen real dudo que alguien decida recuperarlo o darle un nuevo inicio.
Muchas gracias Juan Luis por esta reseña!!! Me alegra un montón porque justo me las puse el otro día en casa… y no pudo con ellas de malas que son. Me llevé una decepción terrible, porque en mi cabeza había decidido que estas películas eran buenas, por lo menos al nivel de las buenas del universo animado de DC.
El ver que compartimos la misma opinión me hace ver que no estoy loco. Un abrazo!