#ZNCine – El Escuadrón Suicida. La redacción opina

Nos hemos puesto como misión hablar de esta producción con la que James Gunn reformula el concepto cinematográfico de este peculiar grupo de supervillanos de las publicaciones de DC Comics

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Dirección: James Gunn
Guion: James Gunn, basado en el cómic de John Ostrander
Música: John Murphy
Fotografía: Henry Braham
Reparto: Margot Robbie, Idris Elba, Viola Davis, David Dastmalchian, John Cena, Jai Courtney, Joaquín Cosío, Nathan Fillion, Joel Kinnaman, Mayling Ng, Flula Borg, Sean Gunn, Juan Diego Botto
Duración: 132 min
Productora: Warner Bros., Atlas Entertainment, DC Comics, DC Entertainment
Nacionalidad:Estados Unidos

Aviso de Spoilers: Para esta misión nuestros redactores se verán obligados a utilizar la fuerza letal, desvelando detalles de la trama y escenas concretas asociadas a la producción conocida como El Escuadrón Suicida (no confundir con Escuadrón Suicida). Si pasas esta línea que sea bajo tu responsabilidad. Nosotros – y por tu bien- nos reservamos el derecho a detonar la bomba que llevas implantada en el cuello.

En 2016, David Ayer estrenaba Escuadrón Suicida, una producción que parecía distanciarse de lo que el universo cinematográfico de Warner Bros. Pictures y DC Comics nos había propuesto hasta ese momento. Un producto que vendía una imagen de marca gamberra y subversiva, pero que había sido convertida en un monstruo de Frankenstein en manos de la productora y cuya mala fama no compensaría su relativo éxito en taquilla. No obstante, viendo el potencial de la franquicia se daría luz verde a una secuela que se traduciría en la presente El Escuadrón Suicida. Una película dirigida por James Gunn en la que este realiza todo una deconstrucción de lo visto en la producción predecesora de Ayer, fagocitando el tono gamberro de la propuesta original. En Zona Negativa el compañero Juan Luis Daza ya nos ofreció sus primeras impresiones sobre El Escuadrón Suicida, pero ahora es el turno de palabra de otros de nuestros redactores que ya han podido ver la que ha sido una de las producciones del verano. ¿Y vosotros? ¿Ya la habéis visto? ¿Qué opináis del regreso de El Escuadrón Suicida?

El segundo Escuadrón , por Ángel García

James Gunn y Escuadrón Suicida parecen hechos el uno para el otro. Por humor, gusto por lo macabro y preferencia del primero por grupos más secundarios a la hora de contar una historia. Con vía libre en lo que respecta a la violencia, y libertad, dentro de los límites de siempre de estudio, para armar el guion y construir el ambiente general, presenta una nueva encarnación, visión y aventura para el grupo.

Es fácil rastrear sus influencias, reconocidas por él mismo, desde el comienzo. Parte de una idea descartada de Sergio Leone para su película favorita del autor, Hasta que llegó su hora (1968). En está, tres pistoleros que parecen ser los protagonistas son asesinados a los diez minutos de empezar. Leone quería que fueran Clint Eastwood, Eli Wallach y Van Cleef, el Bueno, el Feo y el Malo. Era su modo de romper con lo viejo para construir una nueva epopeya. Lo mismo ocurre en El Escuadrón Suicida.

La película tiene un ritmo inicial desenfrenado, cargado de muertes, para dejar paso a la nueva encarnación del grupo, dirigidos en presencia por Bloodsport (Idris Elba), más cercano al Deadshot de Will Smith que al personaje presentado por John Byrne en Superman. Después de una introducción plagada de momentos memorables, el ritmo se tuerce, dando paso a una transición más errática. El error se encuentra en el guion, en el modo de plantear el rescate y la línea argumental de la Fuerza Especial X. A su vez, la caracterización de los villanos, los altos cargos de Corto Maltese, resulta plana, con una perspectiva típicamente estadounidense. Es una visión exterior en la que, en apariencia, nada distingue a dictadores y guerrilleros, ningún aspecto individual que dé vigor al relato y un motivo auténtico para las desventuras en la isla.

Los mejores momentos hasta el rescate de Harley resultan de la intimidad del grupo. A diferencia de la película anterior, Gunn consigue crear camaradería entre ellos, amistad real, sensación de que lo que les ocurre les pasa a todos ellos de modo individual pero también colectivo. La película tiene aspectos muy positivos en la creación de personajes, fundamentalmente por el carisma natural de los actores, pero también por el modo de presentar visualmente a personajes como King Shark.

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Es de destacar la labor de John Cena, en primer lugar, por la complejidad intrínseca de un personaje como Peacemaker. Interpreta a una persona radical al extremo, asesino sin piedad y, sin embargo, patético. Reflejar una dualidad así depende del buen o mal hacer del actor y en esta ocasión está a la altura. En segundo, Ratcacher II resulta la gran sorpresa de la cinta. Daniela Melchior transmite mucho en cada secuencia en la que su intervención va por encima del resto, entregando un trabajo solvente que, esperemos, tenga mayor recorrido en el futuro. Idris Elba siempre luce en el tipo de papel de hombre duro que parece estar siempre, no sabemos por qué, cansado. Y David Dastmalchian, actor de presencia extraña, también cumple con un personaje, Polka Dot man, en general bien construido desde el guion y muy bien caracterizado.

Harley Quinn continúa siendo el principal reclamo. De modo hábil, sus apariciones son en esta ocasión más reducidas, dando cuenta de algo de lo que carece el resto: evolución en el personaje. Es el personaje fetiche de la encarnación en el cine y Margot Robbie parece sentirse cómoda y abierta a nuevas películas.

La película encuentra su camino hacia el final, ya con el espectáculo desbocado para el enfrentamiento con Starro. Los mejores momentos de la cinta de encadenan, con cada miembro del grupo luchando por su supervivencia y la del mundo. Es destacable el momento en el que deciden darle la espalda a Waller, a sabiendas de que un acto así les condena de muerte. Todo funciona, la música, dirección y las expresiones faciales de los actores, particularmente en el caso de Idris Elba.

Con ello, la película deja una sensación dulce en el espectador, a pesar de las irregularidades del desarrollo. Ojalá haya futuro para estos personajes.


Lo mejor – La camaradería del grupo.
Lo peor – La fala de ritmo en su segundo tercio.
La escena – La muerte de Starro.
Top 3 personajes – Ratcacher II, Peacemaker y Bloodsport.
Un villano que te gustaría ver en una secuela de El Escuadrón Suicida – Los ejecutivos de Warner.

La misma película… ¡solo que mucho mejor!, por Jordi T. Pardo

Está claro que a estas alturas de la película -nunca mejor dicho- ese lema tan noventero de «segundas partes nunca son buenas» está muy superado. De hecho, es curioso como esta máxima ha ido desapareciendo de nuestras conversaciones a medida las grandes franquicias han ido expandiendo su universo. Pero también porque ese concepto de «segunda parte» -o tercera, cuarta y sucesivas, tanto monta, monta tanto- se ha banalizado con el fenómeno creciente del remake, el reboot y los reinicios solapados como el de la presente El Escuadrón Suicida. Porque no podemos decir que la producción de James Gunn parta de cero, pero tampoco que esté totalmente desligada de la vilipendiada Escuadrón Suicida de David Ayer. Eso es lo primero que nos puede llamar la atención de la propuesta, la exitosa manera con la que Gunn se mueve entre dos aguas, fidelizando a los pocos espectadores que se sintieron satisfechos con la anterior entrega de esta película e intentando captar a una gran mayoría que salieron decepcionados del cine.

La manera en la que consigue Gunn retener a los primeros es creando unos pocos puntos de unión con la producción de Ayer: la premisa de «superhéroes feat Doce del patíbulo» y la constante que suponen algunos pocos personajes de la anterior película (principalmente Margot Robbie como Harley Quinn, Joel Kinnaman recuperando su papel de Rick Flag y Viola Davis que nació para encarnar a Amanda Waller). El resto es una clara repetición de patrones, si incluso el Bloodsport de Idris Elba es un calco -ligeramente menos amable- del Deadshot que Will Smith interpretó en la anterior cinta. Pero lo que hace bien -¡genial de hecho!- El Escuadrón Suicida respecto al Escuadrón Suicida es todo lo demás. No hay que olvidar que la película de Ayer se intentó vender en su día con una estética y un tono paralelo a los Guardianes de la Galaxia… ¡aunque en la práctica eso se quedó en el marketing! Tiene cierta lógica que viendo el percal Warner Bros. Pictures decidiese contratar al director de esa producción que buscaban imitar.

Los aficionados hemos salido ganando, aunque la serie de desacertadas decisiones de Warner Bros. Pictures con sus licencias de DC Comics pueden que acaben lastrando la taquilla de una cinta muy superior a su predecesora que sin embargo si funcionó bien en estas lides. Unos lían la madeja, y otros pagan el pato. Y de ser así así sería una lástima, porque El Escuadrón Suicida es la producción de DC Entertainment más divertida y carismática de lo que llevamos de siglo. No viene a reinventar nada, ni siquiera nos ofrece algo original dentro del género, pero funciona muy bien en todos los sentidos como el entretenimiento palomitero que en todo momento pretende ser. Los recortes, reshoots y montajes de mono borracho no han afectado a la producción de Gunn que ha caído en gracia a los productores para darle manga ancha con esta cinta o ha sabido sortear las líneas rojas con habilidad en la que cayeron Ayer, Snyder, Jenkins y tantos otros directores recientes de la casa.

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Gunn conoce bien los entresijos del género, tanto el de las viñetas como el que tiene que ver con el mundo de las adaptaciones a la gran pantalla. Lo demuestra en El Escuadrón Suicida, abrazando la estética kitsch de las viñetas para construir sobre ella una historia llena de excesos y humor negro que tiene uno de los mensajes políticos más sorprendentes, críticos y lúcidos de cualquier película del género que hayamos podido ver con anterioridad. La subversión y el tono gamberro de la producción nos remite a la influencia de Deadpool, pero las películas de Ryan Reynolds se quedan al final en el cómodo ecosistema ligado al cine de superhéroes, mientras que Gunn -libre aquí también de las restricciones de Marvel Studios– se suelta la melena para arremeter contra las cloacas del american way of life. Un trasfondo que la propuesta de David Ayer ni siquiera se planteaba como una posibilidad.

Todo en esta producción invita al espectador a dejarse llevar. El ritmo es endiablado, el carisma de sus personajes y la química entre ellos que elude convertir nuevamente esta historia en un «Harley Quinn y sus amigos» y la espectacularidad y sorna de las escenas de acción. Es también una película que asume riesgos, en la que Gunn visualmente nos deja claro que todo es posible acabando con esa tara autoimpuesta por muchas producciones de eliminar los elementos más estridentes de las viñetas. Aquí tenemos un grupo de personajes de apariencia ridícula y extravagante que deben salvar el mundo de Starro el conquistador provocando por el camino toda una serie de situaciones entre dantescas y surrealistas. El resultado es posiblemente una de las mejores películas del género, destinada a convertirse en un clásico de culto.


Lo mejor – El guion, los personajes y su contudente mensaje, algo que la diferencia del resto de producciones del género.
Lo peor – Que los anteriores fracasos de Warner y DC Enterntainment hagan que los espectadores no vayan a verla al cine.
La escena – Harley Quinn reflexionando sobre su atracción por las relaciones tóxicas y el momento en el que Gunn se permite parodiar la clásica escena de la primera película de Los Vengadores de Joss Whedon.
Top 3 personajes – King Shark, Harley Quinn y Polka-Dot Man.
Un villano que te gustaría ver en una secuela de El Escuadrón Suicida – Me gustaría ver a Lex Luthor o el Capitán Frío intentando liderar a este grupo.

¿Ñom Ñom?, por Raúl Gutiérrez

Y llego el día. La incursión de James Gunn, uno de los directores que mejor entiende el mundo del entretenimiento cinematográfico, en el Universo Cinematográfico DC se produjo con la segunda parte (más o menos) del Escuadrón Suicida, titulada, simplemente, El Escuadron Suicida.

Como tantas veces ha ocurrido en las viñetas, esta película funciona a la vez tanto de secuela de la infame cinta de 2016, como de película autónoma en la que no es necesario para su visionado haber visto ni la película de Jared Leto, ni Pájaros de Presa. Estaríamos, dentro del género superheroico en cines, ante lo que viene siendo una renumeración, un nuevo número uno para atraer a espectadores nuevos o para seguir encandilando a los que no lo son tanto.

De este modo todo lo que vimos en la primera película o en Pájaros de Presa no queda anulado, ni reseteado, pudiendo asumir que ha ocurrido pero, simplemente, no tiene importancia para lo que vemos en esta película.

En este universo cinematográfico, ha ocurrido nuevamente, y siguiendo con el símil, lo que tantas veces hemos visto también en las editoriales de cómic: Que un autor que venía de la competencia, trabaja para la empresa rival. Y si no sabéis de lo que hablo, podéis sin ir más lejos, empezar por conocer un poco de la azarosa vida de Jack Kirby.

Los creativos no pertenecen a las empresas, que en este caso no son si no multinacionales sin corazón ni alianzas que dan trabajo a un director que puede sentirse cómodo en ellas o no. Por eso, que James Gunn se vaya de Marvel Studios a Warner Bros, regresando a Marvel Studios, ni nos tiene que sorprender, ni mucho menos nos tiene que molestar.

Es el día a día de un director que trabaja para grandes productoras, como lo era del dibujante o guionista que trabajaba en Marvel o en DC según las condiciones ofrecidas.

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Llegados a este punto, ¿Qué es lo que hace James Gunn con El Escuadrón Suicida? Lo mismo que hizo con Los Guardianes de la Galaxia pero con un público objetivo distinto, y con una clasificación R que le permite meter violencia y sexo de forma más o menos indiscriminada.

Así, estamos ante una película de aventuras, protagonizada por unos parias que se odian entre ellos y que son contratados para llevar a cabo un trabajo del que reniegan y con el que quieren terminar lo antes posible. La dinámica entre personajes es la misma que en Guardianes, con ese odio entre ellos que en algunos casos se torna en amistad forzada por las circunstancias, pero todo, siempre, con un trasfondo creíble al respecto de las decisiones que como grupo se van tomando.

En ese sentido, David Ayer quería hacernos creer que sus personajes eran malvados para después en una escena en un bar decirnos que en realidad no, pero que sí, y finalmente por arte de birli birloque hacerlos salvar el mundo cuando en realidad, supuestamente, eran unos hijos de perra malnacidos que jamás se habrían preocupado por nadie que no fueran ellos mismos.

Pues bien, en esta película, James Gunn trabaja mucho mejor a los personajes (que se presentan por sí mismos y según avanza la trama, no de forma artificial y forzada) quienes si finalmente deciden salvar a las buenas gentes de Corto Maltese, no lo hacen porque de repente sean buena gente, o decidan arrepentirse de sus pecados; si no porque quieren vengarse de un gobierno que los utiliza como herramientas y que justo les ha dado las órdenes contrarias. Un gobierno, por cierto, que es el último responsable de la tragedia que se desata en la isla.

Por otro lado, claro que hay quienes son peores personas que otros, pero cada personaje está construido de una forma creíble respecto a como actúa, funcionando todo ello de forma muy orgánica con la trama y no al revés.

Finalmente, mención especial merece Harley Quinn, quien en su tercera película ha concluido su evolución de mujer maltratada a mujer empoderada, una evolución llena de tropiezos y traspiés a la que David Ayer no supo entender y que James Gunn sin tirar nada a la basura, reconstruye con acierto.

Ayer nos venía a decir poco más o menos que tener una relación con el Joker era lo más romántico y genial que podía pasarle a una chica sexualizada y locuela a la que maltrataban día sí y día también. Gunn nos muestra a una mujer fuerte, que ha salido (por fin) del agujero emocional horrible en el que vivía y que dentro de su locura, tiene muy claro lo que no quiere en su vida, solucionandolo a tiros como solo Harley sabe hacerlo.

Decía antes que esta película es Guardianes de la Galaxia con clasificación R, pero en este caso esa frase no es una crítica negativa, si no el mayor de los piropos. Gracias James Gunn por entender bien al personaje oscuro y adulto y no explicárnoslo en cuatro agonizantes horas basadas en un videojuego de peleas.


Lo mejor – La evolución de Harley Quinn.
Lo peor – Que quizás no veamos una secuela de esta película dirigida por Gunn por el fracaso en taquilla.
La escena – La presentación del grupo en Corto Maltese.
Top 3 personajes – Ratchater 2, Harley Quinn y King Shark.
Un villano que te gustaría ver en una secuela de El Escuadrón Suicida – Bizarro.

Yo no soy Groot, por Samuel Secades

Tengo que reconocer que me invade cierta sensación agridulce a la hora de hablar de El Escuadrón Suicida de James Gunn, una película que, por cierto, podía haberse titulado así, con la coletilla de su director al final; y es que la presencia de Gunn detrás de una cinta va mucho más allá de la silla de director, impregnando toda la producción de un sello muy personal y único de autor y guionista que conlleva multitud de virtudes y algún que otro vicio que, creo, empaña en cierto modo el resultado final. Esa sensación agridulce que comento al principio de este texto viene porque El Escuadrón Suicida me ha dejado más frío de lo que pensaba, y eso a pesar de que me ha gustado en general la suma de sus partes: la acción desenfrenada y visceral, el humor absurdo, la química entre el reparto… tenemos todo un saco de ingredientes sabrosos que Gunn mezcla con habilidad y ganas de cachondeo, pero al que también le falta una especia final que habría rematado el plato: el corazón. Sin él, El Escuadrón Suicida es una fiesta divertida pero sin temática; un entretenimiento, sí, pero poco más que eso.

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Aquí es cuando nos asalta la tentación de las odiosas comparativas (y muchas veces injustas), pero es que en el caso de Gunn venimos de otro grupo de inadaptados, quizás no villanos pero sí antihéroes, como son los Guardianes de la Galaxia, unos personajes que Gunn abrazaba y aportaba corazón y banda sonora para convertirlos en una familia disfuncional y entrañable a partes iguales; por supuesto que El Escuadrón Suicida es una película diferente con personajes mucho más radicales y oscuros que Star-Lord y compañía, pero a la película le falta definitivamente un ancla al cual agarrarse como espectador que está (o quiere quedarse) más que por las risas y el espectáculo. ¿Eso convierte a este El Escuadrón Suicida en una mala película? Nada más lejos. Gunn eleva la apuesta en cada película que dirige, y se nota el cariño, las ganas y el talento. Pero le sobra ese querer ejecutar una punch line en cada diálogo y olvidarse construir una historia de verdad sobre la trama básica; no ayuda el tener a unos personajes tan diversos y alejados unos de otros, con la excepción de ese conato de complicidad entre Deadshot Bloodsport y Ratcatcher 2, pero todo está llevado de una manera tan básica que no da tiempo a desarrollar nada, y para muestra de estos dos personajes que se presuponen el corazón de la película, sus tramas llegan al cénit en un flashback más que torpe y algo sonrojante con Ratcatcher 2 y Taika Waititi, y en el caso del personaje de Idris Elba con su hija reaccionando ante las noticias en una escena también de bajar la mirada avergonzado. Torpezas que no suelen ser habituales en un James Gunn que nos hizo adorar a una planta viviente que hizo de escudo para su familia adoptiva o a un mapache traumado. Aquí, y supongo que esa es la gracia de El Escuadrón Suicida, tenemos a un tiburón descuartizador, a un dictador amante de los pájaros y al único que sobresale, un Polka-Dot Man interpretado de manera deliciosamente triste por David Dastmalchian que se acaba convirtiendo en la estrella del espectáculo, sólo para despedirnos de él al instante. Quizás la metáfora ideal para El Escuadrón Suicida y sus personajes sean unos fuegos artificiales: bonitos, efímeros, y en cuanto terminan los has olvidado y estás pensando dónde vas a ir a cenar.


Lo mejor – Las contagiosas ganas de pasárselo bien de James Gunn.
Lo peor – El ritmo irregular y un reparto numeroso que acaba jugando en contra de la historia.
La escena – El «rescate» de Rick Flag..
Top 3 personajes – Polka-Dot Man, Ratcatcher 2 y la madre de Polka-Dot Man.
Un villano que te gustaría ver en una secuela de El Escuadrón Suicida – Ojalá apalizasen al Superman malote de Snyder.

Run & Gunn, por Sergio Fernández

Parece que fue Ayer (David) quien hace un lustro llevó por vez primera a salas de cine a este peculiar grupo de inadaptados. Quien escribe estas líneas sintió vergüenza absoluta mientras visionaba la película en su cómoda butaca. No daba crédito a la sucesión de estupideces sin gracia que escena tras escena se iban encadenando. Desde un Joker Leto con ínfulas de 50 Cent hasta una Cara Delevinge con un paso de baile que urgía de un training de Just Dance. Will Smith haciendo de Will Smith se llevaba el protagonismo (casi) absoluto de no ser por Margot Robbie. Me asomo a la ventana y eres la chica de Ayer.

Precisamente, la actriz australiana ha sido de lo poco rescatable de aquella cinta (que como de Voldemort, preferimos no hablar), a la hora de dar una segunda oportunidad a una franquicia con mucho potencial para molar. La dirección del viento cambió 180 grados en el momento que James Gunn se subió al barco. ¡Oh, Capitán! ¡Mi capitán! La tarjeta de visita dejada con sus Guardianes de la galaxia era lo suficientemente válida como para conseguir la libertad creativa que todo cineasta desea tener. La verdad es que con Warner siempre tenemos la duda del resultado final como consecuencia de cierto complejo de inferioridad cada vez que se compara con el Universo cinematográfico de Marvel. Muchas veces hemos acusado en esta misma sección de la desastrosa planificación de esta compañía a la hora de cohesionar la mitología de la “distinguida competencia”. Sin embargo, en ocasiones la moneda sale cara. Por supuesto el azar no tiene nada que ver. Lo que manda es el talento, el trabajo, el estilo y, muy importante, entender el producto que tienes entre las manos. El escuadrón suicida de James Gunn es un claro ejemplo de ello.

Sin tener que utilizar un soundtrack cargado de greatest hits (de esos que tanto le gustan a Zack «Hallelujah» Snyder ni de hacer innecesarias presentaciones de personajes que pueden durar lo que un helado al sol, Gunn pisa a fondo el acelerador metiendo la directa desde el primer minuto. A parte de Hugo Pratt y Tom Hanks, en el desembarco de Corto Maltese no faltaba absolutamente nadie. Una fiesta comparable a Salvar al Soldado Ryan pero cambiando de género y en clave de humor. La comedia negra se mezcla con gags más soeces que divierten al personal sin llegar a saturar. Buena parte de que esto sea así es gracias al magnánimo Idris Elba. El actor británico es pura presencia y derrocha carisma por todos sus poros. Como contrapunto, John Cena con su Pacificador tan lleno de contradicciones que tendrá su continuación en la pequeña pantalla. Como el recluta Bufón de La chaqueta metálica, ha nacido para matar con muchas incongruencias. El duelo dialéctico entre ambos está lleno de química.

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¿Qué decir de Michael Rooker o Nathan Fillion? Carnaza de primerísimo nivel cuyas tempranísimas muertes son toda una declaración de intenciones. A rebufo de las mejores historias de John Ostrander o Tom Taylor, es mejor no encariñarse demasiado con los personajes. Aunque es inevitable hacerlo con una Harley Quinn que, por fin, encuentra su sitio. Unos acertados diálogos por aquí y una escena cargada de animación (y locura) por allá, tiene como efecto secundario la mejor versión en acción real de la otrora psiquiatra de Arkham.

Dentro de ti, hay una estrella, si lo deseas, brillará. Tenía que ser en la torre de Jotunheim, por aquello del trasvase marveliano realizado por Gunn, que la gran amenaza de la cinta esperase su turno antes de quedar en libertad. Aunque, llegado a este punto, el debate de quién es el verdadero villano de la historia está encima de la mesa. Gunn no se guarda nada en la recámara y dispara con bala contra el imperialismo americano. Amanda Waller (Viola Davis) vuelve a poner de manifiesto que el fin justifica los medios con una falta de escrúpulos inherente en las altas esferas del Tío Sam.

Como le ocurre al personaje de Bloodsport, mi fobia por las ratas me hacía temer lo peor. Quién iba a decirme que la última película del universo DC iba a resultarme tan terapeútica. La actriz portuguesa Daniela Melchior ejerce de flautista de Hamelin particular con Taika Waititi como maestro de ceremonias. Ni una sola vez tuve que apartar la mirada de la pantalla algo que, por desgracia, hice constantemente en aquella primera incursión de 2016, sin roedores mediante.

El Escuadrón Suicida es una película cuyos engranajes están perfectamente ensamblados. Joel Kinnaman (otro de los pocos que repetía con su Rick Flag) se hace a un lado para que la tremenda nómina de secundarios pudiera tener su momento de gloria. David Tennant, Sylvester Stallone, Sonia Braga, ¡Juan Diego Botto! Todo vale, vale todo en este auténtico derroche de entretenimiento y diversión. La acción y la comedia priman sobre todas las cosas, pero, como no podía ser de otra forma, la épica tendrá su momento ejecutada por un pelotón de antihéroes problemáticos pero de buen corazón. El Escuadrón Suicida de James Gunn no inventa la rueda, ni lo pretende, pero es motivo de alegría comprobar cómo, de vez en cuando, Warner toma decisiones acertadas dejando que sean las viñetas el verdadero motor de la adaptación. Si Tom Taylor estaba destinado a tener su propia etapa del Escuadrón en el cómic, James Gunn era el único gamberro que podía enderezar una franquicia cinematográfica que nació haciendo aguas por todas partes.


Lo mejor – El absoluto lavado de cara de la franquicia. Gunn hace un ejercicio de redención tocando las teclas precisas.
Lo peor – Desde que despuntase en The Killing, Joel Kinnaman ha ido perdido carisma (mientras ganaba músculos) a pasos agigantados.
La escena – El polvo con final infeliz.
Top 3 personajes – Bloodsport, Polka-Dot Man y Harley Quinn.
Un villano que te gustaría ver en una secuela de El Escuadrón Suicida – Bertín Osborne.

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Dirección: James Gunn Guion: James Gunn, basado en el cómic de John Ostrander Música: John Murphy Fotografía: Henry Braham Reparto: Margot Robbie, Idris Elba, Viola Davis, David Dastmalchian, John Cena, Jai Courtney, Joaquín Cosío, Nathan Fillion, Joel Kinnaman, Mayling Ng, Flula Borg, Sean Gunn, Juan Diego Botto Duración: 132 min…
Ángel García - 6.5
Jordi T. Pardo - 8.5
Raúl Gutiérrez - 7
Samuel Secades - 6.5
Sergio Fernández - 7.8

7.3

Locura

Los redactores de Zona Negativa han disfrutado moderadamente de El Escuadrón Suicida de James Gunn. La reinvención del concepto que ya vimos en la versión de Ayer beneficia la diversión y la relación con las viñetas de los personajes. Pero, pese al locurón de propuesta, para algunos de nuestros redactores, Gunn repite muchos patrones de las aventuras Star-Lord y compañía, con algo menos de alma y sí -muchísima- sangre y violencia.

Vosotros puntuáis: 2.26 ( 201 votos)
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Sardath
Sardath
Lector
20 agosto, 2021 19:25

No mucho mejor que la primera sinceramente… Es evidente que esta película sabe lo que quiere, pero creo que Gunn se ha pasado de frenada varias veces y pone demasiado la historia al servicio del espectáculo cuando debería ser al revés para mi gusto. Curiosamente donde más me gusta la cinta es cuando se pone algo más «emocional» y se olvida un poco del humor. La acción sí que está a la altura, y la localización de escenarios en centroamérica sienta de maravilla.

De los personajes un poco de allí y allá. No voy a entrar mucho en detalles por si cometo spoilers, pero me han decepcionado los que creía que me iban a encantar, y por lo contrario uno no muy promocionado me ha gustado teniendo mucho que ver quien lo interpreta. Sí me meto a criticar a Peacemaker, creo que su serie nace muerta a no ser que sea un personaje secundario… Y por último Harley, Gunn se equivoca queriendo darle la escena de acción más tocha posible al personaje. Le quedó bastante irreal para el personaje caótico que deberíamos esperar ver. Del villano guay, creo que en pantalla poco se podría hacer que quedará bien. En cuanto a Waller… Para mí no es un personaje que admita comedia. Queda raro.

Poco más que contaros… Es evidente que este tipo de productos a Gunn le viene bien, pero a mí me aterra que Warner Bros. quiera promocionar a este director con personajes que deberían admitir una capa más de solemnidad, de buen trato a la historia. Es como con Waititi, me lo pasé en grande viendo sus películas ajenas al MCU, pero fue verlo en Thor Ragnarok y decir, ¿por qué? ¿qué te ha hecho Thor?

P.S. Le doy un 6. Si preguntáis por Suicide Squad, le doy un 5. Si preguntáis por Guardianes de la Galaxia, le doy un 8. 7 el volumen 2.

Last edited 2 años atrás by Sardath
M0ng0
M0ng0
Lector
21 agosto, 2021 14:03

Desde Endgame es el único material pijamero que he podido ver en pantalla (grande y pequeña) sin dormirme o aburrirme soberanamente. Sin lugar a dudas la única película decente del (desastroso) DCEU. A pesar de todo, me parece una lástima que haya gente como Waititi y Gunn malgastando su talento en pelis de superhéroes.

Carlitos
Carlitos
Lector
En respuesta a  M0ng0
21 agosto, 2021 14:51

Hombre, Waititi hace nada estreno Jojo Rabbit que es muy buena, ha convertido Lo que hacemos en las sombras en una serie de TV y ha dirigido capítulos en The Mandalorian.

También hay que ver lo que les ofrecen, que estamos viendo un Hollywood donde Martin Scorsese tiene que irse a Netflix a buscar libertad creativa o un actor de la talla de Harrison Ford esta infrautilizado, que solo le llaman para interpretar personajes de su época dorada 40 años más viejo.

Con esto quiero decir que opino igual que tú, me molaría verles en otro tipo de producciones, pero igual es lo único que les ofrecen o donde mejor les pagan.

Mister Baker
Mister Baker
Lector
21 agosto, 2021 14:12

Gracias por el repaso y lo de siempre, para gustos colores! 🙂 El 7,3 de media de Redacción bien justificado como siempre, pero a la vez me ha parecido algo duro para el criterio habitualmente benévolo de nuestro excelso jurado (para odiosas comparaciones, la más cercana en tiempo Viuda Negra tuvo una media de 7,6).
En mi caso a El escuadrón suicida le daría un 8’5 por el toque fresco e irreverente, y por lograr sorprenderme y entretenerme entre tanta peli clónica y previsible de supes. Casi valoro ya más la originalidad de las propuestas en el género que otros aspectos más sesudos, aunque naturalmente cada uno tiene sus criterios propios e igual de lícitos a la hora de valorar.
Siempre refrescante leer otras opiniones de redactores y seguidores, y más estando de vacaciones 😀

Johnrevenge
Johnrevenge
Lector
23 agosto, 2021 17:48

Logré verla por fin la semana pasada y he decir que la disfruté. Posiblemente una de las mejores películas del universo DC que han sacado recientemente en mi opinión, con los personajes mejor desarrollados e introducidos que en la versión de Ayer.

Eso si, Harley Quinn sobra un montón y se nota que está ahí porque los de la Warner quieren que esté. Quitas todas las escenas en las que sale, y no afecta a nada a la película. Eso si está mejor usada aquí que en las otras películas que han salido.