ZN Cine – Especial Big Hero 6

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Dirección: Chris Williams, Don Hall
Guión: Don Hall, Jordan Roberts, Robert L. Baird (Cómic: Duncan Rouleau, Steven T. Seagle)
Música: Henry Jackman
Género: Animación
Reparto: Scott Adsit, Ryan Potter, Daniel Henney, T.J. Miller, Jamie Chung, Damon Wayans Jr., Genesis Rodriguez, James Cromwell
Duración: 108 minutos
Productora: Walt Disney Animation Studios / Walt Disney Pictures
País: Estados Unidos

 

Esta semana ha llegado a nuestras pantallas la nueva película de animación de Disney, Big Hero 6, que es también la primera que realiza en colaboración con Marvel, una de las empresas adquiridas por el gigante del entretenimiento. En esta ocasión adapta un cómic poco conocido de La Casa de las Ideas, cambiando eso sí por el camino parte de la historia y la idiosincrasia de algunos de sus personajes para traernos una cinta que intenta seguir con el éxito de Frozen, la última película del estudio que arrasó en todo el mundo, fusionando esta vez el carácter superheróico con la animación 3D, en una historia que nos transporta a la ficticia ciudad de San Fransokyo (mezcla de San Francisco y Tokyo) y que mezclará influencias de los cómics y la cultura japonesa.

Big Hero 6 se estrenó en Estados Unidos el pasado 7 de noviembre, compitiendo con la potente Interstellar y consiguiendo el número 1 en la taquilla norteamericana, llevando hasta el momento recaudados más de 250 millones de dólares en todo el mundo, por lo que se puede decir que la película es ya un nuevo éxito para Disney. Para celebrar el estreno en nuestro país de la cinta en Zona Negativa os hemos preparado un especial de la mano de nuestros redactores Eneko Ruiz, Jordi Querol Rielo y Samuel Secades en el que analizarán además de la película en sí sus influencias y su relación con el mundo del cómic. Que lo disfrutéis.

Aviso de Spoilers: En los siguientes artículos se detallan en mayor o menor medida partes de la trama de Big Hero 6 por lo que recomendamos leer bajo vuestra responsabilidad y a ser posible acompañado de un buen piscolabis para aumentar su disfrute.

Del cómic al cine, y de vuelta, por Eneko Ruiz

Olvídense de Los Guardianes de la Galaxia. Big Hero 6 es el grupo de superhéroes Marvel más improbable en atreverse con la gran pantalla. Un equipo bisoño que con suerte supera la decena de apariciones en los cómics, y cuya última visita en el universo de las viñetas fue hace ya casi tres años, en 2012. Porque, sí, efectivamente, Big Hero 6 es una franquicia Marvel. Pese a este dato que podían hacer de ella una rompetaquillas, Disney y la editorial han tomado la curiosa decisión empresarial de evitar esta relación durante toda la campaña de promoción, salvo por el divertido cameo tras los créditos. No en vano, ni siquiera el manga promocional -protagonizado por Baymax- escrito por Haruki Ueno en Japón para acompañar la película será distribuido en Norteamérica por la Casa de las Ideas, sino por la especialista en cómic nipón Yen Press. Del resto de material, incluidas adaptaciones novelísticas para niños, se encargará Little Golden Books, habitual filial de Disney. Pero volvamos a los orígenes, ¿cómo nació Big Hero 6?

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El manga de Big Hero 6, editado por Yen Press.

Este atípico grupo de superhéroes venidos del país del sol naciente, y patrocinado por el gobierno, tuvo desde sus comienzos una historia bastante poco habitual. De hecho, el primer cómic que Marvel puso en las estanterías no estaba firmado por sus creadores. En 1998, Steven T. Seagle y Duncan Rouleau habían convertido la serie de los héroes canadienses Alpha Flight en una cabecera plagada de conspiraciones gubernamentales y traiciones, pero querían un descanso, algo más divertido, aunque fuera durante un mes. Querían hacer de un grupo extranjero lo que X-men hizo con el grupo canadiense: presentarlos como la relajación cómica. “En vez de los X-men canadienses, tendrías a los Alpha Flight japoneses”, bromea Seagle, que, igual que Rouleau, es hoy más conocido como la mitad de Man of Action, equipo de autores (completado por Joe Casey y Joe Kelly) encargados de series de animación como Ben 10, Generator Rex o Ultimate Spider-Man, pero que en aquella épocas estaban sumergidos en el cómic más serio que mandaba la industria. “Aprovechamos todos los tópicos culturales venidos de Japón para contar algo divertido”.

Primera aparición del Big Hero 6.
Primera aparición del Big Hero 6.

Los bocetos de aquel Alpha Flight 17 bastaron para que Marvel les reclamara una serie dedicada en exclusiva a los personajes, pero ambos autores estaban demasiado ocupados. Escribieron sus notas y sus intenciones para derivarlos a otras manos. El monstruo editorial manda, y el denostado guionista de X-men, Scott Lobdell, y el dibujante Gus Vasques tomaron las riendas de la miniserie de tres números Sunfire & Big Hero 6, donde se encargaban de dar un origen a esta ecléctica escuadra gubernamental. Así, esta aventura acabó apareciendo antes incluso que el número de presentación en el que se pegaban con los canadienses.

“La película es una recreación, pero lo que se respeta son los personajes y sus particularidades: Hiro, Baymax, Honey Lemon y GoGo. Los mimbres de los caracteres siguen intactos”, explica Seagle. Pese a estas declaraciones, no se puede negar que las libertades a la hora de adapta son notables. El niño prodigio Hiro, y quizás la aguerrida Go-Go Tomago, son los más similares en cuanto a carácter. El resto cuentan con muchas más licencias, tanto en personalidad como en poderes. Baymax, por ejemplo, comenzó siendo en los cómics el guardaespaldas creado por Hiro para protegerse y, de paso, cubrir el hueco dejado por su fallecido padre. En el cine hace lo mismo con su hermano. Y si bien acabó teniendo una armadura robótica, en sus orígenes lucía un aspecto más cercano a Godzilla. Honey Lemon, por su parte, tenía un bolso interdimensional que le abría una puerta a un universo de bolsillo. En el cine, se conforma con un bolso con un laboratorio químico en su interior.

Sunfire & Big Hero Six 01 - 00 - FC

Al lado de los héroes que aparecen en la pantalla grande, el Big Hero Six primigenio de las viñetas se completaba con dos ilustres conocidos de la franquicia mutante: Fuego Solar, el egocéntrico y prepotente noble japonés -el primer héroe japonés- creado por Roy Thomas en su etapa en la Patrulla X, recuperado por Len Wein para una efímera andadura en la recordada segunda génesis a la que tanto jugo sacó Chris Claremont y que en la actualidad se las da de Vengador (y de ser uno de los pocos en no aparecer en las películas de los X-men), y el Samurai de Plata, enemigo recurrente de Lobezno que recientemente ha sido adaptado al celuloide gracias a Lobezno Inmortal. Ambos, es de suponer, están bajo el paraguas de derechos de Fox.

Pero este primer acercamiento no dejó de ser el enésimo intento fallido de lanzar nuevos héroes en Marvel. Los personajes, jóvenes y frescos pero con una conexión a otros clásicos, no acabaron de cautivar a los lectores, y Alpha Flight, a punto de ser cancelada, no parecía la colección perfecta para ganarse nuevos adeptos. Así, en su próxima aparición un año más tarde, en Thunderbolts 25, de 1999, Kurt Busiek se limitó a utilizarlos en una viñeta, con esa recurrente estrategia en la que un montaje muestra cómo se enfrentan los héroes del mundo a diferentes amenazas (CES: Thunderbolts 2 – Los más buscados, de Panini). En este caso, el primer equipo de Japón se las veía con un complicado temporal de viento y nieves, causado por los nuevos y multitudinarios Señores del Mal.

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Scott Lobdell fue quien volvió a utilizarlos como invitados, precisamente, de su propia etapa en Alpha Flight, donde les lavaban la mente para dar un poco de guerra a los canadienses envueltos en una aventura de viajes temporales. Dado que los más veteranos estaban ocupados, sumaron dos nuevos miembros: Ebon Samurai y la femenina Sunphire (simples versiones de los más famosos).

big_hero_6_Claremont_PortadaTuvo que pasar casi una década desde su creación para que los japoneses recibieran su segunda oportunidad, ahora de la mano del eterno patriarca mutante Chris Claremont y el dibujante amerimanga David Nakayama (que reconfiguró los trajes y convirtió a Baymax en un androide más cercano al del film). La pareja de autores fue la encargada en 2008 de lanzar una nueva miniserie, de cinco números, del equipo del que no se había vuelto a saber nada salvo por una referencia durante el álbum de fichas de Civil War, que mencionaba que se habían convertido en parte de una colaboración público-gubernamental que incluía también a Red Ronin y Otomo. Claremont se esforzaba por remozar las relaciones y el status-quo y adaptarlos a los tiempos modernos, aunque sin demasiada solvencia. Entre otras cosas, estos cinco ejemplares fueron responsables de presentar a los dos miembros que quedaban: el socarrón aventurero y cocinero Wasabi No-Ginger (otro de los héroes Marvel al que cambiaron de color en el cine, pese a que nadie se haya quejado esta vez) y el hombre-dinosaurio Fredzilla, reconvertido en una extraña criatura escupefuego sin definir en el celuloide. El verdadero protagonista, sin embargo, volvía a ser Hiro.

Big Hero 6 05 Link-DCP 0028Ya en 2012, en su última aparición, Dan Slott volvió a utilizar la estrategia de Thunderbolts para Amazing Spider-Man 685. Big Hero Six era la respuesta japonesa al ataque de calentamiento global planeado por el Doctor Octopus en Hacia el final del mundo. Al contrario que Busiek, sin embargo, el guionista amante de los más denostados secundarios tenía un plan en mente. Los personajes serían los protagonistas de un número especial antológico de la saga, donde compartían protagonismo con héroes internacionales como Union Jack y Kanguro, entre otros. Slott se atrevió incluso a recuperar a su primer enemigo: Everwraith. (El Asombroso Spider-Man 73) Por un momento, casi parecía que Hiro, Go-Go y compañía podían estar de vuelta. Y luego… la nada más absoluta. En el último año, Avengers World se ha atrevido a presentar incluso una nueva división gubernamental china llena de personajes que se valen de iconografía, llamada Los Ascendentes. No parece que Big Hero 6 vaya a regresar a Marvel en el futuro inmediato.

“Todos los creadores hicieron cosas que estaban bien, pero nunca fue lo que nosotros queríamos, bien en el tono o en cómo describimos nuestros planes. Pero esta película, sin embargo, es extrañamente más cercana a la intención que tuvimos. Es un soplo de aire fresco. Divertida, genial y con personajes que caen bien. Pasan un buen rato, se van de aventura y salvan el mundo. Es agradable saber que aunque nosotros no tuvimos la oportunidad de jugar con ellos de este modo, Disney lo ha hecho”. Esa es la conclusión de Steven T. Seagle sobre la evolución de unas creaciones que dejaron de estar en sus manos después de solo 22 páginas. Algo que tampoco suena tan inverosímil mirando su currículum posterior en el mundo de la animación.

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Última aparición de Big Hero 6.

Pero ¿Por qué Marvel no ha querido sacar provecho a la sinergia? ¿Disney quería que esto fuera una franquicia propia y no ajena? ¿Hubo presiones de Isaac Perlmutter para dejar claro que este Sanfrankyo no era parte de la marvel cinematográfica. Las licencias son siempre complicadas de manejar. Así, se ha dado una situación curiosa. Marvel publica Star Wars, cómics sobre atracciones Disney y Miracleman, pero se queda sin lanzar nuevos cómics de Big Hero 6 en un momento en el que sus personajes son más conocidos de lo que nunca esperaron ser. La editorial ha tomado la decisión de ni siquiera reeditará el material antiguo. La falta de sinergias ha llevado a, entre otras cosas, que algunos de los cómics de los que hablamos aquí se vendan por Ebay por no menos que 40 dólares. “Los personajes e historias que han aparecido en nuestros cómics son diferentes de los de las películas”, explicó el editor en jefe Axel Alonso a CBR: “Publicar material que sería visto como un producto tie-in haría poco por los espectadores. Queríamos que los chicos de Disney crearan su propio universo único y sus historias, sin preocuparse por las antiguos”. Como si esto hubiera sido un impedimento antes…

Cuando Marvel compró Disney por cuatro mil millones, todos hicimos muchas cavilaciones sobre cómo podrían colaborar los diferentes estudios para dar lo mejor de sí mismos en esta negociación. Que franquicias casaban con el mundo animado, y cuáles se quedarían en el universo ya concebido. Lo que nunca concebimos, sin embargo, fue que Big Hero 6 se convirtiera en la responsable en abrir la veda. El amplio cajón de personajes en una esquina de los sótanos de Marvel sigue siendo muy amplio. Expectantes seguimos por ver con lo próximo que sorprende Disney.

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Ese algo más, por Samuel Secades

Muchos cayeron con los cambios. Kodak, sin ir más lejos, creyó que la revolución de la fotografía digital no iba con ellos y acabaron hundiéndose. Blockbuster no comprendió lo que significaba Internet a la hora de querer ver una película y decidió ignorar el VOD u otras alternativas y acabó cerrando sus locales de alquiler y quebrando. A la todopoderosa Disney a punto estuvo de pasarle algo parecido en su departamento de animación cuadno la compañía de Bambi, Blancanieves o El Rey León se vio de repente rodeada por nombres como Pixar o Dreamworks que apostaban por un tipo de películas completamente diferentes a la tradicional propuesta de la casa del tío Walt. Sé que mencionar a Pixar en el primer párrafo de la crítica de una cinta de animación es potencialmente injusto para la misma al compararla con los maestros actuales del género, y muchos diréis que es un argumento tan fácil para intentar restarle méritos a una película de animación como mencionar a Hitler en una discusión para zanjarla, pero termina siendo inevitable al comprobar que el camino que Pixar holló en su momento se ha convertido en el camino a seguir por sus competidores. Dreamworks comenzó el suyo intentando desmarcarse con un tono más adulto dándole la vuelta a la inocencia habitual de la animación mainstream con la saga de Shrek, a la que por cierto acabó exprimiendo hasta la muerte, pero enseguida comprendió que el camino era acercarse lo más posible a Pixar y así levantó una filmografía que alcanzó su madurez con obras como Kung Fu Panda o la más que notable Cómo Entrenar a su Dragón y su secuela, con una fórmula refinada en la que padres e hijos salían contentos por igual del cine; intentemos no perder de vista que ese equilibrio de mantener contentos a ambos sectores de la audiencia es El Dorado de los estudios de animación. Intentos parecidos llegaban desde otros estudios como Illumination con la saga de Gru pero aunque loables, ninguno de ellos se acercaba a los logros de Pixar. Disney comprendió perfectamente el mercado cuando hizo el titánico esfuerzo de adquirir la compañía de John Lasseter, que sin duda ha conseguido sublimar el arte de la animación llevándolo a niveles en los que sus obras se convierten en objetos de adoración para su público objetivo y a la vez en películas reconocidas a nivel de crítica como auténticas obras maestras.

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Todo este camión estuvo a punto de arrollar a Disney cuando de manera titubeante y con evidente miedo al abismo anunció en 2009 que con Tiana y el Sapo renunciaba a la animación tradicional para abrazar las nuevas tecnologías e intentar equipararse a sus rivales. Y su carrera tuvo un buen comienzo con Tangled (Enredados), estilizada revisión del cuento de Rapunzel, y sobre todo con la gran Rompe Ralph en 2012 y el exitazo que supuso Frozen en 2013, catapultando de nuevo a Disney a la Primera División. Mientras tanto la compañía adquirió ni más ni menos que a Marvel y todas sus licencias, por lo que no tardó en ser obvio que utilizaría alguna para su departamento de animación. Lo sorprendente fue la elección de los casi desconocidos personajes de Big Hero 6 para su primera película en conjunción con La Casa de las Ideas. El resultado, para un servidor, está tan lleno de luces como de sombras y es que Big Hero 6 intenta ser demasiadas cosas demasiado rápido y en el camino temo que desequilibra el resultado final. Pero vayamos por partes: en Big Hero 6 se nos presenta a Hiro Hamada, un niño prodigio que a sus 14 años construye robots para utilizarlos en combates clandestinos y al que su hermano, Tadashi, descubre todo un mundo al llevarle al Instituto Tecnológico de San Fransokyo, donde junto a un peculiar grupo de compañeros desarrollan increíbles avances tecnológicos. En el caso de Tadashi su mayor logro es Baymax, un robot enfermero y asistente personal al que ha construido para ayudar en problemas de salud. Tras unos dramáticos acontecimientos, Hiro deberá aliarse con Baymax y a los compañeros de su hermano para formar un curioso grupo de superhéroes que deberá enfrentarse a una poderosa amenaza.

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La primera hora de Big Hero 6 funciona a la perfección, con una gran presentación de personajes sobre todo en lo referente a Hiro y Tadashi. La relación de los hermanos con su tía y entre ambos así como la vertiginosa visita al Instituto Tecnológico así como la presentación de Baymax es de lo mejor de la cinta. Todo está tan bien ensamblado en esta primera hora que uno no deja de pensar en lo bien que incluso habría funcionado no siendo una película de animación. Ese acercamiento tan estilo Pixar a las relaciones familiares y a la personalidad de sus personajes hace que la trama avance a un ritmo endiablado tanto emocional como narrativamente. Pero, y esta es una percepción totalmente subjetiva, creo que Big Hero 6 juega con tanto fuego que termina quemándose y es que el acontecimiento dramático que marca esta primera mitad de película la lleva a terrenos en los que la sutileza infantil salta por la ventana: todos los conflictos emocionales posteriores en la película estarán supeditados a ese momento que, siendo sincero, no sé muy bien cómo será recibido por la platea de más reducido tamaño. No quiero que se me malinterprete, no estoy condicionando a la película por la edad de gran parte de su audiencia e incluso considero loable el presentar ciertos aspectos de manera tan directa pero sí creo que rompe el ritmo de la película. Lo intentaré explicar de manera más abierta y clara en spoiler:

Aviso de Spoiler

Para entendernos, no sabemos muy bien qué les pasó a los padres de Hiro (sutileza bien llevada) pero su hermano con el que la audiencia ya ha empatizado MUERE HORRIBLEMENTE EN UNA EXPLOSIÓN. Usando la misma fórmula, el tono naif del grupo y la acción se corta de repente en contraste con el arranque de locura de Baymax al reprogramarlo Hiro; y un tercer ejemplo: entre inventos, uniformes y chascarrillos contemplamos como un padre pierde dramáticamente a su hija en un experimento que sale mal. No parece haber un balance claro en la película.

Big Hero 6 parece estar compuesto de dos películas que contrastan mucho entre sí y lo hace por el que quizás sea el peor camino a elegir: el de intentar contentar a todo el mundo. Vendría a ser el equivalente de la receta rápida de Pixar en modo coctelera. Por un lado quiere tener de su lado desde el comienzo al sector infantil, con personajes coloridos y situaciones alocadas y divertidas, y cómo no con Baymax, cuyo carácter y forma lo convierten en prototipo de muñeco de las navidades desde el primer minuto; y por otro lado Big Hero 6 espera no dormir a los mayores en la sala con varios conflictos emocionales y guiños para mantenerlos entretenidos. El problema es que cuando Big Hero 6 apunta su mira a los pequeños pierde la atención de los adultos con el poco (nulo) desarrollo de sus personajes secundarios como el grupo que acompaña a Hiro, apenas un compendio de secundarios cómicos en absoluto desarrollados en el guion. Haceos una pregunta en este punto: ¿verdad que recordáis perfectamente la personalidad de Rex el dinosaurio, el perro Slinky o el Sr. Patata en Toy Story, tuvieran más o menos frases o protagonismo en la trama?. Hay poco trabajo de guion el apartado de secundarios de Big Hero 6 y eso se resiente en la historia; y viceversa, cuando intenta ser cómplice del sector adulto con emociones maduras y desarrollos complejos pierde irremediablemente a los más bajitos con situaciones demasiado dramatizadas o rebuscadas (la motivación del villano puede pillar a más de uno con el pie cambiado). Olvidaos también del carácter superheróico que Marvel pudiera haber influenciado pues no hay nada en Big Hero 6 que nos recuerde a la fundación de ningún héroe. No hay transición ni motivación en el grupo que les lleve a pasar de ser comunes ciudadanos a superhéroes combatientes del crimen: sólo se reúnen y deciden hacerlo, dejando todo el protagonismo a la espectacularidad de la creación de los uniformes y los poderes pero sin motivación real que la sustente. Se podría decir que son héroes porque pasaban por allí, con lo triste y poco excitante para el espectador que eso supone. Y el último problema que ha tenido para mí Big Hero 6 es ni más ni menos que Baymax y es que la piedra angular de la película, el detonante de la trama y redentor final de la misma es un personaje monocorde, supeditado al humor físico pero que desgraciadamente no tiene una personalidad que empuje a la película. Sencillamente ni su inteligencia artificial ni su desarrollo emocional en su relación con Hiro están desarrollados en el guion. Nada. El personaje en sí no avanza ni un ápice más allá de las directrices que le da Hiro o sus impedimentos físicos que sirven más como gags que como motores de su personalidad. Más enervante aún es la repetición de sus chascarrillos (uno de sus comentarios que debe ser gracioso por contraste llega a ser repetido tres o cuatro veces) por lo que su frescura inicial se va diluyendo por el camino hasta convertirlo casi en un personaje irritante.

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No quiero decir con todo lo anterior que Big Hero 6 sea una mala película. Es un buen intento por parte de Disney y todo un logro en el campo de la animación, de eso no cabe duda. Pero en el aspecto narrativo carece de las virtudes de sus predecesores más cercanos, Frozen o, en especial, Rompe Ralph, el punto en el que Disney estuvo más cerca de ese delicado equilibrio entre el mero divertimento y ese algo más que toda película persigue, sea o no de animación. Ese algo más, o lo que se conoce en la industria como la próxima película de Pixar.

Big Hero 6 y Japón: lo mejor de dos mundos, por Jordi Querol


De las primeras cosas que un aficionado al manga destaca de Big Hero 6 es la comunión que existe con la estética manga y con la cultura nipona en general. Esto se ve solo al empezar la película al situar la acción en una ficticia ciudad norteamericana llamada San Fransokyo (que nombre más horrible, por cierto). Esta urbe, súper poblada, tecnológica, extremadamente iluminada por grandes anuncios de neón y una especie de purificadores de aire colgados de la atmósfera para reducir el nivel de contaminación atmosférica, tiene reminiscencias de Blade Runner, pero también de la ciudad de Niihama de Ghost in the Shell. En el zoom inicial de la historia, podemos comprobar como esta ciudad ha «sufrido» una invasión nipona en toda regla. Desde los grandes anuncios colgados en rascacielos hasta los nombres de las pequeñas tiendas, pasando por el famoso puente de San Francisco reinventado con toriis, las puertas tradicionales japonesas que suelen encontrarse en santuarios sintoístas y que hemos visto en multitud de mangas. La ciudad es una mezcla del 80% japonizado con reductos estadounidenses como la distribución de las calles (aquí no encontramos los típicos suburbios japoneses vistos en Doraemon, Shin Chan o en el cine de Hosoda), los coches o algunas edificaciones. A lo largo de la historia nos vamos encontrando farolillos rojos decorativos, tiendas de ramen o incluso una reproducción de la torre de Tokyo… Hasta hay algo que podría asemejarse a un famoso gato de una serie de anime! Hay un montón de pequeños detallitos que demuestran la asimilación de la cultura japonesa por parte de (algunos) ciudadanos norteamericanos. Pero posiblemente lo más definitorio de esta invasión nipona es que la algunos de los personajes de Big Hero 6 tienen nombres japoneses, tanto sobrenombres como nombres y apellidos reales. Esto daría a entender una emigración japonesa hacia los EEUU y un cambio en los hábitos, desde el juego (peleas de robots a pequeña escala) hasta los entierros. Sí, en esta cinta hay un entierro, no voy a decir de quién, pero se ve lo suficiente como para observar la importación del modelo de entierro nipón, con su pequeño santuario con fotografía del difunto con incienso, etc. Y si una sociedad adapta el modelo de enterrar a sus queridos, es que la mayoría de su ADN se ha dejado modificar por otros aspectos de esa misma intrusión.

Esto no es visto como algo negativo en la narración, es simplemente un maridaje entre dos culturas que se complementan y conviven juntas. No se nota oposición al cambio de cultura sino una asimilación de conceptos, tradiciones y formas de hacer. La cultura USA pervive en la consumición de refrescos de cola, el formato televisivo de las noticias y, especialmente llamativo para los aficionados al cómic, en la afición a los clásicos comic books de superhéroes, monstruos y aventuras que enseñan en algún momento los protagonistas. Los trenes elevados típicos de San Francisco también han sobrevivido (y recuerdan inmediatamente al Spiderman 2 de Sam Raimi).

Este alto contenido en cultura japonesa podría ser influencia del declarado amor que tiene Lasseter por el anime, y por Ghibli en especial. Desde que fundó Pixar, llevándola al estrellato con la saga Toy Story y otras, siempre ha manifestado su devoción por Miyazaki, la inspiración que le proporciona su forma de resolver las escenas. Conocida es la amistad que une a los dos genios de la animación desde que se conocieron por primera vez en 1987. De ese viaje a Japón, Lasseter quedó maravillado de la coexistencia de lo tradicional y lo nuevo, de lo antiguo y de la más rabiosa actualidad. Algo de eso podemos ver en Big Hero 6, donde pequeñas edificaciones de bambú coexisten con armonía con altos rascacielos de toneladas de cemento, hierro y cristal. Y no solo eso, Lasseter se formó viendo anime clásico como Astroboy o Speed Racer, por lo que la exposición a la forma de realizar de los dibujos japoneses empezó hace muchos años. Ya trabajando para Disney como animador, quedó maravillado con la aventura de Lupin en el Castillo de Cagliostro (y no fue el único en los EEUU). La relación fue continuando hasta el punto de mantener correspondencia regular especialmente cuando se trataba de doblar/adaptar las películas de Ghibli al mercado americano.

Tampoco se podría descartar un plan «maquiavélico» de Disney para asaltar el mercado japonés, haciendo apetecible la historia al público nipón al ver reflejado parte de su cultura en un producto externo a su país. Aunque tampoco lo necesitaría de forma urgente, Frozen tuvo un éxito espectacular cuando se estrenó ahí manteniéndose durante 16 semanas como la más vista, superando productos propios como The World of Kanako, GITS Arise, Saint Seiya o Thermae Romae. Quizá por todo esto, para potenciar el éxito o como homenaje a la ciudad, Big Hero 6 se estrenó de forma mundial en Tokyo, cerrando el círculo.


El film también constituye un homenaje al género mecha. Solo empezar vemos como Hiro es un experto usuario de robots de pequeño tamaño en luchas callejeras con apuestas ilegales. Aparte de recordar otro gran homenaje a los mechas como fue Pacific Rim, también hace venir a la memoria los clásicos y muy populares juegos estilo Pokemon donde los propietarios controlan sus bichos con mandos a distancia o con cartas. Gundam, Patlabor, Evangelion, Gurren Lagann… han sido series que han marcado a sus espectadores ávidos de grandes maquinarias y pilotos jóvenes que consiguen dominar esas toneladas de hierro. Existe un divertido detalle en una de las batallas que entronca directamente con las series de mechas biológicos, eso es, las que los daños en el robot se trasladan físicamente al cuerpo del conductor. Cabe reconocer que Baymax no se parece en nada a estos grandes bichos andantes. Tiene un aspecto achuchable y agradable (ideal para vender miles de muñecos), y su misión no es la de combatir el mal, regular el tráfico o salvar el mundo. De hecho, su misión médica recuerda más a propuestas como las de Un amigo para Frank o, volviendo a tierras niponas, la cama-cuidadora de Roujin Z (Katsuhiro Otomo). Si cierta marca de neumáticos francesa coloca anuncios estratégicamente al lado de las proyecciones u otros anuncios de la película, es un epic win en toda regla.

Pero si un homenaje queda claro dentro de Big Hero 6 es el que se produce a Mazinger Z. No es que Baymax recuerde al robot más grande que ha existido en la Tierra, pero en su formato de lucha adquiere unas habilidades que también fue adquiriendo el robot salido de la mente del profesor Juzo Kabuto. Especialmente icónico es una parte del cuerpo de Baymax, hacia el final de la cinta, formando un homenaje visualmente poderoso hacia la creación de Go Nagai.

Mi opinión de la película es completamente contraria a la de mi compañero Samuel, aunque comparto algunas cosas y otras no las he podido desarrollar aquí. Disney tiene un pelotazo entre manos con esta Big Hero 6. Personalmente salí excitado y con el cerebro ardiendo por lo que había presenciado minutos antes. Hacía tiempo que una cinta de animación americana no me provocaba tales sensaciones de haber visto algo que se recordaría por mucho tiempo, como pasó con Wall·E o La Princesa Mononoke. Disney consigue desmarcarse de la inercia de presentar film de “chica joven con problemas y que se enamora” o incluso “chica rubia de pelo largo” (Frozen es mucho más que esto) y se vuelve a aventurar en una película de acción y humor con zero romance y zero números musicales (curiosamente,uno de sus codirectores firmó la estimable Bolt,la última apuesta por la acción directa dentro del sello “Clásicos” de la casa). Parecía arriesgado intentar mejorar Frozen, y el movimiento inteligente ha sido buscar otro tipo de historia. Esta historia aboga por el valor de la ciencia al servicio de la sociedad, incide en la importancia del estudio para obtener una vida exitosa, todo dentro de una historia de ciencia ficción robótica. Con un desarrollo de guión inteligente, original, bien construido, interesante para chavales y mayores, sabe ser emotiva, divertida y frenética cuando hace falta. No está dirigida a niños muy pequeños por lo que se puede permitir incluir desgracias personales y escenas que podrían asustar a un espectador de corta edad. Curiosamente no tenía ni idea de que estos personajes ya existieran en el universo Marvel, y esta sensación de descubrimiento la puede tener un chaval joven que no sepa nada de los movimientos empresariales entre Disney y Marvel y luego comprar con excitación cómics reeditados del grupo. Como parece está pasando en otras áreas, la compra de Disney no intoxica o desvirtúa los productos de las compañías compradas. El mensaje del valor del aprendizaje y estudio, el esfuerzo, la tenacidad y el perseguir tu sueño está mostrado de forma fantástica y nada moralizante ni aleccionadora. No sigue un camino trillado ni tan solo dentro del cine de superhéroes,debido a que aquí no hay poderes adquiridos por picaduras o efectos de la radiación sino que aprovechan su ingenio para utilizar sus inventos para luchar contra el mal. El malo en sí también es destacable: su primera fantasmagórica aparición es acojonante y recuerda mucho al Octopus de Spiderman 2 (otra vez). No pierde el tiempo justificando su maldad ni haciendo parloteos, precisamente su mudez detrás de una máscara de teatro Noh le hace más carismático y perturbador.

Diez años más tarde, John Lasseter ya tiene su segunda parte de Los Increíbles. No es lo mismo, desde luego, pero creo que en esta época de remakes y secuelas, la película de Brad Bird había quedado un poco en segundo plano. Ojalá el éxito de Big Hero 6 reactive una segunda parte de la familia roja, siempre que tenga una buena idea y realización detrás.

Big Hero 6 es una auténtica pasada. Orquesta muy bien varios temas, es variada en su desarrollo, sabe ser divertida, emocionante, trágica y electrizante cuando necesita serlo. Mola muchísimo y hay varios momentos estelares. Baymax es una preciosidad y él solo te monta escenas de humor con su forma de ser o incluso sin palabras. Te preocupas por los personajes porque tienen vida. La animación es muy buena y gráficamente es preciosa, con varios escenarios y escenas aéreas maravillosas. Todo encaja bien, banda sonora incluida. Disney Animation ha entrado por la puerta grande en el mundo del superhéroe, tiene ese “sentimiento superheroico” pero bastante único, no basándose en accidentes sufridos por el protagonista. No solo eso, coge ideas de otros clásicos de la ciencia ficción (Stargate, Tron) colocándolas de forma fluida en la narración.

En definitiva, ¿ya estáis haciendo cola para ver Big Hero 6, verdad?

(8,5)


PD: Quién me lo iba a decir a mí, defendiendo un producto Marvel, Disney y americano cuando ni soy marvelita, me tira más la forma de hacer la animación oriental y mis incursiones en el cómic mainstream se limitan a Punisher

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Lector
20 diciembre, 2014 16:50

«Publicar material que sería visto como un producto tie-in haría poco por los espectadores».

Y ese es uno de los problemas de la Marvel actual: que Alonso debria estar preocupado por los LECTORES antes que por los ESPECTADORES. Es mas, deberia estar preocupado por los lectores y punto. Lo del cine compete a otros. Y que desde los despachos de Hollywood te dicten como tienen que ser (y no ser) tus comics me parece un desprecio a la historieta como medio.

Que conste que me parece bien la sinergia entre cine y comic. Pero no cuando solo parece utilizarse para rebajar al comic a mero merchandising del cine y reducir su creatividad. Pero ya se sabe, quien paga (=Disney) manda. 🙁

Daniel Gavilán
20 diciembre, 2014 22:16

Siempre he dicho que mi baremo a la hora de juzgar una cinta de superhéroes es compararlo con sus equivalentes del cómic. En este caso Big Hero 6 está tan por encima de cualquier cosa que se haya hecho con los originales, que solo queda quitarse el sombrero ante el año de cine que nos han ofrecido Marvel y Disney.

Lo único que le podría achacar es que -aun siendo mucho más consistente narrativa y argumentalmente que Frozen- le falta un punto de chispa de esta. Esto, y que aun cumpliendo, los secundarios se en completamente eclipsados por el trío protagonista. Pero es que todo lo relativo a estos tres está tan bien hecho, que acaba siendo algo menor.

Junto a El Soldado de Invierno y Guardianes de la Galaxia, las mejores pelis de superhéroes de 2014 holgadamente.

p.s.: Samanosuke John Lasseter fue promovido en 2006, y desde entonces lleva siendo el máximo responsable del departamento animado de Disney Pictures. Toda esta renovación que estamos viendo desde Enredados hasta la actualidad -y alguna de las anteriores- es en buena parte gracias a él. Rodro, no hay que olvidar que Marvel hace sus propias películas. No hay ningún «Hollywood» al que deban cuentas más allá de su propia directiva.

Jordi T. Pardo
Autor
20 diciembre, 2014 22:21

Gran trabajo chicos 😉 A ver si con las fiestas tengo tiempo para ir a verla.

El comentario de New_Rodro ha hecho explotar mi scouter cuando ascendía a no sé cuántas unidades 😉

«No hay ningún “Hollywood” al que deban cuentas más allá de su propia directiva.»

No se las deben pero se las dan igualmente 😛

New_Rodro
New_Rodro
Lector
21 diciembre, 2014 0:08

Gavilán, el problema no es que hagan sus propias películas. El problema es que parece que buena parte de sus cómics se hacen a expensas de ellas y no a revés.

emilio
emilio
Lector
21 diciembre, 2014 9:47

«Cuando Marvel compró Disney por cuatro mil millones….»
¿? Tenia entendido que fue al reves….
Y ese es uno de los problemas de la Marvel actual: que Alonso debria estar preocupado por los LECTORES antes que por los ESPECTADORES.
Yo no lo veo asi porque los espectadores deberian ser lectores potenciales. Algo se esta haciendo mal cuando alguien va a ver una peli Marvel/DC y luego ni se molesta en ir a buscar el comic en que se basa. Eso no significa que desde el departamento de cine le digan al departamento de comic como hacer su trabajo, pero si que los sres. Alondo/Didio deberian pensar que es lo que hace a millones de personas ir a ver una pelicula de superheroes y solo a unos pocos miles ir a comprar el comic.

New_Rodro
New_Rodro
Lector
21 diciembre, 2014 14:20

«deberian pensar que es lo que hace a millones de personas ir a ver una pelicula de superheroes y solo a unos pocos miles ir a comprar el comic».

Lo ideal seria que el exito de un comic dependiera de sus propias virtudes, no de si se parece o no a lo que se ve en pantalla. Igual que una adaptación cinematográfica debe funcionar por si misma y no por su parecido con el comic que adapta.

Repito: lo que me jode a titulo personal (a mi, que solo soy un lector que no es parte de una editorial/productora y no saca un centimo de sus beneficios) es ver como la creatividad del comic como medio se convierte en plato de segunda en los propios comics. No me parece mal que se adapte algo de otro medio a los comics si tiene potencial creativo (vease la evolución de un personaje como Superman a lo largo de su trayectoria). Me parece mal cuando se hace por pura publicidad. Y mas si eso estropea hallazgos previos para darnos algo peor. ¿Ejemplo? el reciente numero de AXIS:

https://www.zonanegativa.com/zn-spoilers-semana-14/

Daniel Gavilán
21 diciembre, 2014 14:43

Con todos los ejemplos que cita Samuel, entre Kodak y Blockbuster, me da a mi que lo que aconsejáis a Marvel sería poco menos que una temeridad. Como empresa transmedia en la que se ha convertido, Marvel no debe pensar en termino de «lectores», «espectadores» o «jugadores», sino de consumidores (independientemente de si se van a gastar 50 euros al año en sus cómics, 30 en sus películas o 200 en el merchandising que generen cualquiera de estos). En ese sentido, igual que las películas sacan sus tramas con lo mejor de los cómics, los cómics tampoco deberían ignorar el tirón que generan las películas y los aciertos para optimizar su beneficio.

Otra cosa es que en ocasiones tomen decisiones con los pies como lo de Wanda y Mercurio o lo de no aprovechar el tirón de estos Big Hero 6. Pero por cada una de estas, tenemos un Ojo de Halcón de Fraction y Aja, Viuda Negra de Edmondson y Noto, Loki de Gillen y Ewing, Magneto de Bunn, Iron Man de Fraction, Green Arrow de Lemire y un largo etcétera que demuestra que se puede beber de los logros del cine y usarlos dentro del cómic en su propio beneficio

Antoine
Antoine
Lector
21 diciembre, 2014 14:57

«Otra cosa es que en ocasiones tomen decisiones con los pies como lo de Wanda y Mercurio o lo de no aprovechar el tirón de estos Big Hero 6. Pero por cada una de estas, tenemos un Ojo de Halcón de Fraction y Aja, Viuda Negra de Edmondson y Noto, Loki de Gillen y Ewing, Magneto de Bunn, Iron Man de Fraction, Green Arrow de Lemire y un largo etcétera que demuestra que se puede beber de los logros del cine y usarlos dentro del cómic en su propio beneficio»

No leo Loki, pero, por más que miro, no veo en que ha benefiaciado el cine a esas series -te puedo comprar lo de Iron Man-. Concretamente en Green Arrow, el querer parecerse a la serie le ha perjudicado tras la etapa Lemire.

Mr. X
Mr. X
Lector
21 diciembre, 2014 15:07

No veo en qué se parece el personaje de Ojo de Halcón de Fraction al de cine, que más bien no tiene ninguna personalidad definida (ni peli propia)

New_Rodro
New_Rodro
Lector
21 diciembre, 2014 15:07

«Pero por cada una de estas, tenemos un Ojo de Halcón de Fraction y Aja»

Pues para mi eso es justamente un ejemplo de lo contrario. Porque, mas alla del nuevo look del personaje, ¿Que le debe el trabajo de Fraction y Aja al personaje cinematográfico de Joss Whedon? Nada. Es mas, el comic de Ojo de Halcon es uno que se molesta en tener entidad propia y en jugar con las virtudes narrativas y esteticas del comic como medio.

BLUNTMAN
BLUNTMAN
Lector
21 diciembre, 2014 15:34

Resumen: No hay que esperar nada que tenga que ver con el comic salvo cuatro referencias puesta adrede para enganchar al lector de comic y que se gaste las pelas yendo al cine.

Daniel Gavilán
21 diciembre, 2014 15:36

Concretamente en Green Arrow, el querer parecerse a la serie le ha perjudicado tras la etapa Lemire

Es que Green Arrow no empezó a beber de la serie tras Lemire, Antoine, sino durante la misma (e incluso antes si nos ponemos). Otra cosa es que luego llegasen los responsables de la serie a meter más cosas de manera más regulera, pero Lemire ya fue marcadamente Arrow friendly con sus temáticas y tramas.

Respecto a Ojo de Halcón, su personalidad no tiene que ver con lo de las pelis, por supuesto. Fraction hace bien su trabajo. Yo a lo que me refería es que si Marvel ha insistido tanto durante estos años con personajes sin mucha tradición comiquera como Ojo de Halcón y la Viuda Negra, ha sido básicamente por su presencia en sus planes cinematográficos, de la misma forma que si ahora tenemos a Scott Lang de vuelta y con serie propia es por la película del año próximo

flashpoint
flashpoint
Lector
21 diciembre, 2014 16:43

Yo como fan de Seagle y sus Alpha Flight, tengo el número en cuestión y recién gracias al artículo supe de la relación entre estos Big Hero 6 y el grupo Marvelita. También como buen coleccionista de los 90tas también tengo los números de Lobdell (que son una completa porquería) que tengo en mis manos mientras escribo esto.
En pocas palabras, bien por Disney por tomar una idea muy mal llevada por Marvel y aclimatarla a sus intereses. Si Alonso le saca provecho o no es problema de la editorial. Yo llevaré a mi hijo y espero disfrutar con la cinta.
Si es tan buena como dicen, espero que Disney logre sacar más productos como este y puedan llevar a personajes que no valen nada para Marvel al público en general.
Bien para los fans, para el mundo de la entretención y nosotros, los coleccionistas.

Igverni
Lector
5 enero, 2015 11:28

Hola a todos 🙂

Vi la película hace unos días, y hasta ahora no había podido leer vuestro artículo, gracias como siempre por la información tan completa de los personajes y por vuestras críticas. Visto el resultado, la apuesta de Disney de apartarse completamente de los personajes de los tebeos, se ha demostrado como un rotundo acierto!! Personajes que eran más bien cutrillos para empezar, según lo que recuerdo de ellos cuando los leí en los 90 (yo también tengo el tebeo de Alpha Flight, aunque pasé de comprar las miniseries posteriores).

La verdad es que la película nos encantó a toda la familia, estoy más con Jordi que con Samuel en mi valoración, para mí también es una película de 8-8.5.

Yo no creo que sea un batiburrillo de ideas mal ligadas, como sugieres, Samuel, sino una película muy bien pensada. Porque en el fondo, más allá de la increíble animación, los trajes de colores, etc… la película trata de como se enfrentan los personajes a una pérdida, y esa respuesta te convierte en héroe o villano.

Hablo en abierto, después de 3 semanas del estreno supongo que todos la habremos visto ya, ¿no?
SPOILERS!! SPOILERS!!!

La muerte de Tadashi impacta, y mucho, porque han construido muy bien al personaje y el amor que comparte con Hiro en la primera media hora. De no haberlo hecho así, el resultado no hubiera sido lo potente que és. Y claro que ese momento rompe la película, es precisamente lo que pretende.

Y el momento en que Hiro fruto de la rabia cambia la programación de Baymax para que mate al villano Prof. Callaghan (una identidad muy bien llevada por cierto), es después de que conozcamos que él también ha sufrido una pérdida y que por eso quiere hacerle pagar a Krei. Así que finalmente Hiro elije no ser como él y caer en el «lado oscuro», por así decirlo…

Además, el final cuando parece que Baymax va a ser destruido mola mucho, e hizo que toda la familia echáramos juntos una lagrimilla… aunque estaba claro que no era algo definitivo.

En lo que estoy de acuerdo es que los 4 héroes son un añadido sin casi personalidad ni importancia en la película, más allá de hacer las gracias (Fred) o mostrar colores vivos que gusten a los niños. Aunque eso lo veo como inevitable y un mal menor cuando te has centrado tanto en Hiro, Tadashi y Baymax, para que te importen y sus momentos sean más emocionantes.

Como comentabais, a otro nivel consigue saciar las ganas de ver Los Increíbles 2.

Saludos!!