Guión: Geoff Johns, Andrew Kreisberg y Stirling Gates
Dibujo: Andrés Guinaldo, Fabiano Neves, Manuel García, Pete Woods
Color: Brad Anderson
Editorial: ECC Ediciones
Contiene: Justice League of America’s Vibe, vol. 1 del #1-6 USA
Formato: Rústica, 144 páginas a color
Precio: 13.95€
Valoración: 
Vibe fue presentado en febrero de este año como el héroe más improbable de todos los que componen el extenso catálogo de DC. Y posiblemente sea así porque Vibe, o Cisco para los amigos, es uno de los personajes más marginales y de tercera o cuarta línea de los que han surgido de las mentes creativas que trabajan para esta editorial. En vez de rescatar uno de los muchos superhéroes con solera que aún faltan por estrenarse en esto de las Nuevas 52, en DC pensaron que no sería mala idea darle una cabecera a uno semidesconocido, casi vilipendiado por sus lectores. Pues parece ser que a alguien se le pasó por la cabeza el nombre de Vibe. Tras este proyecto está el nombre de Geoff Johns, que hace de coautor en la primera entrega de la serie y quien ya parece acostumbrado a esto de asumir retos desafiantes. Grandes propósitos para un personaje, en principio, pequeño. ECC Ediciones, por otro lado, también ha querido darle una oportunidad a Vibe en el mercado de habla hispana con un tomo que recoge los seis primeros cómics de su actual colección.
Con esto del relanzamiento editorial, la verdad es que a DC le está costando ofrecer títulos con superhéroes de nuevo cuño; ahí tenemos a Talon, personaje surgido de los guiones de Scott Snyder para la actual serie de Batman, y que parece que no le va tan mal. Pero paremos de contar porque es el único creado en las Nuevas 52. ¿Podríamos agregar a Vibe a esta lista? Pues tal vez, porque aunque el bueno de Cisco tuviera protagonismo en la Liga de la Justicia de Detroit hace ya sus años, nunca ha tenido una serie propia, ni tampoco la atención que ha recibido en este 2013. Así que podríamos decir que tanto Brian Cunningham como Sterling Gates, los dos escritores de la serie, han tenido terreno suficiente en el que trabajar gracias a un personaje con tan escaso bagaje, y claro, sin preocuparse demasiado por las famosas ingerencias editoriales. Poco se podía perder, así que ¿Por qué no arriesgar?
¿Quién es Vibe? Pues Cisco Ramón es considerada la segunda víctima oficial de la invasión dimensional de Darkseid. La primera fue Armando Ramón, su hermano, y cuya pérdida va a influir tanto en la vida del héroe como en la del tercer hermano, Dante. Mientras que uno intenta buscarse un porvenir, el otro parece no estar tan preocupado en labrarse un futuro que no sea alejado del fútbol. Al menos, Cisco se ha visto beneficiado con una serie de poderes que se le han manifestado cuando apareció en la Tierra el primer parademonio a través de un boom tube. Y es aquí donde entra en acción la organización gubernamental ARGUS, que ve en Cisco la herramienta perfecta para detectar y combatir a cualquier ente proveniente de otras dimensiones. Cisco es un chico joven e inexperto, pero con el entrenamiento adecuado y sus poderes vibracionales, el agente con nombre código Vibe será la punta de lanza en la lucha contra los invasores interdimensionales.
Podriamos decir que Vibe sigue la estela de personajes como Spider-Man; jóvenes incautos con un gran poder a los que les queda mucho por aprender. Y esta es tal vez uno de los puntos fuertes del título. Cisco se irá dando cuenta de que en ARGUS no le cuentan todo lo que él quisiera y aunque va a ser un miembro fundador de la Liga de la Justicia de América, sospecha que está siendo utilizado, pero ¿Es realmente así? o ¿Tal vez no le cuentan todo para que no se meta en más problemas? Pues bien, a lo largo de estos primeros seis capítulos iremos desenredando la madeja en la que se encuentran intrincadas las intenciones de la organización. Cisco se mostrará como un chico complicado de manejar con unos principios que no está dispuesto a traicionar, lo que acarreará dolores de cabeza tanto a Amanda Waller, la directora de ARGUS, como a Dale Gunn, agente a cargo de Vibe. Este último es otro de los personajes que puede seguir un desarrollo similar al de Cisco. Él es un miembro veterano de la organización que dirige Waller y cumple con profesionalidad con su deber, pero también tiene una serie de valores que intenta respetar, lo que puede causarle algunos problemas. Uno de esos valores es ser sincero y fiel así mismo, lo que guarda relación con el estado civil de Gunn y de un tema que transversalmente se ha discutido bastante en relación a DC: la homosexualidad. Dale está casado con un chico que se llama Casey, pero en su compañía parece que no ha declarado su orientación sexual, aunque él lo justifica para mantener segura a su pareja. Sea como sea, este cómic es un buen ejemplo que confirma que DC no está en contra del matrimonio homosexual (tal como algunos lectores plantearon tras la salida del equipo creativo original de la serie Batwoman y que aquí se discutió largo y tendido) sino que no ve con buenos ojos que sus superhéroes estén casados, sean del sexo que sean sus parejas.
Otro de los aspectos que puede jugar a favor de Vibe es que se trata de un superhéroe que va a lidiar con todo tipo de personajes extradimensionales, ya sean villanos o héroes. Por lo pronto y por lo que hemos visto en estas primeras seis entregas, Cisco se ha enfrentado únicamente a enemigos y con algún aliado potencial (y que puede ser el gancho principal de la serie). Pero personalmente se me pasa por la cabeza que esta serie puede ser la herramienta perfecta para intentar recuperar muchos otros personajes guardado en el baúl de los recuerdos de DC, ya sea de Tierra-2 o uno de los Nuevos Dioses, por poner un par de ejemplos.
En su edición americana, que dentro de poco entrará en su octava entrega, la serie ha cambiado tanto de escritor como de dibujante un par de veces, lo que a la postre esto no viene a significar nada bueno. De hecho Vibe es junto con Katana los dos títulos que echarán el cierre en diciembre debido a sus bajas ventas. Así que vamos a tener pocas posibilidades de ver cómo se desarrollaría un cómic con un personaje como Vibe y con invasores interdimensionales de por medio. Posiblemente el problema sea que la serie adolece de algún gancho atractivo que atraiga al lector o que la trama no sea un portento de la originalidad.
Sinceramente creo que Vibe tiene potencial. Tal vez a corto plazo ha estado morando en ese terreno de las medianías, lo que para un título como este ha significado su sentencia de muerte. Si Gates, el último guionista, hubiese dispuesto de más tiempo podríamos encontrarnos ante una serie bastante entretenida que ofrecería algo distinto al resto y como ya digo más arriba, la posible puerta de entrada a otras creaciones de DC que aún no se han estrenado. Da pena que series aún con menos originalidad tengan tanta cancha y seguimiento y títulos como el de Vibe echen el cierre a la octava entrega. ¿Son series como esta las que hacen que DC se dedique a crear tantos títulos de Batman y Superman?
No sé por qué número dejé de leerlo, por el 4 o el 5, no lo recuerdo con exactitud.
¿Por qué lo dejé? Porque me pareció, como dice el redactor, un Spiderman wannabee cualquiera.
No tenía nada muy malo, dibujo psé, guiones psé, pero tampoco nada destacable. Podía ser latino como podía ser de origen asiático o proceder de una familia de emigrantes de Bielorrusia, tampoco eso aportaba nada. Si a los cuatro números no encontraba el mayor aliciente para seguir la serie por internet, no tengo ni que decir que es imposible que me plantee comprarlo.
Si Blue Beetle, quien en su momento también quisieron convertirlo en un especie de Spiderman adolescente de DC Comics hubiera estado escrita la mitad de bien que Vibe, aún seguiría entre nosotros.
Espero que alguien de arriba haya escuchado mi petición de una Young Justice, bajo la tutela de A.R.G.U.S., con personajes tales como Vibe, Stargirl, Amethyst – si no regresa a la Justice Dark y/o le dan ese puesto, por fin, a Raven -, Blue Beetle…