Usagi Yojimbo: El regreso del alma negra

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Edición original: Dark Horse Comics – 2010
Edición España: Planeta DeAgostini Comics – julio 2012
Guión: Stan Sakai
Dibujo: Stan Sakai
Entintado: Stan Sakai
Portada: Stan Sakai
Precio: 12,95 euros (tomo de 192 páginas, vigésimo cuarto de la edición española)

 

La afición española a las aventuras del ronin Miyamoto Usagi está de enhorabuena: tres tomos en lo que va de año, después de una larga etapa en la que los lectores estaban a la rigurosa dieta de una entrega anual. Tres meses escasos ha habido que esperar por la publicación en español de El regreso del alma negra, la recopilación de los números 103 a 109 de la serie regular que, bajo el sello de Dark Horse, alberga las aventuras del conejo guardaespaldas. Todo un detalle, si tenemos en cuenta que intervalos precedentes quintuplicaban ese período.

Fiel a su tradición de ir sembrando cabos sueltos aquí, allá y acullá, Stan Sakai aparca la trama del destino marital de la dama Tomoe Ame para centrarse en otra cuyos orígenes se remontan a los días de Fantagraphics Books: la de la espada de los dioses. Los lectores españoles recordarán que, después de la publicación de Segadora (durante el Salón del Cómic de Barcelona de 2000) Planeta DeAgostini comenzó a editar en castellano los tomos que recopilaban el rico período anterior a Dark Horse, a razón de dos tomos anuales. En otoño de 2002 veía la luz El camino del vagabundo, una sucesión de historias cortas que iban enriqueciendo progresivamente el monumental escenario en el que se ha movido siempre el bueno de Usagi. Una de ellas narraba el encuentro entre el samurái sin señor y un siniestro personaje ataviado con una túnica negra y armado con una lanza de hoja igualmente oscura. El misterioso guerrero, de nombre Jei, se refiere a si mismo como enviado, mensajero y espada de unos dioses que le han dado la misión de eliminar el mal del mundo. En sueños, Jei recibe o cree recibir el mandato específico de matar a Usagi como acción necesaria para completar su tarea y reunirse con las divinidades. Este primer encuentro terminaría en un duelo en el que, aparentemente, el lancero fue fulminado y en el que se marcaría la pauta de los encuentros posteriores entre ambos personajes: un combate a muerte cuya conclusión parece quedar siempre pospuesta.

Concebido inicialmente por Sakai como un personaje de aparición puntual, Jei se ha convertido en el otro gran villano de la serie. Así como Lord Hikiji, el señor oscuro, es el gran enemigo de Usagi por haber causado la muerte de Lord Mifune (y ser responsable, de paso, de la cicatriz característica que luce el orejudo en su rostro) la espada de los dioses constituye una amenaza de otra naturaleza, pero igualmente temible. Hikiji es el protagonista en la sombra de los grandes complots, de la política de alto nivel que se cuece entre los grandes señores y en los que el protagonista se ve implicado, a veces de forma involuntaria, a veces por su amistad con el clan Geishu. Jei, sin embargo, está obsesionado con Usagi y ansía su eliminación. Durante años, Stan Sakai ha jugado bien sus cartas y ha procurado que el misterio fuera una de las notas definitorias del villano: cuando pensábamos que era un simple desequilibrado con un dominio excepcional del yari, asistimos a un antinatural regreso. Cuando parecía que, efectivamente, había algo sobrenatural en su existencia encontramos una explicación más terrenal a su milagrosa supervivencia. Cuando Usagi y los propios lectores pensaban que, por fin, Jei había caído bajo la hoja de la espada Segadora, su maligno espíritu toma posesión del cuerpo de una diestra espadachín. El misterio se ha ido desvelando poco a poco con cada nueva aparición, sin dar una respuesta directa pero revelando detalles cada vez más tenebrosos. El regreso del alma negra recoge, al fin, el origen de la espada de los dioses, pero deja abiertas nuevas incógnitas.

Sakai realiza en el arco argumental recopilado una tarea que no siempre es sencilla: hilvanar las pistas que se han ido desgranando con los años y dar una explicación coherente a las mismas. No es la primera vez que don Stan tiene que enmendarse un poco la plana para no incurrir en excesivas contradicciones (lo cual, dicho sea de paso, es todo un mérito después de treinta años al pie del cañón) pero en esta ocasión cuenta con la ventaja de que la principal fuente de información, el propio Jei, no es de fiar. Sus afirmaciones de ser un emisario divino destinado a erradicar el mal terreno contrastan grandemente con sus actos de masacre y exterminio. Siendo evidente ya que estamos ante un ser poseído espiritualmente y no precisamente por entes benévolos, el camino más sencillo hubiera sido el de presentar al personaje como un mero siervo del mal o un desequilibrado cuya sesera quedó seriamente dañada por causa de las fiebres (explicación planteada en su primera aparición). Sin embargo, don Stan aprovecha esa obsesión por la justicia de Jei para contar una historia donde el protagonista es el terror y hay un buen campo de trabajo para la tragedia. Hasta el más noble de los ideales puede verse distorsionado y convertido en algo corrupto.

En esta ocasión Sakai vuelve a echar mano de algunos de los secundarios más conocidos de la colección como son los caza-recompensas Gen y Perro perdido o la guerrera Inazuma. Respecto a esta última, su historia fue narrada a través de ella misma en el tomo Al filo de la vida y la muerte y de la cual se recuperan algunas tramas que, igualmente, llevaban muchos años pendientes y habían quedado casi olvidadas por los lectores.

Estamos, en resumidas cuentas, ante una entrega de las aventuras del conejo samurái que por su contenido se convierte en cita obligada para quienes siguen aquéllas con regularidad, pero también en una ocasión más bien mala de engancharse al carro, ya que quienes no hayan leído nada previamente de la colección estarán más tiempo haciéndose preguntas que disfrutando de la lectura.

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NobTetsujin
NobTetsujin
Lector
30 julio, 2012 12:42

Buen tebeo, ya lo pillé en su día en inglés, cansado de esperar que los trajesen aquí. Ahora se están poniendo bien las pilas, lo cual es una gran noticia.

PS: No entiendo el porqué a Perro Vagabundo le han cambiado a Perro Perdido (?)

syx
syx
Lector
30 julio, 2012 13:04

 Genial =D Tengo cuatro números de Usagi (los voy comprando poco a poco) y me parece un cómic con una calidad narrativa (de cómic se entiende) increíble. En el futuro caerá, una vez tenga los primeros en orden cronológico argumental.

batallon
batallon
Lector
31 julio, 2012 8:35

 Yo tengo todo de Usagi y creo que es un comic de aventuras muy bueno. Parece infantil pero no lo es, aunque es el comic que darías a tu hijo para que empezará a leer.