Thor: Vikingos

Reseña de Thor Vikingos, la historia del Dios del Trueno que Garth Ennis y Glenn Fabry idearon para el sello MAX de Marvel.

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«Menudo Dios. No me extraña que te escondas en el mundo mortal. Dudo que dejaran entrar semejante escoria en Asgard… ¡Patético pedazo de mierda!»

 
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Guión: Garth Ennis
Dibujo: Glenn Fabry
Color: Paul Monts
Edición España: Panini Cómics (2011)
Contiene: Thor Vikings 1-5 (Marvel Comics 2003-2004)
Formato: Tomo Cartoné de 120 páginas
Precio: 15,00€

 

Garth Ennis odia a los superhéroes, esto es algo que no se le escapa a nadie que conozca con un mínimo de profundidad la carrera del guionista irlandés. No lo decimos sólo porque haya escrito series como la incorrectísima The Boys o la descahcarrante The Pro en las que los personajes empijamados se revelaban como los villanos o los estúpidos de la velada, sino también porque las pocas veces que ha puesto sus manos en personajes icónicos del universo superheróico ha sido para dejarlos en evidencia y hacer mofa de ellos. En su arco, La Llegada de los Mil, para la colección Tangled of Web se las hizo pasar canutas a un Spiderman al que el autor de War Stories mostraba desde su niñez como objetivo de las palizas crueles de sus compañeros de clase, en la serie La Conjura de los Necios de su primera etapa con Punisher se ocupaba de que este dejara como imbéciles a pesos pesados de Marvel como, de nuevo, Spiderman, Daredevil o Lobezno sin sentir el más mínimo aprecio por ellos y llegando al culmen con aquella mini llamada Punisher Mata al Univero Marvel con la que el personaje del Castigador acababa con todos los grandes nombres de la compañía. Dentro de la Casa de las Ideas y en el seno del sello MAX, especializado en obras para lectores adultos y en el que él mismo ofreció el mejor retrato jamás visto de Frank Castle, también se vio las caras con el Dios del Trueno y como era de esperar su bilis y mala baba contra el hijo de Odín no se hizo esperar. Thor Vikingos es una miniserie de cinco entregas en la que Ennis mete al dios nórdico en una de sus batallas más difíciles, pero el guionista de Battlefields aborda todo el proyecto desde la sorna, el humor negro y la ironía más políticamente incorrecta, dando como resultado una más de sus bromas tan excesivas como geniales, eso sí, reculando un poco al final, aunque de eso hablaremos luego.

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Thor Vikingos se abre con una página a cuatro viñetas en la que una aldeana con la cara deformada por los golpes se encuentra en suelo siendo pisoteada por Harald Jaekelson, el que será el co protagonista de la obra y principal rival de Thor. De esta manera Garth Ennis y Glenn Fabry ponen rápidamente las cartas sobre la mesa para que nadie se lleve a engaño. Esta miniserie de cinco entregas es una burrada made in Ennis que no hace prisioneros en cuanto a su crudeza, brutalidad y salvajismo y cuya principal misión es desmitificar y hacer bajar de los altares a su protagonista de la manera más expeditiva posible. En su arranque en el siglo XI d.c la obra sigue los pasos del ya mencionado Harald Jaekelson junto a sus compañeros saqueando, rapiñeando y destruyendo una aldea para al abandonarla a su suerte ser maldecidos por el Sabio de la zona por medio de un conjuro rúnico que les hará vagar durante milenios sin encontrar nunca la próxima tierra que expoliar. De este modo unos ya zombificados vikingos llegarán a la New York de inicios del Siglo XXI para sembrar el caos y la destrucción. Sólo el Dios del Trueno hará frente a las hordas de Jaekelson, pero se verá inmediatamente derrotado por este y herido de gravedad. Para conseguir derrotar a tan terribles enemigos el hijo de Odín recibirá la ayuda del Doctor Extraño y otros curiosos aliados que le servirán de gran ayuda para salvar a la humanidad del ataque de estos bárbaros intemporales.

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Aunque la estructura pudiera parecer la de cualquier otra historia protagonizada por Thor es el tono que imprime el autor de Crossed o Las Crónicas de Wormwood el que da su peculiar personalidad a una obra como Thor Vikingos. Desde su misma construcción el trabajo de Garth Ennis está cargado de ironía, no hay más que ver la estructura del guión en la que esa poética y épica voz en off (puraamente asgardiana) parece querer dulcificar lo que el trazo de Glenn Fabry expone de manera muy gráfica en las viñetas. Mientras el narrador utiliza la alegoría y la hipérbole los diálogos de los personajes están llenos de lenguaje malsonante, violencia verbal y un matiz de visceralidad que permite el choque frontal de estos dos recursos narrativos desembocando en una intencionada parodia que sobrevuela todo el arco. Ennis hace mofa con Thor desde su misma aparición, regodeándose con su peculiar manera de hablar y haciéndole caer derrotado a manos de su enemigo hasta el límite de partirse todas las extremidades con sólo intentar atacarle, de esta manera el co creador de The Darkness no sólo marca distancias con el rival de peso al que se tendrá que enfrentar el protagonista, también comienza a hacer escarnio con este último desde el primer momento. Pero no sólo el retrato del Dios del Trueno en esta obra es pasado por el inconfundible filtro Ennis, también ese descreido y nihilista Doctor Extraño que parece un émulo del actor británico David Niven con su aire entre elegante, indiferente y con inclinación por la bebida se revela como el rol más divertido de la obra.

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Parece como si la principal misión de Garth Ennis fuera utilizar el salvajismo de los vikingos inmortales para destruir por medio de la violencia y el sadismo, una vez más, lo que representa el Universo Marvel y de paso marcarse unas cuantas matanzas de civiles humanos que posiblemente sean lo más explícito que ha sido editado dentro del sello MAX de Marvel, que ya es decir. Ennis lo tiene claro, ni Thor en solitario o con la ayuda de las artes místicas de Victor Strange, ni Los Vengadores reunidos (el grupo tiene un cameo mínimo en una viñeta habiendo sido derrotados por Harald Jaekelson y los suyos) pueden vencer a la horda de enemigos que asedia New York de modo que hay que recurrir a guerreros de antaño (que con la excusa de compartir linaje con el Sabio que realizó el conjuro rúnico que comentamos unos párrafos más arriba hacen acto de presencia en la obra) para librar singular batalla. La amazona Sigfrid, el caballero Teutónico Magnus y el piloto del ejército nazi Erik Lonnorth (que reniega de los preceptos de Adolf Hitler) no sólo le sirven al autor Bloody Mary para recuperar unos roles más acordes con su ideario, sino también para abordar con ellos temas que son señas de identidad de su discurso como las mujeres guerreras que podrían amedrentrar a cualquier hombre, la crítica ácida e irreverente contra el cristianismo (las páginas de Magnus «convirtiendo a los herejes» a base de mazazos que explotan cabezas son los pasajes más divertidos de la miniserie) y la reivindicación de los antihéroes adscritos a la Segunda Guerra Mundial. Estos son los verdaderos «ídolos» para Ennis y sus hazañas son las que inspirarán a Thor para finalmente encontrar el valor y la osadía para vencer a sus letales oponentes.

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Aunque es conocido por muchos gracias a su excelente labor como portadista (a él le debemos las magníficas y muy singulares de la serie Predicador, otra obra de su amigo de Garth Ennis) el británico Glenn Fabry también ha puesto su talento a disposición de series como Juez Dredd, Sláine o Tharg’s Future Shocks ilustrando números completos. En Thor: Vikingos el, por otro lado magnífico, coloreado de Paul Monts no permite al dibujante explotar al máximo es detallismo meticuloso que es la más significativa seña de identidad de su estilo, pero aún con este escollo el londinense no tiene problemas para elaborar un apartado gráfico sencillamente sobresaliente para Thor: Vikingos. Glenn Fabry posiblemente sea uno de los ilustradores que de manera más macabra y explícita elabore pasajes gore con su trazo y si a este «especial talento» le sumamos la mente de Garth Ennis que es bastante propensa a la casquería no es nada sorprendente que la obra que nos ocupa esté repleta de hemoglobina, vísceras y pasajes memorables como la splash page con el ciudadano colgado en la señal de direcciones con las tripas asomando por su torso o la doble en la que vemos la cabeza de los marines del ejército americano clavadas en estacas en medio de Quinta Avenida. El detallismo con el que diseña a los personajes, la pericia con la que retrata localizaciones reales de New York y la buena química que tiene con su guionista hacen de la labor de Glenn Fabry en Thor: Vikingos una de sus mayores virtudes, sucia y excesiva, sí, pero virtud al fin y al cabo.

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La edición española más reciente de Thor Vikingos la publicó Panini en su sello Marvel Graphic Novels con tapa dura y una magnífica introducción a manos de un tal Daniel Gavilán que parece saber de lo que habla. En ese tomo tenemos completa esta barrabasada descarada, wagneriana y asilvestrada a mano de dos británicos locos con muchas ganas de portarse como una pareja de cabroncetes. Como es lógico el trabajo que nos ocupa no es para todo tipo de público, ya que su idea de reirse malintencionadamente de Thor y algunos otros personajes del Universo Marvel (aunque sabemos que el sello MAX narra historias que no forman parte de la Tierra 616) seguramente no haga gracia a todo el mundo, pero los fans del Ennis más venenoso y cafre saldrán contentos con esta rápida y ligera lectura. Lo más curioso es que en el último número el guionista de Hellblazer parece desdecirse de mucho de lo que ha planteado en las otras cuatro entregas y termina por reconocer el carácter icónico del Dios del Trueno ensalzando sus virtudes, decisión esta no sabemos si elegida por decisión propia o presiones de los editores, tomada en serio o con ironía, pero que finalmente ofrece un final feliz tanto al protagonista como a sus aliados en el campo de batalla. Con todo pocas obras más incorrectas y salidas de madre habrá podido publicar Marvel en los últimos años que esta Thor: Vikingos que repelerá a los que lo darían la vida por Asgard y hará las delicias de aquellos a los que les gustaría orinar dentro del casco de Odín.

"Menudo Dios. No me extraña que te escondas en el mundo mortal. Dudo que dejaran entrar semejante escoria en Asgard... ¡Patético pedazo de mierda!"   Guión: Garth Ennis Dibujo: Glenn Fabry Color: Paul Monts Edición España: Panini Cómics (2011) Contiene: Thor Vikings 1-5 (Marvel Comics 2003-2004) Formato: Tomo Cartoné de…
Guión - 7.5
Dibujo - 8
Interés - 7

7.5

Gamberrada en cinco entregas en la que Ennis y Fabry se despachan a gusto con el Dios del Trueno haciéndolo enfrentarse a una horda de salvajes vikingos inmortales. Un trabajo tan intrascendente y ligero como brutal y divertido, aunque no apto para todo tipo de lectores o estómagos

Vosotros puntuáis: 7.7 ( 7 votos)
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Sergio Robla
Admin
3 agosto, 2016 19:03

A mí lo que me saca completamente de esta historia es ver que el casco de Thor se ajusta a su pelo.

JH
JH
Lector
4 agosto, 2016 10:10

Esta miniserie es lo mejor que se ha escrito de Thor junto al de Walter Simonson. Es una delicia ver a Glenn Fabry dibujar interiores y los guiones de Ennis son perfectos para su lápiz (como en The Authority Kev). Atribuyo su infravaloración a que denigra la figura impoluta e hiperpoderosa de Thor.

Dultyx
Dultyx
Lector
4 agosto, 2016 15:51

Yo recuerdo etapas muchísimo más buenas de Thor, precisamente, esta no deja de ser una gamberrada que mucho no puedo tomarme en serio. Thor parece medio imbécil y el Dr. Strange roza una personalidad aséptica que lleva demasiado allá su cinismo. Realmente no deja de ser una parodia del género de superhéroes como él mismo dice que no le gusta, precisamente al ser una parodia no puede ser de las mejores historias de Thor (al menos para mí). Y joder, que hay muchísimas etapas, yo ya recuerdo tres a bote pronto mejores.

Dreadstar_TFE
Dreadstar_TFE
Lector
En respuesta a  Dultyx
4 agosto, 2016 19:22

Tampoco es que se pueda llamar a esta historia «etapa», sólo fueron cinco números, y se sacó con la intención de que no fuera más allá.

Dultyx
Dultyx
Lector
En respuesta a  Dreadstar_TFE
4 agosto, 2016 19:59

Bueno, era un decir

Dreadstar_TFE
Dreadstar_TFE
Lector
En respuesta a  Dultyx
5 agosto, 2016 1:31

Perdóname, el calor me ha puesto literal 🙂

AlbierZot
AlbierZot
Lector
5 agosto, 2016 9:33

Yo creo que el «odio a los súpers» de Ennis tiene mucho de pose. A mí no me transmite esa agresividad, como pueda hacerlo Pat Mills, por ejemplo. El tipo se lo pasa bien con ellos, aunque sea de forma cruel y condescendiente. Esta obra me gustó, no soy muy fan del Ennis desmedido (no puedo con The Boys aunque me encanta Hitman: en la que Superman no sale tan mal parado) y aunque es muy bestia, todo ese aire mítico-fantástico de los Vikingos, con ese imponente Drakar sobrevolando NY, está tan bien plasmado que eleva el conjunto.

Daniel Gavilán
5 agosto, 2016 11:46

Por no hablar del enorme cariño que parece profesar Ennis hacia personajes como Superman. Yo por lo demás, le veo muchísima más sustancia a esta obra como para tenerla como una gamberrada hueca como puede ser The Pro. Hay mucha agudeza en la mera idea de hacer colisionar a los remilgados vikingos de opereta y cartón piedra de Marvel con lo que debieron ser los vikingos, así como su aproximación al legado de los guerreros indómitos del norte a los que representaban a través de la historia, por no hablar de la desmitificación de la épica que se marca con ese amargo final. Si a ello le sumamos una de las mejores caracterizaciones del Doctor Extraño tras décadas acostumbrado a que la peña lo retratase como una especie de «cura-bibliotecario» -cuando se supone que un mago debe ser cualquier cosa menos eso, a mi personalmente me parece una obra con muchísima más sustancia que otras obras de Thor que pretenden alardear de mucha más sustancia y trascendencia

Sith
Sith
Lector
17 agosto, 2016 0:20

Historia para pasar el rato, entretenida hasta ahí, a nadie puede sorprender Ennis con esto.

Lo mejor sin lugar a dudas es el momento cuando empieza a reclutar a su equipo y la batalla final con los vikingos.

Lo peor lamentablemente es el dibujo, que no me logra convencer.