Previa de Wolverine 16

Arrancado de su hogar por la tragedia durante su tierna infancia, si algo ha enseñado la vida al canadiense James Howlett es lo que significa el dolor. Renunciando a su pasado bajo el nombre de Logan, se convertiría en un nómada sin hogar ni patria dedicándose a vagar por el mundo reavivando periódicamente su tortura. Aunque usualmente se suele culpar a un aciago destino de las desgracias que complican nuestra vida, en el caso de Lobezno sus años de dolor fueron producto de las perversas maquinaciones de una mano negra cuya maldad era únicamente comparable a su longevidad. Decidido en convertir a Lobezno en el heredero de un imperio levantado sobre ansia depredadora y cadáveres ensangrentados, Rómulo sometería a Lobezno a un minucioso proceso de deshumanización que incluía el asesinato ritual de cualquier mujer por la que pudiera sentir cualquier tipo de aprecio, continuos lavados de cerebro y la profanación absoluta de su cuerpo implantándole el indetructible adamantium.

Pero por suerte para Lobezno, la entrada en escena del conciliador altruista Profesor Xavier le ofrecería la salvación en forma de cruz reclutándole para su escuadrón de mutantes con el objetivo de conseguir la paz entre dos especies avocadas a una inminente guerra. Junto a los X-Men, Lobezno dispondría por primera vez en muchos años de un lugar al que llamar hogar y una familia con la que recuperar toda esa humanidad que le habían arrebatado. Sin embargo, su viaje a la redención no estaría exenta de tragedia y durante sus primeros años tuvo que sobreponerse a la frustración de no poder acercarse a la mujer que amaba o reencontrarse con la pérdida en su forma más cruel y dolorosa. Sobreponiéndose a sus recaídas y a los intentos de gente como Apocalipsis o La Mano de devolverle a una senda a la que había renunciado, tras recuperar los recuerdos de su pasado pondría fin a las cadenas que lo vinculaban con sus raíces abriendo un nuevo capítulo en el que podría reencontrarse con la esperanza.

Sin embargo, hay caminos de los que cuesta librarse por mucho empeño y buenas intenciones que uno le ponga y en el caso de Lobezno, casi cien años extendiendo el dolor y la muerte pesan demasiado como para desprenderse de sus consecuencias de buenas a primeras. Ligado a Lobezno desde sus comienzos en el mundo del comic, Jason Aaron ha dedicado los primeros 14 números de su debut en la serie central del personaje narrando una macrohistoria con la que poner a prueba este renovado optimismo enfrentándolo a su peor pesadilla. Reunidos para hacerle pagar el sufrimiento que llevó a sus vidas, los miembros de la Mano Derecha Roja orquestarían un maquiavélico plan contra su persona enviándolo al infierno mientras dejaban a su cuerpo a merced de una horda de demonios que extenderían la muerte entre sus seres queridos. Conscientes de que cuando Lobezno recuperase el control de su persona no iba a tardar en ponerse tras su pista en busca de retribución, la siniestra cábala prepararía su golpe de gracia logrando alcanzar lo más profundo de su médula asestando el mayor golpe que jamás se haya perpetrado contra el canadiense.

Destrozado hasta ser arrojado a los más insonsables abismos de la locura y la desesperación, Lobezno se apartaría de todos buscando desprenderse de un pesar demasiado grande como para ser medido por la mente racional. Tratando de encontrar cobijo bajo el manto de la naturaleza, James Howlett se aproxima al fin de su tortuoso viaje mientras Jason Aaron desmonta a Lobezno en este epílogo de dos números que pone fin al Lobezno que conocíamos antes de dejar paso a una nueva concepción del personaje. Con la poética escena de los perros destrozando su traje mientras Logan trataba inútilmente de encontrar la paz en el abrazo de una imposible muerte, el último número nos lo muestra perdido en la soledad de la naturaleza mientras vemos a través de sus amigos y conocidos cual es la imagen que el mundo tiene de él. Os dejamos con las elegantes páginas del número dibujado por Goran Sudzuka para el número publicado el miércoles de esta semana con el que se cierra la macrosaga que junto a Cisma abre la puerta a una nueva etapa en la vida de Lobezno.