Marvel Saga. El Asombroso Spiderman 37. Sin Vuelta Atrás

 

Edición original:The Amazing Spider-Man 688-694 y Annual 39 USA.
Edición nacional/ España:Panini Cómics.
Guión:Dan Slott, Fred Van Lente, Joshua Hale Fialkov, Dean Haspiel y Brian Reed.
Dibujo:Giuseppe Camuncoli, Humberto Ramos, Mario del Pennino, John Romita Jr., Nuno Plati, Dean Haspiel y Lee Garbett.
Entintado:Klaus Janson, Daniel Green, Víctor Olázaba y John Lucas.
Color:Frank D’Armata, Dean White, Edgar Delgado, Antonio Fabela y Giulia Brusco.
Formato:Tomo en tapa dura, 256 páginas.
Precio:23 €.

 

Mantener el interés en el cómic superheroico es difícil, muy difícil. Con tantos y tantos años de historias a sus espaldas, encargarse de los guiones de auténticas franquicias y de verdaderos representantes de la mitología moderna como son la mayoría de personajes que forman parte de los Universos Marvel y DC, generar interés mes a mes se antoja una tarea hercúlea y en muchas ocasiones, imposible de atajar.
Dan Slott sin embargo, resultaba ser un guionista que ya había probado sobradamente que se podía innovar en la colección del trepamuros por mucho que éste estuviera próximo a cumplir los cincuenta años de historia editorial, puesto que si se conocía al personaje, si se le quería, y se trabajaba duro, siempre se podía sorprender, algo que hoy día, tras diez años de etapa de Slott en Spiderman, nadie se atreve a dudar.
En lo relativo al tomo cuyo análisis nos ocupa, Slott tenía que encontrar una historia de interés para rellenar el hueco hasta el gran golpe en la mesa que iba a dar en el número 700, y del que hablaremos el mes que viene y en los posteriores, y además para celebrar el 50º aniversario de Spiderman que llegaba a la colección.
Comenzando con lo primero, los números 688 a 691 USA, y titulados Sin Vuelta Atrás (arco argumental que da título a este tomo de Marvel Saga) incluidos en este volumen vuelven a traer a Curt Connors, a.k.a., El Lagarto a la vida de Peter Parker. Como siempre ocurre cuando Dan Slott está detrás de cada historia, este Lagarto nos recuerda a golpe de tres o cuatro viñetas cuál era la situación de Connors antes de su reentrada en la colección, el cual había matado a su propio hijo y se había abandonado al lado más bestial de su personalidad… recalando en Horizon Labs donde sería curado, o esto parecía.

Y es que, Slott va más allá del lado bestial del reptiliano personaje, haciéndonos ver lo que siempre habíamos sospechado desde el principio: Que lo más peligros del Lagarto no eran sus garras, su lengua bífida o su enorme fuerza, si no su artera personalidad, capaz de pergeñar cualquier tipo de plan malvado con tal de “lagartizar” a la población mundial. De este modo, en este tomo se incluyen unos interesantes números en los que el Lagarto, esta vez con el cuerpo de Connors, el humano, pero con la mente de la bestia se dedica a sembrar el caos en los laboratorios Horizon… y en la vida de Spiderman.
Si a todo ese interesantísimo caldo de cultivo añadimos a Michael Morbius, que ejerce aquí de desgraciado cabeza de turco del reptil, tenemos los ingredientes perfectos para una aventura arácnida entretenida y muy bien ideada.

Tras un número de relleno, pero no poco interesante, llegamos al segundo arco argumental incluido en este tomo (números 692 a 694 USA) en los que Slott se encarga de su segunda tarea pendiente: Rendir homenaje a los cincuenta años de historia arácnida en las viñetas. El modo de hacerlo, no es otro que recreando el accidente de laboratorio que dio lugar al nacimiento de Spiderman, pero esta vez, a través de un chaval, aparentemente normal, que merced a los avatares del destino y a un error de cálculo de Peter Parker en su faceta científica, acaba desarrollando extraños poderes, los cuales en principio pondrá al servicio de la comunidad a través del nombre Alfa.

Alfa resulto ser un personaje cuya misión no era otra que mostrar lo que ocurría cuando se tiene todo el poder (de hecho Alfa es bastante más poderoso que el bueno de Spidey) pero nada de responsabilidad, cuando se es un adolescente que hasta el momento pasaba inadvertido, y que se da cuenta de que convertirse en un superhéroe le otorgará la fama y el reconocimiento social que hasta entonces le había sido negado.

La idea resulta muy interesante, máxime cuando en su día Alfa se nos vendió como el nuevo sidekick de Spidey, el cual empezaba con mal pie su andanza de superhéroe y discípulo del que quizás sea el mayor ejemplo de rectitud moral de todo el Universo Marvel. Sin embargo, y sea como fuere, Alfa no caló entre los fans, y como le ocurriría a Geldoff en Ultimate Spiderman, este ejemplo de personaje con mucho poder y muy poca responsabilidad caería en ese cajón del olvido del Universo Marvel formado por tantas y tantas ideas que por diversas razones nunca llegaron a triunfar… sin que haya sido rescatado hasta ahora ni parezca que vaya a serlo nunca, aunque cosas más extrañas han ocurrido.

Sin embargo, estos números resultan muy entretenidos y “muy Dan Slott”, lo que añadido al dibujo de los fieles Humberto Ramos (dibujante de este arco argumental) y de Giussepe Camuncoli (que se deja caer por los números relativos al Lagarto) así como al de otros artistas y guionistas que aparecen aquí como Fred Van Lente, Brian Reed, Nuno Plati o incluso las míticas tintas de Klaus Janson, entre otros, hacen de este tomo, y como siempre suele ocurrir con el Spiderman de Slott, un imprescindible que no puede faltar en nuestras estanterías.