La gran traca final del Thor de Jason Aaron
«Al principio solo había oscuridad. La gran nada infinita del vacío profundo»
Si bien es cierto que estamos muy acostumbrados a que el cómic superheroico se discurra en torno a etapas editoriales o “runs” de determinados autores que llevan a los distintos personajes por los derroteros que sus autores consideran, pocas veces hemos tenido tan claro hacia dónde desembocaría el final de una etapa desde su inicio que con el Thor de Jason Aaron.
Y es que, una vez que el guionista de Scalped trató el origen de la indignidad de Thor en aquel Carnicero de Dioses que supuso un inigualable pistoletazo de salida para el comienzo de su etapa, la realidad es que comenzó a hablar en boca de Malekith, erigido en villano desde el segundo arco argumental, de la Guerra de los Reinos desde casi el comienzo de la etapa.
Durante seis años habíamos escuchado en no pocas ocasiones aquellas cuatro palabras que preconizaban un absoluto apocalipsis que sacudiría los diez reinos, y ello mientras Thor perdía su martillo, Jane Foster lo recogía y se veía obligada a dejar de ser Thor, y Odinson asumía su legado a pesar de seguir siendo indigno.
Pues bien, todo llega. Y la Guerra de los Reinos por fin lo hizo en un 2019 que resultó muy interesante en Marvel gracias a este evento.
Pero ante todo, no nos engañemos. No estamos ante un gran cómic de Thor, ni ante un gran evento Marvel, si no ante la conclusión lógica de lo que venía gestándose en la colección de Thor durante seis años. De este modo, acercarse a este evento sin haber disfrutado de la larga etapa de Jason Aaron al frente del personaje es poco más o menos que un error, pues convierte en ramplón y anodino lo que puesto en conexión con el Thor de Jason Aaron es un gran fin de fiesta.
Y es que, el cómic en cuanto a tal no es si no una serie de seis números en la que la plana mayor del Universo Marvel se enfrenta a bestias mágicas salidas del imaginario de Thor regalándonos momentos muy espectaculares pero que no pasan de entretenidos.
Obviamente, el dibujo de Russell Dauterman hace que esa espectacularidad sea cuasi cinematográfica, realizando algunas de las viñetas más impactantes de Thor en lo que llevábamos de siglo.
Pero como digo, no estamos ante una historia tan profunda como el Carnicero de Dioses, o la Muerte de Thor, si no ante un fin de fiesta que da lo que promete: Fuegos artificiales, grandes batallas y splash pages que quitan el hipo, lo cual ojo, no solo no es poco, si no que algo que muchos cómics prometen y pocos saben dar.
Pero es precisamente su conexión con la etapa de Thor de Aaron y el hecho de que todo lo aquí narrado se forje durante la misma, lo que hace que frecuentemente digamos que La Guerra de los Reinos se entiende mucho mejor como un cómic de Thor que como un evento Marvel.
Por otro lado, y si bien en varias ocasiones a lo largo de esta reseña he hablado de fin de fiesta, ello no es del todo cierto, pues aún quedaría un octavo tomo recopilatorio de esta etapa que de hecho, veremos en el mes de Abril, y que contiene tanto los últimos números de Thor que además se cruzan con este evento, como la mini serie Rey Thor que pone también punto y final a ese Thor del futuro que hemos conocido a lo largo de esta magnífica etapa.
Pero dicho tomo más que un final no es si no un epílogo que sirve para cerrar alguna que otra trama secundaria de la serie y sobre todo, para poner todo en orden de cara a que el siguiente guionista llegara y pudiera jugar con los personajes como tan gustosamente lo hizo Aaron durante estos seis años que supusieron la mejor etapa de Thor del Siglo XXI y una de las mejores del personaje en toda su historia, solo un peldaño por debajo de la mítica firmada por Walter Simonson.
Lo mejor
• Russell Dauterman.
• Los distintos momentos de fanservice puro que encontramos a lo largo de todo el evento.
Lo peor
• Un cómic que no vale casi nada como evento, y que habría sido mucho más como parte de la serie de Thor.
Guión - 7
Dibujo - 9
Interés - 7
7.7
Recomendable
Jason Aaron y Russell Dauterman narran el gran evento de Thor que llevaba varios años en gestación.
