Marvel Gold. El Asombroso Spiderman 8 Escaramuza bajo las calles

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Edición original: Marvel Comics.
Edición nacional/ España: Panini Comics.
Guión: Len Wein.
Dibujo: Ross Andru.
Entintado: Mike Esposito.
Formato: Libro en tapa dura. 696 páginas.
Precio: 39,95€.

 

Tumultuoso es un buen adjetivo para describir la intrahistoria de Spiderman durante buena parte de los años setenta. Ya habían transcurrido varios años desde la marcha de Stan Lee del título y tras alguna interinidad de Roy Thomas (quien nunca mostró verdadero interés en guionizar al trepamuros arácnido) fue Gerry Conway quien se hizo con las riendas de Spider-Man. Conway, admirador de la etapa Ditko, no tardó mucho en hacer un back-to-the-basics y recuperar muchos de los personajes secundarios y conceptos olvidados desde la llegada de John Romita, además de introducir sus propias ideas como El Chacal, El Castigador, el romance entre MJ y Peter o rutinas diarias inspiradas directamente de su experiencia personal, resultando la trayectoria vital de Peter Parker en un reflejo muy claro de la vida de Conway durante esos tres años (novia tirada por el puente por su archienemigo aparte). El guionista de Brooklyn cumpliría los veinte años el mismo mes que comenzó su etapa (Amazing Spider-Man #111-149 USA) y, debido a su inexperiencia, tuvo que capear durante toda su etapa con la sombra y directrices de Stan Lee, transmitidas a través de Thomas, ya fuera para cosas tan absurdas (y mercadotécnicas) como crear un Spider-coche o como para traer de vuelta, fuera como fuera, a Gwen Stacy al título para que ya nadie molestase a “The Man” con tantas preguntas sobre el tema en sus muchas apariciones públicas. Con espectaculares dibujos de Ross Andru, Conway tuvo que atajar esa imposición y se sacó de la manga la Saga del Clon, donde Miles Warren creaba a una Gwen Stacy y a un Peter Parker clones de los originales. El enfrentamiento entre los Spiderman original y copia concluía con la victoria del primero y la incineración del segundo (Amazing Spiderman #149 USA), con poco espacio para las dudas sobre si el superviviente era nuestro Peter o no, con similar desaparición para la regresada Gwen Stacy, para enésimo cabreo de Stan Lee, que se sentía toreado. Así acababa la etapa Conway, quien regresaría al personaje en varias ocasiones, como la actual. El siguiente número, de transición, correría a cargo Archie Goodwin (Amazing Spider-Man #150), quien tuvo la sensación de tener que justificar que efectivamente el Parker superviviente era el original, presentando un relato que ofrecía incluso más dudas que el cierre original.

Cuando llegó la hora de sustituir a Roy Thomas en las labores de Director Editorial (la labor de coordinar todo el catálogo de Marvel había crecido exponencialmente y era casi insostenible y muy distinta a los primeros días de Stan Lee donde él solo se sobraba y bastaba), el más evidente parecía ser Gerry Conway, pero Lee prefirió quedarse con el tándem Len Wein y Marv Wolfman. Roy Thomas pasaba así a un discreto segundo plano en el que él mismo guionizaría y auto-editaría sus colecciones, sin injerencias de ningún Director Editorial ni mandamás. El primero supervisaría todas las colecciones superheroicas y el segundo haría lo mismo con las publicaciones en blanco y negro y magazines. Conway no se lo creía y cuando muy poco después le impidieron encargase del Castigador, personaje que él había creado, puso rumbo a la Distinguida Competencia. Lo curiosos es que Wein duró pocas semanas en el cargo de Director Editorial, ante el desastre de fechas de entrega, penalizaciones de imprenta y descontroles varios en la Casa de las Ideas. ¿Su sustituto? Marv Wolfman. ¿Su destino? Guionzar y auto-editarse Amazing Spider-Man (además de Fantastic Four Incredible Hulk y The Mighty Thor), de la misma forma que Thomas hacía con sus series. Así daba comienzo la etapa Len Wein, la tercera más destacada en los diez años de trayectoria editorial de Spiderman (los fill-ins de Thomas o Goodwin apenas cuentan). Esta etapa al completo es la que se incluye en el presente Omnigold, quedando la recopilación de los primeros días de Spiderman de la siguiente manera hasta el momento.

Len Wein aterrizó en el título y, ante la avalancha de cartas que habían llegado al Bullpen de lectores furiosos a raíz de la Saga del Clon (en aquellos tiempos no había Twitter) decidió cerrar esta trama de manera definitiva, mostrando a Spiderman deshaciéndose del cuerpo del clon en una horno industrial. Y a partir de ahí, fue trabajando la serie a su manera, introduciendo pequeños sub-argumentos y misterios que irían explotando a lo largo de los meses (con un tono ligeramente más adulto que hasta ahora) e intentado ser lo más fiel posible al personaje, sin introducir cambios tan rompedores como había hecho Conway durante su primer año. Como decíamos, a Wein le gustaba moverse en el subgénero detectivesco o de misterio, siendo el número #155 USA el ejemplo más prefecto de este estilo. En “Whodunit!” (título del episodio, traducido como “¿Quién lo ha hecho?”) nuestro querido trepamuros se paseaba por toda la ciudad para encontrar al culpable del asesinato de un informático, resultando ser una máquina diseñada por la víctima que había cobrado consciencia. Otro ejemplo fue el primer crossover de la historia arácnida, con el número diez de Nova. En la primera parte del crossover se nos presentaba el crimen y las pistas de quién era el culpable y en la segunda parte se concluía la aventura, más cerca del resultado de un clásico y liviano Marvel Team-Up.

Los cambios tenían que ser sutiles y evitar infartos entre el fándom. ¿Betty Brand y Ned Leeds llevaban tiempo de novios? Pues se les casaba. ¿Qué ya era hora de recuperar a Harry Osborn? Pues se le emparejaba, en la boda anterior, con la joven Liz Allan, de forma que se rompía cualquier posibilidad de triángulo amoroso Harry-Peter-MJ, dejando vía libre para los dos últimos. Y es que, quién sabe si como reflejo de la vida sentimental de Len Wein, durante su etapa fueron muchos los emparejamientos y casamientos que tuvieron lugar. Otro de ellos fue el de Jonha Jamenson, quien conoció a su querida Marla Madison en Amazing Spiderman #162 USA. Esa mujer agradable que acompañó a JJJ durante muchos años pero que nos presentaron como la nueva diseñadora del nuevo Mata-Arañas a petición de JJJ. Ahí es nada. Y es que una de las características de la etapa Wein consistió tanto en su intentó incluir nuevos villanos dentro del panteón de enemigos de Spiderman, con bastante poca suerte en el resultado final (como Espejismo, la Mosca-Humana, Corredor Cohete…), como además de recuperar a varios de las némesis de la etapa Ditko (El Conmocionador, Mata-Arañas, etc.). Algún día deberíamos hablar de la evolución de JJJ, que pasó de ser un verdadero cabronazo sin miedo a asesinar a alcalde de Nueva York… Entre los regresos más gloriosos se encontraba el del Doctor Octopus, a quien por aquel entonces se le contaba entre el mundo de los muertos y que regresó para rondar una vez más a la Tía May primero y enfrentarse a otro resucitado Cabeza de Martillo después. Para que veáis que no solo hoy en día los personajes resucitan con la misma facilidad que Bendis escribe flashbacks. El Hombre de Arena, Punisher o incluso el Chapucero (personaje que, ojo, recordemos que fue presentado en el segundo número de Amazing, y que aquí Wein reescribe para descartar que fuera un alienígena), Kingpin o el Hombre Igneo (para sembrar la discordia entre Harry y Liz) fueron otros de los villanos de la etapa Wein.

Más suerte tuvo de contar con Ross Andru al frente del apartado gráfico. Andru se mantuvo en la serie la práctica totalidad de la etapa Wein, conformando un resultado gráfico final muy consistente, con un Andru en estado de gloria que no dudaba en pasear por New York para encontrar los mejores enclaves (y puentes ) en los que situar la historia que le pedía Wein. De esta manera en Amazing un lector podría reconocer desde la pista de hielo del Rockefeller Center, hasta el tranvía de Roosevelt Island pasando por Times Square, como no podía ser de otra manera.

Sin haber realizado grandes cambios a la mitología arácnida ni haber provocado excesivos disgustos en la planta noble de Marvel o a sus aficionados, Wein concluyó su etapa con la saga más compleja y completa de todas las que desarrolló. Cinco números a comienzos de 1978 en la que convergían varios sub-argumentos que había ido plantando en la serie. Desde las fotos de Peter deshaciéndose del clon del comienzo de su etapa hasta el noviazgo de Harry y Liz de mediados o la lenta pero milagrosa recuperación que Harry había tenido bajo la supervisión del Doctor Hamiltón, que concluiría por todo lo alto con el esperado regreso de El Duende Verde. El desarrollo y desenlace de esta aventura lo guardaremos bajo spoilers (porque aunque hayan pasado cuarenta años, a buen seguro que alguno de vosotros no lo ha leído todavía) pero la resolución denota ser un producto made in Wein 100%. Y encima con guiño al Amazing Spider-Man #122, aunque no es lo que estáis pensando.

En 1978, Wein recibió una llamada de DC Comics para guionizar Batman, el cual era su personaje favorito. A Lee no le hizo mucha gracia que el guionista escribiese en las dos editoriales a la vez, así que tomó la decisión de poner rumbo a la Distinguida Competencia, dejando detrás de si una interesante etapa con El Coloso Esmeralda, la creación de Lobezno y, por supuesto, el relanzamiento de una Patrulla-X más internacional que nunca que triunfaría en las manos de Chris Claremont. En DC, además de guionizar a Batman y crear la Cosa del Pantano, contrató a Alan Moore para sustituirle en Swamp Thing y editó Watchmen, conformando un currículum envidiable. En definitiva, dejaba en Spiderman tres años de historias dignas que mantuvieron encendida la llama de la franquicia arácnida, una etapa de la que siempre estuvo orgulloso. ¿Su sustituto? Marv Wolfman, quien firmaría 22 números al frente del trepamuros arácnido, traspasando la frontera del número 200, introduciendo a la Gata Negra (con Keith Pollard) o ofreciendo la primera petición de matrimonio de Peter a MJ. Pero eso será una historia para el próximo, y noveno, Marvel Gold de Spiderman, a la venta esperamos que en 2018 (el cual quizá también contenga la etapa de Dennis O’Neil).

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mespinpe
mespinpe
Lector
16 agosto, 2017 21:52

Un detalle, Alan Moore no sustituyó a Len Wein en Swamp Thing, sino a Marty Pasko. Len Wein si que contactó a Alan Moore, pero porque era el editor, no el guionista.