La mentira por delante, de Lorenzo Montatore

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Portada La mentira por delante

Edición original: La mentira por delante ESP (Astiberri, 2021)
Guion: Lorenzo Montatore
Dibujo: Lorenzo Montatore
Realización técnica: Alba Diethelm
Formato: Rústica. 244 páginas. 20€

Los universos de Montatore y Umbral forman una mezcla tan extraña como perfecta.

«Es que el mundo no se merece la verdad. Hay que salir con la mentira por delante.»

Parece que en los últimos tiempos el cómic ha encontrado un filón en la literatura, no solo adaptando obras sino también adentrándose en las vidas de algunos escritores. Dentro de las biografías encontramos obras de todo tipo, desde las que son una sucesión más o menos cronológica de los sucesos más destacado de la vida del autor en cuestión hasta otro tipo de obras que buscan adentrarse en la obra del autor, pero sobre todo en su forma de ser. Es en este segundo grupo donde habría que situar La mentira por delante, la obra que acaba de publicar Astiberri en la que Lorenzo Montatore ha dedicado a explorar la figura de Francisco Umbral, un espléndido escritor al que por desgracia hoy en día se le recuerda más por el personaje público que construyo y por una anécdota que protagonizo en un programa de TV, obviando su trabajo literario y periodístico, algo similar a lo que sucede con Fernando Arrabal o Fernando Fernán Gómez y que nos debería hacer reflexionar sobre cómo se trata y recuerda en este país a las figuras más importantes de la cultura. El cómic se une a una serie de publicaciones recientes como el documental de 2020 del documental Anatomía de un Dandy o la reciente aparición de un libro que recoge su correspondencia con Miguel Delibes que buscan reivindicar su figura catorce años después de su muerte.

Es difícil encontrar un autor más adecuado que Montatore para realizar una biografía de Umbral, puesto que cualquiera que conozco sus trabajos previos, sobre todo en La muerte y Román Tesoro, puede comprobar la influencia del escritor en ellos, una admiración y respeto que se nota en el cariño con el que está tratado en la novela gráfica. Ambos comparten una visión del arte en la que no hay división entre alta y la baja cultura y en sus obras se puede ver como las mezclaban sin temer las críticas de los más clasistas. También vemos en ambos un peculiar y personal sentido del humor y una cierta forma de ver el mundo con un toque de melancólica y sorna. Dos universos creativos muy personales, con evidentes similitudes que mezclan a la perfección creando una obra divertida, sorprendente y que nos permite vislumbrar a dos creadores únicos e intransferibles.

La mentira por delante

La mentira por delante no es una biográfica canónica, más bien es todo lo contrario ya que Montatore no tiene ninguna intención de relatarnos con profusión de detalles y un estricto orden cronológico la vida y obra del escritor. Aunque en las dos primeras páginas vemos fechados los sucesos más importantes de su vida profesional y personal, en un fabuloso ejercicio de síntesis. El resto de obra está dedicada a explorar la relación del escritor con el mundo y consigo mismo. Para hacerlo el historietista no duda en llenar la obra de sucesos, anécdotas y conversaciones inventadas con los personajes más diversos para ofrecernos una visión más certera de Umbral. Esos pasajes y anécdotas no responden a ningún orden, ni criterio cronológico, ya que nos los ofrece de manera desordenada, pero consigue hacerlo sin que en ningún momento resulte confuso ni caótico, puesto que esos saltos temporales se producen de manera orgánica y natural. Esta forma algo anárquica de narrarnos como era Umbral hace que la obra sea mucho más accesible y amena que otras obras que resultan mucho más áridas y repletas de datos, pero sin que veamos el alma de la figura objeto de la biografía ni la del autor, por suerte, en este caso no es así.

Esa aparente falta de academicismo a la hora de abordar las fechas de la vida de Umbral no se produce con las frases y citas de escritor que aparecen a lo largo de la obra, ya que en las páginas finales están completamente detallas las fuentes donde aparecen.

La imagen de sí mismo que creo Umbral parece diseñada exprofeso para protagonizar uno de los cómics de Montatore. Sin embargo, el historietista madrileño no se queda solo en el personaje, sino que nos nuestra todas las caras del poliédrico escritor. Por las páginas de la obra se pasean todas esas caras, desde esa personalidad de dandy algo huraño y borde que creo para el público, hasta el joven que leía todo lo que caía en sus manos, pasando por el brillante cronista de su época, el joven que visita por primera vez el café Gijón o el Umbral más íntimo y tierno que adoraba a María España, su mujer, y que sufrió la terrible perdida de Pincho, su hijo de seis años, de la que nunca se recuperó del todo. Esta parte que guardaba para sus seres queridos es la más interesante, incluso por encima de la de escritor o figura pública.

Montatore tiene un estilo de dibujo muy consolidado, deudor de la escuela Bruguera y autores como Max o Jim Woodring, lleno de trazos limpios y sencillos y colores planos y vivos en donde también se pueden ver influencias de otros medios de la cultura popular como los videojuegos o los dibujos animados. Una de las cosas que más llaman la atención de esta obra es la facilidad que tiene como caricaturista consiguiendo que el sinfín de personaje públicos (Valle Inclán, Pio Baroja, Delibes, Cela, Lola Flores, Berlanga, Pitita Ridriduejo, Galdós, Arturo Pérez-Reverte, los Ramones, etc..) que aparecen en la obra sean perfectamente reconocibles a pesar de estas representados con solo unos pocos trazos, además del propio Umbral, claro. Además, son muy dinámicos y rebosan movimiento.

Lorenzo Montatore es el seudónimo con el que Javier Lorenzo García (Madrid, 1983) firma sus últimos trabajos, aunque anteriormente había empleado otros seudónimos como Loren o LM. Como gran parte de los autores de su generación combina el trabajo de ilustración con los cómics. Su debut en el cómic se produce en el año 2009 con Por ver el bicho volar (Bang Ediciones), posteriormente comienza una productiva carrera en el mundo fanzinero con obras como OHG!, DPO, VOOH!, (Un poquito) Bipolar, ¡Tan Linda!, Arrullo de Amor, California Rocket Fuel, El enigma de Boskov, Yo hice a Román Tesoro, Yellow Pad y Fabrizio en el Inframundo. Trabajos que alterna con su colaboración en la revista Voltio de La Cúpula y tres historias largas: La muerte y Román Tesoro (2016, DeHavilland Ediciones), ¡Cuidado, que te asesinas! (2018, La Cúpula) y Queridos difuntos (2020, Sapristi Cómics).

La mentira por delante es un trabajo que destila la admiración que Montatore siente por Umbral, pero en la que nuestra toda su personalidad como autor creando una obra atípica y muy divertida, además de resultar accesible para todo el mundo.

Lo mejor

• La comunión que se produce entre dos universos creativos tan aparentemente distintos.
• Es puro cómic en todos los aspectos, pese a tratarse de la biografía de una figura literaria.
• La capacidad de Montatore para convertir a todos las figuras públicas que aparecen en personajes de cómic gracias a unos trazos sencillos.

Lo peor

• No poder saber que hubiera opinado Umbral del cómic.

Edición original: La mentira por delante ESP (Astiberri, 2021) Guion: Lorenzo Montatore Dibujo: Lorenzo Montatore Realización técnica: Alba Diethelm Formato: Rústica. 244 páginas. 20€ Los universos de Montatore y Umbral forman una mezcla tan extraña como perfecta. "Es que el mundo no se merece la verdad. Hay que salir con…
Guión - 8.5
Dibujo - 7
Interés - 8.5

8

Montatore firma una biografía nada convencional, tan única y diferente como lo fue Umbral.

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Diego García Rouco
Nacido en Barakaldo en 1977 donde sigo viviendo. Descubrí los cómics en una librería de barrio con Tintin, Asterix, SuperLopez y los personajes de Ibáñez. En 1989 descubrí los superheroes de la mano de Stern y Buscema con el numero 73 de la edición de Forum de Los Vengadores. A estas lecturas se fueron incorporando la novela gráfica y el manga, de los cuales, a diferencia de los superheroes, nunca me cansé. Todavía sueño con ser agente Espacio-Temporal y de Planetary, con visitar mundos de fantasía con el señor T., Philemon, Lord Morfeo, Arale y Thor. Viajar con Reed, Ben, Susan y Johnny al futuro y pasear por el cuartel de la Legión. Recorrer la antigua Roma con Alix y una cantimplora de poción mágica. Buscar Mú, perderme en un viaje al corazón de la tormenta, contemplar el Olmo del Cáucaso mientras paseo por un Barrio Lejano leyendo El almanaque de mi padre. Conseguir beber la sangre del Fénix. Leer, al fin, algún articulo de Tintín y de Fantasio sin que me molesten los absurdos inventos de Gastón. Perderme por las murallas de Samaris, mientras de la pirámide flotante de los inmortales cae John Difool. Enamorado de la chica de los ojos rojos y de Adele. Y cabalgar hacia el amanecer con Buddy Longway, Red Dust y el teniente Blueberry. Con un poco de humo azul en los labios...
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