José Luis Vidal y Jorge González nos hablan de Salitre

José Luis Vidal y Jorge García nos hablan de Salitre, el cómic que está en plena campaña de mecenazgo con Spaceman Project.

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Salitre es una historia cotidiana, con momentos dramáticos, estampas de la vida cotidiana sobre las gentes que habitan este particular barrio

Hace unas semanas Spaceman Project saco el crowdfunding de Salitre un cómic de José Luis Vidal y Jorge González que no habla sobre la fatídica noche de 18 de agosto del año 1947 en Cádiz cuando los cielos se tiñeron de rojo. Hemos querido hablar con ellos sobre este proyecto tan especial.

Entrevista

Zona Negativa (ZN): ¿Qué es Salitre? ¿por qué teníais que contar esta historia?
José Luis Vidal (J.L.V): Salitre se desarrolla concretamente en el barrio de La Viña y alrededores, un lugar con una personalidad propia. Conoceremos a la familia formada por Mariló y Chano, junto a sus hijos Carli y Kiko.
El pasado forma parte importante del relato, y a lo largo de los capítulos conoceremos más sobre el pasado de los personajes y, el recuerdo de una noche en la que la ciudad de Cádiz tembló. Y un hecho dramático que ha marcado la vida de la familia, relacionado con Raúl, el hijo mayor que falleció, y que consiguió el éxito como autor en el carnaval de la ciudad.
Salitre es una historia cotidiana, con momentos dramáticos, estampas de la vida cotidiana sobre las gentes que habitan este particular barrio.
Jorge González (J.G): Viví dos años en Cádiz y puedo decirte que fue uno de los tiempos más felices de mi vida y no solo porque allí nació mi primer hijo si no que esa ciudad me abrazó como nadie y me atrapó para siempre. Cada día pienso en ella y espero cada verano o cualquier puente para volver y mentirme que nunca me fui.

ZN: ¿Cómo surge el proyecto?
J.L.V: Jorge y yo somos amigos desde hace ya tiempo y siempre hemos querido hacer algo juntos. Él es gaditano de adopción, así que estaba claro que la historia debía suceder en Cádiz. A base de conversaciones surgió la idea que ha ido creciendo y madurando a lo largo del tiempo, llegando a lo que será si conseguimos el objetivo de la campaña.
J.G: Tras largas conversaciones playeras durante el verano, hablamos con José Luis de meternos en el tema. Cuando fuimos tirando del hilo surgió la necesidad de hablar de Cádiz también, no solamente de aquel hecho si no también de la manera de vivir de la ciudad y en distintas épocas, de la idiosincrasia de su gente y de la atmósfera que los envuelve.

ZN: José Luis, ¿Salitre sería posible sin Jorge?
J.L.V: Que va, como ya te comento, es una historia creada exclusivamente para que Jorge la plasme.

ZN: ¿Cómo ha sido el proceso de colaboración entre ambos?
J.L.V: Sobre todo a base de conversar sobre las ideas que iban surgiendo. Ésta es una historia de historias, compuesta por varios relatos que dan cuerpo al argumento. Jorge conoce al dedillo la idiosincrasia del gaditano ya que ha vivido aquí, por lo que ha resultado fácil que se meta en la trama.
J.G: Lo hemos ido conversando, creo que cada uno ha ido depositando las obsesiones particulares con respecto al tema. A medida que lo vayamos haciendo seguramente surgirán nuevos puntos de vista y nos iremos adaptando.

ZN: Jorge, tú has trabajado con varios guionistas y sobre guiones propios, ¿Qué te aporta trabajar con un guionista como José Luis? ¿Qué diferencias notas entre su trabajo y el de otros guionistas como Horacio Altuna, Olivier Bras o tú mismo.
J.G: Me gusta trabajar con mis propias historias pero reconozco que trabajar con otro es mucho mejor, sobre todo si es amigo. Se hace mucho más interesante compartir las ideas, ceder, convencer. La escritura como algo colectivo tiene otra potencia.

ZN: José Luis, ¿cómo recibes cada página nueva de Jorge? ¿son como las visualizabas tú?
J.L.V: ¡Pues te puedes imaginar! Para mí, que admiro su obra, es un regalo cada vez que veo una nueva página, ¡y no te cuento la portada! Jorge tiene absoluta libertad a la hora de plasmar el guion, por lo que es emocionante para mí la experiencia.

ZN: ¿Qué nos podéis decir del barrio de La Viña? ¿Todavía tiene marcas de la explosión del 47?
J.L.V: En la actualidad el barrio está en plena transformación, afectado por los pisos turísticos, perdiendo parte de esa esencia que lo ha convertido en lo que es, un lugar obrero, de clase media-baja, donde el carnaval se vive a tope y la gente se busca la vida como puede.
Y no, la explosión afectó sobre todo a la zona de los astilleros de la ciudad y no queda nada de aquello, tan solo un monumento que homenajea a las víctimas.

ZN: ¿Cómo se recuerda la explosión en la zona?
J.L.V: Sobre todo, la gente que ya ha rebasado los setenta recuerda aquella noche infernal. Ten en cuenta que en aquellos tiempos la mayoría de los gaditanos vivían en el Casco Antiguo, y gracias a este hecho no hubo más muertes, aunque sí que se vivió en primera persona el terror ante lo desconocido, obligando a muchos a huir hacia la única protección con la que contaban, la playa de La Caleta.

ZN: En tu caso José Luis. ¿era algo que se mencionara en tu entorno familiar?
J.L.V: Pues sí, como ya comento en la campaña, mi madre fue una niña de cinco años que, de la mano de mi abuelo, recorrió la ciudad sin saber muy bien qué ocurría.
Ella y su historia me han ayudado mucho a dar forma ficticia a una de las columnas importantes del argumento añadiendo, claro está, partes totalmente ficticias.

ZN: Jorge, ¿conocías los hechos con anterioridad al proyecto?
J.G: Cuando vivía en Cádiz, una mañana estaba en la playa Santa María con mi hijo Mateo, en esa época tendría poco más de un año, y casualmente un matrimonio de gente mayor se sentaban cerca de donde yo estaba. Con el tiempo comenzamos a hablar y fueron los primeros que me contaron acerca de la explosión que hubo en Cádiz, recuerdo quedar impactado. Desde ese día es algo que siempre me interesó y también me parecía extraño que fuera de esta ciudad nadie conociera lo que sucedió.

ZN: ¿Se puede volver a la normalidad tras un suceso traumático o nos marca para siempre?
J.L.V: Mi madre, al ser pequeña, no creo que se diera mucha cuenta de lo que pasó, pero has de saber que en esa época los astilleros eran la principal fuente de trabajo de la ciudad, por lo que fue un golpe difícil de digerir, y su reconstrucción duró varios meses.
Si a esto le sumas las víctimas, sí que hubo muchas familias que quedaron marcadas por la tragedia.
J.G: No se vuelve, imagino que la mejor opción es aprender a vivir con ese fantasma y llevarlo con cierta elegancia.

ZN: Por el argumento podemos ver que estamos ante una obra que trata de rescatar la memoria de un barrio y una familia. La pervivencia de memoria y la importancia de la familia es algo que Jorge ha tratado en anteriores trabajos como Llamarada o Maldito Allende. ¿Creéis que es importante conservar esas historias contadas por quienes la vivieron de primera mano?
J.L.V: La memoria es un regalo que todos debemos conservar a toda costa, y la tradición oral lo ha demostrado a lo largo del tiempo. Personalmente me encanta conocer esas historias directamente de quienes las protagonizaron. Son un auténtico regalo que muchas veces no sabemos apreciar.
J.G: Me parece imposible impedir la presencia el pasado, se puede por voluntad negarlo un buen rato pero luego suele colarse o manifestarse de otra manera. En mis historias suelo arrastrarlo hasta mi presente. Lo decía San Agustín, somos el presente de cosas pasadas, el presente de cosas presentes y el presente de cosas futuras.

ZN: ¿Cómo fue el proceso de documentación? ¿Son las fuentes oficiales fiables?
J.L.V: La casualidad nos ha beneficiado, ya que resulta que hay una interesante exposición permanente en la ciudad que recoge mucha información sobre lo que ocurrió. El resto ha sido a base de buscar documentación fotográfica en libros, catálogos, etc.
Pero una cosa que me gustaría dejar clara es que éste no es un cómic histórico, el episodio que cuenta los sucesos está narrado desde la óptica de la gente de la calle y cómo reaccionó ante lo que pasaba, añadiendo una trama de mi propia cosecha.
J.G: Eso mismo, es algo que sucede en algún momento de la historia pero sobre todo queremos habitar la atmósfera de una ciudad.

ZN: ¿Por qué creéis que se quiso tapar el número de víctimas?
J.L.V: Es obvio, al vivir bajo una dictadura, semejante despropósito debía de ser ocultado. Es el modus operandi habitual en este tipo de regímenes.

ZN: José Luis, esta obra supone un cambio de registro en los cómics que has realizado hasta la fecha, ¿vas a seguir con obras similares o las vas a alternar?
J.L.V: Una vez un buen amigo me dijo que no hay que centrarse en un solo género, y eso me lo aplico como lector, espectador y escritor. Hay algunos, claro está, que me atraen más que otros, pero no le hago ascos a ninguno.

ZN: Jorge, ¿cambias de alguna forma tu trabajo en función del mercado al que va dirigida la obra? ¿cómo está siendo tu experiencia en el mercado francófono?
J.G: No suelo acomodarme al mercado, tampoco es algo que desde Francia se me haya sugerido alguna vez. Hago lo que quiero y lo que puedo con cada libro, lo más honesto que llegue a ser.

ZN: ¿Por qué os decidís a sacarlo como Crowdfunding?
J.L.V: Siempre se habla de la precariedad de los autores que trabajan para España, no pueden vivir exclusivamente de su trabajo, así que pensamos que ésta era la única opción posible si queríamos que esta fuera una obra 100% producida en nuestro país.
J.G: Un trabajo que puede llevar más de tres años (tomando en cuenta la preparación del guion, documentación, lecturas, etc.) tiene que estar acompañado de una financiación que lo permita. Trabajar con Spaceman es un gran alternativa para un proyecto así.

ZN: ¿Qué ventajas tiene sacarlo con Spaceman Project en lugar de en otras plataformas?
J.L.V: Pues además de la obvia, la monetaria, al ser editorial se trata con mimo al producto, que se distribuirá adecuadamente y, por si esto no fuera bastante, tendrá sendas ediciones en francés e inglés.
J.G: Opino lo mismo que José Luis y me gustaría agregar que hace tiempo que viene siendo el momento para reflexionar sobre este tema. ¿Van bien las cosas así? pienso que no, por muchos motivos, la mayoría son complejos y largos de explicar por aquí y sí me parece sano que desde hace años se están viendo editoriales, autores y plataformas que están intentando pensar y modificar un sistema petrificado que tiene a poca gente contenta. Estaría bien leer y pensar en voz alta el libro de Walter BenjaminLa obra de arte en la era de la reproducción técnica”.

ZN: ¿Creéis qué el futuro del cómic pasa por este tipo de plataformas?
J.L.V: Personalmente, si se actúa con el criterio necesario por parte de los editores, creo que es una de las pocas opciones que quedan. Procurando siempre que el proyecto sea lo suficientemente atractivo para los posibles mecenas, claro está.
J.G: Prefiero pensar que todas las partes que conocemos tendríamos que sentarnos a conversar y ver de qué forma poder cohabitar sin seguir repitiendo errores que vienen desde hace siglos.

ZN: Además de Salitre ¿Cuáles son vuestros próximos proyectos?
J.L.V:Yo estoy embarcado en otros tres proyectos, muy diferentes entre sí (thriller, terror y humor) con los que estoy muy ilusionado.
J.G: En estos momentos estoy por acabar Cauchemar N2, una historia para Dargaud con guion de Thierry Smolderen. Mi próxima novela gráfica será ANTONIAS, para Dupuis, con guion de Katia Klein.

ZN: ¿Por qué hay que apuntarse al crowdfunding de Salitre?
J.L.V: Porque si no solo os quedaréis con la portada… Ja, ja, ja…
En serio, creo que es puede ser una historia que guste a mucho público, aunque nos sean gaditanos. Y sobre todo porque hay que seguir demostrando que existen otras maneras de editar cómic en nuestro país y que todos salgamos ganando, y pudiendo vivir de ello.
J.G: Resulta diferente hacer un libro a través del crowdfunding, es decir, interesar a la gente y de alguna manera hacerla compañera durante un par de años en la producción del libro. Pareciera mostrar otra clase de compromiso y de relación autor-lector. Se suele hacer en silencio, con cierto secreto y un día cualquiera aparece en las librerías, en el caso de SALITRE no será así.

ZN: Muchas gracias por vuestra atención. Esperemos que la campaña funcione bien y podamos disfrutar un cómic que promete ser apasionante.

Características del Crowdfunding

Salitre

Es un cómic de José Luis Vidal y Jorge González; 160 páginas en cartoné. Financiado en la plataforma Spaceman Project acaba el 6 de noviembre.

¿Nunca habéis paseado por las calles del barrio de La Viña? En sus adoquines, sus paredes revestidas de piedra ostionera están labradas mil y una historias.

Cuna del carnaval gaditano, arte que va pasando de generación en generación. Sus vecinos conviven como si más allá de la playa de La Caleta, centro neurálgico para su disfrute cuando llega el verano, se acabara la ciudad. Lugar de aguas plácidas, donde el tiempo parece detenerse mientras observamos a los chavales que, tirando a partes iguales de valor e inconsciencia, se lanzan al mar desde el Puente Canal.

Pese a haber miles de vidas, nos centraremos en la de Mariló, un mujer que ya ha rebasado los setenta, con una vida tan plácida como puede permitirse, plasma sus recuerdos en un cuaderno mientras espera que Chano, su marido, un hombre tranquilo, regrese de la peña de la esquina.

Salitre se adentra en el pasado de esta mujer, que comienza cuando ella aún no había nacido, y continúa en el tiempo, presentándonos a sus hijos, Carli y Kiko, muy diferentes entre sí, y cómo el destino de cada uno estará marcado por una importante decisión que cambiará sus vidas.

Mariló observa con pena una de las fotos que adorna un mueble, y el dolor regresa. Raúl, el que fuera el hijo mayor, talentoso carnavalero, obtuvo el reconocimiento, la fama y el éxito que lo llevó por el camino de exceso, cayendo en un negro pozo del que no pudo salir…

Historia de historias, la relación de unos hermanos se romperá hasta que se reencuentren aquella aciaga y terrible de 1947 en la que los cimientos de Cádiz temblaron. Una fugaz visión que no volverá a repetirse hasta muchos años después, cuando ya no hay espacio para los reproches.

Podéis sumaros al crowdfunding aquí.

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Diego García Rouco
Nacido en Barakaldo en 1977 donde sigo viviendo. Descubrí los cómics en una librería de barrio con Tintin, Asterix, SuperLopez y los personajes de Ibáñez. En 1989 descubrí los superheroes de la mano de Stern y Buscema con el numero 73 de la edición de Forum de Los Vengadores. A estas lecturas se fueron incorporando la novela gráfica y el manga, de los cuales, a diferencia de los superheroes, nunca me cansé. Todavía sueño con ser agente Espacio-Temporal y de Planetary, con visitar mundos de fantasía con el señor T., Philemon, Lord Morfeo, Arale y Thor. Viajar con Reed, Ben, Susan y Johnny al futuro y pasear por el cuartel de la Legión. Recorrer la antigua Roma con Alix y una cantimplora de poción mágica. Buscar Mú, perderme en un viaje al corazón de la tormenta, contemplar el Olmo del Cáucaso mientras paseo por un Barrio Lejano leyendo El almanaque de mi padre. Conseguir beber la sangre del Fénix. Leer, al fin, algún articulo de Tintín y de Fantasio sin que me molesten los absurdos inventos de Gastón. Perderme por las murallas de Samaris, mientras de la pirámide flotante de los inmortales cae John Difool. Enamorado de la chica de los ojos rojos y de Adele. Y cabalgar hacia el amanecer con Buddy Longway, Red Dust y el teniente Blueberry. Con un poco de humo azul en los labios...
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Ibai Agirre
Ibai Agirre
Lector
3 noviembre, 2020 23:13

Interesantisimo conocer el punto de vista de los autores, gracias por la entrevista.