Jim Hawkins 1. El testamento de Flint

 

Edición original: Jim Hawkins 1: Le testament de Flint (Ankama Editions).
Edición nacional/ España: Noviembre 2015 (Yermo Ediciones).
Guión: Sébastien Vastra.
Dibujo: Sébastien Vastra.
Color: Sébastien Vastra.
Formato: Cartoné 56 págs.
Precio: 16,00€.

 

Yermo Ediciones amplía su nutrido catálogo de historias de piratas con esta nueva adaptación de La Isla del Tesoro a cargo de Sébastien Vastra, quien realiza una curiosa y entretenidísima versión de este clásico del género de aventuras protagonizada por animales antropomórficos.

Si hay una obra representativa del género de piratas esa es sin duda La Isla del Tesoro del escritor británico Robert Louis Stevenson, publicada originalmente en 1883 y adaptada incontables veces al cine, al teatro, la televisión o al cómic. Se trata de una obra que reúne todos los clichés del mundo de los piratas que se han aposentado con fuerza en el imaginario colectivo desde el mapa del tesoro con la «X» que señala la ubicación del oro y las islas perdidas en aguas caribeñas hasta los aguerridos piratas con una pata de palo y un loro en sus hombros. La obra es un clásico de la novela juvenil de aventuras que trata el paso de la adolescencia a la edad adulta narrado a través de un viaje físico y emocional de su protagonista, el Jim Hawkins que da título a esta adaptación, y que destaca por su excelente ambientación, su desenfadada apuesta por la aventura y por su acertada creación de personajes carismáticos con el pirata Long John Silver al frente.

Sébastien Vastra, autor francés de carrera poco extensa y siempre como dibujante, da el salto como autor completo con esta obra en la que ha apostado por utilizar el estilo animalier, tan arraigado en la BD y que tan buenos resultados ha dado en obras tan memorables como Black Sad (Guarnido y Díaz Canales) o Grandville (Talbot).

La historia es bien conocida y está ambientada a mediados del siglo XVIII. Jim Hawkins es un joven que sueña con hacerse a la mar pero que sabe que su destino es quedarse en la posada que regentan sus padres cerca de Bristol. Su vida cambiará cuando llegue a la posada un viejo marino cargado con un cofre y que se hace llamar el Capitán. Este viejo lobo de mar prevendrá al muchacho sobre la aparición de pirata con una pata de palo y sus secuaces. Pero serán otros personajes, no menos siniestros, los que harán acto de presencia y desencadenarán una serie de acontecimientos que llevarán al joven Jim a vivir las aventuras con las que tanto había soñado pero también le enseñarán un mundo de peligros que no conocía.

La aproximación que realiza Vastra a la obra de Stevenson es en todo momento respetuosa con el material original, apostando por el entretenimiento puro, la excelente ambientación y una acertadísima caracterización de personajes, matizada por la decisión de utilizar animales antropomórficos como protagonistas. Esta decisión no desvirtúa para nada la adaptación realizada por Vastra, sino que le añade un complemento visual que dota de mucha fuerza al conjunto y que aprovecha muy bien para acentuar algunos de los rasgos de los personajes protagonistas del relato. El ejemplo perfecto de esto lo encontramos en el personaje de Bill Bones, el marino que llega a la posada de Jim y que está representado por una vieja morsa a la que le falta un colmillo, imagen que resalta las características del personaje. Algo parecido pasa con el personaje de Long John Silver representado por un corpulento gorila (aquí llamado Kong John Silver por motivos evidentes).

Este primer álbum adapta aproximadamente el primer tercio de la novela y llega hasta el momento en que el joven Jim y sus compañeros se hacen a la mar a bordo de La Hispaniola. Esto hace que estemos ante una adaptación minuciosa, fiel a la obra original y que se toma su tiempo para presentar y desarrollar personajes y situaciones. Esto no quiere decir que nos encontremos ante un desarrollo moroso de la historia sino todo lo contrario y el artista imprime un ritmo excelente al relato que engancha al lector desde las primeras páginas. Aunque en esta parte de la historia no hay muchas escenas de acción, las que hay están tratadas con mucho acierto, y las escenas en las que priman los diálogos entre los personajes, estos son ágiles y denotan el carisma de los personajes. En esto último tiene mucho que ver la calidad del material original, que el autor ha sabido trasladar a viñetas con acierto y manteniendo el carisma que Stevenson imbuyó a sus creaciones.

En el apartado gráfico Vastra da un salto considerable respecto a sus obras anteriores en cuanto a la calidad de su dibujo y del coloreado, del que también es responsable. En este apartado es donde la apuesta por el animalier da sus mejores resultados fortaleciendo la caracterización de los personajes y ofreciendo imágenes muy poderosas como la representación del capitán Flint (las planchas en las que se narra su historia son las más espectaculares del tomo) o la secuencia del asalto de los piratas a la posada en la que el artista explota con acierto la apariencia de ave carroñera del personaje del ciego Pew. Todo ello rematado con un coloreado en el que destacan los colores apagados y que contribuye a crear las diferentes ambientaciones y atmósferas que se suceden a lo largo del relato.

Este primer tomo es un todo un acierto que deja con ganas de más para seguir disfrutando de este excelente relato de piratas y aventuras. Esperemos que el autor tenga la oportunidad y el acierto de seguir desarrollando la historia con el mismo cuidado y detalle demostrados en este primer álbum a fin de que podamos volver a disfrutar, o para descubrirlo por primera vez, de este clásico de la literatura en todo su esplendor.