
De este modo, Nova acababa por ser el único Nova de toda la Galaxia, por poseer a la mundomente Xandariana dentro de su cabeza, y por ser el receptáculo de toda la Fuerza Nova, lo que le daba el paso a la madurez del personaje. Ya no estábamos ante ese
A lo largo de la etapa de DnA, veíamos como la mundomente Xandariana acababa por ocupar a Ego, el Planeta Viviente, al que bautizaba como Neoxandar, procediendo a reclutar nuevos centuriones Nova por todo el cosmos, lo que obviamente no contaba con la aprobación de un Richard Rider que había visto perecer a muchos amigos y compañeros y no quería estar rodeado de inexpertos reclutas en una galaxia que día sí, día también, estaba amenazada por catastróficos conflictos bélicos. Ello le llevaba a perder la fuerza Nova y a desarrollar un cáncer que amenazaba con terminar con su vida, motivado por la exposición a la fuerza Nova, que, una vez arrancada de su ser, lo convertía en un enfermo terminal sin posibilidad alguna de curación.
Este es el punto de partida de los últimos números de la etapa de DnA a cargo de la serie del Cohete Humano, ilustrada en esta ocasión por
Serían estos últimos números los que dieran respuesta a qué era lo que estaba haciendo el Cuerpo Nova durante la Guerra de Reyes, a por qué no pudo el cuerpo Nova prestar su ayuda en esta Guerra galáctica que estuvo a punto de diezmar a Krees, Sh’iar e Inhumanos por igual.
Finalmente, este volumen nos sitúa ya de lleno en toda la trama posterior a Guerra de Reyes y que tiene que ver con La Falla, esa enorme brecha espacio-temporal que cruza la galaxia y que surgió al final del gran conflicto Kree-Sh’iar y de la que emergen males del todo desconocidos para nuestros protagonistas. Evidentemente, será el último tomo de esta colección dedicado a los eventos galácticos que mediaron desde Aniquilación, El Imperativo Thanos (a la venta próximamente), el que resuelva esta situación, pero aquí ya vemos como Nova empieza a interactuar con La Falla y con el peligro que ésta pueda suponer para la Galaxia a la que ha prometido proteger y servir.
Por otro lado, DnA realizan en estos últimos números una de las proezas que mejor se les dan, la de rescatar personajes olvidadísimos por La Casa de las Ideas y darles una renovada vida, aunque sea meramente testimonial. Ya lo hicieron con los actuales Guardianes de la Galaxia, renovando su formación y otorgándoles tal fama que aquello acabó por encumbrar a los personajes al celuloide, y en este caso lo hacen con Starstalker, un personaje al que sólo había escrito y dibujado en los 70 Howard Chaykin y que aquí vuelve a aparecer, como un cazarrecompensas galáctico egoísta y pagado de sí mismo que no permitirá que ningún ser vivo, Nova o no, le distraiga de sus objetivos.
En cuanto al dibujo, Andrea Divito hace aquí un trabajo excelente, y es que, no en vano no es la primera vez que dibuja al elenco de personajes de la colección, por lo que su trazo firme y sencillo se desvela aquí como natural, constituyéndose un dibujo que si bien no es especialmente destacable, ni pasará a los anales de la historia del cómic, cumple con su función, no desentonando con el guión en ni un solo momento.
Guión - 7.5
Dibujo - 7
Interés - 8
7.5
Galáctico
Dan Abnett, Andy Lanning y Andrea Divitto, se despiden casi del todo de su larga etapa al frente del Cohete Humano