Bombshells Vol. I – Reclutadas

Llegan las Bombshells para cambiarlo todo.

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Edición original:DC Comics: Bombshells Digital Chapters núms. 1 a 6 USA.
Edición nacional/ España: ECC Ediciones.
Guión: Marguerite Bennett.
Dibujo: Bilquis Evely, Garry Brown, Laura Braga, M.L. Sanapo, Marc Deering, Marguerite Sauvage, Ming Doyle, Mirka Andolfo, Sandy Jarrell, Stephen Mooney, Ted Naifeh.
Entintado: Bilquis Evely, Garry Brown, Laura Braga, M.L. Sanapo, Marc Deering, Marguerite Sauvage, Ming Doyle, Mirka Andolfo, Sandy Jarrell, Stephen Mooney, Ted Naifeh.
Color: Marguerite Sauvage, Wendy Broome, Doug Garbark, Kelly Fitzpatrick.
Formato:Cartoné, 200 págs. A color.
Precio: 20,50 euros.

 

En la primavera de 2011, en Chicago, DC Collectibles presentó una serie de dibujos de Ant Lucia reimaginando y rediseñando, bajo el prisma pin´up de principios de los años cuarenta, una serie de heroínas de la editorial. Inicialmente fueron cuatro las que iniciaron la colección, de un total de nueve planificadas, siendo Wonder Woman, Harley Quinn, Hiedra Venenosa y Stargirl las que inauguraron la colección modelada por Tim Miller. Y lo que empezó siendo algo ajeno al noveno arte llegó a filtrase en este, cuando en 2015 DC Comics decidió lanzar en formato digital un cómic escrito por Margueritte Bennett donde las protagonistas fueran todas esas heroínas que Ant Lucia se había encargado de rediseñar. La serie alcanzó las 100 entregas en digital y se publicó también en papel, durante 33 números, que fueron posteriormente recopilados en seis tomos. Tomos que sirven de base para el primero que se publica en España por parte de ECC y que llega con el sugerente título: Bombshells – Reclutadas.

Bombshells no es sino el Universo DC trasladado a principios de la Segunda Guerra Mundial, en el que a la sombra del conflicto se comienza a forjar un grupo de superheroínas, las Bombshells, con el objetivo de hacer frente a la amenaza nazi.

Con esa premisa en mente, Bennett, construye la historia dejando muy claro que ninguna de sus protagonistas proviene de una contrapartida masculina, sino que ellas estaban ahí primero y que la consecuencia lógica es que sean ellas las que formen parte de esta fuerza de choque. Idea a la que es necesario añadir que cada una de ellas pertenece a un tipo de género literario, siendo las más evidentes, Wonder Woman, entablada en el género bélico, Catwoman, que se mueve con soltura en el género del espionaje más noir, Supergirl y Stargirl, hijas de la propaganda de guerra o Zatanna, que vive inmersa en una película de terror de la Hammer. Un todo que se fusiona para construir este mundo alternativo, que se apoya firmemente en un momento histórico decisivo a nivel social y cultural para la mujer y que Bennett aprovecha para desarrollar una historia de presentación de personajes, donde el sesgo histórico del que hacen gala los norteamericanos sobre el conflicto armado se deja notar en más de una ocasión.

Sin embargo, la representación de ese momento en el que las mujeres dan un paso al frente, demostrando su valía, para romper el estigma del sexo débil, al trabajar más, mejor y más duramente que los hombres, con una capacidad enorme para el sacrificio y la entrega sin condiciones, está perfectamente captado, aun siendo trasladado al género superheróico.
Bennett centra toda su atención en desarrollar una historia, que en realidad son muchas, que le permita ir generando todo ese nuevo mundo que es desconocido para el lector. Un desarrollo fluido garantiza que la información se vaya filtrando de forma muy orgánica, logrando que todo se cohesione adecuadamente y facilite la inmersión en la trama.

Personajes femeninos perfectamente reconocibles van apareciendo a lo largo de cada número y van desplegándose distintas tramas con las que ir generando el necesario conflicto que justifique todo cuanto se está narrando. La obra funciona bien, pero no resulta abrumadora en su propuesta, mostrando sus debilidades sobre todo en lo que se refiere a la historia en sí misma. Las protagonistas resultan muy interesantes, la ambientación es más que adecuada, la puesta en escena es más que correcta, pero ese todo no cuaja y forma grumos que no hacen sino añadir una más que patente irregularidad argumental.

Bombshells es un cómic necesario para los lectores, para la industria y para la sociedad, donde el valor de la persona esta muy por encima de su sexo. Bennett triunfa a la hora de lanzar este mensaje y lo hace sin caer en la banalización o en el desprecio del sexo masculino, algo que sin duda empobrecería a la obra al ser un camino manido, facilón y poco elegante a la hora de mostrar su valor como obra.

Con sus fortalezas y sus debilidades, Bombshells se erige como un cómic a tener en cuenta por unificar en sus páginas la esencia pura de lo que quiere representar, acción, misterio, aventuras y grandes leyendas que se dan la mano bajo ese paraguas aterrador que es la guerra y donde, gracias a la labor de Bennett, la esperanza tiene un nombre. Un momento histórico para la humanidad que es rediseñado por completo y visto a través de un prisma totalmente nuevo, para ser toda una declaración de intenciones.

  Edición original:DC Comics: Bombshells Digital Chapters núms. 1 a 6 USA. Edición nacional/ España: ECC Ediciones. Guión: Marguerite Bennett. Dibujo: Bilquis Evely, Garry Brown, Laura Braga, M.L. Sanapo, Marc Deering, Marguerite Sauvage, Ming Doyle, Mirka Andolfo, Sandy Jarrell, Stephen Mooney, Ted Naifeh. Entintado: Bilquis Evely, Garry Brown, Laura Braga,…

Un nuevo punto de vista.

Guion - 6
Dibujo - 7.5
Interés - 7.5

7

Un cómic muy necesario, donde se lanza un mensaje claro y contundente, al que le falla su historia. Todo funciona, menos el apasionarse por este interesante grupo.

Vosotros puntuáis: 7.56 ( 4 votos)
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digodiego
digodiego
Lector
22 octubre, 2018 12:07

A mi me pareció un cómic flojísimo en todos sus aspectos. El guión, a mi gusto, bastante aburrido e insulso, por no decir malo. El capítulo de la propaganda comunista es un wtf mal hecho aunque la idea sea buena y, santo Dios, los capítulos dedicados a Harley Queen son para volarse los sesos (todos los cómics de Harley son así de cargantes? Porque uff).

Pero la palma se la lleva el dibujo que, sin ser ofensivo (Hola Ming Doyle, aún me duelen los ojos, maldita seas), desaprovecha los diseños de Ant Lucia que son geniales y la razón por la que me compré el cómic en primer lugar.
Supongo que ese es el problema. La obligación de inventarse una historia para justificar unos diseños en vez de inventarse unos diseños para justificar una buena historia. (El único dibujo que se medio salva y le da ese toque pulp pin-up cinquentero que se merece esta serie, es el de Marguerite Sauvage).

Pues eso, un cómic de segunda hecho sin inspiración. Ni siquiera me llegó el mensaje que comenta Gustavo. Preferiría haberme gastado la pasta en imprimirme las ilustraciones de Lucia, sinceramente 🙁