Portada Bola Ocho de Daniel Clowes

Edición original: The Complete Eightball 1-18 (Fantagraphics, 2022)
Edición nacional/España: Bola Ocho Integral (Fulgencio Pimentel, 2024)
Guion, Dibujo y Color: Daniel Clowes
Traductor:: Alberto Gª Marcos
Diseño de interior: Daniel Clowes
Diseño de cubiertas: Daniel Clowes, Daniel Tudelilla y César Sanchez
Rotulación: Daniel Tudelilla, Alberto Gª Marcos y Joana Carro
Revisión: Leticia Oyola Estrella y Joana Carro
Formato: Cartoné. 536 páginas. 59€

Bola Ocho 4 de Daniel Clowes

«¡Bienvenido a la casa de mis sueños!»

Este cuarto número de la serie apareció en octubre de 1990, el mes en el que se produjo la unificación de la República Democrática Alemana y la República Federal Alemana, por lo que Alemania volvió a ser una nación unida.

Tenemos una portada que resultara enormemente familiar a todos aquellos que seguimos a Clowes desde hace muchos años ya que fue la elegida por La Cúpula para su serie de Bola Ocho aparecida en los noventa en la colección Brut Comix que tantas alegrías no dio en aquellos años tan duros para los fans del cómic que buscábamos algo diferente de los que nos ofrecían las majors americanas. En esta entrega nos encontramos con varias historias: ¿Qué haces cuando te resfrías?, la cuarta entrega de Como un guante de seda forjado en hierro, Te amo locamente (protagonizada por Lloyd Llewellyn), La fantasía masturbatoria de Dan Pussey, El futuro y Frustración Sexual. Como es habitual vamos a analizarlas por separado.

¿Qué haces cuando te resfrías? es la página con una pregunta que habitualmente cerraba la revista, en esta ocasión aparece en la cara interior de la portada y en ella volvemos a encontrarnos con ese humor tan surrealista y desconcertante que es marca habitual de la sección que busca hacer un critica muy acida a la sociedad occidental. En esta entrega pone el foco sobre el variopinto catálogo de personas que se automedican y aconsejan medicamentos sin tener titulación alguna y nos recuerda que no son un fenómeno actual ligado a las redes sociales. Una forma de entender el mundo que ha dado alas a las teorías de las seudociencias y los que las difunden que tanto daño están provocando en la sociedad actual que les ha dado canales de televisión y programas en prime time que llenar de bulos y teorías de la conspiración.

En la cuarta entrega de Como un guante de seda forjado en hierro la búsqueda de Clay siguen tornándose en una onírica espiral de locura por la que se ve irremediablemente arrastrado. La sensación de desconcierto se acentúa todavía más con esta historia en la que los personajes que se cruzan en el camino del protagonista son cada vez más extraños y las situaciones más delirantes. Aunque la trama avanza de forma inesperada siempre parece que por momentos Clowes consigue centrarla y podemos empezar a intuir el camino que quiere seguir añadiendo nuevos misterios que va conectando algunos de los que hemos visto con anterioridad, pero sin que podamos predecir nada con seguridad salvo que nos vamos a seguir encontrando con una visión distorsionada hasta el exceso de la sociedad estadounidense que hace que el ambiente malsano que respira la historia este cada vez más enrarecido.

Te amo locamente es la última historia protagonizada por Lloyd Llewellyn que hizo Clowes, aunque el personaje todavía se paseó a modo de cameo por alguna otra historia. Se trataba de una serie y un personaje que habían permitido al autor de Chicago demostrar su amor por el cómic de los años cincuenta y sesenta, pero que las reglas que se había autoimpuesto para hacerla constreñían demasiado el tipo de historia que quería contar, pese a que tanto en esta como la que apareció en el número anterior de la serie las dejaban de lado esas reglas. Esta historia es una continuación de la ya mencionada Te odio a muerte, en la que Clowes trata de contarnos a través de Lloyd que es lo que le gusta, pero que se vuelve a convertir en una crítica a la sociedad, sobre todo centrada en la cultura y, en particular, en el cómic. Un medio del que nos hace una perfecta semblanza en unas pocas viñetas que nos muestra la realidad que atravesaba en los años noventa.

La fantasía masturbatoria de Dan Pussey es un retrato inmisericorde del patetismo mitómano de algunos fans del medio, además de mostrarnos la forma irreal y ultrasexualizada en la que el cómic mainstream estadounidense ha reflejado a las mujeres. Un divertido espejo deformante que nos deja ver lo que ha cambiado el medio gracias a obras como la de Clowes que ha atraído a nuevos autores con una nueva mentalidad que han acercado el medio a otro público. Pero también vemos una de las características principales de los personajes que protagonizan algunas de las historias del creador de Bola Ocho como los problemas de inadaptación y su incapacidad para relacionarse con otras personas de una forma normal.

En la historia corta El futuro nos volvemos a encontrar con el Clowes más mordaz y con instinto más agudo para interpretar la realidad. A través de un relato de humor vemos como teoriza sobre hacia donde creía que nos llevaban el futuro y resulta bastante descorazonador en cuantas cosas ha acertado de pleno pese a la exageración presente en muchos de los conceptos que plantea. Cada viñeta hacer referencia a un tema, lo que provoca que sea una historia llena de altibajos, pero con momentos realmente brillantes. Además de esa visión del futuro llama la atención el estilo tan preciosista que emplea lleno de líneas que nos pueden recordar al del Crumb más virtuoso. Además, el mundo del futuro que plantea está repleto de algunos diseños realmente brillantes en los que se puede ver su gusto por la estética retrofuturista.

En la cara interior de la contraportada nos encontramos con la sección de correo con algunos nombres conocido del medio y en la contraportada nos encontramos con Frustración Sexual, una historia corta con la que el autor de Monica nos muestra su lado más transgresor.

¿Os gustaría leer nueva aventuras de Lloyd Llewellyn?

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Nos vemos dentro de una semana con el análisis del quinto número de la serie aparecido en febrero de 1991, siempre y cuando el picor que siento en la planta del pie desde hace un mes no sea nada grave.

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Diego García Rouco
Nacido en Barakaldo en 1977 donde sigo viviendo. Descubrí los cómics en una librería de barrio con Tintin, Asterix, SuperLopez y los personajes de Ibáñez. En 1989 descubrí los superheroes de la mano de Stern y Buscema con el numero 73 de la edición de Forum de Los Vengadores. A estas lecturas se fueron incorporando la novela gráfica y el manga, de los cuales, a diferencia de los superheroes, nunca me cansé. Todavía sueño con ser agente Espacio-Temporal y de Planetary, con visitar mundos de fantasía con el señor T., Philemon, Lord Morfeo, Arale y Thor. Viajar con Reed, Ben, Susan y Johnny al futuro y pasear por el cuartel de la Legión. Recorrer la antigua Roma con Alix y una cantimplora de poción mágica. Buscar Mú, perderme en un viaje al corazón de la tormenta, contemplar el Olmo del Cáucaso mientras paseo por un Barrio Lejano leyendo El almanaque de mi padre. Conseguir beber la sangre del Fénix. Leer, al fin, algún articulo de Tintín y de Fantasio sin que me molesten los absurdos inventos de Gastón. Perderme por las murallas de Samaris, mientras de la pirámide flotante de los inmortales cae John Difool. Enamorado de la chica de los ojos rojos y de Adele. Y cabalgar hacia el amanecer con Buddy Longway, Red Dust y el teniente Blueberry. Con un poco de humo azul en los labios...
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