Belleville Story Integral

 

Edición original: Belleville Story 1. Avant Minuit, Belleville Story 2. Après Minuit, 2012, Dargaud.
Edición nacional / España: Belleville Story, Colección Cómic Europeo, abril 2014, Norma Editorial.
Guión: Arnaud Malherbe.
Dibujo: Vincent Perriot.
Color: Isabelle Merlet.
Formato: 168 páginas a color editadas en cartoné.
Precio: 24 €.

 

Qué delicia es llegar a la tienda habitual y encontrar una novedad de la que no conoces absolutamente nada. La coges del estante, la abres, la olfateas para comprobar la calidad del papel –sí, yo también lo hago-, la ojeas. Y caes hechizado. La edición es estupenda, pero lo que pasa, como suele ser, es que lo te llama la atención es el dibujo, lo que entra por los ojos. Y vaya dibujo tiene este Belleville Story. Entonces es cuando miras el precio. Norma Editorial, piensas, clavazo asegurado. Pero cual es tu sorpresa que, para ser un integral de dos álbumes franceses, su precio es menos del que esperabas. A la saca entonces. Aquel tomazo recopilatorio podrá esperar. Esto parece una delicatessen en toda regla. Y es entonces cuando, en tu día libre y con ese sol de justicia, con esas muchachas deambulando por el barrio y las terrazas reproduciéndose por las calles como conejos, decides tomar una caña. El tebeo recién comprado te pica en la mochila, así que lo sacas. Cómics, sol y cerveza. Plan perfecto. Y es abrir la primera página y no poder soltarlo hasta el final. Suena a cliché, pero es así. El estupendo guión de Malherbe así lo consigue. Las cañas siguen pasando, casi a la velocidad a la que te lees el tebeo. Y después de esa hora de estupenda lectura, cierras la tapa con la sonrisa de la victoria. Tebeazo. Nuevos autores –al menos nuevos para ti- a tener en cuenta. Y otro volumen más a la combada estantería de BDs, esas que compraste en IKEA porque no te quedó otra. Esas que están a punto de morir pues no fueron diseñadas para soportar el peso de esos kilos de papel impreso que te empeñas en almacenar. Esos kilos de papel que sabes que conformarán la base y combustible de tu pira funeraria.

Después de este relato ombliguista, ¿sigues ahí? Perfecto. Es hora de contar de qué va Belleville Story. La obra es una adaptación de una TV movie homónima francesa dirigida en 2009 por su autor Arnaud Malherbe. En la línea del polar más contemporáneo, Malherbe y Vincent Perriot han elaborado una trama de los bajos fondos parisinos, tan verosímil que asusta, tan redonda que lamentas que no vaya a ser el arranque de una serie de álbumes. ¿Qué es el polar, te preguntas? La versión francesa del género policíaco. ¿Eso no era el noir? También, pero esto era anterior. El polar –más concretamente el neo-polar-, tiene unas importantes connotaciones políticas y sociales, ya que suele representar las comunidades criminales como grupos sociales con sus normas, argots y demás, al tiempo que hace denuncia de las lacras del país. Así que Belleville Story viene a ser un ejemplo perfecto de esto, ya que hace un repaso a las mafias operantes en el Belleville del título, un barrio marginal de París de lo más peligroso. Es por esto que los autores no se andan con chiquitas. El ambiente es opresivo, la trama tiene arrebatos crueles y a pesar de que un constante sentido del humor puebla las viñetas, Malherbe y Perriot no se cortan en mostrar la crudeza de la mala vida que los protagonistas se ven forzados a padecer con el fin de poder permancecer en el primer mundo. Aunque sean sus despojos. La trata de blancas, la prostitución, los ajustes de cuentas y el secuestro se dan la mano para servir como excusa para contar al tiempo una historia de amor y el nacimiento de una amistad. O eso parece.

Freddy, un delincuente de poca monta, accede a asesinar a un extraño turista chino con el fin de poder pagar la deuda de su amante, una muchacha forzada a prostituirse para poner fin a la deuda. Pero la trama da un giro en el momento en el que Freddy se ve forzado a aliarse con su víctima para ayudarle a rescatar a un otra muchacha china de las zarpas de la prostitución. Y esto es solo el punto de partida del estupendo, repito, guión de Malherbe. Una obra donde el guionista sabe preñar la trama de puntos de giro chocantes, tremendos momentos álgidos y una agilidad digna de los mejores thrillers. Pero en lo que destaca el trabajo de Malherbe es en la verosimilitud y en la particularidad que desprenden sus personajes, cuyos diálogos y sobretodo, durante esos momentos de calma donde los personajes desnudan su carácter, brillan como creaciones del todo logradas. Con Belleville Story, Malherbe logra esa sensación inusual en el lector de sentir que gracias a la lectura del tebeo éste acaba conociendo el lugar que describe. Tal es el poder de sugerencia. Pero por si esto fuera poco, Malherbe crea un personaje, ese extraño turista chino, que solo por haberlo conocido, bien vale pillar el tebeo. Y no puedo hablar más que temo destripar detalles importantes.

Pero es evidente que el guión no brillaría de la manera que lo hace sin el trabajo superlativo que lleva a cabo Vincent Perriot. Con un aspecto que recuerda a priori el trazo nervioso de Joan Sfar, Perriot se demuestra mejor que su contemporáneo gracias a dos factores evidentes: el dinamismo de sus escenas de acción –incluso en las de calma- y el uso de la perspectiva. Sus figuran vuelan por las viñetas, con perspectivas forzadas, algo aberradas en situaciones, manejando con sapiencia las posibilidades expresivas de los tiros de cámara –por llamarlos de alguna manera-, así como demostrando conocer la importancia de los fondos no solo para describir el entorno en el que se mueven los personajes, sino para narrar cómo este entorno afecta a los mismos. Si con treinta años recién cumplidos es capaz de ofrecer planchas de semejante calidad, tened por seguro que durante los próximos diez años escucharemos con asiduidad el nombre de este autor.

Si tenías alguna duda, bórrala de tu cabeza y hazte con este integral, busca una horita libre y léetelo del tirón. Dudo mucho que te arrepientas.