Batman: La maldición del Caballero Blanco

Un antiguo misterio trastocará la vida de Batman y Gotham donde nada será igual tras esta historia.

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Edición original:Batman: Curse of the White Knight núm. 1-8 USA
Edición nacional/ España: ECC Ediciones
Guion: Sean Murphy
Dibujo: Sean Murphy
Entintado: Sean Murphy
Color: Matt Hollingsworth
Formato:Grapa, 32 págs. A color.
Precio:2,95 € por grapa.

Un antiguo misterio sobre la construcción de Gotham City amenaza la ciudad. Batman tiene mucho que ver en ello y las consecuencias serán devastadoras para el murciélago. Sean Murphy continúa su aclamada serie Batman: Caballero Blanco sin el protagonismo absoluto del Joker de la primera entrega (sin que este deje de tener incidencia en esta secuela) para centrarse en Batman y sus decisiones respecto al secreto que encierra la ciudad.

El cómic comienza en 1685 en la mansión Arkham, hasta aquí se remonta al pasado. Acto seguido el Joker, alejado de Jack Napier, realiza su jugada. Alfred moría en el volumen anterior de la serie (parece que a Didio/King les gustó la idea) y deja un libro para Bruce. Convenientemente todas estas premisas caminan en la misma dirección. Con estos elementos la trama de este particular universo de Batman vuelve a girar. La historia avanza de forma trepidante ocurriendo hechos impactantes con una inteligente reimaginación de los hechos por parte de Murphy que además se muestra más lúcido en sus letras de lo que estaba en la serie anterior.

Un estúpido alcaide de Arkham para lucimiento de Batman, Jean Paul-Valley abrazando su destino, Batgirl revelada al mundo como Bárbara Gordon, Harley Quinn, la menos mala de este universo, Harleen Quinzel, la que se acerca al payaso por Jack Napier, no por el Joker, está embarazada. La Batcueva y la mansión Wayne destruidas. Y no hemos llegado al Libro Tres. Fin de los spoilers. Sirva como muestra de que en esta serie pasan muchas cosas, muy deprisa, dotando la trama de un ritmo frenético, nunca agobiante, todo se siente a la velocidad apropiada.

Este Batman de Murphy es reactivo, la trama lo sitúa siempre reaccionando, continuamente le lleva la contraria a la policía o a sus antiguos discípulos, perdidos en la serie anterior cuando se unieron a la UAG, cada vez que tiene oportunidad de discrepar, discrepa y sus planes van en contra de todas las opiniones. Por momentos se sentirá perdido y cometerá más de un error, pero es uno de los murciélagos más valientes de los últimos tiempos, sin entrar a valorar si esto es bueno o malo.

El Joker es afilado, peligroso, manipulador, con muy mala idea, bien utilizado por Murphy que pronto lo deja en un segundo plano, como ya hiciera en su primera serie, no era una historia sobre el Joker, era sobre Jack Napier, algo que se hace más patente leyendo esta secuela. Bien representado el payaso del crimen, con tantas encarnaciones distintas vistas últimamente esta resulta muy satisfactoria dentro de lo que se espera del personaje. Siempre y cuando sea el Joker como tal, si es el ya famoso alter ego, no, en ese caso recuerda poderosa y obviamente a Dos Caras.

Azrael es un enfermo mental, las visiones nublan su buen juicio, si bien ya era alguien con un pasado del que avergonzarse. La revelación de la historia antigua de Gotham le otorga un propósito. No tiene nada que perder, está bien entrenado, tiene el equipo y una gran determinación, se percibe como alguien imparable. Su reimaginación está muy bien llevada, se siente canónico, actual y acorde a este Murphiverso, con continuos guiños al Azrael que todos conocemos.

El cómic no está atado a ninguna continuidad, al contrario que muchas otras versiones libres de ataduras, Murphy abraza este concepto abierta y gustosamente, aprovechando al máximo la libertad que tiene para contar su historia. Sin lastre juega con los personajes llevándolos a la muerte, sean héroes o villanos, o embarcándolos en decisiones de las que no hay vuelta atrás. En esto y en la variación de circunstancias conocidas por los seguidores del personaje reside la fuerza de la serie, además por supuesto, del dibujo del que hablaremos más adelante. Como puntos débiles, Murphy no se libra de darle más protagonismo del necesario a Harley Quinn, parece que a los autores les gusta y su masificada presencia no se debe solo a una imposición editorial para vender cómics y posteriores figuras. La resolución del misterio tampoco está a la altura, se proclama como algo importante y quizás lo sea, pero no se percibe como realmente fundamental. Es un punto flojo porque muchas páginas lo tratan directamente e influye toda la trama como para que su resolución no cumpla con todo lo que ha prometido. Por suerte, el gran secreto no es la conclusión de la obra y las, en parte consecuencias de él, son las que cambian el estatus de Batman para siempre. Realmente no acaba de estar bien justificado lo que ocurre, pero si se obtiene una sensación contraria rápidamente pasa a un segundo plano por el continuo devenir del cómic. El autor mejora con los secundarios cuya caracterización en la serie anterior estaba claramente supeditada a la historia que se quería contar. Nightwing por fin se siente como él mismo, en una emotiva conversación con Batman. La caracterización del Dick Grayson de Murphy dejaba mucho que desear. El clímax final está a la altura y el epílogo nos deja una probable continuación con la aparición de Jason Todd. Lo que sí que está anunciado es el spin-off de esta Harley Quinn, de la mano de Murphy junto con su esposa Katana Collins, autora de éxito, y la colaboración de Matteo Scalera y Dave Stewart en una miniserie de seis números.

Colección enmarcada dentro del sello Black Label, cabría esperarse un formato mayor del habitual, tapa dura y un coste elevado. No es el caso de La maldición del Caballero Blanco, editado en grapas de 32 páginas a 2´95 euros con un adelanto de lo que vendrá en el siguiente número, al final de la grapa en blanco y negro para apreciar el excelente arte del autor. Un movimiento por parte de ECC que es de agradecer pero que sin embargo deja un regusto amargo al pensar el porqué del formato de lujo del resto de las obras del sello, limitando mucho el número de lectores que acceden a estos cómics. Ocho grapas forman la serie, pero no hay que olvidar el especial de Von Frío, único tebeo que no ha dibujado Murphy de su particular universo, que realizó junto a su colega y leyenda del cómic Klaus Jansen. Una historia sobre el otrora villano y su juventud en la Alemania nazi que eleva el conjunto de la obra y que no está incluida en la serie, según el propio autor porque se quedó sin espacio. Es de esperar que con la recopilación en tomo se incluya este especial.

El dibujo de por sí vale la compra del cómic. Detallista a niveles enfermizos, dinámico, imaginativo en su composición, con un gran diseño de personajes, espectacular. Además, en esta segunda entrega no solo vemos Gotham como estamos acostumbrados (que dibujada por este autor se ve muy bien) también contemplaremos villa de Gotham, una ciudad pirata que permitirá a Murphy soltarse la melena: floretes (incluso veremos a Alfred con uno), sables, piratas, castillos, barcos, acantilados, en una genial representación de un mundo que no se espera ver en un cómic de Batman. Sin olvidarse de su gran fetiche, los coches. Entre otros, Murphy se esmera con un Alfa Romeo Giulia de 1962, que por cierto ¿se lo regala a Harley? Nada como ser el equivalente de Catwoman en este universo. Un Datsun 280Z (este es el de Nightwing) o los Batmóviles más icónicos, el de la serie de televisión de Adam West, el de la serie animada de Bruce Timm y Paul Dini, el de la trilogía de Nolan o el de la película de Burton y Keaton “el favorito” de Batman y probablemente del autor. Un completo disfrute visual que cuenta con el imprescindible color de Matt Hollingsworth, colaborador estrella de Murphy que dota cada viñeta de la atmósfera correcta y la resalta de la mejor manera en una simbiosis con el dibujo ejemplar.

Una obra, que como casi todas, gana mucho leída entera y seguida, con sus virtudes en la continua variación de la mitología de Batman y la inteligente reimaginación de hechos conocidos por el aficionado, sin ningún miedo por hacer avanzar la historia o ser definitivo en cuanto a circunstancias o personajes, pero que se pierde un poco al magnificar el gran secreto que se relata en la serie. Con todo Murphy se muestra más inspirado con las palabras que el volumen anterior y aquel ya era un cómic muy disfrutable. Apoyado siempre en el excepcional arte que entrega el libro con la ayuda al color del reputado Matt Hollingsworth. Un cómic muy recomendable por sí mismo, pero como historia de Batman con principio y final, se convierte en una magnífica opción.

Edición original:Batman: Curse of the White Knight núm. 1-8 USA Edición nacional/ España: ECC Ediciones Guion: Sean Murphy Dibujo: Sean Murphy Entintado: Sean Murphy Color: Matt Hollingsworth Formato:Grapa, 32 págs. A color. Precio:2,95 € por grapa. Un antiguo misterio sobre la construcción de Gotham City amenaza la ciudad. Batman tiene…

Definitivo

Guion - 8
Dibujo - 9.5
Interés - 8

8.5

Sean Murphy expande su batverso de la mejor de las formas, con buen guion, espectacular dibujo y definitivo en sus sucesos. Una historia muy a tener en cuenta si quieres leer un Batman autoconclusivo.

Vosotros puntuáis: 8.06 ( 26 votos)
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Drury Walker
Drury Walker
Lector
23 agosto, 2020 11:24

Pues muy de acuerdo contigo, haces un analisis muy completo en el que poco se puede añadir. Yo espero que en futuras expansiones del universo se obvie o se deje muy de lado a Bruce porque, para mi, es el personaje que peor funciona, por lo que apuntas.

Del final WTF total no digo nada. Algo haran con eso!

Y como off-topic, segun dijo el propio King el no queria matar a Alfred. Se planteo la escena como un cliffhanger engañoso del que ya tenia una salida pensada, pero la editorial (en parte por las reacciones en redes sociales) mandaron que fuera una muerte definitiva. Lo definitiva que puede ser una muerte en un personaje de comic que ya lo ha estado!

Jose Gomez
Jose Gomez
Lector
23 agosto, 2020 16:36

Pues.. no me gusta, lo siento. Al final me ha dejado sintiendo que la serie solamente ha servido para destrozar todo el universo de Batman, haciendo pedazos la mayor parte del lore en una manera apresurada y chapucera (la escena de la purga en masa de los villanos me supo a hiel, fue como si mataran a un puñado de don nadies sin dar pelea por mero shock value) todo para un payoff que en verdad no me ha parecido que valiera la pena echar la casa abajo.

En resumen que yo mayoritariamente lo he sentido como un ‘proyecto de vanidad’ de Murphy por encima de cualquier otra cosa.