ZN Cine – Crítica de El Hobbit: La desolación de Smaug de Peter Jackson

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Dirección: Peter Jackson
Guión: Philippa Boyens, Peter Jackson, Fran Walsh, Guillermo del Toro (Novela: J.R.R. Tolkien)
Música: Howard Shore
Fotografía: Andrew Lesnie
Reparto: Martin Freeman, Ian McKellen, Richard Armitage, Hugo Weaving, Andy Serkis, Cate Blanchett, Christopher Lee, Elijah Wood, Ian Holm, Orlando Bloom, Evangeline Lilly, Benedict Cumberbatch, Luke Evans, Stephen Fry
Duración: 160 minutos
Productora: Metro-Goldwyn-Mayer (MGM) / New Line Cinema / WingNut Films
País: Estados Unidos

 

Hoy resulta algo casi de dominio público, todos los aficionados a la fantasía épica y los seguidores de la trilogía de películas de El Señor de los Anillos del neozelandés Peter Jackson, reconocen el nombre del escritor y filólogo británico J.R.R. Tolkien como el del creador del fantástico universo de la Tierra Media. El considerado como «padre» de la literatura moderna de fantasía, pese al trabajo de otros compañeros y autores precedentes, resulta hoy casi inapelable, pero todo empezó en 1932 con un pequeño cuento de hadas llamado El Hobbit y cuya única finalidad era contentar a sus propios hijos. Por pura obstinación del destino, El Hobbit acabaría pasando de mano en mano hasta llegar a las de Stanley Unwin, presidente de la editorial George Allen & Unwin, el cual confiando en el criterio de su propio hijo se decidiría a publicar la obra de J.R.R. Tolkien y su casi inmediata popularidad desembocaría en un fenómeno que acabaría por terminar explotando violentamente en 1954 con la trilogía de novelas de El Señor de los Anillos.

La historia de El Hobbit seguía las increíbles y fantásticas aventuras de Bilbo Bolson, el famoso hobbit del título, cuando acaba siendo convencido por el mago Gandalf para abandonar su monótona y tranquila vida en las tierras de la Comarca para unirse a una expedición comandada por el desterrado rey enano Thorin Escudo de Roble al que acompañan sus amigos y compañeros de armas Balin, Glóin, Bifur, Bofur, Bombur, Dwalin, Ori, Dori, Nori, Óin, Kíli y Fíli en una misión imposible: viajar hasta Erebor, hasta la Montaña Solitaria, para derrotar al terrible dragón Smaug y recuperar su antiguo reino y su tesoro. En el camino todo tipo de peligros y amenazas, orcos, arañas gigantes, huargos y una retorcida y extraña criatura llamada Gollum, pero también muchas maravillas y cosas asombrosas, desde la fastuosa y bella ciudad élfica de Rivendel a las Colinas de Hierro de los enanos, reflejo todo ello de un mundo impresionantemente vasto y de una apasionante y rica mitología (o legendarium como la definiría su mismo autor) construida piedra sobre piedra y palabra por palabra por J.R.R. Tolkien a lo largo de toda su vida. Y entonces llegó Peter Jackson para dar vida al mito.

Para el director Peter Jackson su trabajo en la trilogía de El Señor de los Anillos supuso toda una revolución en su carrera, pasando de su coqueteo con la serie B y su participación en producciones como Mal Gusto, Braindead o Criaturas Celestiales, con las que se había dado a conocer a finales de los años ochenta y conseguido una pequeña pero fiel cantera de admiradores, a convertirse en uno de los cineastas y productores más importantes de la última década logrando conquistar una libertad de movimientos dentro de Hollywood que le han permitido proyectar y llevar a cabo sus propios caprichos: dirigir una nueva versión de King Kong llena de efectos especiales, encargarse de la adaptación a la gran pantalla de la novela Desde mi cielo de Alice Sebold o financiar proyectos como Districto 9 de Neill Blomkamp o Las aventuras de Tintín: El Secreto del Unicornio de su socio Steven Spielberg. Todo esto ha sido posible gracias al desbordante éxito de una serie de películas que han marcado época, aplaudidas por la crítica y ovacionadas por el gran público, fanáticos o no de la obra de J.R.R. Tolkien, logrando embolsarse más de 2900 millones de dólares una visionaria New Line Cinema que había confiado en Peter Jackson y sentando así las bases para abordar el futuro regreso a la Tierra Media con la adaptación de El Hobbit.

Tráiler español de El Hobbit: La desolación de Smaug

Hay que puntualizar que no es la primera adaptación realizada del libro de J.R.R. Tolkien ni la visión de Peter Jackson la primera en ver la luz, recientemente, el año pasado, se pudo recuperar una versión checoslovaca animada que hasta ahora se creía perdida, basada en las ilustraciones de Adolf Born, producida en 1966 por William L. Snyder y dirigida por Gene Deitch (se puede visionar directamente en youtube aquí mismo), realizador que había trabajado en la serie original de Tom y Jerry y había firmado otras traslaciones clásicas animadas como las llevadas a cabo con las novelas de Maurice Sendak en La cocina de noche y Donde viven los monstruos. Por su parte, en 1977, el tándem formado por Jules Bass y Arthur Rankin Jr. dirigirían el inicio de una trilogía animada concebida para televisión de la obra de J.R.R. Tolkien, compuesta por tres únicos títulos: El Hobbit, El Señor de los Anillos y El retorno del Rey. Pero no sería hasta la llegada del presente siglo XXI, con las posibilidades ofrecidas por los efectos especiales de última generación y la ambición y pasión de Peter Jackson, cuando podríamos ver a los personajes de J.R.R. Tolkien hechos carne y hueso, vislumbrar en todo su esplendor las maravillas de su Tierra Media y vivir una epopeya como pocas se han podido disfrutar en las salas de cine.

Por todo esto, las buenas sensaciones dejadas por la trilogía inicial en toda una generación de espectadores, reconocidas con diecisiete premios Oscar, diez premios BAFTA y cuatro Globos de Oro, el proyecto de adaptación de El Hobbit sería visto con cierto recelo sobre todo cuando se empezarían a conocer algunos detalles: la división de la novela original en una nueva trilogía o el fichaje de Guillermo del Toro como director mientras Peter Jackson ejercía sólo tareas de asesoramiento y producción. La maquinaria había comenzado a ponerse en marcha y se revelarían los títulos de las nuevas películas: El Hobbit: Un Viaje Inesperado, El Hobbit: La desolación de Smaug y El Hobbit: Partida y regreso (en la que supuestamente se enlazarán los acontecimientos ocurridos entre El Hobbit y El Señor de los Anillos). Finalmente, Guillermo del Toro se caería de la producción, anunciándose el regreso del director neozelandés a la Tierra Media para hacerse cargo de un reparto en el que destacaban caras nuevas y viejas como las de Martin Freeman, Ian McKellen, Richard Armitage, Hugo Weaving, Andy Serkis, Cate Blanchett, Christopher Lee, Elijah Wood y Orlando Bloom. Posteriormente, El Hobbit: Un Viaje Inesperado llegaría a los cines de todo el mundo, con un previsto tono más infantil, con un criticado «decompressive storytelling», pero recobrando la magia y la fantasía de la trilogía inicial y convirtiéndose en un sonoro éxito. Ahora llega su secuela, El Hobbit: La Desolación de Smaug, el viaje y la búsqueda continúan y el dragón Smaug espera.

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Una de las escenas más recordadas de El Hobbit según J.R.R. Tolkien

Donkey Kong y el Templo Maldito, por Luis Javier Capote Pérez

La segunda parte de la segunda trilogía que Peter Jackson ha dedicado a las más populares obras de J. R. R. Tolkien ha llegado a las salas de cine en plena campaña navideña, con la clara finalidad de arrasar en taquilla. Una vez quedó patente en la entrega anterior la capacidad del director neozelandés y sus esbirros para alargar una novela de poco más de trescientas páginas, solamente restaba sentarse en la butaca y ver qué nuevas adendas se habían producido respecto del original.

Lo primero que me gustaría destacar es la patente intención de Jackson de enlazar esta trilogía con la que rodara hace más de diez años. En la forma y en el fondo, El hobbit y El Señor de los Anillos forman parte de la misma serie de filmes y esto queda patente en la introducción de guiños alusivos a la primera entrega (como la breve conversación entre Legolas y Gloin a cuenta del retrato de su hijo Gimli) y en el empleo de ciertos recursos narrativos (como el inicio de la cinta dando un paso atrás para explicar detalles de la trama, cosa que ya hizo en El retorno del Rey para contar la historia de Smeagol / Gollum). Ahora bien, cualquiera que haya leído El hobbit se dará cuenta de que el tono de ésta es mucho más infantil y de cuentecito que el de su continuación, más adulta y épica. Esta sensación se hace más fuerte si, como en mi caso, se leyó primero la continuación, aún teniendo en cuenta que Tolkien tuvo que reescribir algunos pasajes de la novela original para que se ajustara mejor a lo que estaba haciendo con la guerra del anillo. Si el creador sacó una versión “actualizada” ¿puede negarse a don Peter el uso de este recurso? Yo creo que no, pero el problema de esta respuesta es el de plantear dónde estaría el límite de las modificaciones.

La desolación de Smaug continúa claramente el plan iniciado en la entrega anterior. Así, vemos que el tono profundo, épico y oscuro de El Señor de los Anillos se mantiene, corregido y aumentado, en esta segunda / quinta parte de la saga. Nada hay de los enanos indistinguibles y un tanto cobardes del relato original. Poco hay en Thorin Escudo de Roble (majestuoso Richard Armitage) del avaro y mezquino rey khazad en el que pensara Tolkien. Jackson juega con la ventaja de conocer y haber rodado la continuación, de ahí que aproveche las “lagunas” existentes entre las novelas para desarrollar argumentos que en éstas solamente aparecen esbozadas. El nigromante de Dol Guldur, la reconstrucción del poder de Sauron, las investigaciones del concilio y los trabajos de Gandalf para cumplir su misión de derrotar al enemigo son objeto de una atención que permite “enganchar” estas películas con sus precuelas / continuaciones. De esta forma se consigue hacer funcionar el truco de engorde: tendiendo puentes argumentales que se cruzan en el camino de una trama principal que sigue en lo esencial el relato contenido en la novela.

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Martin Freeman en una escena de El Hobbit: La desolación de Smaug

En esta ocasión, los sufridos protagonistas tienen que cruzar el bosque negro (bien poblado de arañas gigantes), enfrentarse a los elfos (con los que no tienen buena relación), llegar al asentamiento humano junto al lago y afrontar la entrada a Erebor (con dragón incluido). Pasajes tan recordados como los de la escapada en barril o el diálogo con el reptil alado aparecen, pero debidamente adaptados al tono general de la película y a la acción trepidanteque ya estaba presente en las escenas moviditas de la trilogía. El descenso fluvial-combate Final Fight-tiro con arco-salto de precisión-acrobacia que constituye la huida hacia Esgaroth es, con toda seguridad, la escena más hilarante de todo el filme. Desarrollo de videojuego llevado al cine. El primer encuentro con el dragón también contiene una importante carga de acción de la que en la novela carecía, pero de ahí solamente quiero destacar el “reencuentro” entre Smaug Holmes y Bilbo Watson, como anticipo fantástico al próximo retorno de cierta serie de la BBC. Una de esas cosas que hacen que sea mejor ver la película en versión original.

La principal “morcilla” que aporta el cine a la historia se encuentra en la adición del personaje de Tauriel y su particular relación con Legolas y con la compañía de Thorin. Su presencia y su papel (todavía por concluir en la tercera y última entrega) parecen ser la piedra angular de un cambio en los personajes más próximos a ella (en especial el que interpreta Orlando Bloom) y por extensión, en unos elfos hostiles a los enanos y refractarios a un excesivo contacto con el resto de las especies pensantes. Otros detalles (que no voy a revelar por aquello de no destripar cosas) quizá hagan que los tolkienianos de pro se rasguen las vestiduras, pero de eso ya tocará hablar en los comentarios.

En resumidas cuentas, La desolación de Smaug es una película que continúa en los mismos términos planteados en Un viaje inesperado, con todo lo que ello supone de positivo y de negativo. Si no hizo mucha gracia la primera, mejor no probar con la segunda. Si se asume que literatura y cine son dos medios distintos y se sienta uno con sus cotufas a disfrutar del paseo, ésta es una buena película para pasarlo bien.

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Una de las escenas más recordadas de El Hobbit de J.R.R. Tolkien hecha cine

El viaje continúa, por Alejandro Ugartondo

Antes de nada he de reconocer que El Señor de los Anillos y El Hobbit se encuentran entre mis libros favoritos y que disfruté mucho de la versión cinematográfica que realizó Peter Jackson, a pesar de sus defectos. Por eso acogí con entusiasmo la noticia que el director neozelandés se hacía cargo de la dirección de El Hobbit aunque sentí cierto recelo al anunciarse que la novela se iba a partir en tres películas, ya que no veía claro que hubiese suficiente material como para rellenar tres películas de casi 3 horas de duración cada una. El recelo desapareció con El Hobbit: Un viaje inesperado, película que me devolvió a ese mundo de fantasía que creó Tolkien y que Jackson hizo suyo dotándolo de un estilo visual único. La sensación que me dejó aquella película fue como la de un rencuentro con viejos amigos después de un tiempo sin vernos y sin duda me dejó con ganas de más.

Con El Hobbit: La desolación de Smaug la sensación ha sido la misma y eso es debido a que realmente estas películas son todas una sola historia que se ha dividido en tres partes pero que debe valorarse como un todo único. Quitando un breve prólogo que narra el primer encuentro entre Gandalf y Thorin, esta película empieza en el mismo punto donde acabó la película anterior y a partir de ahí continúa narrando el viaje de Bilbo y los enanos hacia la Montaña Solitaria. Las virtudes y defectos de esta película son los mismos que en su predecesora, con algunos matices que comentaré más adelante, por lo que satisfará a los que disfrutaron con la película anterior pero difícilmente convencerá a aquellos más críticos con la adaptación llevada a cabo por Jackson.

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El regreso de Orlando Bloom a la Tierra Media

Los puntos fuertes de la película son muchos, empezando por una factura técnica impecable y un diseño de producción sublime capaz de transportarnos a la Tierra Media y hacer creíbles a sus habitantes y las criaturas que lo pueblan. También destacaría la convicción del reparto a la hora de asumir sus papeles, sobre todo a los repetidores Ian McKellen como Gandalf y Richard Armitage como Thorin así como a la nueva incorporación, Luke Evans como Bardo. Mención a parte merece Martin Freeman que vuelve a ofrecer una gran interpretación como Bilbo, demostrando que es un actor todoterreno y un gran acierto de casting. Aunque sin duda alguna el aspecto más destacado de la película llega en su último tercio cuando entra en escena Smaug, el dragón que habita en la montaña y que acaba siendo un verdadero festín visual e interpretativo, sobre todo en la magnífica secuencia de la conversación con Bilbo en la cámara del tesoro. Es en este pasaje y en los que le siguen hasta el final de la película donde Jackson da lo mejor de si mismo creando un crescendo que deja al espectador clavado a su butaca deseando que la película no acabe donde acaba (que largo se me hará este año, por favor, y quien haya visto la película ya me entenderá).

La parte negativa de la película radica, a mi entender, en dos puntos: por un lado en la falta de entidad de la película en si misma ya que, como he comentado antes, estamos en el tramo central de una obra más larga, por lo que la historia presentada en esta película no tiene ni principio ni final, dejando cierta sensación de insatisfacción por este hecho. El otro punto negativo deriva del recelo inicial cuando se anunció que El Hobbit iba a ser una trilogía y como se iba a alargar la trama para rellenar tres películas, ya que las partes más flojas de la película son aquellas que no vienen del libro original, como la trama relacionada con la elfa Tauriel, interpretada por Evangeline Lilly, que consume demasiado tiempo sin aportar nada especialmente interesante, o la recuperación de Legolas, que sirve como recurso para añadir algunas escenas de acción trepidantes pero para poco más.

Y un aviso para los que vayan a verla al cine, yo la vi en 3D HFR (48FPS) y aun sin ser un gran defensor del formato 3D he de reconocer que la película luce de maravilla (la presentación de Smaug es increible) y es uno de los mejores 3D que he visto hasta le fecha (a pesar de los excesos de Jackson en algunos momentos).

El dragón Smaug coversa con Bilbo
El dragón Smaug conversa con Bilbo

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José Torralba
15 diciembre, 2013 20:39

A mí, sinceramente, El Hobbit me está pareciendo un canto a la hipertrofia. Es una adaptación sin ningún tipo de síntesis; una en la que ha de estar todo, incluso lo que no estaba en el libro, por mor no sé muy bien si del completismo friki más contraproducente o del dólar. El Hobbit no es El Señor de los Anillos… no es una historia de tiempos oscuros, ni de dramas amorosos, ni de grandes tramas políticas. Ni siquiera lo es de grandes batallas, hasta la que lo culmina. Es un pequeño cuento de aventuras y magia. Realmente, si quitásemos todo lo que sobra en esta adaptación (Tauriel, Azog, Légolas toda la parte de Dol Guldur, elíptica en el libro) y podásemos un poco algunos pasajes redundantes (las arañas, las innumerables veces en las que Légolas y Tauriel aparecen con el molómetro de los combos encendido para salvar el día) habrían quedado una o dos películas bien majas, pero con esta manía de estirar y estirar tenemos lo que tenemos: una película-prolegómeno de tres horas que solo funciona en lo que realmente tiene de introducción a la aventura (la reunión inicial, los gigantes, los acertijos con Gollum), una película-nudo que ni es película ni nada porque empieza in media res y termina en uno de los cliffhangers más abruptos que he visto jamás, y una tercera parte en la que, sinceramente, no sé que van a hacer, porque…

Aviso de Spoiler

A Smaug le quedan dos telediarios (en realidad, no sé cómo no han acabado su trama para cerrar esta cinta de un modo más digno) y todo se va a centrar en una batalla que no debería dar para tanto… ni siquiera El retorno del rey se dedicó por entero a los campos de Pelennor.

Lo peor es que virtudes no le faltan. La reunión de los enanos en la primera película me pareció de una inmersión rolera inmjorable y el encuentro con Smaug en esta tiene un ritmazo que ni el mejor arcade de plataformas (muy atinada la referencia al Donkey Kong). A mi juicio, hemos perdido una compacta y deliciosa película de fantasía (capaz de hablarle de tú a tú a Willow e incluso más aún) para ganar una dilatidísima trilogía. El Hobbit jamás fue El Señor de los Anillos, Episodios I-III, pero es precisamente en eso en lo que lo está convirtiendo Jackson. Dependiendo de si eso es lo que se busca o no, la película gustará más o menos. Yo creo que es una lástima.

Maylaïf
Lector
15 diciembre, 2013 21:03

Habiendo leído las críticas y el comentario de José Torralba, y teniendo en cuenta que con la primera entrega de El Hobbit me aburrí como una ostra, casi mejor ni lo intento con ésta, que no está la cosa para ir regalando el dinero ni pegarse tres horas sentado en una butaca con el consiguiente riesgo de que se te quede culo-carpeta.

Thorin_II
Thorin_II
Lector
15 diciembre, 2013 21:16

Pues a mi me gustó la primera y esta también, es cierto que me ha dejado un poco insatisfecho y es por el tema de que no haya principio ni final, por eso pienso que esta peli funcionará mejor cuando esté la tercera.

dhaldon
dhaldon
Lector
15 diciembre, 2013 22:47

No he visto aún la peli, comentaré cuando la vea, pero leyendo ayer una entrevista de la elfa que se ha sacado Jackson de la manga diciendo «la verdad es que los libros de Tolkien son muy sencillos, muy infantiles, hechos para niños así que por eso hemos tenido que añadir cosas» pues me espero cualquier cosa.

Por cierto, no tiene relación con la entrada, pero el otro día había alguien buscando el tomo de la JLA de Morrison y bicheando por ahí encontré esto:

http://www.lovendotodo.org

Si va en contra de las normas de la página perdón y que lo borren.

Tildoras
Tildoras
Lector
15 diciembre, 2013 23:42

Oh, venga ya. Por el amor de Eru Ilúvatar, la película es una pasada, puro disfrute visual elevado a infinito… el mejor puto dragón de la historia del cine.

No creo necesario volver a hacer hincapié en la palabra «adaptación». La literatura y el cine son dos medios con narraciones diferentes y que por lo tanto precisan de formas de contar la historia diferentes.
Si nos tuviesemos que limitar a adaptar lo que ocurre en los libros con el mismo tono y contenido no se podrían hacer la inmensa mayoría de las películas estas. El Señor de los Anillos mismamente jamás se habría adaptado puesto que gran parte de la obra consiste en Tolkien describiendo paisajes y sensaciones con esos paisajes.

Es mejor abstaerse de todo prejuicio, separar libro y pelicula y sentarse a disfrutar de lo que vas a ver en sí mismo.
Estas películas de El Hobbit podrían prescindir de ese título y llamarse simplemente «Antes del Señor de los Anillos», es igual, lo importante es que Peter Jackson consigue introducirte por completo en los salones de Erebor, en las copas de los árboles del Bosque Negro… estás en la puñetera Tierra Media de lleno y se respira por todos lados.

Los añadidos, estiramientos y rellenos de la historia no hacen daño porque dentro de que estén incluidos a partir de relatos del Silmarillion o bien inventados como la elfa Tauriel o los actos de Légolas, encajan bien como cosas explicativas para la gente que no conozca todos los detalles de la historia (aquí se entiende bien por qué los elfos recelan de los enanos y por qué no les ayudaron cuando Smaug llegó) o bien como elementos que aunque no estaban en el libro perfectamente podrían estar:
Légolas no salía en el libro de El Hobbit, pero es el hijo del rey así que ¿es coherente que aparezca aquí? pues sí. Los elfos tienen guardias y tienen capitanes de la guardia así que ¿puede ser uno de ellos una elfa inconformista? pues por qué no.

La película es pura épica y aunque el libro original no tenía ese tono, es factible volver a contar la historia colocándoselo para conectar todas las películas porque entre otras cosas, dejando fuera ciertas licencias que Peter Jackson se toma con las habilidades de lucha-combo de los elfos si nos pusiesemos a pensar cómo podría haber sucedido en verdad la historia de una lucha por recuperar una montaña secuestrada por un dragón (algo que no es un hecho pequeño y simple precisamente sino una hazaña heroíca) es más factible que sucediese de la forma que lo ha mostrado Peter Jackson que de la forma de cuento infantil en que lo relató Tolkien.

the drummer
the drummer
Lector
16 diciembre, 2013 0:06

la he visto esta tarde.
decir, lo primero, que la primera me gustó bastante; me convencieron tanto el tono de la peli (más en sintonía con la trilogía anterior que con el cuento original) como la introducción de tramas y personajes no contemplados por tolkien (el papel de azog, como némenis de thorin, me pareció un acierto) y que no tuve la sensación, que muchos acusáis, de excesiva descompresión de la narración; la única parte que me sobra es el pasaje de la huida de las cavernas de los trasgos, que me sacó bastante de la historia.
en cambio esta segunda me ha gustado bastante menos, y no por lo que comentáis de que carece de principio y de que no va a ningún sitio, con eso ya contaba, sino, está vez si, por lo fallido de las tramas y personajes adicionales introducidos a modo de relleno.
lo siento, no puedo con legolas, pienso -ya desde el señor de los anillos- que la versión del personaje que da jackson es de lo mas desacertado y, encima, es que la aparición del elfo en esta tanda de pelis no viene a cuento y, para mi gusto, no aporta nada a la historia, más allá de de unas agotadoras escenas de lucha y persecución que no añaden nada bueno a la peli.
otro tanto de lo mismo me pasa con el personaje de la elfa, no sé si su papel acaba aquí o jackson le tiene reservada alguna función para el tercer episodio, pero, de momento, tampoco aporta nada a la historia, más que un absurdo pasteleo entre la pecosa y uno de los enanos que da un poco de vergüenza ajena.
con esto no quiero decir que sea una mala peli (es una cinta de aventuras de lo más entretenida): como puntos positivos mencionar la aparición de beorn (yo le hubiera dado algo más de cancha), la trama de gandalf y su ‘investigación’ del nigromante y, sobre todo, la confrontación bilbo-smaug (no tanto la posterior intervención de los enanos).
finalmente, también me pregunto qué coño nos va a contar jackson en la tercera peli, ya que ha dejado la historia casi concluida; esperemos que no acabe de liarla.
antes de acabar, añadir que los que no hayáis disfrutado de la película anterior, a ésta no os acerquéis ni con un palo, ya que (para bien y para mal) os vais a encontrar con más de lo mismo, y los que, como yo, si lo hayáis hecho, id avisados de que, en ésta, os vais a encontrar, potenciados, algunos de los defectos de los que ya padecía la primera.
pd: espero haber transmitido las sensaciones que me han producido la peli sin spolerearla demasiado para aquellos que no se han leído el libro, no es fácil.

Hawat
Hawat
Lector
16 diciembre, 2013 0:14

Todas las ganas que tuve en su momento por ver la primera parte se esfumaron al verla, no por que sea mala, sino por que el Hype la mato, con la segunda y tercera parte no pensaba pagar por verlas, pensaba verlas cuando la emitiesen por A3, Cuatro o alguna de estas.
Pero como las cosas son como son, me invitaron el miércoles a verla y si es gratis, gratis es.
Espero llevarme una sorpresa, aunque lo dudo.

Thorin_II
Thorin_II
Lector
16 diciembre, 2013 0:22

Tildoras, que Eru te guarde en su gloria por siempre por tal magno comentario. Que razón llevas.

the drummer
«qué coño nos va a contar jackson en la tercera peli, ya que ha dejado la historia casi concluida; esperemos que no acabe de liarla.»

Hombre personalmente pienso que queda lo mejor y casi concluida no ha quedado, SPOILER!!! todavia queda el ataque a Esgharot de Smaug, resolver lo de Dol Guldur, la batalla de los 5 ejércitos y su consecuencias FIN SPOILER!!:) para mi gusto creo que nose queda la mejor película de las tres aunque cierto es que con Peter Jackson nunca se sabe que puede salir xD

Rasputin33
Rasputin33
Lector
16 diciembre, 2013 0:31

¿Tendrá pensado Jackson llevar El Silmarillion a la gran pantalla?

Thorin_II
Thorin_II
Lector
16 diciembre, 2013 0:48

Ojalá pero los derechos le pertenecen al hijo de Tolkien y no quiere venderlos xD

Tildoras
Tildoras
Lector
16 diciembre, 2013 0:54

Hombre, pero siendo crueles y despiadados, el hijo de Tolkien no es precisamente un jovencito y le quedan dos telediarios. En cuanto la espiche y los derechos pasen a sus descendientes, seguramente sean personas corruptas y avariciosas a las que unos cuantos milloncejos les hagan abrir las manos y podamos ver historias del Silmarillion adaptadas a la pantalla.

Por mi encantado de que siguiese siendo Peter Jackson el encargado, pero creo que debe estar ya más que harto y tendrá que ser otro.

Javié
Javié
Lector
16 diciembre, 2013 1:18

La trilogía del señor de los anillos me encantó, algo inesperado pues me considero fanático de las novelas originales, lo que rara vez casa con ser fan de adaptaciones audiovisuales.

Si bien es cierto que El Hobbit no es TLOR, tampoco lo es en cuanto a material se refiere, yo no estoy de acuerdo en que si hubiesen adaptado el libro en una sola película hubiésemos ganado, de hecho para ser sinceros, no me gusta nada el Hobbit como relato por lo tanto cuando fui al cine a ver la primera parte fui sin ninguna pretensión ni expectativas, y a mi sin ser la octava maravilla en nada, me gustó, por lo tanto esta semana volveré a acudir a mi sala de cine, compraré un buen paquete de palomitas y me pasaré dos horas viendo enanos y troll saltando por los aires y pegándose, si hasta sale un dragón!!!

José Torralba
16 diciembre, 2013 1:28

La película es pura épica y aunque el libro original no tenía ese tono…

Pues eso decía… si lo que se busca es El Señor de los Anillos, Episodios I-III, genial. Si lo que se busca es El Hobbit, pues no lo encuentras. El Hobbit es un libro de fantasía y aventuras, sencillo y desenfadado, que no simple. Y precisamente el comentario respecto a las adaptaciones me viene al pelo: esa obsesión compulsiva por poner todo, todo, todo lo que esté en el libro y más. Es triste ser fiel a lo que relata un libro sin serlo a cómo lo relata. A mi juicio, una buena adaptación pasa por transmitir las mismas sensaciones del original, y no necesariamente por contar todo lo que sucede en sus páginas.

José Torralba
16 diciembre, 2013 1:32

PD. Y con esto no quiero decir ni mucho menos que la película sea un cagarro. De hecho, hay muchas virtudes en El Hobbit, tanto en esta parte como en la primera. Al comentar esta última con un amigo de la infancia, incidíamos en lo mucho que ciertas secuencias (las de viaje con variaciones de Misty Mountains, sobre todo) capturaban ese espíritu aventurero y fantástico que nos transmitió el libro cuando nos lo leímos de pequeños. Y sí, Smaug es el mejor dragón que he visto en el cine… no es un monstruo, es un personaje en toda regla; y uno muy bueno. Pero, a mi juicio, estas virtudes se ven empañadas por el estiramiento abusivo al que Jackson ha sometido a la obra. Son buenas películas, pero la falta de cohesión y consistencia hace del relato cinematográfico algo peor a lo que podría haber sido (siempre en mi opinión, claro).

Retranqueiro
Retranqueiro
Lector
16 diciembre, 2013 3:04

Prácticamente acabo de salir de verla en el cine. Y lo que me ha parecido casi es al 100% lo expresado por Drummer.

A mí, lo que menos me gustó de lo anterior ( y de la trilogía del anillo) son los momentos «montaña rusa» con acción desatada y superexagerada. Que entiendo que las metan (la peña parece que se lo pasa pipa), pero a mí se me indigestan. Y esta parte va sobrada de momentos así.

Lo que me parece un acierto es acercar el tono a la trilogía anterior. El Hobbit es un libro delicioso, pero ese tono de cuento infantil ( con omnipresencia del narrador) es lo que, a ratos, lo echa a perder para mí.

Y tampoco estoy completamente de acuerdo con lo del desscompresive de las adaptaciones fílmicas del Hobbit. Es cierto que es un libro mucho menos voluminoso que El Señor de los Anillos, pero también es verdad que eso es, hasta cierto punto, engañoso. El Hobbit tiene un volumen parejo al de cualquiera de las tres partes del Anillo por separado. Pero es un libro en el que pasan mogollón de cosas. Lo que ocurre es que, en el Anillo, Tolkien se explaya mucho más en las descripciones (de las escenas, de las situaciones, de los personajes, paisajes, mitologías… incluso, por decirlo así, de la geopolítica de la Tierra Media); en cambio, en el Hobbit eso queda mucho más diluído, cuándo no ignorado. Pero en poco más de 300 páginas, Bilbo conoce a los enanos, se va de aventuras, ve gigantes, pasa por Rivendel, por las Montañas Nubladas, conoce a Gollum, encuentra el Anillo, es atacado por huargos, rescatado por las águilas… Y eso sólo es lo que cuenta la primera peli. En la que, además, se desarrolla la gran elipsis del libro: la trama de Dol Guldur. Que me apusto algo a que, cuándo Tolkien la escribió, sólo servía para que Gandalf tuviese que ausentarse y que los enanos tuviesen que apañárselas sólos y, a raíz de ello, Bilbo encontrase su coraje. Nada más. No es hasta la concepción de ESDLA que esa elipsis adquiere su verdadera dimensión. Y a mí me parece cojonudo que ahora se nos muestre en pantalla.

La principal pega que le veo a esta peli es que tiene demasiado relleno para llegar a la tercera. Que es muy posible que una vez acabada la trilogía y vista de un tirón no se note tanto, pero de momento me da la sensación de que se les ha ido la mano al querer dejar toda la pólvora para el último acto.

Porque, la verdad, yo ya me imaginaba que la peli acabaría cómo lo hizo, pero creía que en ésta ya se habría resuelto lo de Dol Guldur.

Aviso de Spoiler

porque para la Batalla de los Cinco Ejércitos Gandalf ya tiene que estar de vuelta con lo del Nigromante solucionado.

Entre lo que no me ha gustado: el abuso de batallas acrobáticas. Hubiese preferido menos pirotécnia y más desarrollo de personajes -ese Thorin que se vuelve más avaro y desconfiado según ve más cercana la meta y que aquí se muestra pero no acaba de explotar-. Lo de la persecución de los orcos bord en ocasiones el ridículo; condenados a fallar en el último momento porque ninguno de la compañía de enanos puede palmarla, el colmo llega en la Ciudad del Lago con los orcos andando por los tejados y peleando en las calles sin que nadie se dé cuenta – a pesar de las luces en las ventanas-; ¿qué pasa, que nadie va a ver los cadáveres?. Lo de Tauriel, Fili y Légolas; sobra prácticamente todo. La batalla de los enanos con Smaug en el interior de la Montaña: una de las cosas que más molaba del libro era ver a los enanos esperando sin llegar a enfrentarse al dragón pero cagados de miedo sólo con pensar en él. Smaug ganaba en presencia simplemente siendo una amenaza aunque no apareciese físicamente; de hecho, en ese tramo, el libro está mucho mejor que la peli a pesar de lo que mola la escena del diálogo entre Smaug y Bilbo.

Entre lo que me ha encantado: La escena prólogo relatando el encuentro entre Gandalf y Thorin y los guiños a la primera escena de Trancos. Todo lo concerniente al personaje de Thranduil; esto sí me ha parecido un trabajo cojonudo de adaptación en el que, yendo por senderos completamente diferentes a los del libro, al final acaban mostrando al mismo personaje: un tipo desconfiado, egoísta, aislacionista y avaricioso, con el que, además, se muestra que no todos los elfos son como Elrond o Galadriel -y el momento en el que,en plena discusión con Thorin, deja caer su charmin particular para dejar al descubierto las secuelas físicas de sus encuentros anteriores con dragones es todo un puntazo. El dragón Smaug, una puta maravilla. Así como los decorados y paisajes (en esto tiene toda la razón Tíldoras; Peter Jackson ha hecho suya la Tierra Media). La película, técnicamente, es irreprochable.

Como ya digo, lo peor es que, a pesar de lo mucho que me gustó, sí que esta segunda parte me dejó la sensación de que esta adaptación deberían haber sido dos películas de tres horas y media o tres de dos horas y media.

the drummer
the drummer
Lector
16 diciembre, 2013 7:52

completamente de acuerdo con retran, tú lo has dicho, compañero, menos montaña rusa y más desarrollo de personajes.

Ocioso
Ocioso
Lector
16 diciembre, 2013 8:38

¿Como habrían sido recibidas estas películas si se hubieran hecho antes de la trilogía de los anillos?

Toni.D
Lector
16 diciembre, 2013 9:29

No se ha comentado el aspecto mas trabajado del film y en el cual estoy seguro que Jackson estuvo elaborandolo durante mucho tiempo.

Puedes echar una cabezadita, ir al lavabo, comprar palomitas… que cuando vuelvas tu vista a la pantalla no habrá ocurrido exactamente nada.

FotoStorm
Lector
16 diciembre, 2013 11:19

¿Han alargado las pelis/hecho más pelis de lo necesario? Sí
¿Lo de legolas es muy por la cara? Sí
¿Lo de la elfa muy gratuito? Sí
¿Lo de Bardo super gratis? Sí
¿Tanto orco y tanta lucha inecesario? Sí
¿Entonces, es una mierda? Smaug
¿qué?
SMAUG.

SMAUG. Me lo f*ll*.

Truvor
Truvor
Lector
16 diciembre, 2013 11:38

Todavía no la he visto, pero debo decir que Drummer y Retranqueiro han expresado a la perfección lo que sentí con la primera, así que supongo que con la segunda será lo mismo.

A mi es que el libro nunca me gustó demasiado, la verdad. El mismo Tolkien renegó posteriormente de aquel ritmo infantil y ligero, a años luz de la épica de ESDLA, por eso el tono que le imprime Jackson similar al de su trilogía cinematográfica, a mi particularmente me encanta. Escenas como la presentación de los enanos, el encuentro con los trolls, el contacto con los elfos, el juego del anillo con Gollum, todos ellos, momentos sublimes en la peli. No podía quitarme la sonrisa de la cara viendolas. Qué sobra? Pues el trineo de Radagast, la batalla de los gigantes de piedra, la huida de los trasgos, escenas espectaculares pero excesivas.

Si algo le sobra a Jackson, no es metraje, ni subtramas, ni nada de eso, son los momentos montaña rusa. A mi también me sacan bastante de la película. El resto, lo disfruto como un enano.

Mr. X
Mr. X
Lector
16 diciembre, 2013 11:51

Cuando Peter Jackson vuelva a hacer unas Criaturas Celestiales o, incluso, un Agárrame unos fantasmas, es decir, cuando vuelva a hacer cine, y no intros de videojuegos y publirreportajes de Nueva Zelanda, pues que me avisen.

Daniel Gavilán
16 diciembre, 2013 12:16

Hmm, si no metes Criaturas Celestiales en el marco de publirreportaje de Nueva Zelanda lo mismo sí te interesa The Lovely Bones, Señor Equis http://3.bp.blogspot.com/_gBLq2Z-zjSk/TKS9jDx4ssI/AAAAAAAAAwg/RzB8Ymbw-zU/s1600/The_Lovely_Bones1.jpg

Que te haga mantener el aprecio por Jackson o no ya es otra cuestión, que la categoría de «cuento macabro a lo anuncio de compresas» no la has mentado

p.s.: King Kong no se si la incluyes en las intros de videojuegos o no, pero evito mencionarla por si acaso

Mr. X
Mr. X
Lector
16 diciembre, 2013 12:29

Sr Gavilán
a) No me gustó nada Lovely bones. Me pareció que intentaba volver a hacer un cine más personal, eso si, pero que no funcionó. Me chirrió toda la parte celestial, me chirrió la mitad del reparto, me chirrió el videoclip final de Enya.
b) No tengo una opinión formada del remake de King Kong, porque la vi en la tele una tarde que tenía una resaca horrible/dolor de cabeza/náuseas/malestar general.

Javié
Javié
Lector
16 diciembre, 2013 12:29

Mr. X
ha comentado
Cuando Peter Jackson vuelva a hacer unas Criaturas Celestiales o, incluso, un Agárrame unos fantasmas, es decir, cuando vuelva a hacer cine, y no intros de videojuegos y publirreportajes de Nueva Zelanda, pues que me avisen.

Uno de los comentarios mas estúpidos y sin sentido que recuerdo en esta pagina, mas viendo que la trilogía de El señor de los anillos estuvo nominada y no se si premiada en parcelas como la Banda sonora o la fotografía, que te puede gustar o no, pero decir que esas super producciones no son cine…. mas citando películas que a todos nos gustan, que disfrutamos en su momento, pero que a estas altura suena mas a discursito de abuelo que otra cosa, encima de abuelo joven que son los que menos molan, `para dártelas de intelectual del cine aquí hay que tirar mas atrás de los 70.

Mr. X
Mr. X
Lector
16 diciembre, 2013 12:47

Pues es un honor ser autor de un comentario en el ranking de estupideces de ZN. Me lo he currado y, al fin, un objetivo conseguido 😉
Hablando en serio, yo vi, como todo el mundo, en la pantalla grande, las pelis del Señor de los Anillos, y estupendo, una buena adaptación de un libro universalmente amado… Otra cosa es pretender repetir la jugada una y otra vez con El Hobbit, peli que no acabé y que, si, me parece directamente un videojuego o una especie de “Tierra Media: el parque temático”.
Permítame que me guste más el cine que hacía Peter Jackson antes de convertirse en un Spielberg 2.0 (y por lo menos Spielberg es un tío que alterna los sacacuartos Parque Jurásicos con peliculones Salvar el Soldado Ryan o Munich), que ya no sabe hacer pelis pequeñas y contar historias con personajes humanos sin fanfarrias épicas.

Daniel Gavilán
16 diciembre, 2013 13:42

Me chirrió toda la parte celestial, me chirrió la mitad del reparto, me chirrió el videoclip final de Enya

Me pasó justo lo mismo con el tema celestial hasta el punto que poco me faltó para cambiar de canal (no así con el reparto, que me gustaron todos salvo los ¿amigos? de la prota). Sin embargo, la moraleja final me pareció tan lúcida que acabó convirtiéndose en una película por la que guardo amor y odio por partes iguales.

p.s.: Javié, calma tío. Que a mi todas las películas de la Tierra Media de Jackson también me apasionan y me parecen cine con mayúsculas (ojala se hicieran más películas de aventuras con el pulso de estas), pero tampoco es plan de emprenderla contra los que no opinen igual 😛

Mr. X
Mr. X
Lector
16 diciembre, 2013 13:50

Bueno, el comentario de Javié a mí no me ha molestado, además es un contertulio zonanegativero con el que estoy más veces de acuerdo que en desacuerdo, así que por mí no hay problema.

A mí el final de Lovely bones
SPOILEEEEEEEEER
Me cargo el malo porque sí, porque es el malo y no puede librarse, y “quiero saber lo que es un beso”, hizo que me rechinaran los dientes.

Javié
Javié
Lector
16 diciembre, 2013 13:55

No no, si mi comentario ha sido escrito en un estado sosegado y de calma total, no me refiero evidentemente a que el amigo MR X al que respeto bastante como comentarista sea estúpido, de hecho pensaba que no iba a necesitar justificarme pero si no se ha entendido lo hago.

Cuando digo que el comentario me parece estúpido, lo digo por que ni Agarra esos fantasmas ni Criaturas celestiales son grandes obras maestras del cine- (Lo que no quita que a ti o ami nos puedan encantar)- de hecho son blockbuster menores, mas el primero que el segundo, y como tal hay que entenderlas, disfruta bles hasta decir basta, incluso a día de hoy consideradas cintas de culto por los amantes del genero en el caso de Criaturas…

Pero hombre, si tu ruedas Casablanca y Ciudadano Kane, y luego haces El Hobbit entiendo que se diga que este tío ya no hace «cine de verdad», pero no creo que sea el caso.

Tildoras
Tildoras
Lector
16 diciembre, 2013 13:55

Mr X, pero vamos a ver cuando la historia requiera de contar cosas cotidianas con personajes humanos pues será, pero es que en el Hobbit tienes que contar una historia con orcos, trascos, enanos, elfos, dragones, cambiapieles y demás criaturas… es que no puedes pedir que sea una película humana si los humanos son la minima parte XD.
Estás contando como 13 puñeteros enanos (que no nos olvidamos no todos son guerreros) y un mediano hogareño tienen que liberar una montaña de un dragón y como dicha aventura cambia al pequeño Hobbit en todo su ser. Tio no hay nada más portentósamente heroico que eso. No hay NADA que necesite más de épica que eso.

Que vale que Tolkien lo narró de una forma mas pequeña, como una fábula, pero no hay que olvidar que aun asi el Hobbit formaba parte en todo momento de un escenario mayor que Tolkien llevaba diseñando desde hacía años en sus relatos cortos acabados e inacabados con los que luego se formó el Silmarillion.
No estoy de acuerdo con Truvor en que Tolkien renegase del estilo infantil sino que simplemente su estilo fue evolucionando y adaptándose a lo que una historia, que en palabras de él «le fue superando», requería debido a que la magnitud de liberar todo un continente es mucho más ambiciosa que la ya de por sí heroica (pero menor al fin y al cabo)tarea de liberar una montaña de un dragón.

La verdad, creo que hay que intentar entender cada cosa en su contexto y no en como nosotros creemos que debería ser.

Se abusa además ultimamente demasiado del calificativo «videojuego» con sentido de menosprecio hacia ciertas peliculas cuando no se debe olvidar que existen videojuegos que son verdaderas superproducciones y obras de arte.
Claro que generalmente eso lo hace gente demasiado vieja para entender de videojuegos.
Si, la Tierra Media de Tolkien tiene efectos especiales y digitales a casco porro, pero es que tiene que ser así para recrear ese mundo, no se puede construir a día de hoy escenarios como se hacían en los años 80, que vale que los había grandiosos como los de Jim Henson, los de Willow y demás, pero eso ya quedó pequeño y atrás. Hay que saber valorar la evolución de un medio y no generalizar despreciándolo cuando no se lo merece. Una cosa es reirse de lo cutres que quedan las garras de Lobezno digitales y otra muy distinta menospreciar el trabajo artístico grandioso de Peter Jackson y cientos de personas que han recreado la Tierra Media para que en verdad exista.

El que desprecie ahora Nueva Zelanda con eso sinceramente debe revisar su sistema de valoraciones.

katmudah
katmudah
Lector
16 diciembre, 2013 13:58

SPOILERS por si hay alguien que lea comentarios sin ver la peli,

Me ha resultado especialmente remarcable el momento de Bilbo matando al bicho en el Bosque Negro, no por defenderse, sino por la posibilidad de que el bicho se quedara con el Anillo. Buena manera de demostrar cómo te envenena el ansia por poseerlo. Y el rey elfo me ha molado mucho, pese a lo gilipollas que pueda parecerle a algun@. A la larga todos los soberanos generan rechazo, seguro que en Minas Tirith hay pintadas de «Aragorn dimisión!»

ultron_ilimitado
ultron_ilimitado
Lector
16 diciembre, 2013 13:58

«la capacidad del director neozelandés y sus esbirros para alargar una novela de poco más de trescientas páginas»

¿Trescientas? Doscientas y va que se mata.

Tengo que releerme el libro para ver como rayos lo han hecho.

Daniel Gavilán
16 diciembre, 2013 14:29

A mí el final de Lovely bones
SPOILEEEEEEEEER

Pues fíjese que yo lo que vi fue precisamente lo contrario, Señor Equis

Aviso de Spoiler

de hecho lo que me gustó fue que tras merodear a su familia, prolongando su calvario hasta el punto de casi destrozarla por completo en busca de resarcimiento por su muerte, se optase por dejar el agua correr.

Primero con la hermana de Susie Salmon, quien bien podría haber sido otra víctima del hijo de puta aquel a causa de la obstinación de su hermana porque recibiera su merecido (pero que elige no seguir torturando a unos padres que volvían a estar juntos después de que el dolor por la muerte de su hija los separase) y luego por la propia Susie, que cuando al fin recibe una segunda oportunidad para impedir que la prueba de su asesinato se perdiese, acaba dejándolo marchar (usándolo para disfrutar por última vez de la vida en lugar de continuar reabriendo la herida).

La imagen con la caja fuerte en la que estaba su cadáver rodando hasta perderse en la fosa a la que arrojaban los escombros del pueblo mientras ella se limitaba a disfrutar de los pequeños placeres de la vida no me pudo parecer más simbólico en un mundo en el que lo peor de estas tragedias no es solo que un desgraciado se lleve la vida de alguien amado, sino la imposibilidad de los familiares de construir una nueva vida tras la pérdida.

p.s.: Tampoco entendí que nadie se «cargase» al malo. El tío no moría hasta bastante después de lo de Susie, de forma indirecta, sin relación alguna y de forma completamente fortuita. No había castigo, ni venganza, ni gran plan para penarle por sus atroces crímenes. Simplemente ocurría de forma tan casual como podría ser cualquier muerte anónima en la que lo único que quedaba un cadáver tirado en una torrontera sin ninguna otra trascendencia

Retranqueiro
Retranqueiro
Lector
16 diciembre, 2013 14:38

» A la larga todos los soberanos generan rechazo, seguro que en M»inas Tirith hay pintadas de “Aragorn dimisión!”

Yo estoy bastante seguro de que en cuanto los enanos y elfos dejaron de ayudar económicamente, Aragorn tuvo que aumentar tasas e impuestos para la reconstrucción del país y que a partir de ahí su popularidad bajó bastante.

Juan Luis Daza
Autor
16 diciembre, 2013 15:52

Interesantes críticas, chumachos, yo a ver si la veo este finde.

Pd: Lovely Bones era la Criatura Celestiales de los pobres

http://transgresioncontinua.blogspot.com.es/2010/02/lovely-bones-tears-in-heaven.html

Retranqueiro
Retranqueiro
Lector
16 diciembre, 2013 15:55

Yo Lovely Bones no la he visto pero el libro me pareció una cursilada de tres pares.

Juan Luis Daza
Autor
16 diciembre, 2013 15:56

«Munich no la he visto; seguro que está de puta madre, pero también está de puta madre la Lista de Schindler y como ya la he visto y he soportado su exarcebado hasta el absurdo sinonismo, suficiente.»

Es que antes de estrenarse cuando me enteré de que Spielberg iba a hacer una película sobre los hechos de las olimpiadas de Munich y el grupo terrorista Septiembre Negro me eché a temblar porque creía que iba a ser una obra completamente sesgada en lo político. Nada más lejos de la realidad, cinematográfica e ideológicamente sobresaliente, mi película favorita de Spielberg.

Antoine
Antoine
Lector
16 diciembre, 2013 15:58

jorgenexo ha comentado: Munich no la he visto; seguro que está de puta madre, pero también está de puta madre la Lista de Schindler y como ya la he visto y he soportado su exarcebado hasta el absurdo sinonismo, suficiente.

Pa mí, Munich es la mejor peli de Spilbergo.

Y mira que las tiene buenas.

y malas, ya lo sé.

Mr. X
Mr. X
Lector
16 diciembre, 2013 16:00

Otro que piensa que Munich es la mejor peli de Spielberg.

José Torralba
16 diciembre, 2013 16:09

Munich no la he visto; seguro que está de puta madre, pero también está de puta madre la Lista de Schindler y como ya la he visto y he soportado su exarcebado hasta el absurdo sinonismo, suficiente.

Munich es la película menos sionista que uno pueda esperarse a partir del material del que parte. El final, de hecho, es demoledor para con el sionismo. Si la película hubiera sido más projudía habría arrasado en premios, pero como daba una visión muy crítica del «todo por la patria» israelí, así le fue. Injustamente, por cierto. A mi juicio, es la mejor película de Spielberg. Más aún: la forma que tiene de emparentar sus obsesiones personales (la desestructuración de la familia) con el estado de Israel me parece todo un hallazgo. Y, por si fuera poco, es uno de los mejores thrillers ambientado en la Guerra Fría que he visto. Un puñetazo de buen cine de espías setentero, seco y crudo, directo al estómago.

José Torralba
16 diciembre, 2013 16:14

Para muestra varios botones salidos de la Wiki inglesa (bastante bien documentada en este punto, con sus enlaces y demás):

– Some reviewers have criticized Munich for what they call the film’s equating the Israeli assassins with «terrorists».

– Leon Wieseltier wrote in The New Republic, «… Worse, ‘Munich’ prefers a discussion of counter-terrorism to a discussion of terrorism; or it thinks that they are the same discussion».

– The Zionist Organization of America (ZOA), describing itself as «the oldest, and one of the largest, pro-Israel and Zionist organizations in the United States», called for a boycott of the film on December 27, 2005.

Truvor
Truvor
Lector
16 diciembre, 2013 16:19

Lo que dije de que Tolkien renegó del estilo empleado en El Hobbit no era tanto una conclusión personal como algo que creo que el autor admitió años después. Lo leí en algún sitio, pero no recuerdo donde. Es lo que tiene tener memoria de pez.

En todo caso yo adoro lo que está haciendo Jackson con la Tierra Media. Los efectos digitales son fundamentales, está claro. Yo es que veo la caracterización de personajes, Erebor, la Comarca, Rivendel, y me quedo extasiado, recreandome en cada detalle. Las virguerías que se hacen para respetar las tallas de los personajes, una maravilla.

Lo que criticaba son determinados momentos en que aquello se pierde. El slalom durante la huida en las cuevas de los trasgos en la primera es un ejemplo de ello. Exageradísimo, excesivo, cantoso a más no poder. Ese «momento videojuego o montaña rusa». Pero vamos, que el hecho de que algo no te termine de gustar no quiere decir que no te guste la peli, o que no reconozcas sus virtudes.

En la trilogía inicial, por ejemplo, pareciéndome casi de diez, me molestó profundamente el trato que se le dio a Gimli, que le tocó ser el torpe graciosete, en detrimento de Legolas o Aragorn, que se llevaban la gloria, por así decirlo. Pero es que casi todo los demás era de quitarse el sombrero.

«Múnich», de Spielberg? Imprescindible. La mejor del director? Tiene muchas buenas desde luego, pero puede ser, puede ser…

Jordi T. Pardo
Autor
16 diciembre, 2013 16:27

La mejor película de Steven Spielberg -saga Indiana Jones a parte- sigue siendo Tiburón. El que diga lo contrario no sabe de cine 😛

frankbanner71
frankbanner71
Lector
16 diciembre, 2013 16:57

salvar al soldado ryan y la lista de schindler.
cine mayusculo con un spielberg en estado de gracia.

Antoine
Antoine
Lector
16 diciembre, 2013 17:00

¿Y que pasa con Atrápame si puedes?

¿Es que ya badie piensa en los niños?

Ocioso
Ocioso
Lector
16 diciembre, 2013 17:56

Pues por lo que recuerdo agarré una buena llorada con Always. Pero es que este tipo de películas las lloro todas. Me ponen los cuatro trucos de siempre y caigo como un pardillo.
Joder, si es que hace unos años pillé en no se que cadena los últimos cinco minutos de un episodio de La casa de la pradera y terminé a moco tendido. Cinco minutos al azar, sin contexto ni nada, sabiendo que estoy viendo un engañabobos, y ni con esas. Caigo siempre.
Como para ir a ver como putean al negrito durante doce años seguidos.

frankbanner71
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Lector
16 diciembre, 2013 18:13

ocioso,me acorde de ti,escuchando la promo del proximo estreno de «la vida secreta de walter mitty» a la que venden como el proximo forrest gump.

¿interesado?.

frankbanner71
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Lector
16 diciembre, 2013 18:43

si.y ben stiller es una eleccion estupenda.

Javié
Javié
Lector
16 diciembre, 2013 19:04

Jorge justo iba a poner el enlace como una de las pelis a las que mas ganas le tengo.

La otra sería esta:

http://www.youtube.com/watch?v=ZJVi6Ba16mk

frankbanner71
frankbanner71
Lector
16 diciembre, 2013 19:13

javie,si te interesa el personaje:

erase una vez walt disney(youtube).

un documental muy bueno de casi 50 minutos.

Daniel Gavilán
16 diciembre, 2013 23:23

Yo Lovely Bones no la he visto pero el libro me pareció una cursilada de tres pares

Es que es el tema. No he leído el libro pero la peli tiene fama de ser bastante fiel con la salvedad de evitar los momentos escabrosos del asesinato (que tengo entendido que Alice Sebold es bastante gráfica) y el trippi lisérgico de color pastel que monta Jackson al reflejar el cielo.

Pero además parece haber una tendencia en los directores del terror gamberro de los ochenta / noventa a pasarse de almibarados en producciones de este tipo de producciones como se les ha visto a Sam Raimi, Peter Jackson o Guillermo del Toro en demasiadas ocasiones. Casi como si fueran incapaces de tener termino medio cuando pasan de un extremo a otro.

Como curiosidad, ya que el Señor Equis hablaba del casting más arriba, inicialmente fue Ryan Gosling quien iba a interpretar al padre de Susie Salmon en lugar de Mark Wahlberg. Sin embargo, a Gosling le dio por iniciar por su cuenta una dieta para ganar peso y adecuarse más al papel, resultando en su sustitución por Wahlberg cuando se presentó en el rodaje de la película con esta guisa http://weblogs.sun-sentinel.com/features/health/theskinny/blog/ryangosling.jpg

Igverni
Lector
18 diciembre, 2013 0:48

Hola!!
Por volver al asunto…
Vengo de ver la peli en 3D-48FR, y técnicamente, la película se sale…
Aunque salgo con sensación de que Jackson me ha estafado… sobre todo provocado con el final.
Incluso sabiendo que son 3 películas, se han pasado 3 pueblos con el final… y con ese indisimulado montón de secuencias de relleno, que se notan demasiado que son relleno, y que aunque quizá sí unan con la Trilogía Original, desde luego no ayudan a que el visionado sea satisfactorio…
Y por cierto, el Hobbit 1 sí me gustó bastante el año pasado, pero que mal sabor de boca me dejo ésta. Que mala es la avaricia…

Igverni
Lector
18 diciembre, 2013 0:51

Al final tendré que darle la razón a mis amigos que me decían que algo no funciona si vas a tardar más en ver las 3 películas (unas 8 horas) que leerte las 200-y-pico páginas del original…

ultron_ilimitado
ultron_ilimitado
Lector
21 diciembre, 2013 15:29

Vista ayer.

Coincido bastante con la mayoría de las críticas expuestas. La de Torralba creo que es la que mejor lo resume. La película tiene bastantes virtudes, pero está estirada como el chicle y, a pesar de que hace ya mucho que me leí el libro, en esta cantan mucho más los momentos de relleno y para mí eso ralentiza la película.

En general coincido en que la inclusión de Légolas (y su elfa) es totalmente gratuíta y resta más que aporta, la acción podría estar muy bien si se ahorraran detalles como el de saltar pisando las cabezas de los enanos que son las típicas chorradas que le quitan dramatismo a cualquier secuencia de acción.

Y como habéis comentado lo del atisbo de romance de la Elfa con el enano es de lo más ridículo. No hay más que pensar en la escena en la que lo está curando y se ilumina el fondo, que parece sacada de un sketch de José Mota o de un anuncio de colonia. La gente se carcajeaba en el cine.

Otra cosa que he notado es que los efectos cantan la traviata. A ver, la escena de Smaug es cojonuda y la de las arañas también, pero en las persecuciones a pie de los Orcos y los saltitos de los elfos parecen de videojuego.

No os confundáis, la he disfrutado, pero es lo que dice Torralba, podríamos haber estado ante una gran película si simplemente hubieran cogido lo mejor de las 3 eliminando la paja que sobra.

Y veremos qué hacen en la tercera, porque apenas queda libro.

extraviado
extraviado
Lector
23 diciembre, 2013 22:21

Por mi parte, compañeros, he pasado hoy por caja y no se puede decir que haya salido con un buen sabor de boca. Yo pensaba que iba a ver otra versión de la Tierra Media inspirada por Peter Jackson y resulta que me he metido de lleno en una película llena de acción, exhibiciones atléticas estiradas hasta el infinito, persecuciones y lo más preocupante, ausencia total de diálogos medianamente memorables. De hecho apenas se dialoga en la película, todo lo que hay es mucho movimiento y mucha rapidez, mucha velocidad para ir… ¿a donde? A ningún sitio de hecho.

A pesar de que la primera parte ya daba suficientes muestras de que iban a darse pasos atrás respecto a la trilogía original, que pueden acharcarse si se quiere a la falta de una historia novelada lo bastante desarrollada (yo lo achaco a la voluntad de hacer demasiadas peliculas demasiado largas sin aportar suficientes ideas y densidad de guión), en esta entrega se ha dado un paso hacia el abismo de los efectos especiales y el ruido a destajo, que desencadenará un desenlace previsiblemente con un guión muy empobrecido porque casi toda la historia ya ha sido contada (y ni siquiera bien en algunos tramos).

Cuando haces un Tolkien, creo que son exigibles dos cosas. Por un lado, saber que ante todo vas a contar una gran historia, que es sobre lo que debe caer el peso de la narrativa, no sobre peleas interminables. Por el otro, subrayar rasgos, personalidad de los personajes y aprovechar la cantidad de líneas de diálogo que los textos de Tolkien ofrecen.

En fin…

Javié
Javié
Lector
24 diciembre, 2013 1:10

Pues bueno acabo de llegar del cine y voy a exponer mi opinión ahora que la tengo fresca:

Primer punto, me parece mucho mas divertida la historia que cuenta Jackson que la que contó mi idolatrado Tolkien.

La parte del bosque negro me ha parecido sublime mientras que en la novela se me hizo eteeeerna.

¿No queda bien Legolas en el Hobbit?, Pues si y no.

Desde el punto de vista Canónico evidentemente no, pero si tenemos en cuenta que Jakcson está contando «su» versión de los relatos de la tierra media y que toda esta aventura tiene como fin hilar con la joya de la corona que no es otra que la trilogía del anillo entonces si, y no solo por que una cosa conecte con otra, si no porque aunque efectivamente no hay mención alguna a tal hazaña, nada hace indicar cronológicamente que no fuese posible, por lo tanto si Tolkien no contó nada del orco blanco tampoco pudo haber contado nada de Legolas y tauriel.

El primer encuentro entre Gandalf y Sauron me parece lo mas bestia que ha hecho Jackson con los personajes, me ha devuelto ese sabor que me dejó la primera escena en las entrañas de Isengard con el plano aquel picado siguiendo a los cuervos, puro amor.

Por lo demás me ha parecido muy divertida en general, agradezco una y mil veces al amigo Peter haber cortado la escena de Beorn y no narrarla como lo hizo Tolkien entrando de dos en dos y que un par de veces casi hace que dejara el libro por puro aburrimiento.

Muy logrado también el cambio de mentalidad tanto de Thorin como de Bilbo, entre fuegos de artificios y enanos rebotando en barriles (Como he disfrutado con la escena del descenso), se deja ver un fondo oscuro que va mutando a los personajes irrevocablemente hacia donde todos sabemos, La destrucción de Lago, la guerra entre Elfos, hombres y los ejércitos enanos,el regreso a casa y alguna escena puente con la comunidad del anillo.

Juan Luis Daza
Autor
30 diciembre, 2013 13:35