Contemplando a Alfonso Font

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    Alfonso Font es uno de los mejores autores de cómic que ha dado nuestro país. Así lo digo, sin paliativos, seguro de que pocos van a contradecir una afirmación como ésta. No por clarividencia del que desde aquí os escribe, sino por la calidad indudable de este autor catalán. Alfonso Font es uno de esos pocos creadores complejos y completos, formados en el trabajo de agencia antes de explotar como narradores totales, que sustentaron y justificaron el boom de la historieta en los años ochenta de nuestro pequeño y convulso país. Font, raramente rompedor a nivel formal, ha venido demostrando desde su debut que las mejores historias se sirven sin estridencias visuales, otorgando a cada momento el enfoque justo y el grafismo suficiente. Eso no ha impedido que, desde esa misma sencillez formal, hayamos encontrado una historieta suya que da buena cuenta de las posibilidades comunicativas exclusivas de la historieta. Se trata de Ojos Verdes, relato de ciencia ficción que se encuentra recopilado en sus Cuentos de un furturo imperfecto y que resulta algo reminiscente del excelente Nancy de Cordwainer Smith. Reproducimos dicha historieta durante un tiempo limitado y bajo expreso permiso de Alfonso Font y de su representante, Ervin Rustemagic. A los dos, nuestro agradecimiento.

    Aviso de Spoiler

    ¿Sorprendidos? ¿Se os ha quedado cara de tontos? ¿Os habéis ya quitado el sombrero ante la evidencia de encontraros frente a un maestro narrador? Y es que con esta historia Font no nos ha evocado tan sólo un poético instante de la soledad más absoluta, que clama por un poco de consuelo pagado al más alto precio, sino que también nos ha demostrado hasta qué punto nuestros esquemas mentales están conformados en base a una perspectiva sexista de la existencia y de la misma ficción. ¿Cómo consigue tal cosa?

    Por supuesto, de entrada, contando con esa particularidad de nuestro psiquismo, con esa categorización machista de los protagonismos, del lideraje, sacando provecho de ella y así evidenciándola, haciéndola manifiesta. Más o menos coincidente con Ojos Verdes, un autor por entonces muy elogiado, Josep Maria Beà, realizaba en sus Historias de Taberna Galáctica un relato en el que un terrícola se enfrentaba a un extraterrestre. Los lectores dábamos por supuesto que “el bueno” era nuestro congénere para acabar descubriendo, al final del relato, que no era así. El espécimen humano era el prisionero al que un pobre alienígena debía entregar sano y salvo al llegar a su base. Sin restarle méritos a la propuesta de Beà, que daba cuenta del antropocentrismo con el que interpretamos todo lo que acontece, soy del parecer que los logros de Font con este magnífico Ojos Verdes son mucho mayores, por cuanto afina un punto más en esa explicitación de nuestras categorías mentales más básicas. Pero, como decíamos al principio, por más que esas categorías existan, este juego argumental sólo es posible para la historieta. Donde no podemos escuchar la voz del personaje protagonista, pero también donde son las imágenes quienes nos presentan a los dos personajes susceptibles de “disputarse” ese protagonismo.

    De entrada Font arranca la historieta con una gran panorámica que permite que la nave se nos vaya acercando progresivamente. Para cuando entramos en la nave sabemos ya que ésta tiene sus sistemas estropeados, con lo cual resulta menos extraño el ocultamiento del protagonista tras una compuerta de acceso al cableado del navío estelar.

    Sin sospechar aún lo que el autor se trae entre manos, contemplamos a los posibles protagonistas a partir de una fotografía. Sin duda, el hecho de que el varón aparezca primero y que el viajero estelar ande sucio de grasa por haber estado ejerciendo de “mecánico” en la nave favorecen que supongamos que el protagonista es él y no ella.

    La tercera página no tiene desperdicio. Contemplamos el chaleco del personaje protagonista y con él nos adentramos en la foto. Creemos que el protagonista está mirando los ojos de “su chica” tal como se ven en la fotografía mientras que lo que sucede es todo lo contrario, los ojos que vemos son ojos que miran y lo que nos muestra la viñeta siguiente es lo que esos ojos “alucinan”. Por supuesto, el hecho de que “la alucinación” vista el mismo chaleco que “el personaje alucinado” completa el equívoco. La confusión ya está servida a partir de ahí y no será hasta la última página cuando nos percataremos del engañoso juego en el que hemos participado.

    Para comprobar si tan sólo los hombres éramos susceptibles de caer en la trampa, le pasé este relato a dos de mis compañeras de trabajo. Lo único que encontraron extraño fue que la descripción que daba “el personaje protagonista” era muy romántica para lo que suele ser habitual en los varones, pero ambas creyeron que, en efecto, era él el protagonista.

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    chacal
    22 noviembre, 2007 19:05

    GUAU bueno muy bueno merece un sonoro PLOP al estilo condorito… un tómala pelón… bueno el final

    Jose A. Serrano
    22 noviembre, 2007 21:00

    Alfonso Font es una bestia parda de la historieta y del dibujo. Hay que reivindicarlo más, sí señor.

    José Torralba
    22 noviembre, 2007 23:00

    Estupendo el autor y estupendo el post. Pocas veces he visto una secuencia tan bien analizada en una web sobre cómics. Se nota que la condensación formal le va a tu estilo como articulista: puedes ser detallista al máximo con cada comentario y detalle, y al tiempo abarcar toda la complejidad del mensaje, algo que sólo admiten las obras más largas a través de un extracto y, por tanto, perdiendo la capacidad de analizar su mensaje.

    Por cierto… que la forma de presentación del personaje imaginario y el entorno «espacial» me ha recordado enormemente a la número 6 que ve Gaius Baltar en Battlestar Galactica. Sólo lo veo tramposo en un detalle: en la tercera página, viñeta de abajo a la izquierda, el arqueo y el desplazamiento del bocadillo de pensamiento se orientan hacia la derecha (donde está el personaje masculino). Formalmente sería más correcto que, si es la mujer la que habla, estuvieran desplazados hacia su lado. Desde luego es ambiguo y no se puede hablar de gazapo; pero sí de trampa.

    Millarfan
    Millarfan
    22 noviembre, 2007 23:27

    Lo que es una pena de verdad es que Cuentos de un Futuro Imperfecto, la serie Taxi, los dos tomos de Clarkey Kubrick y los de El Prisionero de Las Estrellas no estén disponibles.

    ¿Porqué no hay un fondo disonible de las obras de este maestro?

    Preguntadle si hay planes para recuperar sus obras de la mano de Glenat o Norma. EN UNA EDICIÓN DIGNA.

    Cabecilla de los atormentadores
    23 noviembre, 2007 0:16

    Ya era hora de que le dedicárais un post a este maestro de la historieta. Alfonso Font es un grande.

    deemebe
    deemebe
    23 noviembre, 2007 11:13

    Soy un gran admirador del Sr. Font, y tengo practicamente toda su obra publicada. Un genio del cómic (Mi obra favorita es el 1º tomo de El Prisionero de las estrellas, obra que en mi opinión no necesitaba continuación alguna, y menos para luego dejarla colgada tras el 2º tomo).

    Nadie ha sabido contestarme al motivo por el que dejó «colgada» la serie «Bri D´Alban». ¿Alguien puede ayudarme?. ¿Se dignará el Sr. Font a finalizarla algún día, o por el contrario tendré que guardar el único álbum publicado junto con otras series incompletas que dejó colgada Norma?. La verdad es que cada vez que lo pienso me entra un cabreo … Y no me parece una forma seria de actuar.

    Milgrom
    23 noviembre, 2007 15:38

    Y tanto que hay que reivindicarlo más. Yo soy uno de esos a los que Font le sonaba, pero que nunca ha leído nada suyo. Dadme de collejas si queréis pero así es. Sublime en la narración, al menos en esta historieta. Me ha encnatado la planificación, empezando con planos cortos y viñetas estrechas y cerradadas, para ir expandiéndose y rompiendo el encuadre en el momento del clímax, para mantenerse en viñetas más grandes para reflejar tanto la sorpresa como la sensación de inmensa soledad.

    Ahora después de las collejas, decidme que obras hay de ALFONSO FONT para echarle el guante y subsanar mi deuda con él

    Milgrom
    23 noviembre, 2007 15:38

    Y tanto que hay que reivindicarlo más. Yo soy uno de esos a los que Font le sonaba, pero que nunca ha leído nada suyo. Dadme de collejas si queréis pero así es. Sublime en la narración, al menos en esta historieta. Me ha encnatado la planificación, empezando con planos cortos y viñetas estrechas y cerradadas, para ir expandiéndose y rompiendo el encuadre en el momento del clímax, para mantenerse en viñetas más grandes para reflejar tanto la sorpresa como la sensación de inmensa soledad.

    Ahora después de las collejas, decidme que obras hay de ALFONSO FONT para echarle el guante y subsanar mi deuda con él.

    Jordi Querol
    23 noviembre, 2007 22:12

    Font es de los pocos nombres que tengo grabados en la memoria cuando de tanto en tanto abandono el manga para leer alguna otra cosa, junto con Abuli/Bernet, Fontdevila, etc Leí Taxi y me gustó mucho. Leí otra también pero no me acuerdo del titulo…Espero que el proximo autor a recuperar en ediciones bonitas por parte de Glenat sea Alfonso.

    Fantastico post como siempre, Toni.

    Fontadlo!
    Fontadlo!
    26 noviembre, 2007 16:24

    Biblioteca Alfonso Font YA!!!!!

    deemebe
    deemebe
    29 noviembre, 2007 10:02

    Estimado Sr. Boix: ¿A qué entrevista hace usted referencia en el comentario nº 11 y en la que explica el porqué de dejar colgadas series como «Bri D´Alban» y «El prisionero de las estrellas».

    Muchas gracias.

    José Torralba
    29 noviembre, 2007 10:29

    A una que se publica hoy a las 12:00, que he tenido la oportunidad de leer ayer, y que recomiendo que no se pierda por nada del mundo, sr. deemebe.