Un verano Diabolik(o)

El acertado juego de espejos deformantes que propone Un verano Diabolik nos aturde y nos intriga. El personaje creado por las hermanas Giussani sirve de metáfora de lo que atormenta y confunde a Antoine, un adolescente inmerso de lleno en una compleja y desasosegante trama que sólo resolverá décadas más tarde.

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Edición original: L’été Diabolik (Dargaud-Lombard, 2016)
Edición nacional/ España: Un verano Diabolik. Norma Editorial. Marzo, 2018
Guion: Thierry Smolderen
Dibujo: Alexandre Clérisse
Color: Alexandre Clérisse
Formato: Cartoné, 168 páginas
Precio: 25€

 

Un verano Diabolik de Smolderen y Clérisse es una aguda reflexión sobre la familia y la propia identidad; una reflexión disfrazada de historia de verano, de relato iniciático de un joven de 15 años que explora sus primeros sentimientos como adulto y que se topa con sus primeras frustraciones.
Bajo una apariencia de thriller y con un diseño artístico de clara inspiración pop-art, los autores nos proponen un juego de espejos deformantes que reflejan una realidad que bascula de manera vertiginosa entre la euforia juvenil y el sufrimiento vital.

La obra está estructurada en dos partes completamente diferenciadas, separadas además por un texto, y que adoptan una estructura de positivo y negativo. El primer segmento es el más extenso y ocupa dos tercios del álbum, la acción se sitúa en un pueblo de la costa francesa en el año 1967. La segunda parte transcurre 20 años después.
El protagonista es Antoine Lafarge, un adolescente que juega al tenis de manera excelente y que está pasando unos días a solas con su padre Louis mientras su madre y hermana están de viaje en Irlanda. Esta figura paterna, sólida e inmutable, es la que será puesta en cuestión en este verano realmente diabólico que acabará siendo decisivo en la biografía del joven Antoine.

Para ahondar en el típico desasosiego adolescente, Antoine se encontrará con un joven tenista como él, Erik, con una turista americana llamada Joan que esconde un asombroso secreto y su amor platónico de cada verano Michèle.
Además Antoine será testigo de extraños sucesos de los que no acabará comprendiendo su magnitud real hasta dos décadas después.
El primer amor, la iniciación al sexo y las primeras experiencias con alucinógenos se mezclarán con los cuadernillos de Diabolik – la serie de cómics italiana creada por las hermanas Giussani – y las canciones del momento, como Con su blanca palidez de Procol Harum, para formar una amalgama de confusión adolescente que le acompañará durante bastantes años.

Smolderen introduce con acierto el mito de Diabolik como encarnación metafórica del genio del Mal que camuflado mueve todos los hilos de la trama pero que permanece oculto tanto para el joven protagonista como para el lector, aunque los autores nos vayan ofreciendo pistas en cada página de la primera parte.

El arte de Clérisse es una bocanada de aire fresco en el panorama de la BD actual. Su estilo suelto y atractivo, basado en el movimiento y el color se adapta perfectamente a las exigencias de un guion centrado en la inestabilidad de un adolescente que vive un verano pop en Francia de 1967. La descripción de los personajes es impecable, los jóvenes y los adultos están caracterizados de manera clara y contundente. Es imposible olvidar el porte marcial del padre de Antoine, ni el bigote casi orgánico del agente De Noé. Las mujeres también tienen una fuerte personalidad, desde la sensual Joan a la más recatada Michèle aunque, a veces, podamos entrever alguna influencia del maestro Georges Pichard en su aspecto. También podemos especular sobre la probable influencia de Dupuy y Barberian sobre este artista galo.

El tratamiento del color es espectacular, acorde con la época en que transcurre la acción y acorde con la exigencia de cada escena de la trama, la narrativa es exuberante pero clara, sin efectismos gratuitos pero sin renunciar a la espectacularidad. Los colores escogidos por Clérisse van desde todos los tonos del azul, hasta los rosas, naranjas y verdes y amarillos y reservando su espacio al color más sesentero de todos; el violeta.

El artista francés introduce con habilidad en algunas páginas planos de edificios, maquetas y esquemas técnicos de vehículos para facilitar la comprensión del misterio con el que se enfrenta Antoine, algunos de estos recursos recuerdan poderosamente las imaginativas soluciones que Will Eisner aplicaba a sus splash-pages de inicio en la serie The Spirit.
Otro aspecto que sobresale de la realización gráfica de esta obra es la sutil diferencia estructural que el dibujante imprime a las páginas del primer segmento respecto a las del segundo. En la primera parte el punto de vista es más subjetivo, más caótico y emocionante. En la parte final todo se vuelve más analítico, más sosegado y didáctico como corresponde a la fase de asunción de realidades y evaporación de fantasmas del pasado.
En las páginas de Un verano Diabolik podemos ver muy camuflados diferentes homenajes a obras capitales de las décadas de los 60 y 70, desde Bonjour Tristesse de Françoise Sagan y su adaptación cinematográfica a cargo de Otto Preminger, a la película Yellow submarine de George Dunning, la saga de James Bond, los comics de Peellaert, las novelas de Agatha Christie o Blowup de Michelangelo Antonioni, incluso podemos descubrir una referencia al famosísimo cartel de la película El exorcista de William Friedkin.

Thierry Smolderen es profesor de la Escuela de Bellas Artes de Angoulême desde 1994. Nació en 1954 en Bruselas y se inició como guionista con la serie Karen Springwell (1990) junto al dibujante Philippe Gauckler. Se da a conocer mundialmente creando la serie Gipsy que dibuja Enrico Marini y de la que se publicarán 6 álbumes. Otros trabajos suyos son: McCay, una serie basada en la vida del creador de Little Nemo, Winsor McCay con el dibujo de Jean-Philippe Bramanti, Ghost Money con Dominique Bertail o la premiada Souvenirs de l’empire de L’atome (2013) dibujada por Alexandre Clérisse con quien repetirá para realizar Un verano Diabolik en 2016. Smolderen destaca también por su faceta de estudioso de la historia del cómic.

Alexandre Clérisse es mucho más joven que su compañero en Un verano Diabolik. Nació en la ciudad francesa de Aurillac en 1980. Su corta carrera está fuertemente ligada a Thierry Smolderen. Se diplomó en Artes Pláticas en la Escuela Europea Superior de Imagen de Angoulême. Entre 2006 y 2010 realiza cuatro obras como son: Jazz Club (2006) editada por Dargaud, À la maison (2007) publicada por Casterman; Trompe la mort (2009) otra vez en Dargaud y L’Ècole des Lutins (2010) para la editorial Glénat. En 2013 empieza su colaboración con Smolderen publicando Souvenirs de l’empire de l’atome con el que consiguen el Grand Prix de l’Imaginaire BD en 2014 y posteriormente publican L’Éte Diabolik (2016) con el que obtendrán el Fauve Polar SNCF del Festival de Angoulême 2017 y el Prix de la BD FNAC.

La edición a cargo de Norma es impecable. El libro tiene un tamaño adecuado, está perfectamente impreso y el papel es satinado y de calidad. La tapa dura le acaba de dar un toque de categoría a este producto que se convierte así en uno de los lanzamientos de año en cuanto a BD se refiere. El precio me parece razonable y ajustado a la calidad de la propuesta.

Un verano Diabolik de Smolderen y Clérisse es sin duda uno de los cómics del año. Su propuesta profunda y atractiva la convierten en una obra que se lee con avidez y que resiste una segunda y tercera lectura. La perfecta conjunción entre trama y realización gráfica y su atractiva propuesta que mezcla la cultura pop, el thriller y la introspección atraerá a cualquier lector que se acerque a sus brillantes páginas. La fascinación que ejerce el mito de Diabolik tiene su equivalente perfecto en la apasionante odisea que vive Antoine durante algo más de 20 años.

Salut!

  Edición original: L’été Diabolik (Dargaud-Lombard, 2016) Edición nacional/ España: Un verano Diabolik. Norma Editorial. Marzo, 2018 Guion: Thierry Smolderen Dibujo: Alexandre Clérisse Color: Alexandre Clérisse Formato: Cartoné, 168 páginas Precio: 25€   Un verano Diabolik de Smolderen y Clérisse es una aguda reflexión sobre la familia y la propia…
Guión - 8.5
Dibujo - 9
Interés - 9

8.8

Inquietante

Un soberbio ejemplo de buen guion y mejor arte

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Nippur
Nippur
Lector
15 junio, 2018 1:08

Qué interesante trabajo!!! Me encanta, estas son las obras que amplían los horizontes del comic y confirman por qué nos gusta tanto

Zpyro
Zpyro
Lector
15 junio, 2018 19:54

Añadido a la lista de compra. Me había llamado la atención por el dibujo pero no me atreví a cogerla todavía. Ahora tiene prioridad.
Buena reseña!

Malinwa
Malinwa
Lector
15 junio, 2018 22:59

Lo tenía apuntado pero no lo pillé porque aunque el dibujo lo ponían por las nubes había leído en varios sitios que el guión no estaba a la altura.