El oportunismo es un problema establecido en nuestra sociedad. Gracias a una perversa e intencionada forma de entender el concepto de éxito que se nos es inculcada, tenemos sobre nuestros hombros una presión por el quererlo todo aquí y ahora. En una tábula rasa ficticia colocamos a toda la humanidad y valoramos en que punto de ella estamos, con una aversión terrible al fracaso. Con ello, nos queda seres humanos egoístas que aplastan cabezas, anteponiéndose a sí mismo frente a todos los demás.
El protagonista narrador de The Fix es el vivo ejemplo de lo dicho. Se podría buscar adjetivos calificativos para definirlo, pero tendrían connotaciones negativas. Bajo ningún concepto deberíamos juzgar a un personaje, si no entenderlo. Pero probablemente esté escrito con unas características que lo convierten en alguien, cuanto menos, antipático con cualquier lector que tenga unos códigos morales.
Todos conocemos canayas oportunistas. Y, desgraciadamente, todos conocemos que este tipo de calaña siempre logra, no solo salvar los muebles, si no que logran salir victoriosos en cosas en las que nosotros fracasamos. Y, siendo sinceros, probablemente en algún momento sintamos envidia.
Se trata de un personaje que, de nuevo, es más una herramienta para criticar al sueño americano que alguien real. Es un personaje completamente extremo, hasta llegar a tener rasgos psicopáticos, con el que es difícil empatizar. Sin embargo, Nick Spencer, el creador y guionista de esta serie, nos obliga a compartir su punto de vista. Con ello logra que captemos completamente su visión del mundo y, desconozco si esta decisión hace que el personaje nos resulte más o menos cuestionable. El escoger a un personaje cuya única virtud es que es consecuente con su punto de vista es una decisión realmente arriesgada.
Spencer probablemente se establezca como el cronista crítico de la América contemporánea gracias a su trabajo con el Capitán América, como con esta propuesta con hambre de polémica y nada agradable en su retrato del estadounidense medio.
The Fix parte de la premisa de que dos policías corruptos, cuando están fuera de horario de trabajo se dedican a tener una carrera como atracadores por mero aburrimiento y por una sed de trascendencia y necesidad de enriquecerse como máximas. Todo ello se ve afectado cuando caen en la cuenta de que el único que puede detener su desenfrenado estilo. Tienen una relación de dependencia con un mafioso local que les hace secuestrar a un pretzel antidroga para eliminarlo de la ecuación.
Probablemente uno de los grandes referentes para esta serie es Garth Ennis, aunque sin llegar a tal nivel de mordacidad. Aunque, personalmente, no me extrañaría que los referentes que manejase fuesen puramente cinematográficos. En The Fix no es difícil distinguir el criminal patético glamourizado de Guy Ritchie, el enérgico cine criminal de Scorsese (de hecho adopta con mayor o menos fortuna su V.O. explicativa).
Pero The Fix, es un cómic que entiende el lenguaje en el que se mueve y tiene en cuenta algunos de los recursos propios del cómic a la hora de emplearlos para enriquece la historia visualmente. Y también es muy coherente con el tono y el género en el que sitúa y emplearlo a su favor.
Puede que la serie de Nick Spencer no sea la más trascendental. Pero contiene una garra visceral que hace que, disimulada en cierta ligereza tanto en lo visual, el lector sienta que es el concepto realmente reside ahí. A través de la caricatura pretende sacar a relucir ciertas vergüenzas. Este producto tan solo puede ser entendido dentro de su contexto, y como un modo de exorcizar mucha rabia contenida.
La compenetración lograda con el dibujante Larry Lieber, tras la memorable Superior Foes of Spiderman, hace que la serie tenga una identidad visual y un carisma muy propio. Tiene un estilo que se mueve entre lo realista, aunque con cierto toque cartoon. Si algo aporta este dibujante al resultado final es, sin duda, una serie de recursos visuales bastante interesantes, y unas señas de identidad tanto para la serie como para sus personajes que la hacen, en buena medida, reconocible.
La edición de Norma Editorial incluye portadas alternativas.
Concluyendo, The Fix no es una apuesta cómoda. Es un ejercicio más propio de otra década que de esta. Tal vez, en ese aire anacrónico resida parte del encanto de esta serie. Una creación que no nace con ganas de revolucionar nada. Ni contiene ideas que se trascienda la superficialidad. Tan solo una realidad que, aunque duela, eso no lo hace menos real.
Guión - 7.5
Dibujo - 7
Interés - 8
7.5
The Fix se nos antepone como un sarcástico relato criminal de vieja escuela que se atreve a mirar a la América contemporánea cara a cara.
Dios mio !!!! como se puede poner un 7 al dibujo de este cómic , he visto las paginas de muestra y son de un 5 para abajo , se nota que el dibujante tiene prisa y ademas quiere hacer un dibujo sintético con pocas lineas, pero lo que le salen son churros y poses que no expresan bien lo que quiere decir el guion , es un quiero y no puedo , la muestra de la pagina del perro es lo mas feo que he visto en mi vida , con lo fácil que es coger una foto de un perro y copiarla de internet.
Como se puede poner solo un 0.5 menos que ha dibujantes de las series como Conquistador o Barracuda.
La verdad no lo entiendo.
Perdónale señor que no sabe lo que está hablando…