Sykes, un western ambiguo

Con Sykes tanto Dubois como Armand intentan realizar un relato legendario sobre las consecuencias de la venganza y de la violencia sin acabar de cumplir con todas las expectativas.

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Edición original:Sykes (Editions du Lombard. Noviembre 2015)
Edición nacional/ España:Sykes. Ponent Mon, septiembre 2017
Guion:Pierre Dubois
Dibujo:Dimitri Armand
Formato:Tapa dura, 80 páginas
Precio:20€

 

A veces pasa que uno, aunque tenga una buena receta y disponga además de ingredientes de la mejor calidad, no acaba de ligar bien el guiso y encima no puede explicar muy bien las razones de este fracaso.
Esto es un poco lo que he sentido cuando he acabado de leer Sykes de Pierre Dubois y Dimitri Armand. Es un western que te deja frio a pesar de tener todos los condicionantes para atrapar al lector, no consigue emocionarte, uno no acaba por interesarse por los personajes y asiste a una serie de acontecimientos que le confunden más que le interesan.

“Sentencia” Sykes es un legendario U.S. Marshall que persigue por todo el territorio las bandas de forajidos formadas a raíz de la descomposición del ejercito sudista al finalizar la guerra de Secesión norteamericana. Un día se presenta en el rancho de la familia Starret para abrevar su caballo. Allí, el hijo de la pareja queda impresionado por la figura del pistolero y la madre desconfiada lo recibe a punta de fusil. Sykes está persiguiendo una banda de forajidos, los Clayton, que asaltan bancos y asolan granjas con una violencia enfermiza. Para ello piensa reunir un pequeño grupo formado por un pistolero llamado O’Malley y Zorro gris, un rastreador indio. Más adelante se les unirá el joven Sterret que ha conseguido escapar de la masacre de su granja por parte de Los Clayton y se ha quedado huérfano.

Este relato urdido a base de juntar muchos de los grandes argumentos del western tradicional, pretende ser también una reflexión sobre el uso de la violencia y como ésta engendra más violencia. Lo que al principio parece ser una road-movie con tintes crepusculares sobre una venganza se convierte sin avisar en una tragedia clásica donde un destino inexorable golpea a los hombres violentos y donde las maldiciones pueden traspasarse de una generación a otra. El problema es que nada de todo esto se hace con la convicción necesaria para que la historia particular se transforme en universal y al final nos quedamos con unos personajes que no acaban de tener personalidad propia y tampoco acaban de asumir la condición de mitos legendarios.

Además la mezcla no cuaja. Cuando parece que el relato va por un lado vira bruscamente hacia otro y finalmente todo se desencadena de manera abrupta por una tercera vía. Nada de lo que en principio se cuenta permite intuir por donde desembocará toda la trama por lo que se produce un desconcierto que aleja al lector de cualquier atisbo de identificación con los protagonistas.

En Sykes encontramos influencias del western en cómic europeo con la trilogía de Los lobos de Wyoming de la serie Comanche como principal ejemplo, también del cine norteamericano con Raíces Profundas y Sin perdón a la cabeza y con referencias a grandes clásicos de la literatura universal como Moby Dick.

Si en otros westerns metafísicos como Jinete Pálido, Centauros del desierto o El cielo rojo sobre Laramie tanto el tono como la historia nos remitía al territorio donde están construidas las leyendas, aquí en Sykes estamos huérfanos de referentes mitológicos y solo intuimos las intenciones del guionista al contemplar una viñeta a contraluz- esto sí; bellísima – que se repite de manera circular en la segunda y penúltima página. Además nunca percibimos realmente la maldad de los contrincantes, solo sus terribles resultados, ya que casi siempre son entidades lejanas que apenas atisbamos en el horizonte. Esto hace que el enfrentamiento carezca de interés puesto que los Clayton no poseen ese magnetismo violento que despiden personajes como los Dobbs o el mismísimo Liberty Valance.

Probablemente otra de las causas del extraño distanciamiento que produce esta obra sea el aire de dibujo animado que emiten las páginas de Dimitri Armand. El de Orleans dibuja muy bien pero su estilo no parece el más adecuado para un western melodramático como éste. El color es extraordinario, la composición de página impecable y algunas secuencias de acción están excelentemente planificadas pero sus rostros, las posturas corporales y los encuadres son más pertinentes en historias de fantasía heroica o de espadachines tipo Scaramouche.

Lo que sí tengo claro es que la responsabilidad de este fracaso es compartida. Tanto el guionista Pierre Dubois como el dibujante Dimitri Armand intentan realizar un buen trabajo pero lamentablemente se quedan a medias.
Sin embargo he comprobado que la valoración de este one-shot no es unánime, en Francia Sykes ha cosechado críticas muy favorables y existen numerosas páginas de referencia que la sitúan en el grupo de westerns europeos de nueva generación junto a Undertaker, Stern o Buffalo Runner.

La edición de Ponent Mon es excelente. Tanto la reproducción como el formato es espectacular y el precio razonable.

Por lo tanto ahora solo queda esperar la valoración del lector, que es la realmente importa.

  Edición original:Sykes (Editions du Lombard. Noviembre 2015) Edición nacional/ España:Sykes. Ponent Mon, septiembre 2017 Guion:Pierre Dubois Dibujo:Dimitri Armand Formato:Tapa dura, 80 páginas Precio:20€   A veces pasa que uno, aunque tenga una buena receta y disponga además de ingredientes de la mejor calidad, no acaba de ligar bien el…
Guion - 5.5
Dibujo - 7
Interés - 7

6.5

Confuso

Una obra ambiciosa que se queda a medio camino.

Vosotros puntuáis: 8.6 ( 2 votos)
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Winch Thorgal
Winch Thorgal
Lector
5 octubre, 2017 15:47

Me ha gustado mucho tu reseña. Mis felicitaciones.
A mí también me decepcionó: esperaba mucho más de esta obra y, parafraseándote, se quedó a medio camino. Saludos.

sibaix
sibaix
Lector
7 octubre, 2017 20:12

Para mi si este dibujo es de 7 el que veo en muchos cómics de superheroes que puntuáis por encima de 8 es de 4, discrepo el dibujo es mínimo de 8 y nos deja viñetas de una factura sublime, el guión si que creo que se queda a medias pero vamos por lo menos un 6. Nunca entenderé la distinta vara de medir el dibujo en la BD y en superheroes.