Los Nuevos Titanes de Marv Wolfman y George Pérez

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Edición original: 1980-1982 – DC Comics
Edición España: septiembre 2010 – Planeta deAgostini Cómics
Guión: Marv Wolfman
Dibujo: George Pérez, Curt Swan, Carmine Infantino
Entintado: Romeo Thangal, Dick Giordano
Portada: George Pérez
Precio: 35 € (Tomo en tapa dura)

 

2010 ha sido, sin duda alguna, un año particularmente bueno para los seguidores de George Pérez en España. A través de un formato u otro, tanto Panini como Planeta DeAgostini han brindado a la afición al artista estadounidense la oportunidad de recuperar o de conocer su trabajo en series como Los Vengadores o La Liga de la Justicia de América. Reeditados hasta la saciedad o inéditos, los trabajos antiguos de este caballero pueden ser redescubiertos y comparados con otros más recientes como La Legión de Tres Mundos. En el caso que nos ocupa, se da la circunstancia de que Planeta ya había editado hace unos años su etapa junto a Marv Wolfman al frente de los Nuevos Titanes, pero en un formato análogo (aunque a color) al de las bibliotecas marvelianas, lo que no fue del agrado de quienes opinaban que una obra de tal importancia en la historia deceera bien merecía una publicación de más calidad. Con este primer tomo viene a cumplirse su deseo, pues se trata de una edición de las que gustan a los coleccionistas pero hace temblar la faltriquera.

Hablar de los Titanes de Wolfman y Pérez es hablar de una de las colecciones más importantes del comic-book de los años ochenta, amén de la serie que catapultaría a sus autores como aquéllos que habrían de hacerse cargo de Crisis en Tierras infinitas. Ambos habían trabajado juntos en Los Cuatro Fantásticos y, por separado habían dado sobradas muestras de su habilidad. Sin embargo, su labor en el relanzamiento de los titanes es considerada por muchas personas su trabajo más importante en una colección regular. Entre los dos, consiguieron que una idea que había empezado como la versión adolescente de la Liga de la Justicia pasara a convertirse en una franquicia independiente que aún hoy sigue dando guerra, aunque sin alcanzar el nivel obtenido en esta saga.

En este primer tomo asistimos a la refundación del equipo. Como punto de partida tenemos una rápida presentación donde vemos al grupo en acción, mediante el recurso narrativo de que Robin (que en aquellos tiempos aún iba con la pata al aire y aún era Dick Grayson) eche una mirada involuntaria a su futuro inmediato. Junto a él están Kid Flash y Wonder Girl, que con él comparten su condición de héroes adolescentes compañeros de pesos pesados de la casa. Sin embargo, no se recuperan ni Aqualad ni Speedy, los adjuntos de Aquaman y Flecha Verde respectivamente. En su lugar aparecen Changelling (el Chico Bestia de la Patrulla Condenada) y tres personajes nuevecitos: la exhuberante Starfire, el amargado Ciborg y la misteriosa Raven. Es esta última la que fuerza la reunión de esta alineación para hacer frente a una amenaza que, como se verá más adelante, también es parte de ella. Su condición de jóvenes que intentan compaginar los pijamas de colorines con una vida relativamente normal y las contradicciones y contratiempos derivados de tal dicotomía recuerdan vagamente de los de la Patrulla-X de Claremont y Byrne y de hecho, cuentan las crónicas que estos titanes se concibieron como respuesta a la misma. Sin embargo, rápidamente se marcan las distancias. Los integrantes del grupo no son temidos ni odiados por la humanidad a la que han jurado proteger, y sus conflictos van en otra línea bien distinta. Robin está empezando a marcar las distancias respecto a su mentor y será aquí donde demuestre sus cualidades como héroe independiente, lo que le llevará a abandonar los colores de chico maravilla y a adoptar la identidad por la que ha sido conocido hasta fechas muy recientes, la de Nightwing. Ciborg puede ser un tipo tan atormentado como Cíclope, pero tiene más facilidad para integrarse en ese mundo que lo ve un tanto raro. Raven y Starfire son extrañas en un mundo que tiene mucho que ofrecerles, y cada una se enfrentará al desafío de explorar su hogar de distintas maneras; una, preocupada por el equilibrio entre el bien y el mal que anida en su interior; otra, de forma despreocupada, alegre y casi salvaje. Por su parte, Garfield Logan, Changelling, aporta la parte chistosa que supone ser el payaso del grupo, siendo en ocasiones tan cargante para sus compañeros como para los propios lectores. Más aún, quienes hayan conocido a Wally West por su protagonismo como Flash, se sorprenderán un poco al ver como en sus orígenes se trataba de un personaje mucho más inseguro y dubitativo en torno a lo que habría de ser su porvenir. Mención especial merece la presencia de Donna Troy, Wonder Girl, a la que los autores separarán del manto de Wonder Woman y que será el vehículo para enlazar las andanzas de su equpo con la mitología grecorromana, en un avance de lo que luego George Pérez hará con su hermana mayor.

Todo lo anterior acontece en el marco de aventuras trepidantes, donde aparecen elementos que con el tiempo se harán imprescindibles en el universo DC: el demonio Trigon y su obsesión por conquistar la dimensión terrestre; Slade Wilson, el mercenario conocido como Terminator, mucho antes de que el Chuachi paseara su jeto de piedra por la gran pantalla de la mano de James Cameron; los titanes mitológicos… y eso es solo el principio. Desde el punto de vista del momento presente, quizá los guiones de Marv Wolfman puedan resultar un tanto ampulosos, pero en líneas generales, las historias han superado relativamente bien la prueba del tiempo. En la parte gráfica asistiremos al camino recorrido por George Pérez hasta convertirse en el dibujante de multitudes de Crisis. Aquí aún se deja sentir un poco la huella de su mentor Rich Buckler, sobre todo a través del sencillo entintado que ejecuta Romeo Thangal; está un poco lejos del trazo, a ratos abigarrado, a ratos relamido, siempre detallista al que tiene acostumbrada a la audiencia. Lo que está presente desde el principio son esos diseños entrañablemente horteras con los que don George “viste” a sus personajes, tanto en su identidad civil como en la superheroica.

Para finalizar, solamente queda recalcar que tenemos entre las manos una nueva oportunidad para poder visitar, por primera o por enésima vez, una colección y una etapa de gran importancia en la historia de una editorial que ya ha superado los tres cuartos de siglo de vida.

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Alberto Martin Pascual
Alberto Martin Pascual
11 enero, 2011 9:12

A mi me gustaria saber cuantos tomos van a ser … Segun el Bot de Planeta la edicion de Lujo reeditaria hasta «Contrato de Judas»

peta-z
peta-z
Lector
11 enero, 2011 9:23

Demasiado caro para mi bolsillo, desgraciadamente. Teniendo en cuenta que compre la edición «bolsillo» hace unos años, tendré que dejarlo para otro año.
Pese a todo está bien disponer de estos volumenes en el mercado, seguro que dentro de un par de años lo encontramos en ebay por la mitad de precio, jeje

elbichoemboscado
elbichoemboscado
11 enero, 2011 9:57

La edición constará de tres tomos, ya que DC no puede asegurar la calidad del material de reproducción más allá del tercer Anual, como ya pudimos ver en la anterior edición de bolsillo. El tomo 2 incluye New Teen Titans 17-28, el primer Anual y la mini Tales of New Teen Titans.
Y el tomo 3 incluirá del 29 al 44, más un Batman and the Outsiders (el 5) y los Anuales 2 y 3. Hasta el Contrato Judas.
Y hasta que DC no reedite más material eso será todo.

jorgenexo
jorgenexo
11 enero, 2011 10:48

DC fue muy grande en los 80, de donde datan mis obras predilectas de esta editorial. Como serie, sin duda estos Titanes fueron lo más, pero allí estuvieron el Superman de Byrne, Camelot 3000, la limited de Green Arrow «El cazador acecha», Wonder Woman de Perez, Ronin, Dark Nigth Returns, The Question, Batman Año uno y dos, The killing Joke, incluso Batman The Cult, obviamente Watchmen, la limited de Chaykin de La Sombra, Legends de Byrne, Crisis (aunque reconozco que nunca he terminado de cogerle el tranquillo a Crisis)… Me encantaba DC en los 80, Zinco duró poco, pero pilló una época extraordinaria.

Walnais
Walnais
Lector
11 enero, 2011 11:08

Y la Legión de Levitz también es de los 80 no? Que lo demás no sé, pero al menos lo reeditado en clásicos dc me pirra.

josecles
josecles
Lector
11 enero, 2011 12:37

A ver para cuando el Green Arrow de Mike Grell, me empecé a leer este comic por su fama, y aunque gráficamente era estupendo y el contrato de Judas estuvo muy bien sinceramente se me hicierón pesados, supongo que el haberlos leido fuera de su época ha hecho bastante.

Ariel
Ariel
Lector
11 enero, 2011 14:59

Y la Cosa del Pantano de Moore!

Eduardo
Eduardo
11 enero, 2011 15:43

Yo tengo los dos primeros Archives americanos y aunque al parecer en Planeta han usado los mismos materiales, puedo decir que la reproduccion en la edición americana es mejor que en la española. No sé si se debe al tipo de papel, tintas o qué, no soy experto, pero en los Archives los colores son más vivos y nítidos, los negros más oscuros y todo luce más. En la edición española, yo no sé qué pasa pero todo se ve como pasado por un filtro. Y hablo teniendo ambas ediciones una al lado de otra, y la verdad, la diferencia se nota.

franz
franz
Lector
11 enero, 2011 16:24

Los primeros años de los TT eran excelentes («el team más Marvel de DC» dirían algunos) pero después decayó mucho. 100% recomendables.