Un hasta luego

La perspectiva sobre los blogs de cómics cambia radicalmente cuando se está a este lado de la línea. Como lector y visitante, uno siempre sigue el hilo de los temas y debates que se plantean, con intervenciones más o menos interesantes según el caso. Sin embargo, cuando se empieza a escribir, uno adquiere total libertad creativa… no sigue el hilo, sino que necesita crearlo y dirigirlo después. Y al mismo tiempo, surgen una serie de cuestiones ineludibles que deben responderse. No todos los bloggers se las hacen, no sé si deberían hacérselas, puede que existan más y, por supuesto, no en todos los casos deberían responderse de la misma forma. Pero esto no va de bloggers, va de lo que yo pienso que como blogger debo hacer.

¿Para quién escribo? Alguien diría, para todo el que quiera leerme. Pero no. Creo que todos los bloggers piensan al escribir los artículos quién les va a leer y hacia quién van dirigidos. En mi caso, y puede que sea ombliguista, escribo para mi mismo y para gente que se parezca. Escribir artículos me permite indagar y reflexionar sobre aspectos de los cómics que reseño en los que probablemente no me habría sumergido de no tener que hacerlo. Por supuesto, las ideas estarían ahí, formando una masa abstracta por mi cabeza. Pero es a la hora de ponerse a escribir sobre ello cuando todo se ensambla, alcanzando estructura y sentido. Escribir sobre un cómic como Los Invisibles o The Sandman, permite ordenar impresiones y formar una idea más holística de todas las referencias y reflexiones que esos cómics poseen. Hacerlo sobre Planetary o Sleeper me hizo reparar en cómo se traduce el pensamiento de unos autores respecto al cómic en una idea concreta. Y al mismo tiempo, también escribo para lectores que puede que les interese hacerse esas mismas preguntas, que hayan visto esas referencias y que, como yo, puede que no las ordenen hasta que escriben o leen sobre ellas (muchos de mis lectores podrían haberlo hecho igual o mejor que yo, y ahí están Fletcher, Phantomas o Cannonball para demostrarlo).

¿Para qué escribo? ¿qué le saco a ser blogger? El cómic sigue siendo algo socialmente minoritario a nivel nacional. Vivo en una ciudad bastante grande dentro de la geografía española y encontrar personas interesadas por el mundo del cómic sigue siendo difícil. Tanto más encontrarlas con mis mismos gustos y con la perspectiva que yo tengo de él: un medio artístico que en nada debe envidiar a los demás; que por su temática, posibilidades y desarrollo resulta tremendamente genuino e interesante; y al que cualquier persona que se considere a sí misma interesada por las manifestaciones culturales (teatro, cine, literatura, etc.) debería acercarse rompiendo con tabúes y prejuicios sociales. Así que escribo para poner mi granito de arena en lo que se ha venido en llamar «la normalización del cómic» y, básicamente, para ampliar el radio de búsqueda de esas personas que puedan compartir mi forma de verlo. Los debates y las conversaciones que se han originado en mis artículos me han llenado más que la escritura de los mismos… debates que no habría podido tener de otra forma. Y desde aquí quiero agradecerle a Raúl López la posibilidad de «usar su blog» para desarrollarlos, a Toni Boix el haber creído en mi y a todos los demás chicos de ZN el haber estado ahí, así como a todos aquellos que siempre os habéis acercado, estando de acuerdo o no, con respeto a mis argumentos y reflexiones. Quiero creer que ese respeto que mayoritariamente me habéis demostrado es la moneda de cambio que otorgáis a mi trabajo y al mismo respeto que os profeso.

La siguiente pregunta puede resultar ciertamente polémica: ¿Qué importancia creo que debe darse un blogger a sí mismo? El blogger es un individuo entre dos aguas. Todo hace parecer que no tiene sino una página en la que escribe reflexiones personales; una suerte de diario público que recoge su opinión… pero decir eso tiene un componente de falsa modestia. Hay diferencias entre bloggers: la capacidad de impacto mediático, la calidad de su estilo literario, el grado de profesionalidad que quiera otorgarle a sus escritos o la relación con el mundo editorial, los autores y las exclusivas. Por estas y otras razones, algunos blogs se elevan sobre el resto, convirtiéndose en plataformas mediáticas más o menos potentes. El gran problema de los blogs es doble: no es una actividad remunerada y, sobre todo, no se poseen herramientas para determinar el impacto que puedan tener en la opinión de sus lectores en particular, y en la de los lectores nacionales de cómics en general. Pero que hay impacto es algo indudable.

Esto podría hacer que ciertos bloggers se endiosaran, pensando que tienen más poder del que en realidad tienen; o que se minusvalorasen, creyendo que no poseen más impacto que una carta a la sección de correo de una colección regular. ¿Cómo actuar entonces, de forma honrada? Haciéndolo sin pretensiones y siendo ecuánime y responsable. Si se desea analizar la industria, un tipo de formato, una política editorial, etc. escribiendo sabiendo que eres escuchado (porque te estás comunicando) e incluso que puedes causar reacciones pero que 1. No eres el único que habla 2. Las cosas no dependen de ti 3. Puede haber acuerdo o desacuerdo con lo que dices y 4. No puedes sentar cátedra porque sencillamente no sabes más que nadie de todo; a lo más que puedes llegar a es a argumentar bien tus reflexiones.

¿A quién se debe un blog de cómics? Pregunta vieja, ya desarrollada por Toni Boix tiempo ha en su propio artículo al respecto. Un blog de cómics se debe a la idea que surge en la mente de quienes lo fundan cuando lo hacen, y a la evolución que sigue esa idea a lo largo de su desarrollo. Y, sobre todo, a los lectores que ven algo bueno en esa idea, que la apoyan y que están siempre ahí. Al fin y al cabo ¿Qué seríamos sin vosotros? Muchas gracias por estar al otro lado, lectores, nos veremos pronto.