En su colección Maestros del fumetto Ponent Mon lleva unos años recuperando algunas de las obras de los autores más importantes del país transalpino. Tras recuperar trabajos de autores imprescindibles como Serpieri, Toppi, Dino Battaglia o Attilio Micheluzzi, en está ocasión nos traen
Los aristócratas son un grupo de ladrones de guante blanco que tienen permiso especial de la reina de Inglaterra para robar a los poderosos corruptos que, por su posición económica o social, escapan de las redes de la justicia de la Corona. En el caso de ser atrapados in fraganti, como el mandato real que les apara no es conocida por Scotland Yard, hará que sean tratados como vulgares ladrones. Son un grupo de elegantes y modernos Robin Hoods que reparten lo que obtienen de sus trabajos entre los más necesitas, aunque se quedan un diez por ciento para cubrir sus gastos.
Esta serie mezcla lo mejor de las historias de robos con las de agentes secretos tan en boga cuando fue creada. La serie fue creada para aparecer en revistas, así que las quince historias que encontramos en el integral tienen pocas páginas. Son historias creadas en los años setenta con la única pretensión de hacer que sus lectores pasaran un buen rato. Y lo logran con muy buena nota. Desde una premisa, a priori, bastante limitada y repetitiva, los autores consiguen crear un puñado de historias distintas entre sí y muy bien hilvanadas, con toques de drama y humor y una fina ironía presente en toda la serie. Alguna historia como ¡Cuidado con Verónica! es directamente una comedia. Para dotarlas de originalidad, Castelli y Tacconi optan por hacer que los personajes viajen por todo el mundo, en este tomo visitan Grecia, Inglaterra, Escocia, Italia o París. Otro de los recursos que emplean es la aparición de personajes salidos de la cultura popular como secundarios. Por las historias de este integral aparecen o se mencionan a Arsenio Lupin, Sherlock Holmes, El Duque de Richelieu o los personajes de Cuento de Navidad de Dickens. Posteriormente los miembros del grupo harían lo propio en varios episodios de la serie Martin Mystery.
El grupo está formado por cinco miembros de personalidades muy definidas y diversas nacionalidades, en el prólogo, Castelli dice que están basados en personas reales que conoció en una fiesta, un recurso tan manido como efectivo. Pero, en realidad, se basó en las películas de robos del actor italiano Mario Vicario y las de agentes secretos como James Bond. El Conde es el fundador y líder grupo, además de ser quién elige las misiones. Un hombre elegante y refinado que cita constantemente a Shakespeare y tiene conexiones en las altas esferas del gobierno inglés. En las aventuras incluidas en este integral conoceremos varios detalles sobre su pasado, incluido a Derek Collins, su Moriarty particular. Como nos dice Castelli en uno de los textos que complementan el tomo, su aspecto físico está basado en Sir Alec Guinnes y en su exsuegro. El barbudo irlandés Moose es el forzudo del equipo. Al igual que Álvaro, un galán italiano especialista en cerraduras, está basado en un amigo del guionista. El cuarto miembro es Fritz, un inventor alemán que se encarga de idear todos los inventos que el equipo necesita para llevar a cabo sus delitos y que constantemente se pregunta cómo los ingleses pudieron ganar la guerra, algo que como las constantes citas del Conde resulta bastante repetitivo. El grupo se completa con Jean, la joven sobrina del Conde, que contrariamente a lo habitual en las series de esta época no es solo una chica-rehén, ya que se sabe valer por sí misma. Ella y el Conde llevan el peso de la serie ya que el resto de personajes son bastante planos. El otro personaje habitual de la serie es Mike Allen, un policía que siempre está en tesitura entre pedir ayuda al grupo y detenerles, además parece sentirse atraído por Jean.
Tacconi hace un gran trabajo con un estilo muy clásico y realista con un entintado suelto y nervioso. Como ya hemos dicho anteriormente, los personajes principales están basado en personas reales, aunque los rostros están algo caricaturizados, lo que les dota de expresividad. Narrativamente son historias muy claras con una composición de página muy sencilla, lejos de los experimentos de autores coetáneos como Toppi, Battaglia o De Lucca. Quizás abusa en exceso de los primeros planos de los personajes, pero hace un trabajo impecable.
Alfredo Castelli es un guionista de cómics, cine y televisión nacido en Milán en 1947. Debuto muy joven con la serie de humor Scheletrino para la revista Diabolik. En 1966, creó junto a Paolo Sala Comics Club 104, el primer fanzine sobre cómics de Italia. Durante los años sesenta sus distintos guiones para historietas aparecieron en diversas cabeceras como Tiramolla, Tilt, Horror o Topolino. En la siguiente década crea series como L’omino bufo, L’Ombra, Otto Kruntz, Los Aristócratas y Gli Astrostoppisti para las publicaciones italianas Corriere dei Ragazzi e Il Giornalino, además de revistas francesas y alemanas. A finales de los años setenta comienza a escribir para Bonelli encargándose de episodios de series de la casa como Zagor y Mister No. En 1978 escribe para la revista Supergulp las aventuras de Allan Quatermain, un explorador especializado en misterios arqueológicos que servirá de base para la creación de Martin Mystery, su personaje más celebre. La primera aventura de este personaje apareció en 1982 dibujada por Giancarlo Alessandrini editada por Bonelli y supuso una modernización del cómic popular italiano de aventuras abriéndolo a un público más adulto. Personaje para el que ha seguido realizando guiones todos estos años. También ha escrito historias para Ken Parker y el guion de El Hombre de las nieves dibujado por Milo Manara. En los últimos años se ha dedicado a escribir libros teóricos sobre los cómics de principios del siglo XX.
Ferdinando Tacconi fue un dibujante nacido en Milán en 1922 y fallecido en 2006. Era un apasionado de los aviones y tras cursar estudio de arte, trabajo como operador de radio durante la Segunda Guerra Mundial. Tras la contienda se dedicó a la ilustración y al cómic. Su primer contacto con el cómic fue la serie Morgan il Pirata en 1949 al que le siguen otras como Jack Pilota, Sciuscia, Nat del Santa Cruz y El Bravo. Posteriormente comienza una larga etapa en el mercado británico encargándose de personajes como Jeff Hawke entre otros y cientos de cómics bélicos para Fleetway y el resto de editoriales inglesas de la época. En la década de los setenta vuelve a publicar en su país de origen con la serie erótica Isabella y Los Aristócratas, su trabajo más conocido. Posteriormente trabajó en series de Bonelli como L’Uomo del Deserte, L’Uomo del Rangoon, Dylan Dog o Nick Raider, además de diversos proyectos de ilustración. En 2001 es galardonado con el premio Yellow Kid por su carrera.
Ponent Mon hace un fantástico trabajo al recuperar esta serie, esperemos que este tomo venda los suficiente para que la puedan completar. Como extras encontramos tres articulo escritos por el guionista explicando la génesis de la serie y alguno otros aspectos de la misma. También hay unas notas del traductor, en las que explica algunas de las decisiones que ha tomado a la hora de traducir alguna expresión italiana, además de explicar datos sobre las localizaciones de la obra.
Los Aristócratas es una serie tremendamente divertida que ha resistido muy bien el paso del tiempo, quizás porque era una adelantada a su época. En sus páginas se puede disfrutar de las aventuras de unos personajes que se hacen querer llenas de robos, diversión y el toque justo de humor.
Si queréis ver el cómic-tráiler que ha preparado la editorial pulsad el play:
Guión - 7.5
Dibujo - 8
Interés - 8.5
8
Gentlemen
Una serie clásica con una propuesta sencilla y divertida por la que el tiempo no ha hecho mella.
Efectivamente es una muy buena edición por parte de Ponent Mon. Las historias resultan bastante divertidas. En mi caso me llamo la atención porque aún después de 40 años las recordaba del Super Mortadelo.
Al principio cuesta un poco acostumbrarse a verlo en color porque Bruguera lo publicaba en blanco, negro y rojo, pero claro, mucho mejor en el color original.
Y no solo tiene las historias de los Aristócratas sino también la de como la serie fue saltando de revista de cómics a revista de cómics cambiando incluso de país. Es una información curiosa sobre el cómic en Europa en los 70 y 80 de la que yo no tenía ningún conocimiento.
No son las historietas originales tal cual, se han introducido retoques, sustituido viñetas y «puestas al día», como móviles u otras cosas.
Lo de las viñetas nuevas se puede entender… ¿pero en serio se han puesto móviles para «actualizar» el cómic?
La escuela italiana es muy rica en calidad y diversidad temática. Me parece muy bueno que se esté editando en castellano este tipo de material
Buena reseña, Diego.
A mí también me encanta la nueva edición. Tengo una buena selección de historias de estas en muchos SuperMortadelos, «pero no hay color», jé.
ojalá haya, mínimo, uno o dos tomos más. Aunque, claro, cualquiera sabe si este primero ha vendido bien o no.
Cuando pasé por mí ejemplar, me decían que volaban los ejemplares. No es un indicio de nada, pero este tipo de iniciativas merecen su recompensa.
Siguiendo con este tipo de recuperaciones nostálgicas, ojalá lanzasen una nueva edición de Jan Europa en color (sé que muchs odian el color de aquellos tebeos de entonces, pero a mí me gustan mucho tal como los recuerdo. Y la última edición en b/n no me mola nada, la verdad).
Por lo pronto el segundo está anunciado ya y según nos comentaron en la entrevista les había funcionado muy bien.
Y valoro también los extras de la edición (hay quién los odia, y querrian una edición «pelada» de contenido extra. Yo soy muy pro-extras. Ya sea en esto, o en MLE setenteros de fuste. Lamentablemente, cada vez parece que se impone más el no incluirlos, o que se reduzcan al mínimo. Los de LOS ARISTÓCRATAS son de lo más interesantes y enriquecen la edición).
Si duda. Son un valor añadido a la edicción como los de Fuera Borda, Spirou, etc…