Ether 2. Los Gólems de Cobre

 

Edición original:Ether 2 #1-5 USA. Copper Golems.
Edición nacional/ España:Astiberri.
Guión:Matt Kindt.
Dibujo:David Rubín.
Formato:Cartoné, 144 páginas.
Precio:16 €.

 

Que en los últimos años una de las mayores sorpresas del cómic independiente USA ha sido Ether, es algo que por su propia obviedad no deberíamos ni decir. Pero la realidad es que el primer volumen de Ether resultó un verdadero soplo de aire fresco y originalidad que cada vez es más raro ver en un mercado como el americano, donde incluso en la rama más independiente prima la saturación y la reiteración de ideas y conceptos manidos.
Como ya manifestó mi compañero Diego García Rouco en su reseña relativa al primer tomo, la cual podéis consultar aquí, Ether es una de esas obras que pese a estar enmarcada dentro de un mercado muy específico, el americano, se ve influenciada y alimentada por conceptos del cómic europeo, de la BD francobelga más pura, hasta el punto de que en no pocas ocasiones, el lector acostumbrado a este tipo de productos tiene la sensación de estar leyendo una de esas obras y no un cómic procedente del país de las barras y las estrellas.
Dicho aspecto, lejos de entorpecer o restar a Ether, no hace si no darles alas, aportándole más calidad de la esperada para un cómic USA, normalmente de consumo más rápido (lo cual no tiene por qué ser malo, por otro lado) convirtiéndolo en un producto que termina por ser una auténtica delicatessen para el lector habitual. Ello se debe desde luego a la labor al guión de Matt Kindt (Black Hammer 45, Ninjak), pero en este caso, me atrevo a decir que los caracteres más propios del álbum europeo que presenta esta obra son una aportación de su ilustrador, David Rubín (Beowulf, Sherlock Frankenstein), el cual ha trabajado en dicho mercado y en el español, saltando posteriormente al independiente americano, por lo que resulta inevitable que se lleva a la espalda toda esa experiencia previa, volcándola con mimo en Ether, obra que como no me cansaré de repetir, nos sorprende a todos con su originalidad.

Pues bien, si en el primer tomo lo que nos presentaba era un universo alternativo al nuestro, compuesto por criaturas y elementos mágicos al que llegaba su protagonista, Boone Dias, un científico escéptico que descubrió la existencia de este lugar y que vive por y para descubrir todo misterio existente en su interior, y por hallar la explicación científica a la aparente magia que envuelve a Ether, aunque ello a veces le cueste su propia vida en la Tierra, una vida en la que pasan muchos más días, años y meses por cada minuto que nuestro malogrado protagonista pasa en Ether.

El tomo previo arrancaba con el asesinato de La Llama Dorada, la aguerrida protectora de Ether que moría en extrañas circunstancias, algo que Boone Días se dedicaba a investigar junto con el fiel y socarrón Glum, por petición de éste. Con esa excusa, se nos mostraba todo el abanico de posibilidades que ofrecía Ether, así como los distintos personajes que poblaban este original universo, al tiempo que poco a poco se nos aportaban más detalles sobre la vida en la Tierra de Boone Dias, de carácter no tan heroico como podría habernos parecido.
Siguiendo la estela de su antecesor, Ether 2 comienza con otra gran crisis dentro del universo mágico, la cual deberá ser resuelta por su héroe y Detective particular, Boone Dias, que en esta ocasión tendrá que investigar las grietas que se están produciendo en la realidad, abriendo portales descontrolados entre la Tierra y Ether. En esta misión, consistente en la clausura de dichos portales en la que ciertos Gólems de Cobre tienen mucho que ver; Boone Dias no estará solo, pues además de contar con Glum, recabará la ayuda de un mago exconvicto motorista con cabeza de toro (ahí es nada) y de un hada un tanto amargada cuyo último encuentro con Dias no terminó del todo bien, por lo que guarda un rencor especial hacia éste.

En este punto, es donde además de alabar la originalidad del guión de Matt Kindt, debemos de poner el acento en el dibujo de David Rubín, y es que, normalmente, cuando analizamos este tipo de obras, sobre todo las que forman parte del mercado USA, servidor tiende muchas veces a acreditar tan solo al guionista (algo que no se hace con inquina, ni con una aversión especial hacia el dibujante, pero no podemos negar que en cierta medida todos propociamos). De este modo, cuando hablamos de Watchmen o de V de Vendetta, la mayoría hablamos de Alan Moore, pero omitimos a David Gibbons y a David Lloyd. Igualmente, se habla de Batman Año Uno de Frank Miller, dejando a David Mazzucchelli en un segundo plano, pudiendo encontrar infinidad de ejemplos de esta reprobable costumbre.

Pues bien, aunque es cierto que Kindt hace gala de un guión y una originalidad como pocas veces se ha visto en este mercado, no es menos cierto que se nota que la perspectiva de las viñetas, el diseño de personajes y de entornos, la distribución de la página y la forma de plasmar las indicaciones del guión son puramente Rubín, lo que en este caso aporta más calidad si cabe a la obra, en la que la química entre guionista e ilustrador se palma desde la primera viñeta.

Ether 2 por tanto es una de esas obras que deberían ser imprescindibles en nuestra biblioteca, y que constituye un amistoso apretón de manos entre la BD más clásica y el cómic USA independiente que no deberíais perderos bajo ningún concepto.